Lazos oscuros.

Capitulo 1.

POV Quinn.

Me desperté y como todas las mañanas me cepille los dientes, me bañe, me vestí y baje a tomar mi desayuno.

-Buenos días querida- dijo mi madre dejando un plato de huevos y tocino.

-Buenos días- respondí y empecé a comer.

-Querida tu padre y yo tenemos que decirte algo- dijo con una mirada de entusiasmo en su cara.

-Ok, ¿de que?- dije tomando después un vaso de jugo de naranja.

-Bueno digamos que de un cambio- Dijo alisándose el vestido de la última colección de Zack Posen.

-¿Qué clase de cambio?- Dije frunciendo el ceño y preguntándome de que se trataría, pues cuando se trata de mis padres no se que esperar, ellos pueden ser tan impredecibles como un terremoto.

-Esperemos a que tu padre baje- dijo dándole una mordida a su tostada.

En poco bajó mi padre que cargaba un traje informal sin corbata y limpiaba los cristales de sus lentes sin montura, y justo bajo el axila derecho cargaba un diario.

-Buenos días pa- dije terminando mi desayuno.

-Buenos días querida- dijo tomando asiento y abriendo el diario justo donde había una foto de una comunidad encerrada en n gran circulo rojo, mi padre con una mirada de entusiasmo se dirigió a mi madre-Supongo que ya le dijiste-

-No te estamos esperando-dijo dándole un beso en la mejilla a mi padre.

-Bueno aquí estoy ¿Qué es lo importante que me tenían que decir? Llegaré tarde al instituto-dije ya ansiosa por irme, no me malentiendan no es que no me gusta pasar tiempo con mis padres, pero si llego tarde empezarán a rumorear cosas digo no es por nada pero soy la mas popular del instituto y estamos en Beverly Hills.

-Hija se que esto es muy repentino, pero es para bien de la familia-dijo y le dio una mirada de cómplice a mi madre.

-¡Nos mudaremos a Okland!-diejron al unísono.

-¡Que!-dije en shock, ¿digo esperan que dejé toda mi vida de un día para otra por irme a Okland? ¡Okland! ¿Digo tan bajo caímos?-¿Por qué? ¿Qué les he hecho para merecerme esto? O ¿ es una especie de broma?

-Hija se que no es Beverly Hills, pero me dieron un ascenso y es una increíble oportunidad, además esto nos podrá unirnos mas como familia-dijo mi padre agarrando la mano de mi madre y dedicándome una mirada tranquila.

-¿De casualidad pensaron en lo que yo diría? Aquí es donde esta mi vida, ¿saben lo difícil que es para una chica de 17 años volver a empezar en un instituto nuevo? Aquí soy popular y tengo todo lo que necesito.-dije con rabia.

-Losé Quinny pero entiende es una muy buena oportunidad, no seas egoísta y piensa en la familia no solo n ti.-dijo mi madre con una mirada cansada.

-¿Cuándo? ¿Cuando me destruirán la vida?-dije con una mirada fría.

-Mañana en la mañana-dijeron mis padres con una mirada firme.

-Te ayudaré a empacar mientras estas en clases y ya el director lo sabe-Dijo mi madre soltando la mano de mi padre y dirigiéndose a subir las escaleras.

-Me voy, iré al instituto a despedirme de mis amigos y mi novio-dije molesta y dirigiéndome a la puerta, la cual cerré con un portazo.

Me encontraba en la fuente del instituto rodeada de mis amigos.

-Chicos, tengo que decirles algo-dije cabizbaja.

-¿Qué es?-dijeron todos clavándome sus miradas.

-Me mudaré mañana-dije si rodeos y manteniéndome con la cabeza baja.

-¿Estas de broma? –dijo mi mejor amiga Bonnie con una sonrisa irónica.

-Eso quisiera, mis padres me lo dijeron hoy- dije subiendo la mirada.

De inmediato me invadieron de preguntas.

-¿Dónde te mudaras?

-¿Por qué?

-¿Es por lo de la broma del año pasado?

-¿Quizas puedas vivir conmigo?

Dijeron mas un largo etc. Respondí cada una de las preguntas y me detuve en la última pregunta de parte de mi novio.

-No puedo escaparme contigo, por mas que quisiera no es justo para mis padres-dije con una mirada triste y con una lágrima rodando mi mejilla.

-Pero ellos ya son independientes, tu y yo podemos….-dijo con una mirada esperanzada.

-No, no mi vida no podemos- dije parándome y dedicándole un abrazo.

-Yo….te extrañare como nunca-dijo el dándome un beso.

-Tenemos que hacerte una fiesta e despedida-dijo mi amiga Collete.

-Creo que puedo aceptar a eso-dije con una sonrisa triste a lo que todos me abrazaron.

Me desperté en el mueble de mi casa ya envuelto en plastico, es extraño no recuerdo haber llegado a mi casa, de seguro Bonnie me llevo a casa. Caminé al baño de abajo para ir por unas aspirinas, la resaca me estaba matando.

-Querida despertaste, justo a tiempo para irnos, cámbiate salimos en media hora-dijo la mi padre desde la baranda del piso de arriba.

-Como digas- dije ya subiendo las escaleras directo a bañarme y cambiarme de ropa.

Tras horas y horas de viaje llegamos a unas puertas gigantes. Mi padre hablo con el vigilante el que en seguida le abrió las puertas. Recorrimos los suburbios hasta llegar a una casa grande de 2 pisos y apariencia rocosa. Delante un hermoso jardín donde abundaban los lirios.

Bajamos de la camioneta y mis padres junto a unos hombres que bajaban los muebles y los dejaban en la casa.

Justo al lado de mi nueva casa estaba una chica de mi edad regando las plantas, era morena, de largo cabello negro azabache, vestida con unos mini shorts blancos, una camisa café y zapatos a juego, la chica regaba su jardín hasta que observo nuestra mudanza, la chica de inmediato dejo caer la manguera, me dio una mirada de….¿miedo? Y entro a la casa corriendo cerrando la puerta detrás de ella.

¿Por que reaccionaria de esa forma? ¿tengo algo y no me he dado cuenta? Como sea entre a la casa al decir verdad no se ve nada mal si no fuera por que s muy hogareña y rústica digo al menos que contenga algo de la actualidad.

Mi madre me indicó por donde era mi habitación. Subí las escaleras y fui a mi nueva habitación, era grande un poco mas pequeña que la anterior, tenía un balcón que daba vista al bosque que rodeaba los suburbios la verdad era muy relajante se nota que es un buen lugar para pensar. Seguí recorriendo mi habitación y vi que una de las ventanas daba vista a la habitación de la casa de enfrente pude visualizar lo que era….¿una sombra? Lo extraño es que para que la sombra se formara en la forma que estaba debería estar alguien mirando al frente. Abrí la ventana para ver un poco mejor pero al hacerlo desapareció. Segundos después entro la misma chica que regaba las plantas, ella me vio y quedo literalmente en shock a lo que le dedique la sonrisa mas amable que podía dar en ese momento a lo que ella me dio una sonrisa de medio lado un poco incomoda y alzo la mano en señal de saludo, hice lo mismo y ella cerró las cortinas.

¿Qué oculta esta chica? ¿Me conocería de algún lado? ¿Qué era esa extraña sombra que aun me da escalofríos?

Volví a cerrar la ventana y baje para llevar el resto de mis cosas a la habitación.

Al "terminar" de desempacar las cosas mas importantes sonó el timbre de la casa el cual tenía un tono algo tenebroso. Mi madre abrió la puerta y que sorpresa era la misma chica y su padre.

-Buenas tardes, lamento interrumpir pero les traigo como regalo de bienvenida mi especialidad, Milanesa de pollo, espero que no sean vegetarianos-dijo el señor con una sonrisa tan blanca como la cal, la verdad era un señor muy apuesto, ojos marrones tan cálidos como tomar una taza de chocolate caliente, sentada alrededor de una chimenea tras un largo y duro invierno, cabello negro cortado en perfectas proporciones, era alto y fornido, al decir verdad juraría que es un modelo masculino de mas o menos 30 años- Oh por cierto esta es mi adorada hija Santana-dijo colocando su mana sobre su hombro a lo que ella saludo tímidamente.

-Oh no tenían que hacerlo, por favor pasen, por cierto soy Clare Fabray-dijo mi madre invitándolos a entrar y llevando la bandeja a la cocina.

-Gracias, soy Sergio Lopez por cierto, es un placer conocerla-dijo el mostrando su increíble sonrisa que formaba un hoyuelo en su mejilla.

-Un placer-dijo mi madre ya sentándose en el mueble-Ah y ella es mi hija Quinn-dijo señalándome.

-Un placer-dije acercándome a los 2 y estrechándole la mano.

-Querida…..oh disculpen soy Anthony Fabray, ustedes deben ser los vecinos-dijo mi padre dejando un jarrón en la mesa de vidrio.

-Así es soy Sergio Lopez y ella es mi hija Santana-dijo el sr. Lopez estrechándole la mano a mi padre.

-Entonces, ¿cuantos años llevan viviendo aquí?-dijo mi padre tomando asiento junto a mi y montando una pierna encima de su rodilla.

-Aproximadamente 20 años-dijo primero mirando a su hija y después dedicándonos una sonrisa.

Poco a poco mis padres y el sr. Lopez empezaron hablar de diversos temas mientras yo intentaba mandar mensajes a mis amigos los cuales parecía que hubiesen desaparecido, al fijarme en Santana veo que ella pasaba por lo mismo, así que decidí levantarme y hablar con ella.

-Hey, nos volvemos a ver, ¿Cómo estas?-dije tratando de iniciar un tema de conversación.

-Hola, uuf un poco estresada mis amigos están "demasiado" ocupados-dijo ella haciendo el gesto de las comillas con los dedos-¿y tu?

-Un poco mal, digo me acabo de mudar y perder todo lo que me importa y al parecer mis amigos también desaparecieron-dije un poco molesta.

-Bueno las mudanzas no son fáciles, aunque que te puedo decir yo llevo toda mi vida viviendo aquí. Pero dime ¿De donde vienes?-dijo poniendo su celular en un bolsito.

-Bueno vengo de Beverly Hills, ya sabes celebridades y chihuahuas por todos lados-dije con una sonrisa por el estúpido estereotipo de que todo el mundo allá tiene un chihuahua consigo.

-Jaja Wooow Beverly Hills ¡sweet!, ¿Como es en realidad? Ya sabes las personas y eso-dijo arreglándose el cabello.

-Bueno es muy agradable, todo es muy lindo y aunque muchas cosas son artificial y cofcofalgunaspersonascofcof si te juntas con las personas indicadas resulta muy encantador-dije con una sonrisa al recordar a mis amigos.

-Si pero cuéntame mas-dijo con una sonrisa.

Fuimos a mi habitación para hablar mejor, Santana resulto mas agradable y menos tímida de lo que pensé.

-¿Santana puedo hacerte una pregunta?-dije rascándome la parte de atrás del cuello.

-Depende de cual sea tu pregunta-dijo con una sonrisa.

-¿Por qué cuando nos vimos parecías nose…..asustada?-dije dándole una mirada fija, a lo que en seguida abrió los ojos como platos y se puso nerviosa.

-Ammm ¿a que te refieres?- dijo ella recorriendo mi habitación con la mirada.

-Bueno eso, te asustaste y literalmente desapareciste como un rayo al entrar a tu casa-dije dándole una mirada un poco presionante.

-Ammm yo…..-pero no termino ya que su padre la llamó comunicándole que ya se iban.-Bueno supongo que me voy bye nos vemos-dijo despidiéndose con un saludo de mejilla.

-Bye hablamos por mensajes luego-Le dije acompañándola abajo.

Mas tarde en la noche subí a mi habitación y me prepare para dormir, cuando vi a Santana mirando por la ventana suspirando, llevaba una trenza de medio lado y un camisón simple. Abrí la ventana y saqué la cabeza.

-¡Hey!- dije alzando la mano.

-Oh hi Quinn-dijo un poco triste.

-¿Pasa algo?-dije notando su cambio de humor desde que estuvo en mi habitación.

-Bueno…solo pienso-dijo mirándome a los ojos.

-¿De que? Es que pareces triste-dije con un tono de preocupación.

-Es complicado-dijo tomando una pausa-pero es de la antigua familia que vivía aquí.-finalmente dijo cabizbaja.

-¿Y que ocurre?-dije un tanto intrigada.

-Ellos…murieron-dijo esta vez rígida y seria, lo extraño es que no había rasgos de dolor en su expresión ni si quiera lastima-y…me entristece que ahora te toque a ti y a tu familia vivir aquí…..sabes es tarde y estoy cansada hablamos luego-dijo ya cerrando la ventana.

¿Teme por mi familia? ¿Qué quiso decir con eso? ¿Qué le paso al antigua familia y que tiene que ver con nosotros? Ok eso fue MUY extraño y yo que pensaba que Santana era normal y genial…pero ¿y si lo que me dijo fue una advertencia? ¿advertencia de que?

Decidí acostarme a dormir y olvidarme de la conversación anterior, durante la noche sentí cosas extrañas, presencias, ¿voces? Y escalofríos.

Tuve un sueño extraño uno del que realmente no quiero hablar pero algo que sentí con mucha claridad y certeza fue….dolor.