Espero les guste esta historia, cualquier crítica constructiva es bien recibida, además de que aún no estoy seguro de las parejas, para Naruto estaba considerando a Mirajane o Erza (tal vez un poco cliché pero son de mis favoritas) aun así estoy abierto a sugerencias, para Natsu estaba pensando en Lucy, me agrada Lisanna y todo pero el ship no me convence, además no recuerdo sí mencionan en la serie que edad tenia Lucy cuando murió su madre pero lo tomare como si tuviese 4 años y que entro a Fairy tail a los 17, sí alguien tiene información sobre la edad que tenía me avise para reescribir esta historia.

El dragón que mira las estrellas

Naruto Heartfilia era un niño de solo 6 años cuando había perdido a su madre Layla, su padre se había refugiado en el trabajo de tal modo que los descuidaba de un modo bastante triste a sus dos hijos, su pequeña hermanita Lucy se veía más afectada por el abandono de su progenitor ya que ella no tenía mala relación con su padre a diferencia de él que realmente no tenía lo que un heredero de una rica familia debería tener, y no, no hablaba de la soberbia, sino que tenía un carácter relajado y un gusto demasiado marcado por jugar y las bromas que no cambiaba por más reprimendas que le diesen, además de eso carecía de la elegancia y porte habitual de la gente millonaria por lo que su padre se molestaba fácilmente con él, eso cuando su madre aún vivía, y que no quisiese ni verlo, eso ya en la actualidad.

Ahora su padre le había mandado a llamar a su despacho para su enorme sorpresa, cuando entro su papa le dirigió una mirada seria a la que ya estaba acostumbrado, apenas se cerró la puerta el mayor comenzó a hablar, Jude Heartfilia vio a su hijo, al igual que todos en la familia era rubio, sus ojos eran azules como él océano, a diferencia del resto de la familia tenía piel acanelada y tres marcas en cada mejilla dándole un ligero parecido a un zorro o un gato, ahora se encontraba vestido con una camisa blanca y unos pantaloncillos negros.

— Naruto, toma asiento— ordeno su padre, el rubio menor hizo lo pedido sentándose en la silla frente a el escritorio del mayor.

— ¿Si, padre? — pregunto viendo a los negros ojos de su padre.

— Me han llamado del colegio, dicen que te has vuelto a pelear con los chicos del aula— ahí estaba otra diferencia que tenia de su hermana, ella estudiaba en casa y él en un colegio privado, uno pensaría que su padre quería que estuviese bien educado pero las palabras de su padre cuando le informo que iría a un colegio fueron "Tienes que dejar ese comportamiento tan inapropiado y si no aprendes ellos te quebraran" y había un problema con el pensamiento de su padre, ciertamente se peleaba con cualquier niño fastidioso y prepotente que se encontrase, que era la mayoría de los chicos de su colegio, pero el colegio se preocupaba más porque sus alumnos aprendiesen a tomar oportunidad de las cosas o a ser correctamente un político o líder de empresas y eso lo tenía dominado por lo que los maestros no tomaban represalias.

— Así es padre— no pensaba negar la verdad, además que los huesos rotos de sus compañeros serían pruebas suficientes.

— ¿Se puede saber por qué? — pregunto con un tono enfadado, su padre había dejado muy en claro que si seguía con ese comportamiento terminaría desheredándolo si no tenía una razón de peso ya que dejaba en mala cara a la familia Heartfilia.

— Se burlaron de mama y de Lucy-chan— respondió firme, si su padre lo desheredaba por él no había problema, mejor ganarse el dinero esforzándose que solo por nacer en cuna dorada, ese había sido su pensamiento sobre ganar cosas desde hace mucho, pensamiento maduro para su edad pero era el que tenía, el rostro de su padre tuvo por unos segundos una mirada llena de dolor al escuchar el nombre de su difunta esposa.

— ¿consideras que es motivo para golpear de esa forma a tus compañeros? — pregunto mientras el enfado se veía sustituido por otra emoción que Naruto no supo reconocer.

— Para mí fue un motivo más que bueno— fue la respuesta del rubio menor, tal vez no fuera un buen motivo para otras personas pero para el su madre y hermana eran su adoración y a sus ojos quien las insultase o lastimase se merecía una buena golpiza.

— Naruto no puedo tolerar ese comportamiento de tu parte, con tu historial de peleas no te quieren aceptar en la academia militar, lo cual no entiendo, por lo que me veo en la obligación de recurrir a viejos conocidos— un par de hombres de traje entraron por la puerta— ellos me han confirmado que pueden acogerte en su línea de trabajo— aviso, Naruto podía entender lo que significaba, te dejare con unos desconocidos para que se encarguen de ti y que te den por tu lado.

— ¿Y cuál es su línea de trabajo? — mejor saber en qué se basaría el trabajo que tomaría.

— lo desconozco pero me han asegurado de que se encargaran correctamente de tu educación y que no es ningún asunto del que deba preocuparme— fue la respuesta que obtuvo de su padre — ve y empaca tus cosas, hoy mismo te iras con ellos— ordeno el hombre, el rubio menor se encamino a su habitación pero en el camino se encontró con su hermana Lucy que miraba con ojos llorosos a su hermano mayor.

— No quiero que te vayas— pidió la chica antes de lanzarse a abrazar a su hermano que comenzó a consolarla haciendo círculos en la espalda de la menor mientras le devolvía el abrazo, sabía bien que la orden de su padre no podía ser ignorada o habría consecuencias en contra de su hermanita, su padre en su opinión era demasiado tonto, si quería tenerlo siendo un niño ejemplar solo tenía que amenazar con herir a su hermanita y el acataría la orden para que la pequeña Lucy se encontrase a salvo.

— No puedo quedarme, pero prometo que nos volveremos a ver— estaba seguro de eso, su intuición se lo decía y quería confiar en esta.

Siguió el camino hacía su habitación donde recogió un poco de su ropa y una cadena que su madre le había regalado en su quinto cumpleaños, era una cadena plateada con un dragón plateado con ojos dorados en una posición que envolvía un corazón rojo, ese colgante no lo utilizaba normalmente ya que le parecía un poco pretencioso si lo llevase todo el tiempo pero considerando que tal vez nunca volviese a esa casa prefería llevárselo, cuando volvió al despacho de su padre los hombres de negro caminaron fuera de la mansión y se subieron en un carruaje, el camino fue aburrido y tedioso pues Naruto no conocía a esas personas y no había tema de conversación, llegado un punto, bastante lejano de su hogar, cambiaron de carruaje, su maleta la dejaron en el primer carruaje mientras a él le ataron las manos y le pusieron una mordaza en la boca para evitar que gritara, le tomaron por sorpresa pues primero le había amordazado el hombre sentado a su lado, cuando intentó golpearlo y escapar el que estaba frente a él le ató las manos, le echaron a una especie de celda dentro del carruaje.

— Aunque supongo que para este punto te lo imaginas no pensamos enseñarte nuestro oficio, o no al menos para que lo practiques, somos vendedores de esclavos, aunque eso Jude no lo sabe, nos caíste como anillo al dedo, un comprador quería un esclavo sexual rubio y de ojos azules— le contó el primero de los hombres que era de cabellos negros.

— Pero mira el lado positivo, siempre que le seas obediente y le parezcas lindo tendrás los lujos que ese hombre quiera darle a su pequeña perra— se burló el hombre, le hubiese encantado poder contar que ocurrió un accidente que le salvase del destino que le aguardaba pero desgraciadamente ese no fue el caso, llegaron a una cabaña en lo profundo del bosque, aún con sus clases de geografía no estaba seguro de donde estaban, dentro de la cabaña se encontraban tres personas, uno moreno grande y robusto que tenía los cabellos blancos, un pálido pelinegro de ojos verdes no tan alto como el moreno pero si de una estatura considerable, y el último personaje era una mujer de grandes atributos de cabello rosa en un peinado pomposo y unos ojos grises que destellaban alegría al verle.

— ¿es él? — pregunto la mujer en un tono de voz seductor acercándose al rubio y viendo su rostro mientras jugaba con los rubios cabellos.

— Si ¿no es perfecto? — pregunto el mismo sujeto que le había amordazado.

— desnúdalo queremos verlo, eso puede significar mucho— ordeno la mujer alejándose los hombres hicieron lo pedido y le arrancaron la ropa al pequeño niño rubio, la mujer se degusto con la vista— es atlético, los músculos que tiene lo confirman— y era cierto Naruto tenía un poco de musculatura, dar palizas a los que osaban insultar a su hermana o a quienes intentaran intimidar a otros servía de algo— su retaguardia no está mal, un pene algo grande para su edad aunque no le servirá mucho para lo que lo queremos— analizo la mujer, trono los dedos y el de cabellos blancos les entrego a los hombres un maletín en el que el rubio solo pudo suponer había dinero, sus secuestradores se largaron apenas les dieron el dinero dejándole solo junto a aquellos personajes.

— ¿Empezaremos ya, Julieth? — pregunto el moreno con voz ronca, Naruto pudo ver que los pantalones del hombre oprimían algo entre las piernas de este.

— Aún no, primero debemos conocernos un poco, ver que tan fácil será tratar con él— respondió el hombre de cabellos negros antes de quitarle la mordaza al niño, este evito gritar pues tenía el presentimiento de que nadie le escucharía — ¿Y esta cadenita? es muy bonita — pregunto agarrando el colgante del rubio que siguió callado pues se sentía bastante inseguro.

— mejor responde cariño si te hablamos será mejor que hables— recomendó la mujer sonriéndole.

— Me la regalo mi mama— respondió con algo de miedo, era peleonero más no idiota.

— Parece que eres un poco dócil, será fácil tratar contigo— la mujer llamada Julieth le levanto sentándole en la cama, tomo unos regalos de una silla cercana — ábrelos pequeño, son unos regalos para ti ya que pasaras a ser nuestra pequeña mascotita— indicó la mujer pasándole aquellas cajas envueltas, temiendo por las represalias si no obedecía abrió el primero encontrándose con un collar de perro con una placa, en otro había un bozal y en el último unos brazaletes dorados, ante la mirada expectante de la pelirrosada se colocó los regalos con excepción de su bozal, ella se lo termino poniendo mientras le acariciaba la cabeza.

— que buen chico— le acaricio el pecho el hombre peliblanco sacándole demasiada incomodidad, en el colegio les habían tenido que explicar asuntos del ámbito sexual mucho antes de tiempo después de que una profesora resultase una predadora sexual e iniciasen las preguntas, y si sus suposiciones eran acertadas estaba demasiado jodido— mi nombre es Esteban pero llámame amo Esteban, ellos son mis hermanos Gustav y Julieth seremos tus amos a partir de ahora, si te comportas bien te daremos muchos lujos y cariños— le informo el hombre esperaba que sus suposiciones fallasen, Gustav se colocó a sus espaldas recostándolo en la cama acariciándole la espalda, cuando Esteban separo sus piernas le entro verdadero pánico sabiendo lo que intentarían.

— No, por favor no— pidió aterrado, Julieth se acercó a él levantando su rostro, en el segundo en que conecto su mirada con la de ella le soltó una cachetada tan fuerte que le tumbo al suelo, no lloro no pensaba darles esa satisfacción.

— Somos tus amos, entiendo que tengas miedo pero lo primero es servir a tus amos, yo solo veré en esta ocasión pero tienes que servir bien— le recrimino la mujer cuando Esteban se bajó los pantalones dejando a la vista su miembro sintió el miedo volver a aparecer en él, quería escapar, quería defenderse, por su mente cruzo la imagen de su pequeña hermanita cuando se despidió de ella, ante esa imagen en su corazón nació un deseo, volvería a ver a su hermana sin importar que, junto a ese deseo un calor apareció en su pecho, un calor brillante que rogaba salir y dejar la opresión que su cuerpo le provocaba.

Volvieron a recostarlo en aquella cama mientras la mujer ahora sostenía un látigo como muda amenaza para su obediencia, cuando separaron sus piernas el calor en su pecho se incrementó al igual que su miedo y al instante que intentaron adentrarse en su cuerpo ese calor lo sobrepaso; abrió los ojos, que había mantenido cerrados para minimizar el miedo que sentía y concentrarse en ese calor que representaba el valor y sus deseos de escapar, al momento de abrir los ojos una luz dorada lo envolvió en forma de un explosión de luz.

— ¡No! — grito mientras sus ojos refulgían como brillantes galaxias azules, realmente no recuerda más haya que paso ese día pero al despertar se encontraba en el suelo del bosque, la cabaña estaba completamente destruida y un extraño polvo dorado envolvía el lugar y sentía que le observaban, volvió a vestirse mientras tiraba los "regalos" de sus "amos" tenía la sensación de ser observado por algo o alguien, algo empezó a aspirar el extraño polvo, volteo a ver en la dirección en la que el polvo era absorbido, al darse la vuelta se encontró con algo que lo hizo caerse de espaldas.

Frente a él se encontraba un gran y dorado dragón, sus escamas parecían estar espolvoreadas en oro o el mismo polvo que estaba a su alrededor, sus ojos se veían como verdes nebulosas, sus garras eran blancas y brillantes al igual que sus dientes, y el interior de su cuerpo parecía el cosmos mismo.

— Así que ya has despertado, humano— hablo el dragón con una voz antigua y sabía, Naruto solo abrió aún más los ojos por la sorpresa, frente a él se encontraba prácticamente una leyenda que aparte hablaba.

— Increíble— fue su única respuesta que además le salió involuntariamente, el dragón sonrió ante la palabra del niño, parecía tan impresionable.

— Mi nombre es Stardust, soy el dragón de las estrellas— se presentó, no podía permitirse perder la oportunidad de entrenar a un chico con tanto potencial, él lo había visto, cuando esos humanos estaban por abusar del chico este despertó su magia en forma de una explosión, nada raro en estándares humanos, pero lo que le sorprendió fue el efecto de esta, normalmente un estallido de magia era una gran pista sobre la magia que podía utilizar el usuario o a cuál era más afín, y ese chico había transformado todo a su alrededor en polvo de estrellas, era un mago con afinidad a magia que involucre los astros, normalmente esto era hacía magos de espíritus estelares pero esta era su oportunidad de ayudar a sus compañeros contra Acnologia, tomo una decisión; entrenaría a este muchacho.

— Mi nombre es Naruto— plenamente se creía desheredado o cuando menos fuera de la familia.

— Naruto dime ¿Cuál es tu sueño? — pregunto, esperaba el chico aceptase aprender su magia, no era lo suyo obligar a los demás a hacer las cosas.

— Quiero volver a ver a mi hermana y protegerla— respondió esperanzado, había leído en la biblioteca de la familia que existía una magia capaz de matar dragones y era enseñada por estos— Stardust, por favor, enséñeme la magia Dragón Slayer de las estrellas— pidió, estaba seguro que no podría abandonar el bosque en el que se encontraba con vida o sin ayuda, además de que si deseaba proteger a su hermanita tendría que hacerse más fuerte y la experiencia que acaba de vivir le había demostrado cuan débil era en realidad.

Stardust sonrió alegre ante las palabras del rubio, ni siquiera tuvo que tratar de convencer al chico para que aprendiese su magia, esperaba que el chico lograse aprender su magia pues esta no era sencilla, ni siquiera para quienes tenían potencial.

— Con mucho gusto niño— respondió mientras lo levantaba y lo ponía en su espalda— Prepárate muchacho, tu tortu… digo entrenamiento empezara pronto— se corrigió antes de terminar su oración, Naruto si pudo entender el mensaje original y solo pudo tragar en seco ante lo que le esperaba.

1 Semana después

Se encontraba frente a Stardust agotado casi cayendo en el suelo, cuando le dijo que tendría que aprender a comer su elemento pensó que sería sencillo, vil idiotez que pensó, en primer lugar el elemento que tenía que consumir era la energía de las estrellas, o estrellas directamente, y eso no se obtenía con facilidad, su mejor opción era absorber parte de la energía de los rayos del sol pero tenía tan poca experiencia que apenas podía aprovechar toda esa energía, de noche aunque podía aprovechar mucha más energía gracias a la cantidad de estrellas visibles tardaba demasiado como para ser útil en una batalla, en segunda parte Stardust no podía alimentarlo con su energía pues las alas del dragón habían sido destrozadas por su archienemigo Acnologia, se prometió que acabaría con él, y no podía recolectar energía volando cerca del cielo por lo que quedaba fuera de consideración, el lado positivo es que después de una larga semana de entrenamiento su cuerpo ya podía absorber una buena porción de energía en un solo día, contando la noche, para entrenar un poco.

Además de eso había entendido porque la magia del Dragón Slayer de las estrellas era tan complicada de aprender, era demasiado rápida y destructiva, el puño cometa del dragón de los astros había sido incontrolable incluso cuando había puesto poca magia, el golpe consistía en concentrar la magia en sus puños, su puño derecho brillo en dorado y segundos después se encontraba impulsado en dirección de un árbol en contra de su voluntad pues el "cometa" que era su puño tenía tanta energía que lo había obligado a moverse, cuando el golpe conecto con su objetivo hubo una explosión de luz que lo lanzó contra otro árbol, el lugar donde impacto su ataque estaba destruido y solo había un cráter en el que el suelo se había convertido en el mismo polvo dorado.

— como me lo esperaba, te falta fuerza física, la magia de los astros aunque demasiado poderosa es demasiado errática incluso cuando se tiene bastante práctica, a partir de mañana entrenaremos tu cuerpo junto a tu contenedor mágico para que tu magia no te explote en la cara— empezó a aspirar el polvo que se había generado por el golpe de su alumno— aunque es un delicioso polvo de estrellas— felicito saboreando el material creado por el chico.

— Gracias… Supongo— agradeció antes de tumbarse en el suelo mientras intentaba absorber la energía que podía del sol.

7 meses después

En esos siete meses su cuerpo había cambiado ligeramente, tenía algo más de musculatura pero eso no era lo realmente útil, tenía más resistencia y fuerza lo que le permitía realizar correctamente algunos de sus ataques, el puño cometa aunque aún era demasiado destructivo era mil veces más controlable que antes, el rugido lluvia de meteoritos del dragón de las estrellas era una exhalación de magia que tomaba la forma de varios disparos de energía similares a estrellas que se movían a una increíble velocidad, aunque poderosas técnicas le agotaban demasiado, sus ojos se habían vuelto como los de los reptiles, sus colmillos habían crecido haciéndose más notables y su olfato era increíblemente preciso.

Ahora estaba tratando de hacer "la estrella fugaz del dragón de las estrellas", según entendía el verdadero nombre de muchas de sus técnicas eran realmente puño de hierro del dragón de las estrellas, rugido del dragón de las estrellas, entre otros que tenían nombres infinitamente más simples que los que le decía Stardust, cuando le pregunto por qué les daba nombres tan largos solo obtuvo como respuesta — porque somos una especie extremadamente rara de dragones y me niego a darle a mis técnicas nombres tan insulsos como esos— a él le pareció que era un poco diva, como sea, volviendo a la estrella fugaz, esta era una técnica de movimiento extremadamente veloz que tendría que practicar bastante seguido para dominarla pues era casi imposible estar seguro de a dónde te movías, pero daba como resultado una velocidad increíble que permitía una gran ventaja contra casi cualquier enemigo, o eso le dijo Stardust.

Comenzó su carrera, ciertamente la técnica era demasiado veloz pero le parecía que podía controlarse relativamente bien, ese pensamiento se terminó cuando corrió en dirección de un árbol, pudo girar a tiempo para evitar el golpe pero eso lo llevo en dirección de una gran roca, cuando estuvo a punto de chocar puso sus brazos frente a él intentando minimizar los daños, espero por varios segundos el golpe que nunca llego, al abrir los ojos se encontró en un lugar demasiado extraño; el lugar tenía planetas, o eso le parecieron a Naruto, flotando por ahí, había demasiadas estrellas y pilares, lo que lo asombró fue la cantidad de energía que sentía en el lugar, era demasiada, una sirena se apareció frente a él, aunque difusa en su memoria podía reconocer a aquella mujer donde fuese.

— ¿Aquarius? — preguntó viendo a uno de los espíritus dorados de su madre.

— ¿Enano? ¿Qué diablos haces aquí? — devolvió la pregunta desconcertada, un humano normal no debería poder entrar en el mundo de los espíritus celestiales y menos si este no tenía una llave para que el espíritu lo trajese.

— Un gusto volver a verte, Aquarius — Stardust apareció mientras en el aire aparecían ondas por las que se fue asomando el dragón dorado hasta entrar dentro del lugar completamente.

— ¿Qué haces con el enano? — pregunto mientras con su cola ponía a Naruto detrás de ella, aunque no lo pareciese, porque su carácter le impedía mostrarlo tan libremente, tenía bastante aprecio por los hijos de su antigua dueña, Lucy tenía un favoritismo por ella mientras Naruto lo tenía por Capricorn, este le había enseñado lo básico de luchar, pero aun así no permitiría que este saliese herido por ese dragón.

— Es mi alumno, será el Dragón Slayer de las estrellas— respondió el dragón viendo al espíritu, que él supiese ella no se llevaba totalmente bien con los humanos por lo que le tomaba por sorpresa que protegiese al niño, él se había escondido en la realidad de los espíritus ya que no había podido viajar en el eclipse por su falta de alas, el lado positivo es que ellos podían entrar y salir del mundo espiritual por voluntad gracias a su relación con aquellos astros, y gracias al diferente paso del tiempo entre mundos había podido sobrevivir, aun así no le quedaban más de 4 años.

— ¿Su familia lo sabe? — pregunto Aquarius, ella había tenido que aguantarse los llantos de Lucy sufriendo por la salida de su hermano y este aquí aprendiendo magia de un dragón.

— No, padre cree que unos viejos conocidos suyos me enseñaran su negocio, ellos vendían gente, me vendieron a personas malas— fue la respuesta de Naruto abrazando a la sirena, esta abrió los ojos espantada, aunque la explicación del rubio menor era algo pobre pudo hacerse una idea de lo que esos hombres le hubiesen hecho al pobre niño.

— No cumplieron su cometido, libero su magia destruyéndolos y convirtiéndolos en polvo de estrellas— tranquilizo Stardust haciendo que la sirena se calmase un poco, vio al niño, ella sabía que era lo que motivaba al rubio para hacerse fuerte y para pelear, proteger a los que ama y a los inocentes, podía ayudar un poco al rubio, al menos en lo que se refería hacerse más fuerte, eso tal vez obstruyese su entrenamiento con el dragón pero si no lo hacía lo volvería mucho más fuerte— si quieres enseñarle lo que creó que quieres enseñarle, está bien, puede que facilite el uso de su magia dragón Slayer— contestó la muda pregunta de la mujer.

— Naruto puedo ayudarte aprendiendo una magia rara, desconozco que tanto puedas aprender de ella pero puede que te ayude a usar la magia de Stardust— comenzó a explicar la sirena acariciando los cabellos del rubio, sabía que podría aprender un poco de la magia que quería enseñarle— según Stardust no será impedimento para aprender su magia, incluso puede que la facilite ¿Deseas aprenderla? — preguntó la sirena calmada.

— ¡Claro! — respondió alegre, si podía facilitar su magia dragón Slayer por el muy bien.

— muy bien, esta magia tiene 12 pasos o 12 variedades, una para cada signo del zodiaco, desconozco si puedas aprender más de uno pero al menos creo que te puedo conseguir un maestro— esperaba que Loke no estuviese muy ocupado para que le ayudase con esto, el llevaba teniendo el sueño de enseñar esta magia a alguien hacia siglos.

Para su suerte Loke, que no estaba de trabajo por el momento, paso por ahí, sujeto su mano forzándole a acercarse, el conocía las doce variantes ya que como líder de los 12 había tenido la obligación de aprender los estilos de combate de sus camaradas para asegurar un buen resultado en la batalla y aunque había semi-desarrollado esta magia nunca había podido enseñarla a nadie ya que ninguno de sus amos se había interesado en esta, Loke miro curioso a Stardust y a Naruto, al primero porque según recordaba había vuelto al mundo humano, al segundo por ser un niño humano.

— Si Aquarius ¿Qué necesitas? ¿Por fin has aceptado tus sentimientos por mí? — pregunto sonriendo coqueto, esa personalidad suya no cambiaría nunca.

— Para nada, sigo siendo muy feliz con Scorpio, te necesito porque creo que te conseguí un alumno deseoso de aprender tu magia— respondió con algo de hastío ante el coqueteo del león, los ojos del espíritu masculino se abrieron sorprendidos antes de brillar como un niño al que le dices que tendrá nuevos juguetes.

— por supuesto, yo me encargo, vamos al mundo humano para no perder tiempo— ordeno agarrando al chico, si ese chico llego con Stardust significaba que era su Dragón Slayer por lo que podía viajar entre mundos por lo que no habría problemas para ir y volver, además nadie tenía su llave en este momento por lo que no tenía de que preocuparse.

3 años después. 7/7/7710

Ahora Naruto tenía ya nueve años, medía un metro cuarenta siendo alto para su edad, sus cabellos rubios tenían ahora las puntas anaranjadas, además su vestimenta había cambiado, gracias a Loke que se negaba que su hermanito se vistiese solo así, eso y que su antigua ropa ya no le quedaba, llevaba unos pantalones negros, unas deportivas negras, una playera blanca, una chaqueta negra con detalles dorados, además de que ahora tenía un anillo dorado hecho con las escamas de Stardust, este le había encomendado deshacerse de su cuerpo para que nadie pudiese alimentarse de él o aprendiese los secretos que su cuerpo guardaba, le había pedido poder crear algo con sus escamas o huesos para siempre sentir que se encontraba junto a él, eran unos guantes negros sin dedos, no entendía como las escamas doradas se habían vuelto negras, era, junto a su colgante, uno de sus tesoros más preciados.

Naruto se encontraba en el mundo de los espíritus, había venido para ver a su maestro Loke, Stardust acababa de morir y quería ver a su maestro antes de emprender camino a por aventuras, sabía por Aquarius que su hermana estaba aprendiendo magia de espíritus celestiales, considero un día irse con ella cuando Lucy le invocase para ver a su hermanita pero escucho de la sirena que Jude se enteró hace un par de años sobre que sus viejos conocidos eran tratantes de esclavos, uno creería que temería por la vida de su hijo pero este resulto creer que ciertamente le enseñaban su negocio por lo que lo creía que era un vil criminal, lo había desheredado y no quería ni verlo, aceptando que los riesgos a los que se podía enfrentar eran superiores a él por el momento decidió ir a ver a su hermanita cuando demostrase su inocencia o su padre se hubiese largado.

Con sus 9 años había completado su entrenamiento en la magia dragón Slayer de las estrellas a la vez que creaba nuevas técnicas, así mismo había aprendido las 12 variantes de la magia "Zodiac" la magia que Loke le había enseñado, había costado pero lo logro, encontrándose con el espíritu del León este se encontraba hablando con Aries, una amiga, apenas llego junto a ellos, Loke le miro con cariño, se habían vuelto "hermanos" por decirlo de algún modo, para Naruto el espíritu era como el hermano mayor genial que nunca tuvo, muchos de los compañeros de su antiguo colegio tenían hermanos mayores que eran geniales, o al menos a palabras de estos, y le habían dejado con la pequeña envidia de tener un hermano mayor y Loke se había decidido a tomar ese papel, al mismo tiempo el espíritu veía al chico como a un pequeño hermano al cual enseñar lo que sabía, cuando le informo al mujeriego de la muerte de Stardust este le abrazo consolándolo, ese dragón había sido una figura paterna el poco tiempo que estuvo con él y su muerte le había dolido demasiado.

Aquarius se despidió de él mientras le deseaba suerte, Loke le había dicho que se mantendrían en contacto, volvió al mundo humano encontrándose en el gran bosque en el que había vivido por años, desconociendo para que dirección se encontrara la ciudad más cercana solo comenzó a caminar, un olor algo extraño fue percibido por su nariz después de una hora de caminata, siguiendo su instinto corrió en dirección de aquel olor que empezaba a distinguir, era aroma a quemado, al llegar al origen de ese aroma se encontró con una parte del bosque quemada y 5 hombres uniformados con ropajes negros rodeando a un ¿Duende? Ni idea pero eso parecía.

— Entréganos todo tu dinero o terminaras igual que este estúpido bosque— amenazo uno de los hombres, el que parecía el líder, prendiendo su mano en un fuego verde, ni idea de que hacía, valiéndole un comino que estuviesen en mayoría se lanzó contra ellos por atacar a alguien más débil, eso le pareció por su estatura y no defenderse, esa era el tipo de injusticias que no soportaba ver, corriendo contra el hombre de cabellos negros, el de magia de fuego, su puño brillo en color dorado brillante.

— ¡Puño cometa del dragón de las estrellas! — rugió impactando su puño contra la cara de aquel hombre, el golpe lo había tirado de lleno contra un árbol rompiéndolo ante la sorpresa de todos los demás, los hombres le miraron sorprendidos mientras el duendecillo le miraba con plena curiosidad.

— ¿y tú quien te crees niñato? lárgate o te mataremos — amenazo un pelirrojo mientras su sombra se levantaba del suelo tomando la forma de varios tentáculos, los demás hombres encendieron su magia como una amenaza contra el rubio, un castaño le apunto con varias picas de roca, un peliblanco estaba flotando sobre un tornado, mientras otro de cabellos azules hacía flotar agua que tenía en unas botellas, ante los ojos del chico se veían demasiado débiles, el duende se apartó unos metros viendo toda la escena.

— Me pueden llamar Naruto Heartlion — ese había sido el apellido que había tomado después de que su padre le desheredara, era la combinación de su antiguo apellido con la constelación que su maestro representaba — y ahora me toca darles una merecida golpiza— respondió antes de volver a formar el golpe cometa.

El mago de viento le lanzó hacía el cielo intentando deshacerse de él, estando a una altura considerable preparo su siguiente ataque, inhalo antes de gritar — Rugido lluvia de meteoritos del dragón de las estrellas— al terminó de su grito soltó su ataque, los diferentes disparos tomaron por sorpresa a los hombres, el de viento y tierra lograron cubrirse del ataque aéreo, el de sombras puso sus sombras como escudo al igual que el mago de agua, pero sus "estrellas" lograron traspasar sus defensas noqueándolos al impacto, mientras caía preparo otra técnica, si incluso después de años de aprender la magia aun le costaba absorber energía, estas eran las "alas de constelación del dragón de las estrellas" sus brazos se envolvieron en su dorada magia para impactar sus brazos contra el suelo, al instante del impacto una explosión de luz apareció lanzando al par de magos contra los arboles noqueándolos.

Aquel duende se acercó de detrás de los arboles viéndolo con bastante alegría.

— Muchas gracias chico ¿Cómo te llamas? — preguntó el pequeño hombre.

— Naruto Hearthlion, mago dragón Slayer de las estrellas — se presentó Naruto viéndolo feliz.

— Un gusto en conocerte Naruto, yo soy Makarov Dreyar maestro del gremio Fairy Tail— se presentó el hombre, Naruto lo vio con ojos de estrellas, había escuchado de los gremios mágicos en su estadía en la mansión Hearthfilia y había deseado unirse a uno desde hace algún tiempo, ahora la oportunidad estaba al alcance de sus dedos.

— ¿Puedo unirme a su gremio Makarov-san? — pregunto feliz con sus ojos brillando.

— Por supuesto muchacho, creó que te llevaras bien con un niño que se unió hace poco, Natsu Dragneel, un dragón Slayer al igual que tú— Acepto el hombrecillo empezando a caminar, estaban en Clover después de una reunión regular con los otros maestros de gremios.

Se encaminaron hasta la estación de trenes para llegar a Magnolia, en el transcurso Naruto sintió la verdadera tortura, nunca antes le había mareado un medio de transporte pero ese viaje en tren fue lo peor que Naruto jamás hubiese vivido, era una sensación de mareo tortuoso que lo había dejado tirado en el piso sufriendo y agonizando ante la mirada con tic de Makarov, cuando el tren por fin se detuvo acabó con su maldita tortura, arrastrándose hasta la salida abrazo el suelo con la más pura y sincera alegría, jamás creyó alegrarse tanto de estar en el piso.

— Vamos muchacho, vayamos al gremio a hacer todo oficial— pidió Makarov caminando en dirección del gremio, creyó que esos ataques de mareo en transportes solo eran cosa de Natsu pero comenzaba a creer que era cosa de Dragón Slayer´s estando frente a un edificio abrió la puerta revelando a varios niños peleando — Bienvenido a Fairy Tail

Aquí el primer capítulo de mi nueva historia, sé que el capítulo fue corto pero quería empezar lento, espero lo disfruten y cualquier comentario es bien recibido.