¡Hola a todos! ^-^ Ilusionada estaba por subir este fanfic que se me vino a la cabeza la verdad :D Y aunque haya dejado aparcado el otro (Que soy muy dada a ello -_-'') no he podido resistirme a subir el primer capítulo de este. ¡Espero que os guste mucho! : )

También quiero remarcar que he intentado añadir algún detalle grecorromano, por decirlo de algún modo, para darle un poco de más variedad a los grandísimos relatos de Tolkien. Ya sé que lo que él quería era crear un mundo basado en una mitología nórdica, pero yo siendo del sur me siento mucho más contenta de poder dejar un trocito de la cultura mitológica que una vez se dio en mi tierra en uno de mis relatos no tan personales xD. Así que sin más dilación, os dejo ya leer :D

CAPÍTULO 1: Una misteriosa aparición y un mago sin sentido de la orientación.

¿Por qué él? ¿Por qué ese dichoso mago gris tubo que aparecer aquella mañana en su puerta? Y lo más importante: ¿Con qué derecho trae a esa banda de pequeños bárbaros peludos a destrozar su casa y a arramblar con su despensa?

Habiendo en su cabeza un incipiente dolor que se abría paso de forma aplastante y con sus nervios de punta, se dirigió Bilbo al alto mago de túnicas grises a pedir explicaciones. Este, agazapado, reía junto a los enanos sin ninguna preocupación aparente.

-¡Condenados enanos!-exclamó el mediano tocándose la frente con cansancio y exasperación.

-Mi querido Bilbo… ¿Por qué te pones así ¿Qué pasa?-con alegres risas el anciano se hizo paso hasta encontrarse al lado del hobbit.

-¿Qué qué pasa?... ¡Estoy rodeado de enanos ¿Qué hacen aquí?-con frustración cuestionó.

-¡Pero si son muy alegres!-Gandalf fijó su vista en Nori y Bofur peleándose por un gran trozo de carne y rio.-Cuando te acostumbras…-terminó dirigiendo su mirada a Bilbo.

-¡Es que no quiero acostumbrarme!-añadió el hobbit con burbujeante enfado llevando al mago por la casa-¡Mirad mi cocina! ¡Hay barro en toda la alfombra!-señalando el pasillo-¡Han-han saqueado la despensa! ¡Por no hablar de lo que han hecho en el baño! ¡Casi me quedo sin tuberías! ¡No entiendo qué están haciendo en mi casa!-concluyó la demostración dando un golpe seco en el suelo con el pie de forma frustrada y suspiró.

En ese momento Bilbo estaba que echaba chispas, y, exasperado como estaba, miró a Gandalf con cansancio en los ojos.

Pero antes de poder reclamarle nada más al mago, uno de los enanos (aparentemente el más joven) se le acercó tímido con un plato en la mano.

-Siento interrumpir, pero ¿qué hago con mi plato?-por un momento Bilbo alucinó, parecía haber visto el único resquicio de educación en los enanos en este joven. No creía que fuera cierto. Pero antes de poder contestarle, otro de los enanos más jóvenes se le acercó. Era aquel joven rubio que venía con el que parecía su hermano "¿Fili? ¿O era Kili?"No se acordaba.

-Trae Ori, dámelo-Este le quitó el plato al otro y, para temor y desgracia del hobbit, lo lanzó por el pasillo hasta su hermano, que sin esfuerzo alguno lo cogió y lo volvió a tirar hacia el interior de la habitación contigua.

Y así continuaron con todos los que les pasaban desde el comedor, jugando y haciendo malabares con la cerámica. Bilbo empezó a pedir piedad por la centenaria vajilla de su madre y, viendo como los demás enanos se entretenían haciendo ritmos con los cubiertos decidió intervenir por el bien de su cubertería. - ¡No hagáis eso con los cuchillos! ¡Los embotareis!-

-¡Uuuhh…! ¡¿Habéis oído eso?! ¡Dice que los vamos a embotar…!- El del sombrero raro empezó.

Los cuchillos embotad…

Rompe platos por la mitad

Los tapones hay que quemar…

¡Sí, y Bilbo va a rabiar!

Coge el pan, vierte la sal,

Hecha huesos en el portal,

Hierve leche sin ton ni son…

¡Hecha el vino en el salón!

Pon los cazos al fuego a hervir,

Con un palo hay que sacudir,

Si algo queda por destruir…

¡Con el pie lo harás crujir!

¡Sí, y Bilbo va a rabiar!

Cuando hubo terminado la animada canción, lo que se encontró Bilbo lo dejó atónito. Toda la vajilla y cubertería estaban apilados de forma pulcra y perfecta en la pequeña mesa de la cocina, que estaba rodeada por los enanos que reían fuertemente.

Pero la alegría y las risas cesaron en un instante, ya que unos fuertes golpes se hicieron sonar en la casa.-Aquí está…-Gandalf dijo por lo bajo.

Todos se apresuraron a llegar a la entrada principal, pero fue el mago gris quien abrió la redonda puerta. Poco a poco la aristocrática figura del tan esperado último enano se hizo visible para todos.

-Gandalf…Dijiste que era fácil encontrar esto…, me he perdido…dos veces, no la hubiese encontrado de no ser por esa marca en la puerta.-El imponente enano entró en la acogedora casa quitándose la capa sobre sus hombros y sonriendo a sus sobrinos y amigos a modo de saludo.

-¿Marca? ¡No hay ninguna marca! ¡Se pintó la semana pasada!-el mediano de inmediato saltó acercándose a la puerta era después ser parado por el anciano.

-Hay una maraca, yo mismo la puse…-como quién no quiere la cosa, Gandalf cerró la puerta enfrentándose cara a cara con el enano de ojos azules.-Bilbo Bolsón, te presento al líder de nuestra compañía, Thorin Escudo de Roble.

-Así que este es el hobbit…-empezó él recién presentado líder con los brazos cruzados con la mirada fija en el mediano, que incómodo con su escrutinio se quedó en el sitio.-Decidme señor Bolsón…, ¿Habéis combatido mucho?-

-¿Cómo decís?-Bilbo no acababa de entender la pregunta.

-¿Hacha o espada? ¿Qué arma preferís?-continuó preguntando el enano.

-No se me da mal el juego de las castañas, a decir verdad, pero no veo que relevancia pueda tener eso…-con una mirada interrogante en el rostro se dirigió al líder, que ya tenía una sonrisa de burla en el rostro.

-Lo imaginaba…-se dirigió a su público que tenía la mirada fija en la corta conversación.-más parece un tendero que un saqueador.-ante la burla todos se rieron. Bilbo, a pesar de no entender la situación, se sentía un poco humillado y ofendido en su sitio y dio una mirada dolida al resto de los enanos. Pero enseguida un par de golpes en la puerta retumbaron en la casa de nuevo, ganándose el silencio de la compañía y del hobbit, y una pequeña sonrisa del mago. Y de repente, todas las velas se apagaron, dejando a oscuras la casa.

-ººº-

No tardaron en montar follón los enanos en la pequeña entrada, preguntándose quién golpeaba con tal ímpetu la puertecita redonda del acomodado hogar. Los murmullos iban y venían por la compañía sin cesar. Todos se volvieron a contar entre ellos para intentar identificar si el nuevo invitado era alguien de la compañía que todavía no hubiera llegado.

Trece enanos, un hobbit y un mago, todos estaban y ni uno faltaba. No se hizo esperar un largo silencio de desconfianza y precaución en la habitación, que de repente se vió interrumpido por los consiguientes murmullos, y, de un momento a otro, el aire se hizo espeso en el habiente.

El mago suspiró con resignación ante el exasperante comportamiento de los enanos.

Por otra parte, Bilbo se quería poner a llorar ¿Otro enano más? ¡Cómo si necesitara más de ellos! Aunque sentía también gran curiosidad ante la falta de conocimiento de sus "invitados" ante la identidad de aquel personaje del exterior de su casa que seguramente aguardaba detrás de la puerta aún.

El murmullo cesó de repente por la mirada y el chisteo del líder, que se encontraba más que molesto por la interrupción.

El mago con una sonrisita traviesa en su envejecido rostro se acercó de nuevo a la puerta redonda. En ese instante las velas comenzaron a encenderse de nuevo y los enanos con asombro y desconfianza latente en sus rostros, empezaron de nuevo a cuchichear entre ellos. El mago cesó su marcha y poco a poco abrió la puerta.

-ººº-

A primera vista pareciera que no había nadie debido a la oscuridad de la noche, pero fijando un poco más la mirada, una sombra oscura y alta se daba a conocer. El manto de la noche y la capa que traía puesta ocultando su rostro, mantenía al sujeto en el anonimato hasta que este lo desease.

Los enanos cesaron su charla y fijaron su mirada en la figura. Thorin, que se encontraba junto a Dwalin en primera fila se acercó al mago con escepticismo.

-¿Quién es este individuo, Gandalf? Me prometiste un hobbit y eso es lo que tenemos, no necesitamos ningún otro desconocido en nuestra empresa-con voz firme declaró y claramente molesto.

-Los Valar me salven de la terqueza de los enanos…-con fastidio y un suspiro habló el mago. Este ignoró el comentario del enano de melena oscura y con una cálida sonrisa se dirigió al individuo en la puerta.-¡Achlys *, pasa por favor!-La sombra lentamente se hizo paso en la habitación, bajando la cabeza en la puerta.-Espero que tu largo viaje haya sido poco pesado y sin infortunios.-

-Buenas noches Gandalf, me alegro de volver a encontrarnos al fin-la voz femenina proveniente de la alta silueta dejó a los enanos aún más confusos y desconformes.

La desconocida se quitó la capucha con ambas manos para dejar a la luz sus facciones. Su cara era fina y alargada, pero no en demasía. Tenía los ojos ligeramente rasgados, misteriosos como los de un felino; y de color avellana, pero este parecía variar en tonalidades con la luz de las vela, dándole un aire místico. Su cabello era relativamente largo, también color castaño, oscuro. Este caía en mechones suaves, ondulados en los extremos, por sus hombros y espalda, moviéndose al compás que ella.

Pero el rasgo más característico en ella y más visible fueron sus orejas, muy puntiagudas y largas. Esto no le quitaba la exótica belleza, pero, una idea les vino a la cabeza a Thorin y compañía inevitablemente ante este detalle. Elfos.

-ººº-

La llamada Achlys se acercó al mago y abrazó a este con radiante efusividad a modo de saludo. El mago correspondió encantado de forma cálida y con una sonrisa hogareña.

-He venido todo lo rápido posible ante tu mensaje, he tenido que dejar a Sulo y Tursun perdidos en el camino hasta aquí, ya sabes que el sentido de orientación de ese viejo mago no es el mejor…-dijo con su voz suave y llena de diversión la nueva invitada haciendo reír con fuerza al mago gris.

-¿Quién demonios es esta elfa? ¿Y que hace aquí?-Thorin con un tono claramente agrio y lleno de odio preguntó al mago sin ni siquiera cruzar la mirada a la joven, acercándose imponente.

-Maese enano, antes que nada me gustaría dejar claro que no soy ninguna elfa remilgada-empezó Achlys acercándose a paso lento y con tono pausado pero amenazante. Nadie se atrevió a moverse.-y segundo, pido un mínimo de educación cuando se dirija a mí o hable sobre mí en mi presencia, señor Escudo de Roble. Parece mentira que un enano como vos me mostréis esta perspectiva de la educación de los de su raza.- Se hizo el silencio. Nunca nadie se había atrevido hablar de esa manera al futuro rey, y muchísimo menos imponerle nada a él. La furia en el enano era burbujeante y peligraba en salir a flote en cualquier momento. Por el contrario, la joven, aunque contrariada no mostraba signos de enfado alguno en el rostro. Los enanos temieron en ese momento un posible enfrentamiento entre los dos adversarios.

-Mi querida Achlys, creo que lo mejor será presentarnos y esclarecer las dudas sobre tu persona… ¿No crees?-El mago, para aligerar tensiones comenzó.-Señores enanos, esta es Achlys, y proviene de los más oscuros parajes del bosque de Fangorn…-ante esto, los enanos dejaron escapar un sonido de incredulidad, ya que claramente todo el mundo sabía que aquel temido bosque estaba maldito.-y se encuentra aquí con nosotros para ayudar en nuestra pequeña empresa.-

-¡No permitiré que el enemigo entre en nuestra compañía!-Thorin volvió a intervenir con furia desbordante.-¡¿Dónde estuvieron ellos, los elfos, cuando necesitamos ayuda?!

-Lamento decepcionarle señor Escudo de Roble, pero vuelvo a insistir en que no soy ninguna elfa, así que manténgame al margen de los problemas que tengáis vos y vuestra raza para con ellos.-Achlys sintió como su paciencia se desmoronaba por momentos y como una pequeña furia se hacía cada vez mayor en su interior. ¡Qué pesado que es! ¿Es que no sabe escuchar o qué? ¡Qué cabezota por Dios!

-¡No intentes engañarnos! Si es cierto lo que dices, ¿Por qué contáis vos con esas orejas?-el que parecía uno de los más jóvenes se hizo paso en la multitud de enanos hasta encararse con ella, cuestionando lo dicho en defensa del líder. Este joven enano, a diferencia de los demás a su alrededor, no tenía apenas barba, y su pelo, además de corto, carecía se trenzas.

-Muchacho, si lo que esta joven dice es cierto, estamos ante una de las razas más desconocidas por toda la Tierra Media. Hay variedad de razas que desconocemos aún mi querido Kili…-esta vez, y para contrastar con ingenuidad del joven, fue uno de los más ancianos, de larga barba blanca.-Hace largo tiempo que no veo a ninguna persona de tu raza muchacha, pensé que habíais desaparecido todos.-

-La gran mayoría ha desaparecido, pero afortunadamente aún quedamos con vida algunos.-Achlys se alegró de que por lo menos uno de ellos la escuchara y se percatara de sus orígenes, bueno, de sus "supuestos" orígenes. Antes de decir nada más la puerta volvió a sonar fuertemente sorprendiendo a algunos de los presentes e irritando a otros. Gandalf se dirigió de nuevo a abrir la puerta.

-ººº-

*Achlys: el nombre de mi OC es proveniente del griego antiguo y significa sombra u oscuridad.

PLEASE R&R!