N/A: Decidí sacar una nueva versión de mi historia Del Odio Al Amor, a la que pensaba llamar por el mismo nombre y agregarle un V2.0 pero finalmente surgió este y cambié el pairing por otra de mis OTP, RusAme, porque pensé que sería interesante poner a estas naciones que desde hace un tiempo tienen una rivalidad muy marcada y cuyos ideales son muy distintos. Y no, no es un autoplagio ya que el contenido difiere mucho de mi versión RoChu y no simplemente cambié el nombre de China por América. ¿Qué motivos tuve para hacer esta nueva adaptación? No sé, simplemente me entraron unas ganas de que todos sean uno con Rusia x3. Aunque más que nada fue porque al ver la última temporada de Hetalia noté muchas referencias RusAme (en especial el mandil de Rusia en el cap. 8). También me gustaría aclarar que aunque hago menciones UsUk, detesto esa pareja :3 Finalmente, agradezco que hayan escogido mi historia para pasar un momento de ocio.
Ni Contigo Ni Sin Ti
Luego de localizar el punto en que se encontraban Italia, Alemania y Japón, era necesario poner manos a la obra y poner en marcha un plan para hacer papilla al alemán. Por ello decidieron ir tras su pista con la misma proeza que los del Eje llegaron: El naufragio. Como resultado todos salieron disparados por los diversos parajes de la desolada isla.
Por su parte, América despertó y se vio tendido sobre las arenas de lo que pensaba era una playa y a la cual no recordaba cómo llegó y sin la vestimenta apropiada. Miraba de un lado a otro en señal de confusión al no ver gente disfrutando de la "playa", aunado el hecho de que era verano. No fue hasta que detectó cierta presencia que deseó hallarse solo.
– ¡Despertaste! No creí que volverías en sí… – dijo Rusia a modo de saludo con una de sus características sonrisas, lo que daba a entender que no estaba preocupado, sino que realmente esperaba eso. América ignoró el comentario que intentaba desanimarlo pero pensaba en un contraataque.
– Lamento desilusionarte. – Contestó por fin para no darle gusto.
No sabía que podría ser peor para nuestro héroe: recordar el hecho de que naufragó o tener que lidiar con aquel enigmático personaje conocido como Rusia con quien le costaba trabajo llevarse bien y, además, mantenía una muy abierta competencia. De hecho, contemplaba la idea de que Inglaterra y su magia oscura tuvieran algo que ver.
Aunque se podía sentir la pesada aura que emanaba de ambos, las cosas transcurrieron tranquilas o, eso intentaban, para no terminaran matándose el uno al otro.
– Fuck! ¿Podrías dejar de mirarme así? No pienso hablarte por más que seas el único aquí. – decidió el estadounidense frunciendo el ceño y señalándolo.
–Prácticamente estas hablándome. Ya sé, ¿preferirías que fuera Inglaterra? – insinuó el ruso divirtiéndose.
– Holy shit! ¿De dónde sacas eso? – preguntó a la defensiva intentando disimular y evitar sonrojarse. Sin embargo, esto último ocurrió.
– ¿Entonces por qué te sonrojas?
– E-es porque hace calor. En lugar de preguntar cosas tontas hay que buscar a los demás. – Resolvió el norteamericano para no seguir hablando del tema.
– Es cierto, fue innecesario llegar aquí de la manera en que los del Eje lo hicieron. – comentó Rusia con cara un poco seria.
– Al parecer esta será una de las pocas veces que estaré de acuerdo contigo. ¡Fue un desastre!
– Deberíamos ir a buscarlos, ¿no crees?
– ¿Deberíamos? Yo puedo ir por mi cuenta, recuerda que soy el héroe, yo puedo controlar la situación.
– Pero, ¿no se supone que somos aliados?
– Bien, te daré una asignación muy importante, serás mi apoyo.
– Aunque antes de iniciar la búsqueda deberíamos conseguir algo de comer. – dijo el eslavo mientras se oyó un sonido proveniente de su estómago.
– Tú puedes ir si quieres, yo tengo mi propia comida. – dijo América apuntando hacia la montaña de chocolates y comida chatarra que sorpresivamente llevaba consigo.
– ¿De dónde sacaste eso?
– ¿Af quién de imbota? – expresaba el estadounidense mientras comía.
– No puedo entender lo que dices, deja de hablar con la boca llena.
– Ah, es que tu eres idiota. Ok, dejaré de comer para que me entiendas.
–Créeme, yo soy el menos contento con esta situación, pero es inútil razonar contigo así que me voy y buscaré por mi lado la manera de salir de aquí. No me interesa seguir soportado a un gordo capitalista. – Así, Rusia se dio la vuelta para tomar su propio camino. El norteamericano se limitó a ignorar aquellas palabras y continuar comiendo.
Pasaron apenas un par de minutos desde que el ruso había decidió cumplir las sugerencias de su rival de ir por su cuenta cuando desde lejos se podía percibir unos ruidos semejantes a alaridos que turbaron a América quien seguía comiendo apresuradamente y agradecido de haberse librado de la molesta presencia o eso creía hasta volver a escuchar los gritos desgarradores, lo cual atribuyó a…
– ¡¿Caníbales?! – pronunció entre chillidos. Este pensamiento le hizo estremecerse de miedo, era característico de él, solía asustarse con facilidad y dejarse llevar por su paranoia al punto de arrebatarle el apetito. Entonces, pensó en ir tras el eslavo que no debió haber llegado tan lejos. Sin meditarlo mucho, se movió a paso veloz hasta alcanzar a su rival al que, por cierto, abrazó por impulso.
– ¿Qué rayos te pasa? – cuestionó la otra nación con expresión de desconcierto. Intentó deshacerse del rubio con poco éxito debido a la gran fuerza que este empleaba pero al darse cuenta de lo que estaba haciendo se apartó por voluntad propia.
Pese a que Rusia había permanecido sin ánimos de pelear, estaba comenzando a perder la paciencia.
–No entiendo cuál es tu problema pero si tienes alguna diferencia, resolvámosla de una buena vez. – el soviético retó al americano quien aceptó con gusto, le demostraría de lo que era capaz y que se arrepentiría de haberlo desafiado.
–Parece que no sabes quién soy, soy la mayor potencia del mundo, no es fácil vencerme. – le dijo poniéndose en posición de ataque y haciendo una señal con el pulgar apuntando hacia abajo.
–Ya lo veremos, después de todo, tengo mucha más experiencia que tú. – replicó la antes Unión Soviética. Si bien es cierto que la nación más joven había hecho grandes logros desde su surgimiento, logros que muchas veces había revolucionado a la humanidad, no debía subestimar al euroasiático ya que el también poseía gran fuerza.
Bajo estas circunstancias, América lanzó el primer ataque intentando noquear al eslavo quien esquivo sin problemas la agresión de su oponente hasta que el americano decidió embestir en el mismo acto. Sin embargo, la nación más alta se lo quitó de encima y lo levantó para dejarlo caer contra el suelo.
–No tengo intenciones de seguir jugando contigo. Así que ten cuidado. – le advirtió el eslavo para después volver a su habitual sonrisa. – ¿Da?
El norteamericano se puso de pie y suspirando le contestó a regañadientes:
– De acuerdo, creo que podemos hacer equipo… por esta vez. – El ruso le miró sorprendido; sin duda, el golpe le había afectado pues el otro no acostumbraba a ceder con tal facilidad.
–Se uno conmigo, entonces. – Le propuso posando sus manos sobre los hombros de la nación más joven.
–What the Hell! No digas tonterías. – contestó a su vez comenzando a avanzar para iniciar la búsqueda de sus camaradas.
No tomó mucho tiempo para que se dieran cuenta de la cantidad de características en común que compartían. De hecho, comenzaron a platicar de sus ideales de conocer el universo, de realizar viajes espaciales e investigaciones ligadas a la misma índole, claro, teniendo cuidado de no dar información de más que pudiera resultar en el beneficio del otro, otorgándole así la victoria. Sin embargo, se dedicaron a compartir semejante afición que parecía poco atrayente a sus demás compañeros. Además estaba el caso de que ambos son potencias influyentes en sus respectivas ideologías.
Aparte decidieron que podrían hacer más cómoda su estancia en la isla. Después de todo, no sabían cuánto tiempo más estarían ahí. Así fue como con algunos recursos encontrados en la isla comenzaron a construir un par de modestas cabañas que les sirvieron de refugio pues aunque comenzaban a llevarse bien no se fiaban por completo el uno del otro.
–No puedo confiar totalmente en Rusia. – pensaba el norteamericano. – Pudiera ser que todo esto forme parte de un malvado plan para acabar conmigo…
A la par, el euroasiático meditaba de igual forma.
–… Por lo que no le dejaré salirse con la suya. Le demostraré que no soy ningún ingenuo aunque debo reconocer que para ser rivales no lo hacemos nada mal como un dúo.
–Si no fuéramos rivales, quizá… – ambos reflexionaron al mismo tiempo pero prefirieron no pensar en la posibilidad de dejar sus diferencias atrás, parecía descabellado todavía.
Por la noche decidieron hacer un campfire, tal como sugirió el estadounidense donde continuaron platicando.
–¡Ah! –expresó relajado la nación más joven. – ¿No crees que es bueno descansar tras todo nuestro esfuerzo?
–Sí, fue un poco cansado construir esos refugios. – Rusia se quedó pensativo al notar que estaban entablando una conversación sin estar riñendo y decidió comentarlo. – Además el que no estemos peleando ahora lo hace aún más relajante.
–Tienes razón, es extraño para mí también no estar peleándonos. Aunque podría acostumbrarme.
– ¿En serio lo crees?
–Dude, después de todo no eres tan mal tipo. Quiero decir, ambos compartimos la inquietud de conocer qué hay más allá del planeta en que habitamos y ambiciones parecidas. – dijo América dándole un afectuoso golpe en el brazo al otro.
–Creo que tu tampoco. –refirió el eslavo devolviéndole el golpe pero más fuerte que hizo que su compañero se cayera mostrando el ceño fruncido. Tras un breve silencio y un intercambio de miradas desafiantes, hubo risas y una plática amena entre ellos hasta que decidieron descansar en sus respectivas chozas.
A la mañana siguiente, un poco alejando de donde se encontraban aquellas naciones, Inglaterra halló un avión que se había estrellado y lo revisó para verificar si encontraba algo de utilidad. Para su sorpresa halló una bengala y un radio con los que pronto podría salir de ahí por lo que los tomó y se dedicó a buscar a sus otros compañeros.
Luego de un rato caminando de encontró a Francia e Italia así como a China detrás de unos arbustos y a los otros dos integrantes del Eje. Siendo ellos la causa por la que estaban aquí empezaron los conflictos.
–Así que aquí esta Alemania. Recibe el golpe británico.
Italia y Japón se mostraron preocupados ante el repentino ataque del inglés mientras que los demás miraban entretenidos. No obstante, China notó los objetos que el de cejas pobladas había dejado a un lado.
– ¿Qué son estas cosas, aru?– China tomó los objetos para lograr identificarlos. - ¡Una bengala y un radio! ¿Donde los conseguiste, aru?
Inglaterra cesó su ataque.
– ¡Ten cuidado con ellos! Son nuestro pase de salida de esta isla desierta. Por la mañana, encontré un avión estrellado y al revisarlo encontré estos artefactos.
– Bonne idée, chéri! Pronto saldremos de aquí. – animó el francés, guiñando un ojo y apoyando uno de sus brazos sobre el británico.
– ¡Aléjate de mí, idiota!
– ¿Y entonces qué esperamos para tratar de hallar señal por la radio o utilizar la bengala, aru?
– Bueno, hagámoslo de una vez pero hacen falta América y Rusia, deberíamos encontrarlos antes.
– ¿Se imaginan si esos dos coincidieron? – supuso el francés.
– Eso sería un caos, aru.
– Pues en esta ocasión nos convendría encontrarlos juntos para no perder más tiempo. – concluyó Inglaterra para avanzar.
Así fue como realizaron su búsqueda hasta hallar un par de chozas. Los del eje los seguían.
– ¿Por qué están siguiéndonos? – preguntó un molesto Inglaterra.
– Yo vengo con Francia nii-chan. – contestó inocentemente el italiano para luego señalar los improvisados refugios.
– No me eches la culpa a mí. – replicó el francés.
– ¿Será posible...? – El inglés es interrumpido de su estupefacción al escuchar el animado grito de su ex-colonia.
– Hey, Russia! Encontré algo de comi... – La nación se mostró sorprendido al ver a sus compañeros y a las naciones opositoras. – Chicos…
– ¿Qué ocurre? – el ruso salió de su habitación para acercarse a sus aliados. – Vaya, al fin aparecen y veo que capturaron a los del Eje. Lo hicieron bien, ¿no te parece, América?
– S-sí. That's awesome! – contestó a su vez pero no con el ánimo de antes sino indiferente.
– Por lo que veo aprendieron a soportarse. El punto es que encontré un par de alternativas para salir de aquí.
– Son buenas noticias. El clima aquí es agradable pero creo que es tiempo de acabar con estas "vacaciones".
Mientras Rusia hablaba, América extrañamente no se sintió del todo aliviado pese a que si extrañaba las comodidades de la civilización también experimentó nostalgia por los pocos buenos momentos que había pasado pues finalmente había encontrado alguien con quien compartir sus gustos. A la vez que este se encontraba ausente en sus pensamientos, los otros estaban tratando de establecer contacto por la radio pero por ciertas dificultades Alemania les estaba auxiliando. Entretanto, Inglaterra notó el extraño comportamiento de la joven nación.
– América, ¿Qué pasa contigo? – este reaccionó para reír escandalosamente.
– Es raro oírte preocupado por mí.
– Claro que no, idiota. Después de todo alguna vez estuviste bajo mi cuidado...
–No ocurre nada. ¿Cómo van las cosas con esa radio?– expresó animadamente para integrarse con los demás ya que después entendió que no debía preocuparse por aquello. Este cambio sorprendió a su ex-tutor.
– Nunca entenderé a este tipo. ¿En qué fallé cuándo lo crié? – Suspiró con su palma sobre la cara ante el repentino humor del otro rubio.
– Ya está listo, solo hay que ingresar algunas coordenadas. – le contestó el alemán.
– Déjenme eso a mí, contactaré a mis superiores. Vendrán a ayudarnos pronto. – sugirió el americano y así se hizo cuando un helicóptero llegó en apoyo pues era un medio transporte que no tardó.
Una vez que regresaron, realizaron una junta para armar otro plan para capturar a su bando enemigo ya que estos huyeron tras pisar tierra firme. Y como de costumbre volvieron las peleas entre Rusia y América.
– Yo tuve primero la idea de poner ese hotel ahí, así que no te interpongas, ¿da?
– Pero yo lo dije primero en voz alta.
– No seas infantil.
– Oigan, se lograron llevar bien en la isla desierta... – comentó Francia, como pocas veces, algo razonable hasta que China intervino.
– Que resultó ser Seychelles, aru.
– ¿No pueden hacerlo ahora también? – expuso con hastío el británico.
Ambos bajaron la mirada y luego se quedaron mirando fijamente por un breve lapso, pensativos, para luego devolverles a sus camaradas una mirada enojada.
- NO. - Resolvieron los dos.
De esta forma se dieron cuenta que unidos hacían un magnífico equipo pero su competencia se basaba en asuntos que sólo a ellos les llamaba la atención como aquellos que los llevó a la Guerra Fría. Por lo que si están juntos se pelean y si el otro está ausente no hallaba a alguien lo suficientemente interesante para enfrentar. Con todo, la batalla por ser el mejor apenas comenzaba…
¿Verdad que no se parece en nada a mi anterior versión? Les dije que así sería ya que su relación debe ser tratada con más cuidado más que nada por sus personalidades que les llevan a tener fricción constante, por ello no he metido lemon creo que de hacerlo hubiera sido muy repentino pues aquí apenas están en la fase de darse cuenta de que pueden llevarse bien y para llegar a lo otro 7u7 les tomará vencer su orgullo. En fin, dedico este fanfic a Xilema95 (alias Pikachu xD) quien adora esta pareja, espero que haya satisfacido aunque sea un poco tus expectativas, si fue así házmelo saber en la caja de reviews así como a todos aquellos que tengan una observación que hacerme o simplemente contarme que si les agradó c: o no :c Nos leemos pronto en alguna de mis demás historias.
