hola a todos! emmm... bueno, viendo como por 8va vez este hermoso anime, se me ocurriohacer esta historia :)

espero qe les guste :D

los personajes de esta historia no me pertenecen, sino a las CLAMP...


Despertó por causa del sonido del despertador casi en su oído. No es que necesitara un despertador para levantarse, él era de madrugar, pero el que previene…

Después de lavarse la cara y cepillar sus dientes, se dirigió a la cocina a hacerse el desayuno. Prendió el canal de noticias para saber el estado de la bolsa de valores y que sucedía a su alrededor. Miro el reloj que colgaba de la pared de la cocina: las 6.00 am. A las 7 tendría que estar en el trabajo para a las 8 prepararse para la junta con los accionistas de la empresa. Con un suspiro, desayuno y se dirigió al trabajo.

-buenas tardes-

-buenas tardes señor Li- lo saludo su secretaria. Alta, rubia, cuerpo escultural… y casada… y no solo eso, irremediablemente fiel a su matrimonio. Su eficacia en el trabajo lo convenció para contratarla, por más bonita que fuera la mujer, él no era una hormona con patas.

-¿algún recado?-

-sí señor, los accionistas llegaran en una hora para la presentación del nuevo proyecto que se quiere lanzar. En su oficina están los contratos de los nuevos empleados para que los pueda firmar-

-muchas gracias Nanamy-

-de nada señor, ese es mi trabajo- le sonrió a modo de contestación.

Él se dirigió a su despacho. Después de un rato, un hombre entro a la oficina.

-¿Qué sucede Eriol?- le pregunto sin apartar la vista de los documentos.

-nada, solo pasaba a ver a mi amigo- sonrió –y avisarte que el proyecto en poder Pont para presentarle a los accionistas ya está listo-

Él miro a su amigo de cabellos azules y asintió.

-¿vas a hacer esta noche?- le pregunto acomodándose sus gafas.

-dime en donde y la hora- le respondió Shaoran revolviéndose el cabello color chocolate

-en tu casa, a las diez, con Tomoyo-

Shaoran lo miro. Eriol solo encogió de hombros y dijo:

-pues, hace mucho que no hacemos una noche de "amigos". Le comente a Tomoyo y le encanto la idea-

-y yo siempre el último en enterarme- suspiro.

Eriol lanzo una risa. – ¿te molesta que sea en tu casa? Es que con Tomoyo decidimos en tu casa por el gran balcón que tiene, y sabes cómo le gusta a nuestra amiga tu balcón y sobre todo cenar en él-

-si lo sé- contesto él- pero está loca con el frio que hace cenar en el balcón.

Eriol sonrió. –sabes cómo es ella-

Shaoran le contesto con una sonrisa de lado. Miro su reloj y a al ver la hora le propuso a su amigo ir a la junta.

La junta había salido mejor de lo que esperaba, pensó. Presentaron el proyecto del nuevo producto que querían lanzar y los accionistas los recibieron de brazos cruzados. Se pregunto si lo hicieron por que el producto los cautivo o porque él tenía de madre nada más ni nada menos que a Ierán Li. Rio por adentro. Su madre daba miedo. Dueña de todas las cadenas de empresas de publicidad en el mundo (excepto las de Japón que le pertenecían a Shaoran), Ierán era una mujer con carácter. Imponía respeto y miedo con su andar.

Se encontraba en el supermercado comprando los alimentos para la cena de esta noche. Como siempre, él cocinaría, ya que Tomoyo amaba su cocina. Tomoyo Daidouji, su amiga desde los 11, presidenta de la cadena de juguetes más exitosa en todo Japón y a menudo organizadora de desfiles donde lucia sus prendas creadas por ella, era una mujer encantadora, madura, dulce, tierna, y una excelente consejera. Dueña de cabello largo color negro, y ojos amatista, también era dueña de suspiros de los hombres más buscados de Japón ¿Cuántas veces tuvo Shaoran que aguantarse los encabezados de los periódicos diciendo un posible romance entre ellos, solo porque su amiga, con la cara de suplica más tierna del mundo, le pidió que fingieran que se iban juntos de una de las tantas fiestas importantes de Tokio en una situación comprometedora sólo para que no la siguieran molestando? Y es que nadie, en su sano juicio se metía con la "mujer" de Shaoran Li.

-Shaoran- la voz femenina que lo llamaba lo saco de sus pensamientos.

-Himeko, ¿Cómo has estado?- le pregunto con una sonrisa. Grave error…

-bien ¿y tú?- le contesto ella.

-bien, comprando la cena de esta noche- contesto, señalando el carrito.

-ya veo- sonrió ella. -¿crees que alguna vez… podríamos… s-salir a c-cenar?- un sonrojo asomo las mejillas de la mujer.

Él sonrió ante el acto infantil de sonrojarse… segundo grave error. Si sonreírle al principio le dio esperanzas a la mujer para preguntarle eso, la sonrisa que hacia ahora la terminaría "derritiendo" como decía Tomoyo. "tiene las expresiones más hermosas Shaoran, cuando sonríes, cuando frunces el ceño, cuando sacas esas sonrisas sinceras (como le sucedía ahora) eres capaz de lanzar un suspiro hasta a un tempano de hielo de tacos rojos"

-Himeko… yo… lo siento… en este momento quisiera estar solo- contesto con pesar.

La mujer de cabellos rojizos bajo la cabeza –lo siento, perdona mi imprudencia-

-oh no está bien- contesto él –si quieres un día cenamos, pero…-

-en plan de amigos, lo sé- contesto ella fingiendo una sonrisa.

-Himeko… lo siento, yo…-

-¿sigues pensando en ella no?-

Shaoran se sorprendió ante la pregunta.

Ella rio –Shaoran pareciera que se te iban a salir los ojos-

Un pequeño sonrojo asomo a sus mejillas masculinas –no… es que yo… no. No sigo pensando en ella- finalizo.

-mmm… a mi me parece lo contrario señor Li-

Él la miro. Y después miro a su alrededor. No se habían dado cuenta que estaban en la cola del cajero del supermercado.

-Shaoran, con tus 25 años, eres el hombre más codiciado… y el más guapo también- la mujer se sonrojo. –esa chica o es muy tonta para no corresponderte, o tu no le has expresado sus sentimientos-

-si lo hice- él bajo la mirada –a los 11 años, pero no obtuve respuestas. Le declare lo que sentía y Salí corriendo como un cobarde regresando a Hong Kong. Y volví a los 18 a Japón para estudiar, pase por Tomoeda, pero ella se había ido. Y no la he vuelto a ver- contesto con un poco de tristeza.

-Shaoran…- Himeko apoyo su mano en el hombro del joven. Él la miro y le sonrió. Odiaba contar eso, sabían que sentirían lastima por él y pensaría que era patético. Pero Himeko era diferente. Había sido su novia a los 18, se habían conocido en la universidad, y dejaron de serlo a los 20. Se había dado cuenta que no se la podía sacar de la cabeza

No se la había podido olvidar. A ella…

-Shaoran- le dijo Himeko –no hagas esperar a los de atrás de la fila.

Él sacudió la cabeza y avanzo…

-Shaoran ¡que delicia! La comida te quedo espectacular-

-ahh Tomoyo, todo lo que cocina Shaoran es delicioso para ti- se burlo Eriol.

-¿celoso?- pregunto ella.

-puff- fue la respuesta de Hiragizawa.

Tomoyo lanzo una risita –tus postres también son exquisitos, mi querido amigo-

-lo sé- sonrió él.

Shaoran se dirigía al balcón con las tazas de chocolate caliente. ¡Rayos! Solo a su querida amiga se le ocurriría cenar y comer el postre en el balcón. Pero la entendía… la vista de los copos de nieve cayendo sobre la ya blanca calle era una linda vista…

-mmm…- dijo Daidouji oliendo el aroma del chocolate caliente. -¿hace cuanto que habíamos postergado esta reunión?-

-pregúntale a tu amigo Shaoran soy-adicto-al-trabajo Li-

-Eriol…- le gruño Shaoran.

-chicos no se peleen. Disfrutemos de la vista y de la compañía- expreso Tomoyo.

Los tres sonrieron.

Se encontraba bajando del taxi observando el imponente edificio de lujosos departamentos. ¿Por qué Tomoyo quería verla a altas horas de la noche? Ella había llegado a la mañana y quiso verla y ella le dijo que estaría ocupada todo el día, que si querían se vieran a la noche en su departamento. Observo el edificio y recordó que Tomoyo le había dicho que se había mudado recientemente. Subió al ascensor, después de avisarle el portero que venía a visitar a su amiga salió de este en el piso 9 y se posiciono en frente de la puerta 2 c. toco el timbre.

Después de charlar un rato, los tres amigos fueron interrumpidos por el sonido del timbre. –Shaoran se levanto pero Tomoyo le dijo que ella iría a abrir.

-es mi casa Tomoyo, iré abrir yo- le dijo dirigiéndose a la puerta confundido por la cara de preocupación que había puesto su amiga.

Al poner la mano en el picaporte sintió un escalofrió en la espalda. Confundido por la reacción de su cuerpo abrió la puerta… y se quedo helado al ver la figura que se encontraba en el umbral de la puerta de su departamento…


espero que les guste el primer capitulo :)

nos vemos :D