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¡Hola! Una serie de Drabvi Shorts... ¿Oie khé ez ezso? xD Pues, son escritos que deberían haber sido Drabbles, pero llegaron a viñetas, en realidad casi One Shots y por poco a Short Fics. xDDD
En fin…7u7)r
Dejando de lado mi escasa capacidad para relatar en pocas palabras, les dejo con el inicio de la…
¡JERZA WEEK!
Estas historias están ―aunque no lo crean viniendo de mí― situadas en el Universo Cannon, exactamente en el Time Skip del año en que Fairy Tail se disolvió.
Así que, mis especulaciones y lado jerzianico ha tomado inspiración en ese vacío y ha hecho esto que estáis por leer…
¡Aish! 7x7)s
¡Gracias por leer y gracias por tomar un ratito para comentar!
QwQ)/
Disclaimer: Fairy Tail pertenece a Hiro Mashima. Los temas son los proporcionados por la Jerza Week de Tumblr. La historia ―cursi y especulativa― es mía.
Referencias De Lectura:
Diálogo.
«Pensamientos»
Narración.
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JERZA WEEK
―Embrace―
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Desde que el gremio se había disuelto no se había sentido tan bien como en ese momento.
Nunca pensó que luego de esa misión como guardaespaldas de ese actor extraño y fastidioso terminaría formando parte de un plan del gremio independiente de él…
De Jellal Fernandes.
―Cuando Erza nos informe que los residentes del pueblo están a salvo será el momento de decidir si ponemos el plan en acción ―Erza escuchó la voz calma y profesional del azulado y prestó atención de nuevo asintiendo.
Esa era la razón de que estuviese allí, después de todo.
Jellal miró a todos para dejarles claro lo importante de ese punto.
Desde un principio lo más preocupante de ese gremio oscuro era la capacidad destructiva a larga distancia que poseían. Crime Sorcière, al ser el gremio buscado que era no podría jamás convencer a los líderes del pueblo para que buscasen refugio en caso de que ellos no fuesen capaces de destruirlo con la rapidez que se requería, y por eso encontraron en Erza; la conocida, admirada ―temida― y respetada Titania, la posibilidad de convencerles para que se ocultasen lo mejor posible y dejasen en manos de esos desconocidos ―ellos― la liberación de su pueblo que había sido abusado desde hacía dos años por el inicuo gremio de Aisling.
―No queremos causar víctimas inocentes cuando ese gremio oscuro caiga, si existe la más mínima posibilidad de que los habitantes se vean comprometidos no atacaremos ¿Entendido?
―Entendido ―respondieron Meredy, Richard y Erza al hombre del largo abrigo verde.
―¿Erik? ―Jellal le miró con seriedad.
―Ya escuché… ―rezongó el hombre aludido.
―¿Macbeth? ¿Sorano?
―Seee… ―contestó uno luego de bostezar.
―Como sea ―la albina batió su cabello hacia atrás―. No es la primera vez que lo hacemos ―le miró con malicia―. ¿Acaso tratas de impresionar a alguien con tu autoridad?
Jellal se limitó a no responder eso.
―Sawyer vendrá luego del atardecer con lo que falta de la información sobre los líderes del gremio de Aisling ―miró hacia la ventana de la derruida cabaña en medio del bosque de las afueras del pueblo en la que estaban―. Hasta entonces pueden descansar.
―¡Sí! ―la pelirosa se levantó del suelo de donde estaba sentada prestando atención― ¡Hora de preparar la bebida pre batalla!
―Apoyo eso ―secundó la albina emocionada por poder tener tiempo para sí misma y para su rutina de belleza.
―Una bebida llena de amor ―afirmó Richard con una sonrisa.
―¿Bebida pre batalla? ―preguntó la pelirroja al ver salir a las chicas por la puerta, levantándose para seguirlas.
―Erza… ―la detuvo el peliazul con una mano en su hombro que retiró casi tan rápido como la puso― Necesito hablar un momento contigo… sobre la misión…
―Sobre la misión, claro―se burló el conocido como Cobra―, por desgracia sé que no es eso lo que realmente quieres decirle ―Jellal frunció el ceño y Erik le mostró los colmillos―, si bien a diferencia de los demás tu mente es silenciosa últimamente ha estado un poco ―miró a la pelirroja confusa―, ruidosa…
―Erik… ―el azulado se vio un poco abochornado en medio de su seriedad autoritaria.
―¡Jojo! Claramente no estás de humor Erik ―el de vestimenta religiosa le colocó un brazo sobre los hombros para incomodad del aludido―. Vamos, necesitas un poco del chocolate lleno de amor de la pequeña Meredy…
―Yo no lo necesito ―con una mueca de disgusto el pelirrojo se quitó el brazo de Richard de sus hombros― sé quién sí, y vive en un debate de si aceptarlo o no… ―y con esa frase escueta salió de la cabaña.
―¡Jummm! Ese chico puede ser quien más lo entienda ―Richard murmuró para sí y con una cabezada de despedida dejó a los otros dos solos.
―Yo… ―empezó el azulado―, siento que se comporten como unos niños.
―No hay problema ―la pelirroja sonrió con nostalgia―. Me recuerdan las peleas del gremio, así que me hacen sentir en casa ―se dio cuenta de lo que dijo y se corrigió con rapidez― es decir, se siente un ambiente acogedor, yo, es decir…
―Está bien ―Jellal le sonrió y ella sintió su corazón perder un latido al ver por un momento ―por un escaso instante― un brillo en los ojos miel del azulado―, creo que te entiendo… ―se acercó a la pelirroja y le extendió un aparato―. Es una lácrima portátil, con esto podrás contactarnos, como puede ser rastreado debemos de restringir el tiempo de uso a diez segundos.
―Entiendo, supongo que un "Todo despejado" cuando todos estén refugiados será más que suficiente ―guardó la lácrima en su re-equip― Será mejor que empiece mi camino al pueblo ―bajó la mirada al piso―. Gracias por confiar en mí para esto…
Jellal observó las mejillas de la mujer teñirse de carmín y sintió sus manos hormiguear con las ganas de acercarse y acariciar esa suave piel de su rostro.
Con la ganas de rodear con sus brazos esa calidez que desprendía.
Pero no podía.
―No hay nadie en quien confíe más ―se sorprendió a sí mismo confesando, al parecer el restringir su tacto hizo que el cosquilleo se trasladase a su lengua y ahora no pudo más que continuar hablando―. En nadie confió más que en ti, Erza… ―sintió que su cara comenzaba a calentarse al ver los ojos de la mujer que representaba su luz brillar con emoción contenida.
De nuevo cruzaba su propia línea autoimpuesta.
Se alejó dos pasos de ella y se dio la vuelta.
―Lamento tener que involucrarte a ti en esto, esto no es algo que alguien como…
―Me siento bienvenida, en estos dos días… ―lo interrumpió ella no queriendo escuchar de nuevo como él separaba siempre sus caminos, ya era suficiente ver el cómo le daba la espalda en ese momento―, desde que me mandaron esa paloma con el mensaje y llegué aquí… ―apretó los puños y contuvo la emoción que su voz destilaba al tratar de explicarse―. Meredy es cariñosa, me ha contado muchas cosas que han pasado, Sorano puede parecer altanera pero fue la primera en decirme donde podía darme un baño sin problemas, Sawyer me mostró los estandartes de los gremios que han derrotado, Richard me anima a no dudar de que Fairy Tail volverá a unirse… Incluso Erik plática conmigo de vez en cuando… ―«Y pregunta indirectamente sobre Kinana» pensó para sí con una sonrisa.
Jellal se volteó para observar como el sol del atardecer que se colaba por las ventanas rotas jugaba con las hebras escarlatas de ella, pero en ese momento observó la sonrisa de Erza.
Una real y completa.
La más sincera que le había visto desde que se toparon en el incidente con el fastidioso actor que ella custodiaba y con él que a él ―Jellal―, lo habían confundido. Sabía bien porque ella parecía abatida, su gremio, su familia, el animado Fairy Tail estaba separado y para ella era como revivir la perdida de sus amigos a la que él mismo la sometió hacía tantos años.
Muchos años atrás.
¿Cuánto más iba a pagar por eso?
Tal vez toda su vida.
Y Jellal Fernandes lo aceptaba, pero sabía que cada vez que él se recriminaba eso, o lo usaba para dejar claro porque no podía acercarse a ella, Erza, su amada luz, ella, Erza Scarlet mostraba ese gesto abatido que a duras penas podía ocultar.
No era buena actriz.
Así como él era mal mentiroso.
Pero ambos continuaban con su penoso papel por el bien del otro.
¿No era tiempo de simplemente abrazar su pasado?
¿Aceptarlo y dejar de huir?
Permitir que las aristas lo hirieran pero permitiéndose la sanación luego.
Tal vez…
Pero por el momento no tenía una respuesta segura, y eso hacia que tuviese miedo de esa idea, porque no estar seguro significaría arriesgarla a ella.
A su Erza Scarlet.
Pero al menos podía intentar mantener parte de esa sonrisa en ella.
―¿Y Macbeth? ―se vio preguntándole de pronto con un deje familiar― ¿Él también te hace sentir… bienvenida?
―S-sí… ―sonrió apenada―, cuando no duerme me cuenta de lo fastidiosos y excesivamente ruidosos que sois todos…
―Lo dice el que más bulla hace cuando se queja… ―acotó divertido y se ganó una mirada de sorpresa de ella.
―E-so lo he notado también ―agregó con rapidez para evitar que su mal oculta emoción hiciera que Jellal se encerrara en sí mismo de nuevo―. Me ha dicho que a veces deja a una ilusión hablando con Richard porque no lo deja dormir con sus pláticas de salvación….
―Sí ―se desacomodo el cabello―. Conmigo lo hizo una vez, también… ―confesó un poco abochornado.
Ella rió y él sonrió por ser quien lograse tal cosa.
Y se cuestionó seriamente eso.
Nunca se había puesto a pensar si él podría ser la fuente de alguna felicidad en ella.
Algo tan maravilloso.
Sería posible que en toda su oscuridad aún hubiese un poco de luz capaz de hacer un poco feliz a Erza. ¿La tendría? Esa poca de luz que pudiese reparar la oscuridad por la que la hizo pasar hacía tantos años.
¿Acaso era algo que se negaba a admitir?
¿Debería de consentir esa posibilidad?
―Jellal… ―la pelirroja lo sacó de sus pensamientos―. Gracias por confiar en mí… ―le extendió su mano con una sonrisa deslumbrante en el rostro―. Confía en mí de ahora en adelante…
«Sí, tal vez…» se encontró aceptando por un momento esa posibilidad al ver como ese hermoso rostro se iluminaba para él.
Unos pocos segundos de aceptación.
Solo unos pocos.
«No te engañes, Jellal» Se regañó.
Aún no.
No.
Mientras aceptaba la mano de ella aprovechó cada segundo para ―en ese sencillo acercamiento― sentir su adorable piel, su calidez y la fuerza invencible de su mano.
Justo como era ella.
―Siempre lo he hecho y siempre lo haré ―el tacto de ella le dio valor para permitirse soltar unas palabras más―. No quería involucrarte en esto, pero… ―soltó un suspiro de aceptación ante esa verdad―, me alegra contar con tu ayuda, y aunque no debería, quisiera poder contar contigo en un futuro…
Erza se mordió el labio para no sucumbir a las ganas de abrazarlo.
Ni en sus mejores sueños se imaginó esas palabras de él.
―Cuando me necesites estaré para ayudarles, Jellal… ―lo miró con firmeza― ¿Lo recuerdas? Yo estoy contigo…
¿Lo recordaba?
Claro que lo recordaba.
Esas fueron las palabras de Erza cuando él ni siquiera recordaba quien era él.
Cuando sentía que tenía culpa pero no sabía de qué.
Porque perdió toda memoria menos el nombre de ella.
Su luz, su guía.
Ella.
No pudo responder con palabras pero asintió con la cabeza y afianzó el agarre de sus manos.
Era hora de reconocer ciertas cosas.
…Y de aceptar que jamás podría alejarse realmente de Erza Scarlet…
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¿Review?
:D Significan mucho. Sois el ánimo para seguir D:
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Rincón De La Escritora En Proceso:
Palabra Uno:
Embrace: Abrazar. Acoger. Aceptar. Aprovechar. Dar la bienvenida.
Los próximos caps seguirán involucrando a Crime Sorcière. O:
Mañana en la tarde entro a vacaciones por lo que podré ponerme a escribir las actus que debo y ¡LEER! QwQ No he podido leer nada últimamente *se tira al piso en posición fetal* así que leeré bastante cuando sea libre. 7u7)r
Espero les haya gustado. NwN
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¡Por un mundo con más JERZA!
Gracias por leer y comentar.
¡Adieu!
.o./
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