Elsa POV


Hay varias cosas que me gusta o disfruto hacer, por ejemplo dibujar, diseñar, besar a Anna, cocinar y pasar mí tiempo con niños. Recientemente he tenido la oportunidad de combinar varias de esas cosas casi que al tiempo.

Hace unos meses Vogue realizo un convenio con varias empresas de moda para realizar una línea de ropa para niños. Tuve la fortuna de ser elegida como una de las representantes de la revista para este evento. Así que los últimos tres meses he estado bastante ocupada diseñando varios trajes y socializando mucho con los niños que los llevaran.

Mañana en la noche seria la pasarela y tenía que tener todo bajo control, no solo con la ropa que diseñe, sino también con la de los demás diseñadores y no exactamente por qué hubieran sido amables conmigo o por que tengamos una buena relación de compañeros, más bien es por los niños, muchos de ellos estaban emocionados por el desfile y no sería justo que por el descuido de alguien la ilusión de ellos se viera destrozada. No, no cuando llevan meses haciéndose la idea y falta tan poco para que suceda.

-Señorita Summer, ¿Usted cree que lo hare bien el día de mañana?-la dulce voz de Emmily, una niña de 6 años, me saco de mis pensamientos. Estaba ajustándole una de las mangas de la camisa que usaría en el desfile.

-Por supuesto que lo harás bien, llevas meses practicando. No tienes por qué preocuparte-trate de tranquilizarla. Emmily era una niña tímida para su edad y bastante callada, pero era muy cariñosa con las personas en las que confiaba. Tenía el cabello negro y unos hermosos ojos azules, además de unas cuantas pecas en el rostro que me recordaban un poco a Anna.

-Pero tendré que desfilar enfrente de muchas personas. ¿Qué tal si me caigo?, he visto que a muchas señoritas les ha pasado-No pude evitar sonreír, en verdad era una niña muy dulce.

-Eso no te va a pasar-le di el ultimo retoque a su manga-porque a diferencia de ellas, tu no vas a usar tacones, así que no perderás el equilibrio mientras caminas.

-Si, tal vez no me pase-me contesto aun con inseguridad en su voz.

-Todo saldrá bien, ya verás. Anna y yo estaremos apoyándote desde la audiencia. Nada malo pasara.

-Ohhh, ¿su esposa vendrá?, ¿la autora de Frozen?-ante la mención de Anna, todas las preocupaciones de Emmily desaparecieron, su rostro se ilumino y una gran sonrisa se dibujó en su rostro.

Como en varias ocasiones he mencionado, el comic de Anna, aquel que está basado en las reina de las nieves, fue muy popular y bien recibido por el público, en especial por los niños. La primera vez que nos reunimos con ellos, muchos me confundieron con la reina de las nieves, algo bastante divertido porque me pedían que usara mis poderes para crear una pequeña nevada, con mucha calma les explique la situación de mi parecido con ella, además les comente que estaba casada con la autora del comic y con unos cuantos cambios en la versión, todos entendieron, pero eso nos los detuvo de querer tomarse fotos conmigo. Desde ese momento han estado muy emocionados de conocer a Anna, pero lamentablemente no se ha dado la oportunidad.

-Sí, ella misma-ya con su manga terminada la solté.

-¿Puedo pedirle un autógrafo o si no es mucho pedir un dibujo?-la timidez regreso a su voz y un leve sonrojo se esparció por sus mejillas, pero la emoción y el brillo en sus ojos seguía ahí.

-¿Por qué estás tan emocionada?-le pregunto Sam, otro de los niños del desfile. Él era dos años mayor que Emmily pero también era un niño tierno.

-La esposa de la señorita Summer vendrá mañana al desfile-le contesto con timidez.

-¿De verdad?-pregunto Sam igual de emocionado que Emmily la primera vez. Ella se limitó a asentir-¡Chicos!, ¡la autora de Frozen vendrá mañana al desfile!-grito Sam por todo el lugar. De inmediato varios de los niños empezaron a acercarse, la mayoría con sus trajes aun puestos y con una sonrisa en la cara.

-¿me podría dibujar?-dijo uno de ellos

-Yo quiero aparecer en su comic

-¿Me daría su autógrafo?

-A mí me gustaría tener una de las figuras de Hero Game, me gusta bastante

Los niños empezaron a hablar emocionados por la aparición de Anna. Seguramente ella estaría muy feliz por tener tanta atención de sus fans aunque fueran niños.

-Es posible, pero por ahora lo único que les puedo asegurar es que vendrá a verlos-trate de calmarlos un poco

Para mi suerte, eso fue suficiente. La mayoría regresaron con sus respectivos diseñadores para que les terminaran de dar los últimos ajustes, mientras que otros se quedaron hablando y jugando por el lugar.

La noche llego y ya todo estaba preparado para el día de mañana, los niños ya se habían retirado a sus casas y el día de hoy me correspondía dejar todo asegurado. Ya estaba a punto de irme cuando cierto personaje de interpuso en mi camino.

-Linda noche, ¿no crees, Elsa?

-Hans-dije con desanimo-¿Qué te trae por aquí?

-No trabajo, obviamente, no fui tan afortunado-dijo con recelo. Ya no se molestaba en ocultar su disgusto hacia mí, en especial, ahora que destacaba más que él.

-¿Entonces qué?-le dije en un tono seco y cortante. No tenía tiempo que perder, en especial con él. Tan solo quería regresar a mi apartamento con mi esposa.

-Bueno, de hecho si es trabajo, pero por tu expresión sé que entendiste mi comentario anterior-de su mochila saco un sobre de manila y lo extendió para que lo tomara-La editora en jefe te mando los manuscritos de la publicación de este mes. Quiere que te reúnas con tu equipo y tengan el artículo listo para el miércoles.

-Muy bien-agarre el sobre de manila y lo guarde en mi bolso-Aunque ya es algo tarde, me lo hubieras entregado mañana.

-Sí, hubiera sido lo mejor, pero mañana no iré a la oficina y con toda la atención que estas recibiendo últimamente, no puedo arriesgarme a hacer mal mi trabajo y seguir siendo opacado por ti-Alzo los hombros como si no fuera gran cosa-tuve suerte de encontrarte a tiempo, de lo contrario hubiera tenido que ir a tu casa para entregarte el sobre y eso significaría verle la cara a la agresiva de tu esposa.

-No le digas así, Anna no es agresiva-le conteste molesta, no me gustaba cuando hablaba de Anna.

-¡Ja!, sí, claro, pegarme un puño en la cara solo porque si, es no ser agresivo-dijo en un tono burlón y cargado de sarcasmo.

-Estabas siendo un idiota, como ahora y lo sabes, Anna solo te golpeo porque lo merecías-la defendí.

-Por supuesto-me dedico una mirada fría y se dio la vuelta-Nos vemos-empezó a alejarse del lugar poco a poco hasta que ya no hubo ningún rastro de él.

-Qué persona tan molesta-dije entre dientes. Un pequeño dolor de cabeza empezaba a hacer presencia, para evitar que llegara a mayores decidí irme lo más rápido posible.

Al llegar al apartamento sentí un aroma delicioso esparcirse por toda la sala, provenía de la cocina. Me acerque con lentitud, sin hacer mucho ruido, conforme llegaba empecé a escuchar voces que provenían del mismo lugar.

-Te lo digo, entre más salsa de tomate le eches mejor sabor tendrá-escuche la voz de Anna.

-Entonces, ¿Por qué no cocinas tú?, parecer que eres la experta y todo eso-esa era la voz de Mateo

-Por qué el espagueti jamás me ha quedado bien y tu dijiste que sabias prepararlo-se defendió Anna.

-¿Y si le agregamos chocolate?-sugirió Olaf

Cuando llegue a la cocina los tres estaban concentrados en la estufa, dándome la espalda.

-¡Es la mejor idea que he escuchado!-contesto Anna con notable emoción-y agreguémosle un poco de crema.

-¡NO!-gruño Mateo-Es espagueti, no le pueden echar ninguna de esas cosas, arruinaran el sabor

-o lo mejoraremos-insistió Anna

-Por maravillosa que suene la idea, creo que Mateo tiene razón-decidí interrumpir antes de que los tres se pusieran a discutir. Mi voz los tomo por sorpresa y saltaron al escucharla, de inmediato Anna se giró para verme.

-¡Elsa!, ¿Qué haces aquí?-pregunto con inquietud en su voz.

-ehmm, yo vivo aquí.

-¡Sí!, por supuesto, estamos casadas, jejeje, pero no, espera, no me refería a eso, yo, esto, lo que quise decir es…¿Qué haces aquí?-pregunto algo nerviosa y confundida de sus propias palabras.

-Es la misma pregunta Anna-le dije con calma.

-Lo que trata de decir es que te esperábamos más tarde-le ayudo Olaf.

-Terminamos todos los preparativos con rapidez así que llegue un poco más temprano

-Buuu, queríamos prepararte la cena y dejar todo servido y arreglado para cuando llegaras-dijo Anna algo avergonzada-últimamente llegas muy tarde y no era justo que te pusieras a cocinar para nosotros, especial después de un día tan agotador.

-Ohh Anna, no te preocupes por eso, te he dicho que adoro cocinar para ustedes

-lo sé, lo sé, me lo has dicho muchas veces, aun así quería hacer algo especial, como la buena esposa que soy-dijo con un leve orgullo en su voz, como si al fin reconociera lo maravillosa que ha sido conmigo todo este tiempo.

-Tan buena que no sabe hacer espagueti, por eso me pidió ayuda para cocinarlo, de hecho, la comida ya va a estar…así que…creo que podemos pasar a comer-Dijo Mateo.

-Gracias Chicos-les sonreí. Luego procedí a saludarlos como se debía. A Olaf le di un gran abrazo, pensar que con el tiempo me acostumbraría a hacerlo es algo bastante increíble, a Mateo le di beso en la mejilla, me parecía gracioso verlo sonrojarse, igual que Anna, aunque ella ya debería estar acostumbrada, en ocasiones aun lo hace, y por ultimo a Anna, un dulce beso en la boca en el que las dos sonreímos.

Después de los saludos y todo lo ocurrido, procedimos a servir la cena, el espagueti quedo delicioso, Mateo tenia cualidades en la cocina y me alegra que no se haya dejado influenciar por las ideas de Anna y Olaf.

Una vez terminamos todos, Olaf y Mateo se despidieron, Anna lavo todos los platos y luego nos acostamos las dos en nuestra cama.

-¿Qué tal estuvo tu día?-le pregunte mientras sacaba de mi mesa de noche el tercer libro de la serie de Canción de hielo y fuego, tanto ver Game of Thrones con Anna me llevo a leer los libros.

-Igual que siempre, de hecho, últimamente he tenido un buen ritmo al dibujar, posiblemente porque me estoy acercando al final de Hero Game-se empezó a enrollar en las sabanas y luego se recostó a mi lado- Tal vez la emoción de llegar al final me está haciendo trabajar más rápido.

-Espera-aparte la mirada del libro y lo coloque sobre mis piernas-¿Vas a terminar Hero Game?

-si…no soy del tipo que le gusta alargar una historia más de lo necesario…si, es eso, suena genial, ¿no?-una leve emoción se presentó en su voz junto con una sonrisa.

-¿Es eso o que ya no tienes más ideas?-pose mi mano sobre su cabeza y empecé a acariciarla

-Tal vez…un poco de eso también…es que, cuando empecé tenía muy bien pensado lo que quería que pasara en la historia, pero tuve que alargarla por presión de la editorial, ahora ya no tengo más ideas así que procedí a dibujar la fase final de todo.

-Es una lástima, en verdad me gustaba Hero Game, pero entiendo por qué lo haces-Anna levanto la mirada y procedió a besarme, era una de las pocas veces que ella iniciaba un beso.

-No te preocupes, sacare otra historia-me dijo con una sonrisa, lentamente alejándose de mi-Esta vez en un nuevo mundo, con súper mega ultra geniales personajes y batallas épicas que harán que salgan lucecitas de las páginas-La emoción se hizo presente, sus ojos empezaron a brillar, ese brillo especial que solo aparece cuando habla de sus dibujos e ideas.

-En ese caso, la esperare con ansias-tome de nuevo mi libro para retomar la lectura, cuando recordé algo- ¡oh!, ahora que lo pienso los modelos se pondrán tristes con la noticia, admiran mucho tu trabajo.

-Ohhhh ¿de verdad?-dijo con orgullo-jejeje, bueno, mi trabajo es increíble, extraordinario, superior, súper genial, no es de extrañar que lo admiren.

-Pero mira, ¿de dónde salió tanta confianza?-la moleste, Anna se sonrojo y oculto su cabeza entre las sabanas-pero si, de eso no hay duda, tu trabajo es increíble, extraordinario, superior y súper genial- coloque el libro una vez más sobre la mesa de noche y procedí a abrazar a Anna, quien seguía entre las sabanas- todos están bastante emocionados por conocerte.

-Jejejeje-la escuche reír, poco a poco fue sacando su rostro del interior de las sabanas, hasta que quedamos frente a frente, ella aún estaba algo sonrojada-Bueno no tendrán que esperar mucho, mañana me conocerán.

-Te tendrán rodeada, muchas quiere tú autógrafo, otros quieren un dibujo o que les des figuras de tus comics.

-¿Has dicho muchas?-el leve rubor que aún tenía en su rostro se intensifico-bu…bue…bueno…parece que es inevitable, teng…tengo un gran encanto que trasmito por mis dibujos-acerco su cara a mi rostro, nuestros labios a pocos centímetros de distancia-espero que no te pongas celosa cuando este rodeada de tantas chicas-dijo nerviosa pero a la vez emocionada ante la idea. Yo no pude contener mi risa y alejando nuestros rostros me deje llevar. Eso hizo que me ganara una mirada de confusión por parte de ella. Tal vez haya olvidado decirle que era un desfile de ropa para niños.

-No para nada, sé que eres mía-le dije entre risas

-y tu mía…-contesto aun confundida

-Vamos a dormir, mañana será un día largo-volví a acercar nuestros rostros para esta vez darle un beso de buenas noches, no muy largo, porque las cosas podrían llegar a mayores si no nos controlábamos, así que al separarnos, procedí a apagar las luces y deje que el sueño me guiara junto a los brazos de Anna.


Faltaba poco para el comiendo del desfile, Anna y yo ya nos encontrábamos en nuestros respectivos asientos, los cuales estaban en primera fila. El lugar estaba totalmente lleno, grandes personalidades del mundo de la moda se encontraban reunidas para presenciar el evento. No puedo negar que estaba nerviosa, más que todo por la posibilidad de que alguno de mis diseños no fuera bien recibido.

-No te pongas nerviosa, todo saldrá bien-me animo Anna a la vez que agarraba mi mano.

-Tienes razón-le sonreí. Aunque lo dijera, la ansiedad seguía presente, así que para distraerme me quede observándola un rato. Ella parecía algo inquiera, como si estuviera esperando algo- Te ves muy ansiosa, de hecho, más que yo. ¿Hay algo que no sepa?-le pregunte con sospecha en la voz.

-No para nada, todo está bien, no es como si estuviera emocionada por ver a las modelos, en especial a las que admiran mi trabajo, pfff, claro que no, obvio no es eso-contesto súper nerviosa, un sonrojo se expandió por toda su cara y sus manos empezaron a sudar. Hay una cosa que adoro de Anna y son sus balbuceos, sumado con el hecho de que es alguien fácil de leer, cuando se poner nerviosa empieza a decir muchas cosas y entre esas cosas termina diciendo todo lo que piensa.

-Ohh, así que incluso viniendo con tu esposa, te muestras muy emocionada por ver a las modelos-le dije en un tono serio pero con un leve toque de burla. No tenía necesidad de sentirme enojada o celosa, porque su castigo llegaría pronto.

-ehhh…n…¡NO!...claro que no, y…yo…solo estaba….

-Señoras y Señoras, tomen asiento que el evento ya va a comenzar-la interrumpió la voz del presentado. Anna lanzo un suspiro de alivio y enfoco la mirada hacia el frente. Sin seguir presionando con el asunto también enfoque mi mirada hacia la tarima.

La música empezó a sonar y después de unos minutos los modelos empezaron a salir, el primero fue Sam, se veía todo lindo con sus rizos dorados al aire, luciendo una camisa blanca manga larga y un chaleco negro, cuando llego a la punta de la tarima, nos vio y nos saludó. Con una sonrisa y un leve movimiento de mi mano derecha lo salude antes de que se retirara para dar paso a otro modelo.

Me gire para ver el rostro de Anna, tenía la boca abierta casi que tocando el piso, una expresión de decepción presente por todo su rostro. No pude evitar que una sonrisa maliciosa se dibujara en mi rostro, si lo pensaba bien era una situación bastante cómica. Me acerque con lentitud a su oído, con mis labios haciendo un leve rose en su oreja.

-¿Decepcionada?- le susurre. Ella de inmediato dio un brinco en su asiento.

-No…-dijo con poca seguridad-es solo que nunca mencionaste que fueran niños.

-Bueno, me alegra no haberlo hecho, ahora sé que no debo traerte a otros desfiles-fingí estar molesta, pero por dentro sentía muchas ganas de reírme.

-Lo siento-la tristeza se apodero de su rostro y no pude evitar sentirme mal-solo me deje llevar, pero sabes que jamás haría algo que te lastimara.

-Lo sé, lo sé-le sonreí para que se calmara, ella me devolvió la sonrisa y recosté mi cabeza sobre su hombro-además tu solo las veras en la pasarela, yo prácticamente las visto.

-Espera, ¿Qué?-aparte mi cabeza de su hombre y levante la mirada, le sonreí con maldad y en ese momento apareció Emmily en la pasarela.

Ella trataba de mantener la calma, podía ver que estaba nerviosa ante la presencia de tantas personas, sin embargo ella miraba al frente, como la niña valiente que es, al llegar a la punta su mirada conecto con la mía y pude notar como sus nervios desaparecieron. Le dedique una sonrisa y ella me la devolvió, su cambio de ánimo fue radical y con rapidez se fue alejando.

-Ese estilo sí que lo reconocí, lo diseñaste tú, ¿no?, por favor dime que sí, ya no quiere arruinar más las cosas.

-así es-deje salir una pequeña risita

-ufff, siento que mi alma regreso a mi cuerpo-Anna coloco su mano sobre su pecho y lanzo otro suspiro de alivio

-Esa niña se llama Emmily, es una de tus admiradoras y es bastante dulce. Incluso anoche cuando me refería a los modelos hablaba especialmente de ella.

-aunque me esperaba otra cosa-inconscientemente levante una de mis cejas ante el comentario de Anna, ella de inmediato desvió la mirada-me alegra saber que los niños aprecian mi trabajo-volvió a enfocar su mirada en mi-no puedo esperar a conocerlos.

Dicho eso y sin nada más que añadir, las dos volvimos a enfocarnos en el desfile, admirando la valentía de los niños y apreciando el esfuerzo de los diseñadores por lograr trajes tan hermosos. Después de unas dos horas, que fue más o menos lo que duro el desfile, Anna y yo nos dirigimos a los camerinos, donde estaban todos los niños reunidos. En un principio estaban distraídos, la emoción de haber participado al fin en el desfile los tenia deslumbrados, pero cuando uno de ellos me reconoció y de inmediato puso su atención en mi querida esposa, la emoción se incrementó y como si fuera una ola gigante, de un momento a otro nos vimos totalmente rodeadas.

-¡WOW!, no puedo creer que en verdad este aquí, admiro mucho su trabajo-dijo Sam sin poder contener su emoción. Se encontraba prácticamente enfrente de Anna saltando como loco-he leído cada uno de los capítulos de Hero Game y también Frozen. ¡Es genial!, ¡Usted es genial!.

-jejejeje-Anna empezó a reírse algo nerviosa, el color de sus mejillas se enrojeció. Era tierno ver como con el cumplido de un niño ella se sonrojaba-s…si, so…soy genial-toda la confianza que mostro la noche anterior desapareció de inmediato-¿P..puedes repetir una vez más lo genial que soy?

-¡Eres genial!-le repitió Sam con una sonrisa aún más grande.

-y..m..muy talentosa-reconocí la voz de Emmily entre la multitud. Poco a poco se abrió paso y logro estar enfrente de Anna y mío.

-¡Hey!, te conozco-Anna se agacho un poco para poder estar a la altura de ella-Emmily, ¿Verdad?, eres más linda de cerca-Emmily se sonrojo y Anna aprovecho para colocar sus manos sobre sus mejillas-awww, mira que cachetes tan suaves y apretables tienes.

-Jejejeje-se empezó a reír Emmily con naturalidad. La escena me pareció tan tierna que no pude contener mi sonrisa, una extraña sensación de calidez invadió mi pecho.

-Me los llevare-escuche decir a Anna con seriedad, de un momento a otro las risas se detuvieron y un silencio se apodero del lugar.

-No los asustes-la regañe.

-Jajajaja, está bien, lo siento-de un brinco Anna se levantó y coloco sus manos sobre sus caderas-muy bien, ya que todos ustedes me simpatizan y reconocieron lo genial que soy-Dijo con orgullo. Su confianza regreso de la nada pero aún se mostraba algo sonrojada-les hare dibujos a todos los que quieran uno.

-¡SIIIII!-se escucharon los gritos de los niños al tiempo, era increíble la emoción que se percibía en el lugar, como si se tratara de un concierto o algo parecido, pero lo más increíble es que solo se trataba de Anna y el simple hecho de que ella era fuera mi esposa, me hacía sentir orgullosa y muy feliz a la vez, porque me case con alguien maravilloso.

-Suerte que traje mis utensilios de dibujo-comento Anna quien de la nada había sacado uno de sus blocs y varios de sus pinceles, lápices y plumas de dibujo.

-Vaya, pero venias muy preparada-le dije con seriedad. La risa de Anna se detuvo y a la vez todo su cuerpo se paralizo-que sospechoso si hasta hace unas horas no sabías que el desfile era de niños.

-eh…esto…¿Quién quiere ser el primero?

-¡YOOOO!-Se volvió a escuchar el grito de la multitud. Aunque ella estuviera nerviosa yo solo me pude reír, prácticamente la había molestado con el tema toda la noche y sin importar el que, siempre caía.

Se había formado una fila de niños y Anna ya se encontraba sentada en una mesa improvisada, primero le preguntaba a cada niño el que quería en su dibujo y luego se ponía manos a la obra. Me hice paso para poder llegar donde ella y agacharme un poco para darle un beso en la mejilla.

-Te amo, gracias por hacer todo esto por los niños, los has alegrado aún más.

- ¿Qué dices?, ellos son los que han alegrado mi día-dejo de dibujar un momento y se giró para verme y dedicarme una gran sonrisa-no puedo esperar a que tengamos los nuestros- y sin nada más volvió a enfocarse en su dibujo.

Yo me quede quieta por un momento, procesando las palabras de Anna, ¿En verdad quería decir eso?. La extraña calidez regreso a mi pecho y por alguna razón sentí que mi cara ardía, cerré los ojos un momento para tranquilizarme, era un sentimiento nuevo, bueno, tal vez este mintiendo, no tan nuevo, lo había sentido el día de nuestra boda, pero aun no sabía describirlo del todo.


He estado de muy buen humor últimamente, las críticas que salieron al día siguiente del desfile, la mayoría fueron positivas y elogiaban mucho el esfuerzo de los niños, además, destacaron mis diseños como uno de los más innovadores de la colección, lo que por supuesto hizo que Anna me elogiara por casi una semana.

Gracias a eso en la revista he tenido más trabajo que nunca, pero, todo involucra la creación de diseño para más colecciones y desfiles, lo cual es mucho más emocionante. De hecho en estos momentos me dirijo a una reunión con la editora en jefe y el resto de su personal para discutir ideas sobre la próxima pasarela. Pasando de oficina en oficina, algo llamo mi atención, Hans se encontraba con la cabeza sobre el escritorio, se veía bastante desanimado, lo cual, era algo inusual en él, ya que no importaba que pasara siempre se mostraba con ánimos para lograr sus cometidos. Dudándolo un poco decidí por acercarme para averiguar que pasaba con él.

-Hans-dije con suavidad-¿estás bien?, te ves un poco desanimado.

-¿Eh?-lo escuche decir con algo de dificultad ya que aún mantenía su cabeza sobre el escritorio-¿Qué quieres?-levanto su cabeza y me miró fijamente. Se veía agotado, tenía grandes ojeras en su rostro.

-Solo quería saber cómo estabas, es inusual verte en ese estado-le respondí tratando de controlar mi enojo, incluso cuando uno se preocupa por él sigue siendo un patán.

-si-lanzo un suspiro-lo siento, no he dormido bien y estoy lleno de problemas-¿Acaso se disculpó?

-Todos los tenemos, así que si necesitas que alguien te escuche, puedes contar conmigo-le dedique una leve sonrisa, pese a todo, cuando una persona está en problemas no hay que darle la espalda, uno nunca sabe si podría llegar a mayores y por negligencia o sencillamente no prestarle atención, no se pudo evitar.

-Gracias…yo…voy…yo voy a ser papá-logro decir con dificultad

-Oh…-fue lo único que logre decir, la verdad no me lo esperaba del todo, aunque eso explicaría por qué estaba faltando tanto al trabajo últimamente-puede ser algo impactante la noticia…pero tener un bebé no es tan malo-trate de motivarlo.

-lo sé, de hecho, lo que me tiene así no es que vaya a tener un bebé, incluso me hago la idea. Un mini Hans rodeando por el mundo, al que le enseñare a conquistar chicas o una bella niña a la que protegeré con toda mi alma de idiotas como su padre, de alguna forma…me da ilusión-dijo con una ternura que no pensé que fuera posible que él la tuviera, sus ojos brillaron por un momento y medio sonrió. Por alguna razón sentí envidia.

-si ese no es el problema, ¿Cuál es?

-su mamá…veras, ella es la hija de uno de los contactos más influyentes de mi padre, por no decir que también es su mejor amigo-desvió la mirada-siempre habíamos tonteado entre nosotros, ya sabes, encuentro casuales y eso, pero nunca nada serio, pero ahora que la deje embarazada, nos van a obligar a casarnos y pues…yo no la amo-enfoco su mirada en mi-Se muy bien que crees que soy un cretino, mujeriego y demás, pero…también creo en el amor, así que perder mi oportunidad de esa forma…me tiene frustrado. Claro, sumándole todos los problemas que ha tenido mi familia por mi error.

-Pues no sé qué decirte, la situación se ve complicada. Lo que si te puedo aconsejar, es que hables con tus padres y la familia de ella.

-¿Jumm?, no escucharan-negó de inmediato-pero de todas formas creo que es lo mejor para él bebé.

-Tal vez no lo sea, crecer en un matrimonio donde no hay amor podría perjudicarlo más que beneficiarlo

-No quiero eso, quiero que sea feliz, pero aunque tengas razón no será sencillo deshacer el compromiso.

-Si es algo que se te sale de las manos, entonces procura siempre estar ahí para él o ella, tal vez con eso sea suficiente para que crezca feliz-le sonreí y por primera vez, en todo el tiempo que lo conozco el me devolvió la sonrisa, pero sin trucos, sin malicia oculta, no, en esta ocasión fue con sinceridad.

-Quien iba a pensar que entre todas las personas serias tú la que me aconsejaría, no es que haya sido muy amable contigo en todo este tiempo-dijo con un tono irónico.

-No, no los has sido, pero eso demuestra lo diferentes que somos. Tal vez ahora podemos llevarnos bien

-Lo dudo-contesto de inmediato-aprecio lo que has hecho pero sigues sin simpatizarme, aun eres mi competencia y toda esa fama y atención que estas teniendo recientemente se acabara, me asegurare de eso-su sonrisa cambio, la malicia y la arrogancia que han sido tan características en él, regresaron.

-Bien-le dije aun sonriéndole, aunque muy adentro estaba odiándolo-me alegra saber que las cosas seguirán como siempre, ahora si me disculpas tengo una reunión a la cual asistir-Sin darle alguna otra oportunidad de hablar, me aleje de su oficina.

Mientras me acercaba a la sala de juntas me tuve que detener nuevamente, la conversación con Hans me había dejado una extraña sensación dentro de mí, como un vacío. Recordé todo el tiempo que pase con los niños del desfile, con Sam y Emmily, todo, era extraño, porque cada uno de esos recuerdos incrementaba el sentimiento de vacío en mi interior.


-¿Cuántas veces tengo que decírtelo?, No he dejado ningún cabo suelto, además si lo hubiera todo sería tu culpa-le dijo Anna a Kristoff. Llevaban casi todo el día en el estudio revisando cada uno de los capítulos de la historieta de Anna, para asegurarse que no hubiera ningún cabo suelto. Les estaba ayudando porque había leído todos los capítulos recientemente y tenía los sucesos más frescos.

-¿Mi culpa?, siempre es mi culpa, muy bien, ¿ahora por qué?-le contesto Kristoff, quien cruzo sus brazos y giro su cabeza con indignación.

-¡Porque eres mi editor!, si hubo alguna inconsistencia durante los capítulos debiste haberme avisado con mucha anticipación, encontrar esos detalles es tu trabajo-Anna señalo con el dedo a Kristoff- además siempre es tu culpa, porque no tengo a nadie más a quien culpar, así que estás destinado a ser el responsable de todo.

-Eso no tiene sentido, nada de lo que dices tiene sentido y si no te digo esos detalles es porque siempre entregas todo tarde, te dejas ganar por las fechas de entrega y al final estás haciendo todo con prisas, tampoco me dejas revisar mucho los borradores-se defendió él-y vaya amiga que eres, siempre echándome la culpa.

-¿Cuánto llevan así?-pregunto Olaf. Ya tenía una cara de aburrimiento al igual que Mateo que parecían cansados de la discusión entre Anna y Kristoff.

-Ya van a completar 40 minutos-le contestos Mateo con desanimo

-Creo que ya es hora de detenerlos, de los contrario pueden quedarse así para siempre-les dije con calma. Llevaba un buen tiempo acostumbrándome a la pelea de esos dos- Anna-dije con suavidad. Ella de inmediato dejo de ver con ojos asesinos a Kristoff y se enfocó en mí.

-¿Si?

-Ya es bastante tarde, ¿no creen que podrían dejar el tema para mañana?

-Si-asintió con rapidez-Entonces mañana te entrego el borrador que tengo del guion para el ultimo capitulo, está bastante emocionante-le dijo a Kristoff cambiando su humor radicalmente.

-Bien, entonces esta noche me pondré a revisar los detalles que faltan para publicar el capítulo de este mes-le contesto Kristoff con un cambio similar.

La relación entre Kristoff y Anna siempre me ha parecido peculiar, porque no importa todo lo que pelean, discutan, digan que se odian y lo inútil que es el otro, jamás han llegado a problemas mayores y los asuntos son olvidados con rapidez.

-¡Al fin!-exclamo Olaf con emoción-es divertido los primeros 10 minutos pero luego se vuelve aburrido

-sí, si-asintió Mateo-traten de acortar un poco más sus discusiones

-Ustedes no se quejen, llevan escuchándonos discutir por muchos años y jamás dijeron nada-Anna hizo un puchero-solo lo hacen para molestarnos

-Eso es verdad-dijeron los dos al tiempo

-Como sea, sí que ha sido un día agotador-interrumpió Kristoff-Gracias por todo Elsa, has sido una gran anfitriona

-También es mi apartamento, ¿sabes?-comento Anna a lo lejos-yo también he sido una gran anfitriona…creo.

-No me hagas reír-le dijo Kristoff con burla- Me iré antes de que la risa evite que me marche, Olaf, Malvavisco, vámonos, los acompañare a la parada del bus.

-Gracias-le dijo Olaf, a la vez que empezaba a recoger sus cosas.

-si…aunque creo que más bien somos nosotros los que te acompañamos a la parada del bus-comento Mateo en un tono bajo, pero de todas formas se puedo escuchar con claridad.

Los chicos se despidieron y se retiraron. Anna se arrojó en el sofá, se veía agotada y yo me senté a su lado. Había algo de lo que quería hablar con ella y llevaba un buen tiempo en mi cabeza. Además desde la charla con Hans me había dado cuenta de la razón de aquel sentimiento vacío dentro de mí.

-Sabes…hace poco hable con Hans-Comente rompiendo el silencio cómodo que se había creado desde la despedida de los chicos.

-¿Te volvió a molestar?, porque si es así, Kristoff y yo hemos estado practicando mis puñetazos por si ese tonto vuelve a tratarte mal. Hoy no, porque estoy cansada, pero déjame y vera un día de estos-contesto con seriedad a la vez que agitaba sus puños al aire.

-No, todo lo contrario-dije entre risas-hablamos civilizadamente.

-oh…eso es nuevo…entonces… ¿No puños para Hans?-un tono de desilusión invadió su voz.

-No esta vez, lo siento

-ash…No es que sea violenta, tú lo sabes, ¿verdad?, nunca te he tratado mal a ti y a nadie, bueno solo Hans, pero él se lo merece…yo…¡Oh dios! ¿y si me estoy convirtiendo en un monstruo que solo le quiere dar golpes a Hans?-dijo con dramatismo arrojándose a mis brazos-¿Aun me amarías?

-Si-le sonreí-aun te amaría

-Me gusta que me abraces-dijo mientras se acomodaba en mis brazos

-Consentida-le dije en broma

-un poco, de todas formas, ¿Qué hablaste con Hans?

-Que va a ser padre

-¿De verdad?-me limite a asentir-¡Wow!, no me lo esperaba, ¿si quiera crees que será un buen padre?

-Siéndote honesta no lo sé, pero se ve bastante ilusionado con la idea, de hecho, tenía un brillo especial en los ojos que genero un extraño sentimiento en mí-Anna se alejó de mis brazos y se volvió a acomodar para mirarme.

-¿Qué sentimiento?, no…no … me dig…digas que lo viste atractivo-por un momento pensé que lo decía bromeando, pero la inseguridad de su rostro me hizo pensar lo contrario. Aun así me hizo reír.

-No, por supuesto que no, no sé ni siquiera como llegaste a esa conclusión.

-lo siento

-Está bien. De hecho fue un sentimiento de envidia-un poco de tristeza se apodero de mi voz. La mirada fija de Anna me hacía sentir nerviosa.

-¿Por qué?, creo que no tienes nada que envidiarle…-dijo algo confundida

-Extraño a los niños del desfile…-solté de repente, en parte cambiando el tema y en parte no- sus risas, los tiernos que eran y como se emocionaban por cosas tan sencillas, su inocencia…

-Que creen que soy genial-interrumpió Anna, con ese aire orgulloso rodeándola otra vez.

-Sí, que creen que eres genial-solté una risita-si esos niños, que son completos desconocidos para ti, te admiran tanto…¿no crees que sería genial que los tuyos propios lo hicieran también?

-¡Sí!, seria incre…espera, si, espera, creo que ya se hacia dónde va esta conversación…-Posiblemente Anna ya había cuadrado todas las piezas del rompecabezas, pero antes de que dijera algo, quería explicarle el cómo me sentía.

-Cuando Hans me dijo que iba a ser padre y al ver la emoción que emitían sus ojos, sentí envidia y a la vez un vacío en el pecho. Fue…como si sintiera que me faltaba algo para completarme, para completarnos y un poco después fue cuando me di cuenta que…quería tener un bebé-Para este punto estaba muy nerviosa, incluso creo que empecé a temblar levemente. No sabía cómo se sentía Anna al respecto, si, en el desfile dijo que no podía esperar a tener sus propios niños, pero Anna suele decir muchas cosas cuando está emocionada o nerviosa. Además el hecho de que no volviera a tocar el tema no ayudaba con mis nervios. Me tenía bastante ansiosa su reacción.

-Oh…s…-antes de que pudiera decir algo más, la interrumpí con rapidez.

-Sé que apenas tienes 24 años y que aún te faltan muchas cosas por las que vivir, sé que estoy siendo, tal vez, algo envidiosa y que no es el mejor momento con el final de tu historieta a tan solo un mes más, pero…yo, yo en v…-No logre terminar mis balbuceos, que seguramente fueron un contagio de Anna, porque en esos momentos sus suaves labios hicieron contacto con los míos y todos los nervios que tenía en ese momento desaparecieron.

El beso no duro mucho, para cuando nos separamos Anna se lanzó sobre mí y me abrazo con mucha fuerza.

-Te lo dije ese día, ¿No es así?-dijo cerca de mi odio-No puedo esperar a tener a nuestros propios hijos y lo dije en serio. No importa si solo tengo 24 años y tú tienes 27, eso es lo de menos, somos un equipo y sé que seremos grandes madres.

-Anna…-estaba sin palabras, le devolví el abrazo a Anna y coloque mi cabeza sobre su hombro.

-Tal vez tengas que criar a dos niños al tiempo, porque sé que a veces no soy la persona más madura del mundo, peeeero, daré lo mejor de mí-Poco a poco Anna se empezó a alejar hasta que volvimos a quedar frente a frente-entonces…¿Quieres tener hijos conmigo?-pregunto con timidez, como si aún hubiera duda en la respuesta.

Por impulso la tome del cuello de su camisa y la bese fuertemente, cuando el aire hizo falta nos alejamos y le dedique una sonrisa seductora.

-¿E…eso e..es.. un sí?-Pregunto totalmente sonrojada.

-¿Qué te parece si nos dedicamos esta noche a crear ese bebé?-me levante del sofá y camine con rapidez hacia el cuarto, pero cuando me di cuenta que Anna no me seguía me gire para verla.

-Espera…-dijo algo agitada, caminando con lentitud y con una cara pensativa-estoy segura de que eso no funciona de esa manera…por q…-No la deje terminar. ¿Cuál era el punto?, la noche era larga y había que disfrutarla.


Todo estaba confuso, me sentía fatal, para cuando abrí los ojos la luz del día me hizo cerrarlos de inmediato., me sentía débil y un poco mareada. Cuando logre acostumbrarme a la luz me di cuenta que estaba en la cama de un hospital, todo era blanco y el silencio era escalofriante. No recordaba muy bien el como había llegado a esa situación.

-¡¿Dónde está?!-escuche una voz familiar, a lo lejos de la habitación-¡Lo siento!, si, si, Lo tendré en cuenta-la voz cada vez se escuchaba con más fuerza y más cerca. A los segundos la reconocí, era la voz de Anna.

La puerta de la habitación se abrió con fuerza y Anna apareció detrás de ella, se veia agitada, el sudor escurría por sus mejillas, detrás de ella pude ver varias camillas tiradas y uno que otro desorden que asumí se debía a las prisas de Anna. También reconocí a unas sombras que llegaron detrás de ella casi igual de agitados, eran Kristoff, Olaf y Mateo.

-¿Estas bien?, ¿Te golpeaste?, ¿Cuántos dedos ves? Y no me vengas con el cuento de que 10 porque sabes que me refiero a los que tengo levantados, ¿Sabes quién soy?, dime que me recuerdas…¡Oh!, Dios, di que me recuerdas-pregunto totalmente en pánico.

-Anna-le dije con tranquilidad-estoy bien, no te preocupes, creo que solo me desmaye-trate de tranquilizarla, Anna lanzo un suspiro de alivio y se acercó a la cama para tomar mi mano.

-Me asustaste

-A todos-dijo Kristoff-creo que jamás habíamos corrido tanto en la vida-su respiración también estaba agitada, la de todos, se veían bastante cansados.

-Lo siento mucho, no sé bien que paso, nunca me había desmayado-dije con tristeza, no me gustaba preocuparlos, eras chicos muy sensibles.

-Afortunadamente yo si se lo que paso-interrumpió una voz desconocida. Cuando la persona se acercó más supuse que era el doctor que me atendía.

-Lamento interrumpirlos, pero todo el ruido que causo la jovencita hizo que me viniera apresurado a ver su estado-Anna agacho la cabeza y se sonrojo-de todas maneras, muchos gusto soy el Doctor Manson White y como supondrán el encargado del caso.

-Muchas gracias por cuidar de mi-le dije con sincero agradecimiento

-Para eso estamos. De todas formas, ya tengo los resultados de los análisis que le hicimos y debo felicitarla Elsa, tiene a un bebé en camino-dijo sonriente.

Por un momento todos nos quedamos en silencio, Anna y yo llevábamos un buen tiempo tratando de tener un bebé, después de ponernos de acuerdo en quien llevaría a nuestro primer hijo, me empecé a someter en el tratamiento, pero hasta el día de hoy no había resultados. Por lo que me costaba creer las palabras del doctor. De un momento a otro empecé a escuchar un lleve llanto, cuando me gire vi a Anna llorando, lágrimas y lágrimas se escurrían por su rostro. Luego escuche otro llanto, esta vez de Kristoff quien trataba de disimularlo, mientras que Olaf y Mateo me sonreían.

-Sí que son emotivos-dijo el doctor aun sonriente-de todas formas, voy a recomendarte unas vitaminas y unos cuidados para que tengas un embarazo saludable, así que regreso en un momento, los dejare disfrutar de la notica-El doctor se retiró.

Anna seguía llorando pero en el momento en que se fue se lanzó a abrazarme, Kristoff hizo lo mismo, junto con Olaf y Mateo, los cuatro me estaban abrazando, mientras algunos lloraban. Era una sensación muy linda, de hecho la calidez que sentí en mi pecho, esa sensación extraña que no sabía describir regreso, solo que esta vez, ante esa noticia y la demostración de las personas que eran importantes para mí, entendí que significaba. Felicidad.


Tal vez a muchos no se los dije, pero en verdad agradezco mucho el apoyo que me dieron con La reina, el castillo y Elsa, de verdad muchas, muchas gracias por leer mi historia, y como lo prometido es deuda acá esta la continuación.

Tengo pensado hacerla igual que la anterior, como una serie de One Shots (Largos, lo siento mucho si a alguno le incomoda, pero de igual forma aprecio que las lean) que cuentan partes de la vida de Anna y Elsa. Solo que en esta ocasión será más larga, de hecho ya tengo pensada gran parte de las cosas que pasaran, pero, no las decidiré solo yo, así que apreciaría cualquier idea que tengan para esta historia, cualquiera, si quieren que sea en un día festivo o que tal y tal personaje se desarrollen más, literal lo que sea, cualquier opinión será escuchada y posiblemente la agregare. Como dije hay una línea de la historia que ya la tengo planeada, pero mientras se desarrolla sus opiniones e ideas serán muy importantes para mí.

Creo que ya no hay nada más por decir, así que lo de siempre ninguno de los personajes de Frozen me pertenece, todos los errores son míos, estoy abierta a cualquier crítica u opinión, muchas gracias por leer, espero que hayan disfrutado del capítulo.