DISCLAIMER: La Leyenda de Korra ni la película El Origen de los Guardianes no me pertenece de ninguna manera.
Este fic participa en el 'Mes de Avatares y Guardianes' del Foro ¡El Cometa de Sozin!
¡Muñeco de nieve!
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Korra unió otra bola de nieve con el gran muñeco de nieve.
Se alejó unos pasos para examinar su obra.
No estaba mal.
A simple vista, ella estaba sola en el patio de su casa. Pero, a los ojos de un niño creyente, Jack Frost estaba presente.
—¿Crees que está bien? —preguntó, frunciendo el ceño a Jack.
—Sí… —respondió con duda el peliblanco.
Y era de esperarse ya que: 1) Las bolas de nieve del pobre muñeco comenzaban a rodarse, al estar mal colocadas 2) La nariz (que era una zanahoria) estaba de lado, por lo que parecía más un bigote y 3) En un "accidente", Korra había utilizado fuego control, quemando un ojo del desafortunado hombre.
—Está tuerto —murmuró Korra, cerrando un poco sus ojos, concentrada, como si buscara algo.
—Será mejor dejarlo así, pequeña.
La niña de 3 años y medio suspiró.
—Quiero hacerlo bien, Jack —Con un puchero en el rostro, farfulló.
—¿Y qué pretendes que haga? —preguntó el Guardián, juguetonamente.
—¡Haz lo tuyo, Jacksy! —exclamó.
Jack sonrió.
Le agradaba tanto esa niña.
Aún después de que casi lo quemara, lo enterrara vivo y lo mojara repetidas veces.
Él comenzó a correr alrededor de ella, creando pequeñas bolas de nieve a su paso. Korra saltaba y aplaudía. Le encantaba lo mágico que podría llegar a ser la nieve.
Luego de que él terminara de hacer lo suyo, ella unió tanta nieve como pudo y comenzó a crear otro muñeco de nieve.
Uno mejor.
Posicionó dos ramitas a los costados del hombre de nieve.
Korra corrió a su casa, encontrándose con su progenitora. Su madre estaba cocinando.
—Mamá, ¿me puedes dar más pedacitos de carbón? —pidió, a una distancia prudente de la cocina. Alzó sus brazos abriendo sus manos repetidamente.
—¿Y los que te di, nena? —Senna dejó de cocinar y se colocó de cuclillas, a la altura de su hija.
—Se han… —Ella dejó caer sus brazos a los costados. Y movió el pie, incómoda, admitiendo en voz baja: —Los quemé.
Senna sonrió ante la confesión de su hija. No era la primera vez que ejercía fuego control accidentalmente.
—Toma —La maestra agua le tendió dos pedazos de carbón de leña a lo que Korra tomó gustosa.
Al volver a su patio, colocó los ojos en su muñeco, arregló la "nariz" y dio unos pasos hacia atrás.
Perfecto.
—¿Qué te parece, Jack? ¿Jack? ¡Jacksy! —Cuál fue su sorpresa al no encontrar al Guardián.
"Lo siento, Avatar, pero debía irme".
N/A: ¡Primer Crossover! No pude evitarlo; cuando la idea llegó a mí, necesitaba con desesperación escribir de Jack y Korra, de forma amistosa.
Siento la adrenalina al publicarlo el día límite, lol.
