Los personajes de Twilight no son míos sino de Stephenie Meyer, yo solo me divierto un poco con ellos.


Capítulo beteado por Yanina Barboza, beta de Élite Fanfiction (www facebook com/ groups/ elite fanfiction)


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Capítulo 1

Los minutos pasaban y Alice no llegaba.

Bella y Edward habían cedido su lugar a otras dos parejas, esperando que Alice llegara en cualquier momento.

—¿Ya la llamaste? —preguntó Bella mordiéndose las uñas.

—Ya lo hice, amor, pero no contesta, no debe tardar.

—Está cuarenta minutos retrasada.

—¿Mucho tráfico?

Bella bufó y siguió esperando a que Alice cruzara la puerta de la recepción, ella nunca se había atrasado en las citas con el médico.

Tal vez estaba siendo neurótica, pero a tan solo dos meses para que su muñeca naciera, estaba preocupada por cualquier cosa por más mínima que fuera.

La habitación estaba lista, las mantas, ropa, calcetines e incluso los gorritos estaban limpios y guardados en el armario.

La carriola, el portabebés y la periquera estaban en su sitio en la casa.

Habían intentado por cuatro años embarazarse, mes tras mes miraban frustrados el negativo en las pruebas, cada mes Bella odiaba su periodo que le garantizaba que no estaba embarazada.

Habían cronometrado el tiempo para hacer el amor cuando Bella estuviera ovulando, pero no había funcionado.

Los resultados de Edward habían salido perfectos, sus espermas eran sanos, fuertes y tenían la velocidad necesaria, pero entonces leyeron los análisis de Bella, "infertilidad inexplicable".

—¿Qué significa? —preguntó Bella.

—No encontramos una explicación para sus problemas para concebir, tus pruebas salieron normales, no tienes ningún problema, pero algunas mujeres simplemente no logran concebir, muchas veces es por el estilo de vida que llevan.

¿Estilo de vida?

Toda su vida había seguido las reglas, no fumaba, comía sanamente y su consumo de cafeína y alcohol era casi nulo, tal vez no era muy atlética y de vez en cuando se comía una hamburguesa de McDonald's, pero no podía ser ese el motivo para que no lograra embarazarse.

Probaron con infinidad de medicamentos para la fertilidad, incluso se habían sometido a una inseminación artificial, pero la condenada prueba seguía saliendo negativa.

Estaban hartos, el mundo no quería que fueran padres y les partía el corazón no poder tener un bebito fruto de su gran amor.

Pero entonces, Emmett —hermano mayor de Edward— había tocado su puerta una mañana de domingo con un montón de papeles impresos y demasiada energía para tolerarlo.

Edward estaba a punto de mandarlo a la mierda y correrlo del departamento cuando Emmett arrojó los papeles a la mesa de la cocina.

—Así van a tener al bebé...

Vientre de alquiler.

No estaban muy convencidos de que otra mujer llevara a su bebé, pero si no se arriesgaban nunca iban a tener a su adorado bebé.

—¿No te importa que no crezca en mi vientre? —preguntó Bella después de la charla informativa que la doctora les había dado.

—No lo hace, Bella, si esa mujer nos ayuda a tener a nuestro bebé seré feliz, seré inmensamente feliz porque tendré un bebé que te dirá mami.

Buscar a la mujer indicada que les ayudaría a tener a su bebé fue complicado, Rosalie estaba molesta pues habría querido ser el vientre de alquiler para su querida amiga y cuñado, pero los cuatro meses de embarazo le imposibilitaban serlo.

Revisando el catálogo de mujeres encontraron a Alice, una chica de San Francisco de veintisiete años, estatura baja con cabello corto azabache, se había casado con su novio del instituto, pero lamentablemente había fallecido tres años atrás, con dos niñas bajo su cuidado necesitaba la ayuda económica. Bella y Edward decidieron que fuera ella, toda la familia estaba de acuerdo en que lo fuera, les inspiraba confianza a todos.

Realizaron el procedimiento sin ninguna complicación, Alice les aseguró que se cuidaría y que iría con el médico si en algún momento llegaba a sentirse mal.

Bella y Edward se ofrecieron a llevarla a casa, Alice declinó cortésmente aludiendo que tenía quien pasara por ella. Bella omitió el hecho de verla subir a un taxi dos cuadras adelante de la clínica.

Siete semanas después, Alice, Bella y Edward veían el monitor en donde se mostraba un conjunto de manchas indescifrables, pero que una de esas era su pequeño bebé.

Alice recibió el primer pago ese mismo día después de que Bella y Edward tuvieron en sus manos la primera ecografía de su bebé.

—Felicidades, chicos, este bebé nacerá perfectamente en nueve meses.

—Muchas gracias, Alice, gracias a ti estamos cumpliendo nuestro sueño.

Al pasar los meses, Bella y Edward estaban cada vez más maravillados con su bebé que crecía sano y fuerte, en cada cita era glorioso escuchar su corazoncito latir repetidas veces. Ver cómo cada mes podían distinguirlo más fácilmente en la pantalla.

—¿Han pensado nombres? —preguntó Alice en una de las citas, el bebé no los había dejado descubrir su sexo.

—Algunos —respondió Bella con su mano sobre el hinchado vientre de Alice, podía sentir como el bebé se movía con su tacto—. Si es niño hemos pensado nombres como Carter o Anthony.

—¿Y si es niña?

—Mary Anne —respondió Edward—. Yo escogí el nombre, le gané una apuesta a Bella.

—Ambos nombres son hermosos.

El bebé se había dejado ver accidentalmente, fue tan corto el lapsus que la doctora había reído.

—Es una señorita bastante recatada, no nos deja ver sus partes íntimas.

Invitaron a Alice a pasar la noche en casa Cullen, para celebrar que se trataba de una niña, pero Alice se negó a ir aludiendo que sus hijas estaban con la niñera.

—También están invitadas —habló Edward sosteniendo la cintura de Bella—, siempre serán bienvenidas en mi casa.

—Será en otra ocasión.

Bella y Edward habían aceptado con el tiempo que Alice no quería compartir su vida personal con ellos y estaban bien con eso.

Por siete largos meses fueron infinitamente felices, tendrían a su bebita y serían una familia completa, en casa todos esperaban el nacimiento de Mary Anne.

—Dos horas, Edward —se quejó Bella mordiéndose las uñas de su mano izquierda.

Edward bufó frustrado, nuevamente la voz electrónica repetía el mensaje grabado: "El número que usted marcó se encuentra fuera del área de servicio".

Las dos horas se volvieron en tres, cuatro y cinco, a la sexta hora, los encargados de la clínica buscaban desesperados el paradero de Alice Brandon.

Carlisle y Esme buscaban en los hospitales, Charlie llamaba a sus conocidos informándoles que buscaran a la secuestradora de su nieta, Emmett y Rosalie —a pesar de que la familia creyó imposible que pasara eso—, fueron a la terminal de autobuses y preguntaron por cada mujer embarazada de cabello corto y baja estatura.

Nadie sabía absolutamente nada del paradero de Alice.

Bella lloraba amargamente en la habitación, que, con tanto esmero, decoró para su nena, pasaban de las diez de la noche y aún no podían encontrar una pista de dónde podría encontrarse.

—No hay rastro de ella —habló el oficial encargado del caso—, el conserje del edificio dijo que la vio salir en la mañana con las dos niñas junto a ella, no le pareció raro ya que siempre iban a la panadería que está a unas calles, pero no regresaron.

—¿No encontraron nada en el departamento? —preguntó Edward.

—Solo ropa y juguetes de las niñas, buscamos en los colegios y ambas niñas tienen diferentes apellidos, una Brown y la otra Jones y su madre es Mary Williams, no Alice Brandon.

Le habían confiado su bebé a una ladrona de identidades, una jodida ladrona que podía estar en cualquier maldito lugar utilizando otro nombre.

—Tal vez no debíamos ser padres —sollozó Bella contra el pecho de Edward—, tal vez nos equivocamos en intentarlo.

—No, bebé, tú te mereces ser madre porque eres la mujer más dulce y perfecta de este mundo.

—¿Entonces por qué nos pasa esto? Esa perra tiene a mi bebé, mi bebé y no sé qué mierda va a hacer con ella.

—Vamos a tener a Mary Anne con nosotros, Bella, te prometo que traeré a nuestra niña de vuelta con nosotros.

Bella se aferró al cuello de Edward, debía ser una jodida pesadilla, solo quería ser madre, quería cargar el diminuto y tibio cuerpo de su bebita, sentir esa conexión especial, amar sin restricción alguna y saber que ese amor sería eternamente correspondido, pero ahora, su bebé estaba en algún lugar lejos de ella.

—Te voy a recuperar, nena —murmuró Bella a mitad de la noche sosteniendo el cuerpo dormido y tembloroso de Edward, él había estado para ella durante el día, era su turno de velar por sus sueños—, pase lo que pase vas a regresar con mami y seremos los tres felices.

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Hola chicas.

Una nueva historia, espero les guste y me acompañen cada sábado con las actualizaciones.

Gracias Yanina por la ayuda con la revisión del capítulo y acompañarme en esta nueva locura.

Déjenme sus comentarios, opiniones, criticas o lo que quieran compartir conmigo en un review, no cuesta nada dejar un pequeño "Actualiza rápido" jajajaja.

Las invito a leer mi nuevo OS "Algo extraño".

Nos vemos la siguiente semana.