Notas iniciales:

Resumen rápido: Al encontrarse de pronto en el pasado y convertido en una chica, Kuroko decide que esto es una segunda oportunidad para evitar que todo fuera mal. Aún así, sin querer acaba provocando que Kagami y Takao acudan a Teikô, y tras hacer un plan para "salvar a todos", acaba encontrando y convenciendo a Himuro también. De esta manera, no sólo una sombra, sino tres sombras y una luz demasiado brillante estarán en Teikô intentando evitar la tragedia que llevó a todos a un gran sufrimiento. Aún así, sólo Kuroko sabe de ello.

Advertencias: Kuroko se convierte en una chica al ir al pasado (o más bien universo paralelo), Kuroko parece causar atracción natural hacia su "yo" mujer en los demás de manera que al inicio parecerá que sólo van a por "ella", posible harem y peleas durante varios capítulos. Habrá alguna que otra descripción leve del cambio en el cuerpo de una mujer en su entrada a la adolescencia, además no seguirá exactamente al pie de la letra lo dicho en manga y anime pues desde que el propio Kuroko es ahora chica, todo cambia. Aún así, jugará baloncesto. Pese a que no les corresponde cronológicamente, Takao, Himuro y Kagami también estarán en Teikô.

Parejas: No habrán parejas en sí hasta muy avanzado el fanfic, pero sí habrá fanservice y leves Todos x Kuroko (más notable en Kagami, Aomine, Akashi, Kise y Takao), y algún que otro fanservice yaoi (que puede acabar en pareja) TakaMido y MuraHimu -al igual que MuraAka, AkaMido, AoKise y demás ya típicas-


Capítulo 1- Prólogo... El pasado, de nuevo.

Kuroko Tetsuya sonrió para sí mismo. Se sentía realizado, acababa de cumplir su sueño. "Ser los mejores de Japón." En medio de la calle, se giró para mirar a sus compañeros. Hyuuga-san, Kiyoshi-san, Izuki-san, Tsuchida-san, Koganei-san, Mitobe-san, Furihata-kun, Kawahara-kun, Fukuda-kun... Y Kagami-kun, su luz. Éste último notó la mirada y le devolvió la sonrisa, igual o más feliz que Kuroko. Juntos, habían cumplido su objetivo.

Aún así, cuando llegó a su casa, Kuroko pensó en lo que todos habían tenido que sufrir. Incluso pensó en el sufrimiento de Akashi-kun, que lo llevó al extremo de cambiar lugares con su segunda personalidad. ¿Cómo debía sentirse ahora...? En realidad Kuroko lo sabía, pues él había vivido la derrota muchas veces.

Se estiró en la cama, pensando en todo lo ocurrido. Las lágrimas de sus excompañeros, las expresiones de derrota, y también recordó sus sonrisas. Las sonrisas de cuando acababan de empezar el segundo año en Teiko, el tiempo que pasaron juntos sin preocuparse de nada aparte de su amor por el deporte que compartían, el baloncesto.

Fue entonces que se le ocurrió. ¿Qué habría pasado si él supiera lo que iba a pasar? ¿Lo habría podido evitar? Seguramente sí.

Por un instante, deseó haberlo sabido. Haber conocido el futuro de antemano.

Con ese pensamiento, cerró los ojos.


El sonido de la alarma. Buscó su teléfono con los ojos cerrados y lo abrió para comprobar la hora tras apagar la alarma.

Se quedó congelado mirando la pantalla. Ese no era su fondo de pantalla actual. También, ahora que estaba más despierto, recordó que su alarma era distinta.

Notó una desagradable incomodidad recorriéndole. Creyendo que eran sólo ganas de ir al baño, se levantó poco a poco de la cama. Sus pies no tocaron el suelo tan rápido como recordaba, ¿y qué tipo de pijama llevaba...? No recordaba tener ningún pijama como éste... Era un camisón, y bajo éste al menos tenía su... ¿Uh? Al levantarse la parte de abajo del camisón, vio que llevaba un pantalón corto y azul claro, y debajo de éste notaba que tenía una ropa interior que era muy distinta al tipo que él usaba... ¿Por qué las costuras se notaban tanto? Ahora sí entrando en pánico, se levantó de golpe, entendiendo de pronto de dónde venía la incomodidad al sentir "algo" faltar con el movimiento.

Corrió hacia el baño, y lo que vio en el espejo lo asustó.

Kuroko Tetsuya gritó.

- Tetsuya, ¿estás bien?

Su abuela dio unos golpecitos en la puerta, sin abrir ya que el peliceleste acababa de cerrarla al oír sus pasos.

- E-estoy bien.

¡Oh por ****! ¿¡Qué le pasaba a su voz!? ¡Era aguda! ¡Como la de una...!

Interrumpió ese pensamiento mientras volvía a mirar al espejo.

Quien le devolvió la mirada no fue él, Kuroko Tetsuya de Seirin, sino una chica de cabello azul claro alborotado (le llegaba a los hombros), ojos azul celeste bien abiertos y expresión de pánico. No debía de tener más de doce años, pensó, hasta recordar que él siempre había parecido algo más joven de lo que... Miró el teléfono que tenía en la mano, consultando la fecha. Esta vez pudo reprimir el grito.

Era casi 4 años antes. Vacaciones, unas semanas antes de que empezara en Teikô.

¿¡Qué estaba pasando!?

- Obasan. -habló, sabiendo que su abuela aún estaba detrás de la puerta- ¿Recuerdas dónde dejé mi peine? Mi cabello está peor que de costumbre.

Con eso, quiso hacerle pensar que el grito había sido por el cabello. No pareció muy convencida, pero su abuela le dijo que el desayuno ya casi estaba y lo (la) dejó solo (sola).

Tetsuya estaba aterrado. Se aseguró de cerrar con pestillo el baño y se quitó la ropa, mirándose en el espejo. Descubrió que tenía pechos. No eran tan grandes como los de Momoi-san, pero tenían el tamaño justo como para casi caber en su mano, pues tembloroso los tocó para comprobar que eran reales. Observó también el resto de su cuerpo, deteniéndose en su entrepierna. Iba a ser un gran problema ir al baño, y ni hablar de lavarse... debería buscar e informarse en internet mientras este extraño sueño o lo que sea que estaba viviendo continuara.

Sólo con pensar en despertarse de golpe y contarle sobre esto a Kagami-kun, sonrió. Sería divertido ver su cara cuando se imaginara a Kuroko como una chica. Intentando no pensar demasiado en ello, se dio una ducha rápida y tras arreglarse de alguna manera (dio gracias a que su "yo" de este mundo usaba tops deportivos en vez del típico sostén) bajó a desayunar.

Siendo que era prácticamente primavera, vestía una camiseta holgada blanca de manga media con unos tirantes azules de interior, y un pantalón azul claro hasta las rodillas. A cada paso que daba notaba la ropa interior y, pese a que el inicio le había parecido incómoda, era mejor que no llevar nada. Debía admitir que era suave y tras unos minutos se olvidaba de ello...

Comió el desayuno con lentitud, casi en las nubes, pensando en qué debería hacer. ¿Y si en este universo todos eran chicas y podía jugar baloncesto siendo una chica en un equipo femenino? Sería algo extraño, pero tenía curiosidad en cómo sería Kagami-kun como chica... pero pese a intentar imaginarlo, sólo podía ver al Kagami-kun de siempre con el cabello largo. Seguramente esas cejas eran la mayor parte del problema, una chica no se dejaría las cejas así...

Cuando terminó de comer, se puso a investigar para ver posibles diferencias entre su "mundo" y este. No encontró demasiadas, aparte de la cantidad de productos que supuestamente eran suyos (champú especial, acondicionador, desodorante "roll-on con fragancia intensa, chispeante y juvenil", dos peines distintos, maquillaje suave). Sobre su familia, su abuela y sus padres seguían viviendo ahí, pero sus padres estaban en un viaje de un mes que habían ganado en un sorteo (tal como ocurrió en el pasado-otro mundo) de manera que en casa sólo estaba su abuela. Kuroko entonces buscó en los álbumes de fotos (a su abuela le encantó hablarle de cada fotografía pues pensó que Tetsuya estaba nostálgica -nostálgico-) y encontró a su amigo, Ogiwara-kun. Él sí era aún un chico pese a ser otro mundo, y recordaba esas fotografías en las que lo único que cambiaba era que en vez de un niño Tetsuya era una niña. Incluso las poses, las sonrisas y las situaciones en las que se habían tomado eran las mismas.

Aliviado de ver que tal vez la única gran diferencia era que Kuroko Tetsuya aquí es una chica, le dijo a su abuela que iba a dar un paseo y salió a caminar por el barrio.


Todo era tal como lo recordaba, de manera que pronto se tranquilizó. Entonces, sin darse cuenta, acabó enfrente una cancha de baloncesto. Recordaba haber jugado alguna vez ahí con Kagami-kun y Aomine-kun, tanto en tiempos de Teikô como más tarde. Fue entonces que se quedó embobado (embobada) al ver justamente a Aomine Daiki, tan joven como lo recordaba en su primer año, cuando se conocieron, jugando contra unos chicos. También localizó a Momoi Satsuki, la amiga de infancia de éste y la chica que aparentemente estaba enamorada de él (Kuroko no era tan lento), sentada en un banco mirándolos con una sonrisa. Tetsuya entonces, justo cuando iba a irse, reconoció a una de las personas que jugaban contra Aomine.

¿Cómo era posible no reconocerlo?

Kagami Taiga jugaba sonriendo como nunca, Aomine era superior a él, por bastante, pero parecía pasarlo bien. Kuroko no entendía cómo ellos dos no recordaban esto, que se habían conocido años antes, aunque era posible que fuera cosa del universo paralelo. O que ambos son algo tontos y no recuerdan las caras de todas las personas con las que se enfrentan.

Aún así, le sorprendía que Momoi no se acordara... a no ser que durante todo el juego estuviera mirando sólo a Aomine. Después de todo, en ese tiempo, el talento de Kagami-kun no había despertado y parecía un jugador normal.

Los observó desde lejos, hasta que el partido terminó con una victoria fácil de Aomine. Los chicos se despidieron sin necesidad de decirse sus nombres, y todos se fueron excepto Kagami Taiga.

Kuroko observó en silencio por unos momentos antes de acercarse.

- Ah, ha sido un buen partido. -murmuraba el pelirrojo, para sí mismo- Tanto que olvidé preguntarle su nombre... Bah, supongo que ya me lo encontraré de nuevo.

- Si quieres, puedo decirte a qué secundaria irá.

Había hablado sin pensar. De verdad. No estaba planeando nada, sólo quería ver a este Kagami joven sonreír más. Al oír una voz desconocida, Kagami buscó alrededor hasta localizar a Kuroko, y se acercó a él (ella) con curiosidad.

- ¿Y cómo lo sabes? -le preguntó, mirándolo (mirándola) a los ojos.

- Los he oído antes hablando de ello. -le respondió con facilidad, mentía con tal fluidez que no se notaba- Irán a Teikô. No está muy lejos de aquí.

- Teikô, ¿eh? -repitió Kagami, haciendo una sonrisa de las suyas- Gracias, eh, ¿cuál es tu nombre?

Pero cuando se giró, Kuroko ya no estaba.

Continuará.


Notas finales:

Espero que os haya gustado el primer capítulo, el prólogo tendrá tres partes ya que es algo largo. Esta es la primera parte, en la que Kuroko comete un error fatal (o no tan fatal, pero todos sabemos que no debió haberle hablado a Kagami... ¿o sí?), la semana que viene publicaré la segunda parte.

Pd, sí, al darse cuenta de su error, Kuroko huyó.(?) (¡Kagami ha usado "Preguntar Nombre"! ¡Kuroko Salvaje ha usado Misdirection y ha huido!(?)

Hay una historia paralela a esta, con el mismo título pero siendo LightSide, donde Kagami (sin ser chica, eso sería demasiado para él) también acaba en el pasado y va a Teikô queriendo arreglar las cosas. Esa también se actualiza cada viernes. Procuraré actualizarlas con unas horas de diferencia cada una, dentro de "mi" viernes (son sólo las 23:35 porque estaba releyendo el capítulo(?)

Espero vuestros reviews y follows-

¡Próxima actualización el día 12 de Mayo!