EPÍLOGO

Diez años. Ya habían pasado diez años desde la primera vez que conocimos a nuestros compañeros digimons. Es extraño porque recuerdo ese día perfectamente, se ha quedado grabado en mi memoria para siempre. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Yo me he vuelto mucho más maduro y reconozco que soy algo menos impulsivo que cuando tenía once años. Recuerdo esa época con mucho cariño, ya que fue ahí cuando empecé a crecer, a preocuparme por los demás y a pensar en conjunto, y no en mí mismo. Aunque por suerte, algunas cosas no cambian. Yo sigo loco por el fútbol. Por suerte entrené muy duro durante todos estos años y finalmente me llamaron para formar parte de la selección de fútbol sub 17. Además, soy el capitán (por lo visto es cierto que se me da bien mandar jajaja). Echo mucho de menos a Agumon, estoy seguro de que él también estaría muy contento por mí. Es cierto que cuando logramos vencer al último de nuestros enemigos, junto con Davis y los demás digimons, todos pensábamos que podríamos vivir en paz con nuestros digimons aquí en la Tierra. Pero lo cierto es que no ocurrió eso. Al cabo de las semanas volvió la distorsión a los dos mundos, y resultó imposible que nuestros compañeros se pudiesen quedar con nosotros. Por una parte lo veo lógico, ellos son digimons y tienen que vivir en su hábitat, en el mundo digital, pero nosotros pensábamos utilizar las puertas digitales para poder verles cuánto quisiésemos, pero ninguna puerta se volvió a abrir nunca más. Al principio pensábamos que se trataba de un nuevo enemigo, pero nunca se nos presentó ninguno. Esperamos durante mucho tiempo, pensando que la puerta se volvería a abrir ella sola, pero nada de eso sucedió. Al final nos cansamos de esperar y nos hicimos a la idea de que no volveríamos a ver a nuestros compañeros digimons en mucho tiempo. Ahora que lo recuerdo, Jenai siempre nos dijo que nosotros fuimos llamados al mundo digimon porque estaba en peligro, para salvarlo. Nosotros fuimos ahí por esa razón y, aunque parezca raro de entender, a veces sueño con que una nueva aventura nos espera, por muy peligrosa que sea, me da igual, lo que sea con tal de ver a Agumon de nuevo junto con todos los demás.

Pero todo esto sucedió hace ya tres años. Ha pasado ya mucho tiempo. Ahora tengo diecisiete años y estoy en preparatoria y como ya he dicho, soy capitán de la selección de fútbol sub 17 de Japón. Por mucho que pasen los años, sigo siendo ese niño alocado que actuaba sin pensar, que se dejaba llevar por la situación. En realidad, me gustaría serlo. Todo sería menos complicado. Hacerse mayor ha resultado ser menos divertido de lo que pensaba. Tengo muchas responsabilidades con el fútbol y con mis estudios. Pero no solo he cambiado yo. Todos mis amigos han seguido su propio camino.

Kari, mi hermana pequeña, tiene ya catorce años, y está en secundaria. Sigue siendo igual de buena que siempre. Echa mucho de menos a Gatomon y Agumon y siempre se está preocupando por los demás. En eso no ha cambiado, pero muy a mi pesar está empezando a interesarse por algo más que no son ni sus amigos ni familia…los chicos. Bueno, si os soy sincero, en un solo chico. Creo que os podéis imaginar de quién estoy hablando. Se trata de T.K. Lo cierto es que nadie se sorprendió cuando todo esto sucedió. Creo que fui el único que no se dio cuenta en todo este tiempo que los dos tenían sentimientos más allá de la amistad (así soy de despistado). No me malinterpretéis, T.K. es muy buen amigo mío y sé que es buen chico, pero Kari sigue siendo mi hermana pequeña. Aquella hermana que de pequeña se meaba en la cama y yo le ayudaba a limpiarse. Aquella hermana que fue al mundo digimon conmigo estando enferma y a la que yo tenía que proteger por encima de todo. Aquella Kari pequeña, frágil e inocente.

T.K. sí que ha cambiado. Se apuntó al equipo de baloncesto hace ya tres años y resulta ser bastante bueno (no tanto como yo al fútbol por supuesto), pero no lo hace nada mal. Cada vez se parece más a Matt. Su pelo, sus ojos, e incluso su forma de hablar o de pensar. A veces cuando hablo con él parece que estoy hablando con Matt. No me juzguéis, yo también he tenido catorce años y me ha gustado alguna chica, es lógico y normal. Es normal que Kari que tenga novio, y me alegro de que sea T.K. Sé que la protegerá contra todo mal. Ah, se me había olvidado mencionar que a Davis todo esto le rompió el corazón (pobre xD).

Matt. Matt sigue siendo mi mejor amigo. Es cierto que pensamos diferente y actuamos parecido, pero, es buena persona y un buen amigo. Teóricamente, Matt tendría que ir al mismo curso que yo, pero repitió un año por estar tan concentrado en su grupo de música. La verdad es que nunca lo entenderé, pero bueno, él tampoco entiende mi pasión por el fútbol jajaja (a esto me refería con que somos bastante diferentes). Pero le respeto y le apoyo en todo lo que se proponga. Para él muchas cosas cambiaron en estos tres años también. Os lo contaré más adelante.

Mimi y Yoe no han cambiado mucho la verdad. Mimi se volvió a venir a vivir aquí, a Japón, pero sigue siendo igual de risueña y soñadora. La verdad es que es una niña encantadora. Digo niña, porque parece que no ha crecido mucho mentalmente desde que la conozco jajaja. Pero es muy buena y siempre se está preocupando por los demás. Se ha convertido en una de mis mejores amigas. Va a clase con Matt e Izzy.

Yoe está estudiando medicina (por fin!). Me alegro mucho por él. Será un gran médico y se lo merece porque se esfuerza mucho cada día para mejorar. La verdad es que lo admiro mucho. Es una gran persona y lo cierto es que no ha cambiado mucho a como era de pequeño. Sigue siendo igual de responsable y respetuoso con los demás (demasiado, en mi opinión).

Izzy se ha convertido en mi mejor amigo. Nos vemos a diario y aunque no lo parezca es muy divertido jajaja. No solo habla de ordenadores, aunque resulte difícil de creer. Es un tío de lo que no hay. Adelantó un curso y ahora está en clase con Matt y Mimi. Siempre que estoy deprimido o triste le llamo a él, porque sabe cómo animarme. Me conoce muy bien y sabe qué decirme exactamente en cada momento para reconfortarme. Y aunque os parezca raro, se ha convertido en todo un ligón. Es muy popular entre las chicas (por lo visto ahora lo friki se lleva más jajajaja).

Y solo me queda hablar de ella, de Sora.