Cuando me pongo a recordar mi vida puedo darme cuenta que en realidad nunca ha sido mi vida, siempre le ha pertenecido a algo o alguien mas... algo mas grande que yo, a lo que he conocido y en lo que he creído. No soy del tipo de personas que hubieses querido en tu vida, ¡vaya! no soy del tipo de personas que hubiese querido en mi vida, pero a veces cuando una semilla de lirio germina en un pozo es difícil y que le llegue suficiente luz para que salga del fango y penumbras y pueda florecer bella y fragante, a diferencia si hubiera sido plantada en otro sitio, cualquier sitio.

Mi pequeña familia lo era todo para mi, Mi abuela, que fue mas que una madre para mi, ya que mi verdadera madre era demasiado joven cuando yo nací, así que decidió vivir su vida y su juventud sin tener que atarse a mi y todo lo molesto que podría ser cargar con un bebé a sus tiernos 15 años, así que me dejó al cuidado de mi abuela, seis años después la historia se repitió pero ahora con mi pequeño hermano, Kavi. Cuando mi madre lo dejo al cuidado de la abuela fue la ultima vez que la vi, jamás volvimos a saber de ella. Vengo de una larga dinastía de gitanos nómadas, mi abuela es una de las mejores adivinas del mundo, y no lo digo porque en realidad tenga algún poder mental o algo así, ella es asombrosa pues me ha enseñado el poder de convencimiento, el arte de mentir y decir lo que las personas quieren escuchar o lo que temen oír, saber leer sus gestos y expresiones, esa mi querido(a) amigo(a) es la verdadera magia no la que te enseñaron en los cuentos de hadas que te leía tu madre antes de dormir.

Aunque debo confesar que si, existen otros tipos de poderes... personas excepcionales con habilidades fuera de nuestra imaginación, sus golpes desgarran el cielo y sus patadas abren grietas en la tierra. Poderes tan fantásticos que te llevan a través de las dimensiones y te llevan a viajar a galaxias distantes como polvo estelar entre los universos, personas tan llenas de virtud y bondad o tan llenas de ambición y odio que en sus manos se encuentra el destino de todos nosotros, simples e insignificantes granos de arena bajo sus pies... pero aun así cuando el destino lo manda y me atrevo a afirmarlo, cuando el amor lo quiere hasta un grandioso ángel se inclina para ver una diminuta hormiga bajo su pie.

Así fue mi extraña historia, que si tienes tiempo te la puedo contar...

Todo comenzó hace siete años, mi abuela hermano y yo habíamos sido echados de la compañía de circo ambulante en la que llevábamos cerca de dos años trabajando, y todo por que la nueva esposa del dueño le parecía que una anciana y dos sucios mocosos "afeaban el espectáculo" vagando entre los espectadores ofreciéndoles leerles la mano, según ella ahuyentaba la clientela, lo que no sabia es que Jongler y yo hacíamos de carteristas, sacábamos montones de billetes mientras la abuela les hablaba de grandiosos destinos a todos los incautos que caían en su juego, éramos, el as bajo la manga del grupo cuando la clientela no era buena, por eso mi hermano y yo fuimos mas conocidos por nuestros apodos que por nuestros verdaderos nombres, llamándolo a el Jongler y a mi Canalie y a decir verdad me gustaba mucho que me llamase así. La abuela nos enseñó a compartir, el clan es familia y los dones se comparten, pues la familia lo es todo. El dueño de la pequeña compaña encandilado con los encantos de su nueva mujer no escucho razones del resto del grupo de artistas quienes defendían a capa y espada la permanencia de la vieja Jovanka y sus dos nietos, la cosa se puso peor y no hubo vuelta atrás cuando la infame tipa me acuso de haberle robado un anillo que según ella le había heredado su difunta madre, un supuesto anillo con zafiro estrella que seguramente en su miserable vida había visto como es un dichoso zafiro estrella. El caso es que después de darme unas buenas bofetadas por fin convenció a su marido de echarnos de la compañía.

Por aquellos días nos encontrábamos en alguna de esas alejadas poblaciones de Rusia, el frio nos calaba los huesos y el hambre nos calaba los estómagos, la horrible bruja se había quedado con todo nuestro dinero alegando que era el "pago" por el anillo imaginario que según ella le robé. Solos y a medio camino mas muertos de hambre que vivos comenzamos a pensar que deberíamos hacer para poder sobrevivir y permanecer juntos.

-Canalie- ¿Y ahora que haremos, abuela? ¡esa maldita bruja nos ha dejado sin nada!

Grite tan fuerte para que la mujer me escuchara mientras pateaba el suelo y le lanzaba piedras al carruaje que se iba alejando a la distancia. Jongler me imitaba como una pequeña fiera de 7 años lanzando con todas sus fuerzas piedras cada vez mas grandes que inútilmente caían cerca de nosotros y ni en un millón de años podrían golpear el carruaje de la compañía.

-Abuela- Seguir sobreviviendo, juntos... ellos se lo pierden, de mejores circos me han echado...

-Jongler- Tienes razón abuela, ¡cuando no les lleguen los billetes que poníamos Canalie y yo se van a arrepentir!

-Canalie- ¡Que risa me va a dar ver a esa estúpida vieja hurgando en los botes de basura!

Jongler y yo reíamos imaginando la escena que acababa de describir cuando la firme voz de la abuela nos regreso de golpe a la realidad.

-Abuela- De nada sirve tener estúpidas fantasías, ¡andando los dos que el invierno se acerca!...

-Canalie- Pero... ¿hacia donde debemos ir abuela?

Kavi corrió hacia una de las orillas del camino y tomo una vara bastante gruesa que le ofreció a la abuela para que la usara como bastón, la sabia anciana lo examino y probo dar un par de pasos utilizando el trozo de madera, sonrió con un gesto de aprobación a su agudo nieto menor y a mi me estiro el bulto de ropas para que lo cargara y continuo.

-Abuela- Debemos ir al sur...

Dijo señalando con su nuevo bastón una parvada de aves que volaban en aquella dirección.

-Abuela- El invierno se acerca y como las aves debemos buscar lugares mas cálidos, el invierno en estas tierras es muy crudo, además en estos territorios hay montones de gitanos en grupos mas grandes con quienes no podemos competir, viajaremos a otras tierras, tal vez ahí encontremos fortuna.

Mi hermano y yo saltamos de gusto emocionados por las nuevas oportunidades que este giro del destino podría traernos a todos, tanta fue mi euforia de saberme librada de la estúpida compañía de circo llena de todos esos "artistas" fracasados que hasta el hambre y el enojo se me olvidaron. Así que tome los sacos de ropa y me colgué el mas grande al hombro le pase el otro a mi hermano y junto con la abuela nos dirigimos al sur.

Viajamos durante varios meses por tierras tan extrañas con gente extraña, costumbres extrañas, creencias extrañas, pero según el acertado conocimiento de la abuela "no importa de donde sea el hombre, siempre van a tener en el fondo de su ser ese delirio de grandeza" así que poníamos en practica lo que llamábamos "la representación" una muy buena pantomima para sacarle plata a un incauto. Lo primero que hay que hacer es escoger "pichón" a una victima, debe de ser alguien quien recientemente haya cobrado o sacado dinero del banco, una persona que parezca tener prisa pero no demasiada, que vista bien, que le guste el dinero, la ambición es lo que los hace caer.

Después de eso entro yo, caminando detrás de la victima y recojo cerca de el un "fajo de billetes" pero en realidad no se trata de billetes, solo son papeles cortados del mismo tamaño y color parecido con un billete en su superficie que hasta puede ser falso para impresionar a la victima. Me aseguro que el "pichón" rápidamente puedo notar en sus ojos la avaricia y el oportunismo que late en el corazón de cada ser humano.

-Canalie- Señor... ¿se le ha caído esto?

Como en la mayoría de los casos se trata de gente ingenua lo primero que hacen es decir que no, que lo ideal es entregar el dinero con las autoridades, si dicen que si, que ese dinero les pertenece es cuando entra en acción mi abuela...

-Abuela- No señor, yo vi perfectamente que ese dinero no le pertenece...

Ahí, presa de la vergüenza y sentirse señalado por el resto de los transeúntes viene la negociación...

-Abuela- Esta bien esta bien, el dinero no es de ninguno de nosotros... pero ha sido voluntad de los dioses que haya estado en este lugar para que nosotros lo encontremos y resolvamos nuestros problemas con el...

-Canalie- Debemos repartírnoslo en un lugar donde no llamemos la atención y nos obliguen a entregarlo o peor aun nos lo robe algún truhan de por ahí...

Es ahí donde coloco el "dinero" en mi bolso y el "pichón" se va junto a nosotras a un lugar alejado y sin mirones con la esperanza de llevarse una rebanada de pastel, puede ser un baño publico, o un callejón pequeño y obscuro. Una vez juntos... la abuela se hace la sorprendida...

-Abuela- A mi nadie me va a creer que una vieja muerta de hambre traiga billetes de tan alta denominación... Necesito mi parte en billetes mas chicos.

-Canalie- Tendrás que conformarte con lo que hay, todos son iguales...

-Abuela- Entonces renuncio al trato, le llamaré a un policía...

Y es ahí que la avaricia puede mas que la razón: el pichón saca su propio dinero que esta en billetes de menor denominación para entregarle su parte a la anciana, después de todo, el y yo saldríamos ganando al dividirnos la pasta en partes iguales. La victima entrega la plata que trae encima y la puesta en escena sigue.

-Abuela- Este dinero es falso

-Canalie- Que no lo es

-Abuela- Mocosa estúpida, se cuando un billete esta falsificado

-Canalie- Solo hay una manera, es viéndolos a contraluz en el sol, pero ya veo que eres una timadora, seguramente vienes con alguien mas y nos quieres quitar nuestro dinero.

-Abuela- ¿De que hablas, niña idiota?

-Canalie- El dinero lo hemos encontrado nosotros y tu, como buena oportunista te apuntaste para robarnos... peros fíjate que no me pienso dejar de una anciana mañosa...

-Abuela- Pues ahora estoy en esto y exijo mi parte... y estos billetes son falsos

-Canalie- que no lo son y te lo voy a demostrar, toma cuida bien el dinero que no me fio de esta anciana...

La supuesta "pelea" siempre da el factor confusor en la victima, y en el ardor del mitote es cuando saco el fajo grande de "billetes" y se lo entrego al "pichón" para que lo cuide. y es ahí que una vez con la "parte" de la abuela en nuestro poder nos esfumamos de ahí como alma que lleva el diablo en lo que la victima se da cuenta que nos hemos ido junto con la plata y el supuesto fajo de billetes no son mas que papeles de periódico meticulosamente cortados y amarrados como si de dinero se tratase. Una estafa maestra, que si se hace bien y con naturalidad resulta en le 90% de los casos, ente otras en nuestro arsenal de timos y trucos que nos ayudaron a sobrevivir por decenas de poblaciones de China y Mongolia por las que pasamos. Conforme mas nos acercábamos al sur, el hacer este tipo de trucos resulto ser cada vez mas difícil por que los pueblos que atravesábamos eran cada vez mas pobres, así que decidimos irnos rumbo al gran subcontinente Indio, con su densa población en sus grandes ciudades parecían el lugar idóneo para que un trio de gitanos pudiese hacer su labor.

Durante nuestra travesía rumbo a la India atravesamos la tierra mas extraña que hayan pisado mis pies: El Tibet...

Durante los largos meses de viaje ya nos habíamos hecho de una pequeña vagoneta donde viajábamos los tres y en la parte trasera la abuela podía descansar. Muchas veces durante el duro y escarpado camino tibetano la Abuela nos sermoneaba sobre el gusto que habíamos cobrado Jongler y yo a hacer toda clase de estafas.

-Abuela- Este camino no es lo que yo desearía para ustedes... hemos juntado suficiente plata los últimos meses, preferiría que nos estableciéramos en uno de estos lugares, donde nadie nos conoce y poner una granja...

-Canalie- Pffff! ¿una granja?

-Jongler- ¿Con cerdos y pollos?

-Abuela- Con cerdos, pollos y vacas

-Jongler- ¿Y perros también?

-Abuela-Y perros también!

-Canalie- ¿Están locos? yo no pienso partirme el lomo cultivando unos tristes frijoles y limpiando chiqueros.

-Jongler- ¡Yo tampoco quiero limpiar chiqueros!

-Canalie- Con este cerebro podemos hacer mucha plata, Jongler, ¿no te había gustado ese automóvil a escala que vimos unos pueblos atrás?

Mi hermanito asintió ansioso bajo la mirada desaprobatoria que me echo la abuela aferrada al volante.

-Canalie- ¡Pues mira detrás de tu asiento!

-Jongler- Wooooow! ¡Canalie eres la mejor!

La abuela paro en seco el automóvil y se giro en dirección mía con una mirada fulminante.

-Abuela- No es lo mismo robar por hambre, por necesidad a robar por placer y por vanidad... ¡eso no les he enseñado yo!

-Canalie- A robar nos has enseñado desde que tenemos memoria, ¡eso es lo que hacemos los gitanos!

-Abuela- ¿Eso piensas tu?

-Canalie- Eso es lo que piensan todos...

-Abuela- Pasaremos la noche en la siguiente población...

La discusión nos había distraído bastante desde hace rato y sin darnos cuenta habíamos perdido el camino original y el próximo retorno quedaba muy lejos, pudimos distinguir entre el árido paisaje un letrero de madera bastante gastado al que apenas se podían distinguir algunas letras que señalaba un camino de terracería.

"Jamir"

Y así fue que nos dirigimos a ese extraño lugar donde lo imposible se convirtió en mi destino.