En mi vida, sólo tú

1.-Sex on fire

Había rogado tanto por que las cosas no se salieran de control, que cuando finalmente se dio cuenta de la situación actual en la que se encontraba, no pudo reprimir un gruñido grave proveniente del fondo de su garganta.

Misty se detuvo apenas un momento de su labor y dirigió sus ojos curiosos, aunque también con un dejo de temor, hacia las orbes marrones que en ese instante se abrieron como si hubieran presentido aquella mirada escrutadora.

-¿Sucede algo Ash?-preguntó la pelirroja en un susurro casi tan bajo que por un instante el aludido se preguntó si toda la revolución de su cabeza no lo había hecho alucinar. Conectó su mirada con la de ella, y su silencio pareció confirmarle que la pregunta había sido formulada.

-No pasa nada Mist, tranquila.-

-Me preocupa un poco que no lo estés…-pareció que el rubor en sus mejillas indicaba la vergüenza total que le provocaba traer a colación el tema, sin embargo, con un suspiro resuelto decidió terminar su oración.-Disfrutando.-

-Oh.-exclamó Ash siendo ahora él quien se sonrojara ante la actitud tan directa mostrada por su acompañante. No tenía por qué sorprenderse, por supuesto, desde que la había conocido Misty había sido una persona directa y concisa sobre sus opiniones, no se guardaba nada y aquella honestidad tan brutal, era una de las cosas que más le habían atraído de ella desde el principio.

-Yo si…-sintió que le faltaba un poco el aire.-Si lo estoy disfrutando Mist es sólo que…ya sabes, demasiado en la cabeza.-

Esta vez, la joven sonrió aliviada, ¿asi que era eso?.

-Eres increíble Ash Ketchum, de verdad.-dijo ella negando con la cabeza sin perder ni un instante la sonrisa de su rostro. El aludido se incorporó un poco apoyándose sobre sus codos para mirar con más detenimiento a la chica frente a él.

-¿Qué quieres decir?-preguntó el azabache enarcando una ceja con curiosidad.

-Nada Ash, es sólo que…usas el cerbero cuando menos deberías usarlo, y cuando deberías parece que carecieras de él.-

-¡Oye!-

La joven de ojos color jade se incorporó sobre si misma y colocó sus manos sobre los hombros del muchacho para volver a colocarlo completamente sobre el colchón empujándolo suavemente, mientras ella buscaba volver al lugar donde se habían quedado.

-Sólo relájate.-susurró la joven antes de arrancar un gemido gutural por parte del chico, quien tuvo que inspirar profundamente al sentir aquella oleada de sensaciones estremecerle el cuerpo por entero.

Apretó las sabanas con una fuerza tal, que los nudillos pronto se tornaron blancos. Era demasiado, y nunca pensó que pudiera sentir tanto, nunca así , nunca él. No era su primera experiencia en la cama, no era la primera vez que se permitía dejarse hacer, pero si era la primera vez que el mundo parecía darle vueltas, que el corazón martilleaba con fuerza contra sus costillas, era la primera vez que el romance, el amor y aquellas cosas que en su momento le parecieron tan bobas cuando Misty solía mencionárselas en aquella infancia que compartieron, cobraron todo el sentido para él.

Eso que sentía era fuego, fuego puro quemándole por dentro, pero no le desagradaba en lo absoluto, solo quería más y más hasta convertirse en cenizas, ¿estaba mal si quería arder para siempre, mientras fuera con Misty a su lado?