Oscuridad. Eso era todo lo que mostraban sus ojos, una total oscuridad y sed de venganza que se mantenía viva a pesar de haber logrado su objetivo.

-¿Por qué? –mi voz sonó débil, estaba cansada de mirarlo a él y a esa estúpida sonrisa psicópata en su rostro.

-Veo que no has cambiado nada, todavía no puedes mantenerte en tus propios asuntos –sus palabras duelen y mucho.

-Lo hago porque me importas, porque te quiero

-Querer es un sentimiento y los sentimientos te hacen débil y estúpido, el hecho de querer a alguien no te da fuerza, si tuvieras que elegir entre fuerza y sentimientos ¿con cuál te quedarías? Aunque ya se la respuesta, eliges los sentimientos y eso significa que te mantendrás débil, eso es todo lo que eres una mujer débil que no sabe meterse en sus propios asuntos –esas palabras me duelen aun mas.

-Sabes, estas muy equivocado, elijo la fuerza, con la fuerza soy capaz de proteger a mis seres queridos, con la fuerza soy capaz de proteger los lazos con aquellas personas que me importan y mantenerlos a salvo, estas muy equivocado si piensas que el hecho de querer a alguien te hace débil, tu hermano te quería y mucho y eso no lo hacía débil, es mas lo diferencia de escorias como tú.

-No hables de mi hermano como si lo conocieras –su voz sonaba enojada

-Que harás si sigo hablando así de tu hermano, serás capaz de herirme, lastimarme o serás capaz de matarme.

-Eres una ingenua, tú no vales la pena de matar, eres una mujer débil, matarte seria una pérdida de energía –dijo al tiempo que daba vuelta y comenzaba a caminar –El es una persona que si vale la pena matar. –mis ojos se agrandaron con sorpresa.

-¿Vas tras el ahora? ¿Serás capaz de matar a tu mejor amigo? –pregunte con miedo

-Si –sentí una corriente pasar por mi espalda, mi corazón latía muy rápido -¿Me detendrás? ¿Harás algo para detenerme? –me pregunto con sarcasmo

- …. –mi voz no salía, no podía ni hablar

-Eso mismo pensé, eres una molestia y una mujer débil –con esas palabras se marcho sin dar vuelta atrás, no pude evitar que las lágrimas salieran de mis ojos.