Kagura se encontraba roncando, en un momento se cayó del futon que se encontraba en el armario haciendo que se despertara.- ¿Uh? ¿Cómo es que me caí del armario?- Pregunto refregándose los ojos.- ¿Acaso Gin-chan dejo la puerta abierta? – Se levantó y enseguida noto que no estaba en la Yorozuya.- ¿Dónde estoy? – Pregunto al ver una gran cama con un bulto bajo las sabanas. Kagura comenzó a sudar pensando quién demonios estaría ahí. Dejo de pensar en ello cuando noto que se encontraba desnuda, y lo único que la tapaba era la parte superior del traje de los ladrones de impuestos conocidos como "shinsengumi"- Tengo un mal presentimiento… - Pensó Kagura mientras comenzó a sudar más aún. Estaba aterrada, y no era de extrañar. Estaba en un lugar completamente desconocido, estaba desnuda con solo una campera del shinsengumi, y sobre todas las cosas ¡Había alguien debajo de las sabanas! Tomo coraje luego de tragar saliva, corrió un poco la sabana para dejar al descubierto que quien estaba allí era el sádico, y se encontraba con el pecho descubierto. Kagura volvió a taparlo con las sabanas.- Es una ilusión.- Pensó un poco calmada, y corrió nuevamente las sabanas y Sougo comenzó a abrir lentamente los ojos y la miro; nuevamente Kagura le tapo el rostro.- No, no. Es imposible.- Nuevamente corrió las sabanas y Sougo se encontraba con un rostro horrorizado tras ver a Kagura. Definitivamente se encontraba en la misma situación que ella, no sabía porque demonios estaba allí.- ¡No, definitivamente no! – Volvió a tapar y destapar el rostro de Sougo.- ¡NO, NO, NO, NO, NOOOO! –
…
Mientras, Gin se encontraba en la Yorozuya durmiendo cómodamente.- No capitán, yo seré el rey de los piratas… -Murmuraba el permanente de plata mientras dormía y se aferraba a su almohada.- Capitán, ¿no cree que esta almohada está muy suave? – Siguió murmurando mientras sonreía y abrazaba con más fuerza a su almohada, pero un mal olor le hizo despertar.- ¿Uh? – Miro al frente de el sin entender que era lo que estaba viendo.- ¿Qué es este asterisco? – Pregunto al ver una clara forma de asterisco color piel.- ¿Y-Y estas bolas? – Comenzó a dudar un poco. Miro su "almohada" que en realidad era una gran cola; Gin comenzó a sudar aún más y giro su cabeza como un robot para ver donde estaba. Vio a su alrededor una gran manada de leones durmiendo.- ¡¿Por qué?! – Pregunto exaltado al notar que estaba en una jaula de un zoológico con varios leones alrededor.- ¿Por qué demonios estoy en un zoológico? ¡¿No podía haberme tocado una jaula con lindos conejitos al menos?! – Pregunto desesperado haciendo que los leones se despertaran y gruñeran al ver a Gin.- D-Demonios… - Pensó, mientras que los leones se encontraban con sus dientes apretados a punto de saltarle a Gin para devorarlo.- ¡O-Oigan! ¡N-N-No me hagan nada, yo soy un amante de los felinos! ¡Me encantan los leones! – Dijo moviendo sus manos de aquí para allá.- ¡Adoro sus melenas y sus anos con forma de asterisco! – Exclamo aterrorizado, pero los leones no hicieron caso a sus palabras y saltaron encima de él.- ¡NOOOO! ¡DETENGANSEEEEE! – Se le escucho decir a Gin por última vez.
…
Shinpachi se encontraba dormido, un tanto incómodo. Se había quedado dormido en el sofá, de a poco fue despertando pero no abrió sus ojos.- ¿Qué es esto? ¿Me dormí en el sofá? – Se preguntó mientras apretaba sus dientes.- Diablos, me duele la cabeza. No recuerdo cómo es que llegue a parar al sofá.- De a poco abrió sus ojos y se encontró con una silueta durmiendo a su lado (no veía muy bien, la vista se le nublaba al no tener puestos sus lentes), estaba abrazado a él. Era una silueta muy femenina, cabello corto, color naranja, delgada, con un rostro pacifico durmiendo.- ¿C-Como es que una bella chica esta…? – Pregunto mientras tomaba sus gafas y se las coloco. Enseguida deseo no habérsela puesto ya que esa silueta femenina no era más que un travesti.- ¡¿Por qué?! – Se preguntó Shinpachi desesperado.- ¡¿Cómo demonios llegue al bar okama de Saigou-san?! – Trato de zafarse de los brazos del okama, pero este no lo dejo ir y comenzó a despertarse.
-No te libraras tan fácil de mi Shinpachi-kun, no después de lo que paso anoche.- Dijo el okama Azumi (también conocido como Agomi), mientras iba estirando sus labios para besar a Shinpachi y este al escuchar esas palabras tenía una cara aún más horrorífica de la que había puesto anteriormente. …
Hijikata se encontraba durmiendo, muy incómodamente. Un olor espantoso lo hizo despertar.- ¿Dónde estoy? – Pregunto al ver todo oscuro, quiso levantarse pero se golpeó la cabeza. Se sobo su cabeza y se alarmo al sentir una extraña sustancia en su cabello, la sintió liquida y un tanto pegajosa, sin mencionar el horrible hedor que había allí. Alzo sus manos para tocar el "techo" con el que se había golpeado, y logro abrirlo. Se encontraba en un contenedor de basura que estaba lleno de kétchup. Hijikata comenzó a desesperarse al ver ese producto rojo que tanto odiaba sobre él. Era tanto el shock que no pudo sostener la puerta del contenedor y este se cerró dejándolo encerrado con el kétchup.- ¡NOOOOOOOOOO! – Exclamo horrorizado. Su pesadilla se había vuelto realidad. …
-Buenos días.- Escucho Yamazaki mientras abría de a poco sus ojos.-
-¿Eh? – Pregunto este al escuchar una voz robótica a su lado.-
-Gracias por anoche, gracias a ti pude recolectar nueva información.- Dijo Tama.
-¿Eh? – Volvió a preguntar Yamazaki, ya que aún no se había despertado del todo. Noto que estaba en el bar de Otose, este se encontraba desnudo tapado por una sabana, acostado en un sofá, mientras que Tama se vestía.- ¡¿Eeeeehh?! –
…
Por último, Kondou estaba durmiendo pacíficamente sobre un tronco. Cuando una gorila vino a despertarlo.- ¿Otra vez tú? ¿Qué no puedes dejarme en paz? ¡No soy un gorila, maldita gorila alzada! – Exclamo molesto mientras bajaba de las ramas.- ¡Oigan! ¿No podrían ponerme en otra jaula? – Pregunto a uno de los cuidadores del zoológico.
-Lo siento gorila, no tenemos otra jaula. Además están emparejados para que tengan críos, vamos no seas vago y embarázala.- Comento el cuidador mientras le daba una banana.
-No, vengo hace unos días diciéndoles que no soy un gorila.- Dijo Kondou un tanto molesto.
-Claro, claro. Te daré una banana extra si te comportas, estamos a punto de abrir el zoológico, gori.- Este le entrego otra banana y Kondou se alegró, por lo que continuo en la jaula mientras comía su amada banana. En ese momento el gorila dejo de comer su banana al escuchar una voz gritando.- Esa voz… Me parece familiar.- Murmuro tratando de recordar.
La cuidadora de los leones (una mujer bella, cabello castaño, ojos azules, y unos grandes pechos) abrió la jaula de estos para darles de comer, cuando vio a un sujeto entre los leones.- ¿Quién es usted? – Pregunto desconcertada.- ¿Y que hace aquí? –
-Lo mismo me pregunto yo.- Contesto Gintoki mientras era lamido y mimoseado por los leones.- Creo que de alguna manera los halagos funcionaron.- La mujer escuchaba atenta.- Estas son bestias inteligentes, no debo bajar mi guardia. En cualquier momento cambiaran esos lindos rostros a unos rostros llenos de maldad y me devoraran.- Dijo mientras veía a los leones como lo lamian y se acurrucaban en sus piernas.
La cuidadora comenzó a reír.- ¿Ellos malvados? ¡No diga tonterías! – Exclamo entre risas.- Estos lindos leones no serían capaces de herir a nadie.- Dijo mientras extendía sus brazos a uno de los leones, este le salto para lamerle la cara.- ¿No es así Simba? – Comenzó a acariciar la melena del león, y este se acurrucaba en el gran pecho de esta.
Gintoki trago saliva y se lanzó empujando al león y él se acurruco en el pecho de la joven.- De hecho, yo anteriormente era un león, pero por la noche evolucione. Aun así no dejo mis instintos felinos.- Dijo haciéndose el tonto para abrazar a la linda joven y apoyar su rostro en su gran pecho.
La chica no era ninguna estúpida, su vena se marcó y le pego una gran paliza que lo mando a volar, haciendo que Gin se golpeara con la jaula de los gorilas.- ¡Oh! ¡El tipo de la Yorozuya! – Exclamo Kondou al ver a Gin entre las rejas de la jaula.
-¿Uh? ¿Gorila? ¿Trabajas aquí? Eso es bueno, debes aprovechar tus parecidos con los gorilas para ganar dinero, ¿Cuánto te pagan por estar aquí? – Pregunto un tanto inconsciente.-
-Me gustaría decir que me están pagando para esto, pero las personas de aquí son estúpidas, en verdad piensan que soy un gorila. ¿Acaso son ciegos que no reconocen que soy un humano? – Pregunto molesto.
-No, la verdad es que los apoyo totalmente. Cualquiera pensaría que eres un completo gorila.- Contesto Gin con su cara de cansancio habitual.-
-¿Puedo preguntar qué haces aquí? – Pregunto Kondou.
-Ni yo lo sé, hoy desperté y estaba en la jaula de los leones.- Dijo mientras trata de sacar su cabeza de entre las rejas.
-Ah, ¿entonces eras tú el que grito hace un rato? –
-Sí, ¿y tú que haces aquí? – Pregunto al poder salirse de entre las rejas.
Kondou guardo silencio por unos segundos.- Todo empezó cuando fui a un sauna… Al salir de allí habían robado mis ropas del shinsengumi, y tuve que taparme con una toalla. –Dijo entre sollozos.- Y al salir de allí las personas no me reconocieron y pensaron que era un gorila.- Comenzando a llorar.- ¡Y luego vinieron protección animal y me sedaron y cuando desperté estaba en esta jaula con esa gorila en celo! – Exclamo llorando y señalando a la gorila.
Gin lo miro sin ninguna expresión en el rostro, mientras que el gori seguía llorando.- No sé si reír o llorar con tu historia.- …
-Oye china ¿Qué demonios paso anoche? – Pregunto Sougo desesperado poniéndose los pantalones.
-¡Que se yo! ¡¿Y porque demonios no está mi ropa aquí?! – Pregunto muy sonrojada ya que seguía sin ropa y solo llevaba la chaqueta del shinsengumi de Sougo.-
-¡Oye devuélveme eso! – Exclamo refiriéndose a su chaqueta.-
-¡¿Estás loco?! ¡Es lo único que tengo! – Exclamo apretando con fuerza la chaqueta.- ¡No te la daré! –
-Ya perdí el reemplazo para esa chaqueta, solo me queda esa. ¡Devuélvela! – Exclamo tirando de la chaqueta, pero Kagura se resistía. Ambos comenzaron a pelear, pero la preocupación por saber que paso los hizo detenerse enseguida. Los dos se sentaron en la cama pensando.- ¿Qué fue lo que paso? – Pregunto Kagura preocupada.
-Solo sé que lo que haya pasado, no es bueno.- Comento Sougo al ver a Kagura prácticamente desnuda.
-Deja de mirarme, idiota.- Dijo Kagura mientras metía dos dedos en la nariz de Sougo.- ¿Qué dirán Gin-chan y Shinpachi de esto? –
-¿Eso realmente importa? Yo estoy más preocupado por mí, ¿Cómo sé que no tienes alguna extraña enfermedad? –
-¿Acaso eres idiota? ¡No tengo ninguna enfermedad! – Exclamo Kagura molesta, luego suspiro.- Por el momento solo ve a conseguirme ropa.-
-B-Bien.- Acepto ya que estaba desesperado por irse de allí, pero si la china no tenía ropa no podía irse, ya que la única prenda que tenía era su chaqueta y quedaría al descubierto que pasaron la noche juntos. …
Shinpachi se encontraba corriendo por las calles de Edo siendo perseguido por Azumi.- ¡No escaparas de mi Shinpachi-kun! ~ -
-¡Demonios! – Pensó Shinpachi mientras seguía corriendo. Cuando se adelantó aún más de Azumi aprovecho para esconderse en un callejón.-
-¿Dónde estás Shinpachi-kun? ~ - Pregunto Azumi buscándolo.-
Cuando se fue Shinpachi aprovecho para ir corriendo a la Yorozuya.- ¿Qué mierda fue lo que paso anoche? – Pregunto desesperado.- ¿Acaso yo y el…? ¡Noooooooooo! – Exclamo con desagrado.- ¿En dónde están Gin-san y Kagura-chan? Bueno no importa, no quiero que se enteren de esto…
-¿Qué? ¿Te acostaste con un travesti? – Preguntaba Kagura con un tono burlón.-
-No sabía que estabas tan desesperado por perder tu virginidad Shinpachi-kun.- Decía Gin en tono burlón.-
-¡Seguro dirían algo como eso! – Exclamo Shinpachi arrancándose los pelos. En ese momento sonó el timbre, y Shinpachi abrió un poco desconfiado pero se llevó una sorpresa.- ¿Yamazaki-san? ¿Qué estás haciendo aquí? –
-¡Shinpachi-kun! ¡Hice algo terrible! – Exclamo desesperado.-
-¿Q-Que hiciste? – Pregunto Shinpachi haciéndolo pasar a la Yorozuya.
…
Mientras, en el shinsengumi, todos estaban preocupados por la desaparición de Kondou de hacía unos días, y la de Sougo ahora. Pero sobre todo estaban preocupados por su Vicecomandante.- Oigan ¿Qué sucede aquí? – Pregunto uno de los hombres del shinsengumi.-
-El Vicecomandante esta… -Dijo uno a punto de llorar.- ¡Está entrando en un gran trauma! –
Varios comenzaron a llorar, mientras que Hijikata se encontraba en su habitación acostado, abrazando a su amado pote de mayonesa y chupándose el dedo. -¿Pero qué fue lo que paso exactamente? – Pregunto uno del shinsengumi.-
-No lo sabemos, lo encontramos en un contenedor de basura, estaba encerrado con mucho kétchup alrededor.- Dijo uno entre lágrimas.- Cuando abrimos el contenedor el ya… No estaba más entre nosotros… -Dijo al recordar a Hijikata hecho una bolita en el contenedor, mientras se chupaba el dedo y murmuraba "kétchup, kétchup, kétchup…" –…
-Bien Gintoki-san, como su primer día de cuidador, tendrá que pasear al gorila.- Dijo la joven hermosa de pechos grandes.
-¿En qué momento comencé a trabajar aquí? – Pregunto Gin mientras tenía una correa en su mano que llevaba atado a Kondou.
-Bien, yo ya me voy.- Dijo sonriente mientras se marchaba.
-¡O-Oye, espera! – Exclamo Gin pero Kondou lo detuvo.- ¿Qué haces gorila? Suéltame.-
-No, esta es una buena chance para irme de aquí. Ayúdame a escapar Yorozuya.- Dijo serio mientras que Gin le miraba serio también.-
-Bien.- Dijo Gin mientras buscaba en su bolso.- Ten una banana y compórtate ¿si, gori? – Pregunto alegre y a Kondou se le marco una vena.-
-¡Idiota! – Exclamo pegándole un puñetazo en el rostro que lo hizo caer rendido al suelo, mientras que Kondou tomo la banana y comenzó a comerla.- …
-¡¿Qué?! ¡¿Con Tama-sa- Exclamo Shinpachi pero fue interrumpido.
-¡Shhh! ¡No lo digas tan alto! – Exclamo murmurando Yamazaki mientras le tapaba la boca a Shinpachi con su mano.-
-Pero… ¿Cómo fue eso posible? –
-No lo sé… No lo sé, pero… -Apretó su puño con fuerza.- Pero… ¡No sé por qué ahora esa robot me parece realmente linda! – Exclamo apenado y desesperado, haciendo que Shinpachi se sorprendiera.-
-Yamazaki-san… -
-Shinpachi-kun, dime ¿Qué crees que debería hacer? – Pregunto sacudiéndolo.
-Bueno… Si te acostaste con ella deberías tomar parte de la responsabilidad, además de que acabas de admitir que te parece linda. ¿Qué tal si le pides que salga contigo? –
-¿Salir? ¡Es una robot! ¡No hay manera de que me acepte! –
-Tama-san es una buena chica, seguro te aceptara si se lo pides.- Dijo sonriente.-
-¿Tú crees? – Pregunto dudoso.
-¡Sí! –…
-¿Qué demonios me paso? – Preguntaba Kagura caminando por las calles de Edo vestida con un vestido rosa, y un sombrero de paja para taparse del sol.- ¿Por qué demonios estaba contigo? –
-Te dije que no lo recuerdo, yo también quiero saber porque mierda tenía que despertarme al lado de un monstruo. –
-¿Qué dijiste imbécil? – Pregunto irritada.
-No es momento de pelear, tenemos que descubrir que fue lo que paso.- Dijo caminando serio.
Kagura dejo de caminar.- Yo no quiero saber qué fue lo que paso.- Dijo seria.-
-¿Y piensas vivir el resto de tu vida preguntándote que fue lo que paso? No me hagas reír. Es mejor que lo sepas y aceptes los hechos.-
-¡No quiero escuchar un "si, perdiste tu dignidad con aquel idiota"! ¡Quiero seguir siendo una niña! –
-Pues te tengo una mala noticia. No eres más una niña.- Dijo sonriendo aterradoramente.
-¡Deja de burlarte de mí estúpido sádico! – Se lanzó arriba de él y comenzó a golpearlo.
-¡Pero si es verdad! ¡Ya no eres una niña, solo eres una inmadura! – Exclamo Sougo defendiéndose de los ataques de Kagura.- ¡Estas por tener 15 años, idiota! –
-¡Y tú 19 y sigues siendo un imbécil! – Siguieron peleando mientras las personas los miraban como se golpeaban en medio de la calle.
-¡Bien, deténganse ustedes dos! – Les detuvo una voz un tanto gay.-
-¿Uh? ¿Hijikata-san? – Pregunto Sougo al casi no reconocer al Vicecomandante que ahora tenía una expresión tímida y asustada.
-¡Vicecomandante! – Exclamo uno de los hombres del shinsengumi que venía corriendo.- ¡Le dije que no hace falta que trabaje, nosotros nos haremos cargo! –
-No, no. Estoy bien, enserio.- Dijo tímidamente, mientras que Kagura y Sougo lo observaban sin ninguna expresión.- Oigan chicos, no está bien que peleen en la calle. Por favor deténganse ¿sí? – Pregunto con un tono un tanto afeminado.
-¿Qué te sucede ladrón de impuestos? ¿Dónde quedo el "hombre genial que no teme a nada y que es el más frívolo de todos"? – Pregunto Kagura.
-Ese sobrenombre es muy largo.- Comento Sougo.
Hijikata rio un poco.- ¿Qué estás diciendo, tonta? Sigo siendo yo.- Comento alegre.
Sougo se acercó al hombre del shinsengumi.- Oye, ¿Qué le pasa a este? ¿Finalmente salió del closet?- Le dijo al oído.
-No lo que sucede es que… Está en un trauma.-
-¿Un trauma? –
-Sí, esta mañana los demás hombres lo encontraron en un contenedor de basura rodeado de kétchup, y bueno ya sabe… A él le aterra el kétchup, no soporta verlo. Y luego de que lo sacamos de ahí comenzó a actuar extraño, por lo que deducimos que está en una especie de trauma.- Dijo un tanto preocupado.
-No me digas.- Dijo Sougo con una sonrisa maliciosa en su rostro.- Enseguida vuelvo.- Dijo yéndose corriendo.
-¡Capitán Okita! ¡¿A dónde va?! – Pregunto el hombre del shinsengumi.
-Oye Mayora, en verdad me preocupas. ¿Qué te sucedió? – Pregunto Kagura.
-Te dije que no es nada, gracias por preocuparte por mi.- Dijo sonriendo un tanto sonrojado.
-¿Por qué te sonrojas? Idiota.- Dijo con un tono de desagrado.
Hijikata rio.- No lo sé, ¿Por qué será? – Volvió a reír mientras Kagura le miraba sin expresión.- Bueno, volvamos al cuartel.- Le dijo al hombre del shinsengumi, pero cuando se dio la vuelta vio una sustancia roja con ese olor… Ese horrible olor a kétchup. Era Sougo quien traía un pote de kétchup en su mano. Hijikata salto del susto al ver esa asquerosa cosa roja cayendo en brazos de Kagura.
-Esto es patético.- Dijo Kagura mientras tenía a Hijikata en brazos.
-¿Q-Q-Que estás haciendo Sougo? – Pregunto Hijikata aterrado mientras veía que Sougo se acercaba a él.-
-Vaya, vaya, ¿Qué sucede Hijikata-san? ¿Acaso le tienes miedo a un simple aderezo? – Pregunto con una sonrisa maliciosa.-
-Capitán Okita deténgase.- Dijo el hombre del shinsengumi, pero Sougo lo ignoro.
-C-Claro que no le tengo miedo, ¿eso sería estúpido verdad? – Dijo sudando.-
-¿Te gusta el kétchup? – Pregunto serio.
-¿Eh? – Dijo Hijikata un tanto aturdido.
-Pregunte que si…-Se fue acercando.- ¿TE GUSTA EL KETCHUP? – Pregunto exaltado mientras introducía el kétchup en la boca de Hijikata muy bruscamente.-
-¡NOOOOOOOOOOOO! – Exclamo Hijikata al sentir esa cosa asquerosa en su boca.
Unos segundos después Hijikata se encontraba sin vida en el suelo.- ¡Capitán, lo mato! – Exclamo el hombre del shinsengumi.
-No está muerto, solo se le fue el alma.- Dijo despreocupado.
-¡Eso es horrible! – Exclamo el hombre del shinsengumi.
-Oye china, ¿A dónde vas? – Pregunto Sougo al ver que Kagura se iba.
-Me voy a casa.- Dijo seria.
-Supongo que no debe ser necesario pedirte que no digas nada.-
-¿eh? – Pregunto el hombre del shinsengumi.
-Lo se.- Dijo Kagura seria mientras se iba.
-¿Eh? ¿Qué sucede? –
-Nada de tu conveniencia. Vamos, lleva a Mayora 13 al cuartel.-
