N/A: Hola a todos y todas, desde ya gracias por abrir esta página.

Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen, aunque no me molestaría rentar a Ikki! Jaja

La historia está inspirada en parejas poco convencionales. Contiene escenas de sexo y lenguaje adulto así que si eres sensible o no tienes edad suficiente, cierra esto!, sino continua bajo tu responsabilidad.

Da lugar luego de la batalla contra Hades.

En todos los capítulos habrá lemon.

Sin más que decir… a leer!

Cursiva: flash back y pensamiento.

o - o - o - o

Lo que dejamos atrás

La suave brisa de primavera soplaba, los rayos del sol acariciaban las flores que crecían por doquier, la primavera había llegado. Con ella nuevas ilusiones, nuevos sueños, nuevas vidas y por sobre todo, sorpresas.

Ya habían pasado casi 2 años desde la batalla contra Hades, la inmensa sabiduría y amor de Zeus trajo a todos los caídos a la vida.

Fue en ese instante cuando el gran Dios del Trueno les comunico a todos, haciéndose presente en cuerpo, que las guerras santas habían finalizado. Sí, ya no mas, nunca más.

Habiendo hecho esto reencarnación de Athena, Saori Kido, al fin lograría tomar posición completa de su cuerpo.

Athena termino su misión, ella se iría, no sin antes agradarle a sus valientes caballeros, dándoles como obsequio una vida normal y plena.

"Estoy orgullosa de mis valientes caballeros."- dijo utilizando todavía el cuerpo de la heredera Kido para comunicarse.- "Nunca olviden que su Diosa los ama y que siempre velaré por ustedes, mis valientes Santos, los Santos de Athena."- Sin decir más desapareció en una enceguecedora luz que cubrió por completo el Santuario, o… lo que quedaba de él. Saori cayó al suelo exhausta, siendo ayudada a incorporarse por Shun y Hyoga que se encontraban cerca de ella.

Y ahí estaban, hombres, niños, mujeres, que dieron su vida por una causa, proteger al mundo de cualquier amenaza, proteger a su Diosa, causa que ya no existía. La pregunta ahora sería, ¿Qué harían? Convengamos que nunca fueron normales, que le hacía pensar a Athena que ahora lo lograrían.

Los meses pasaron convirtiéndose en años, las heridas sanaron lentamente, pero sanaron al fin.

Los jóvenes, que aun eso eran, comenzaron a descubrir que la vida, valía la pena ser vivida.

Muchos se marcharon a donde estaba lo que ellos llamaban "Hogar", otros se quedaron, ya que aún estaban en búsqueda de él. Ahora eran toda una gran familia viviendo bajo el techo de la Mansión Kido, aprendiendo a quererse, tolerarse y sobre todo a respetarse.

Saori Kido era ahora una mujer completa, hermosa, fuerte, divertida, solo que no sabía cómo comportarse frente a ellos, no sabía ser ella misma. Sabía bien lo que le gustaba, y no tenía que ver exactamente con sus responsabilidades en la Fundación. Su espíritu rebelde comenzó a salir a flote. Su fanatismo, casi enfermizo, por el futbol quedándose a ver partidos hasta altas horas de la madrugada con una cerveza en mano y nachos con queso hechos por ella… bueno ella los había puesto en el microondas.

Su sentido del humor, extraño cierto, pero que casi todos comenzaban a entender y disfrutar. Sus salidas nocturnas que ponían loco a Tatsumi, pero después de todo era solo una chica, rodeada de chicos…

Junto a ella vivían todos sus Santos de bronce, sus hermanos, a excepción de Seiya que había vuelto a su departamento. También Milo, Camus y Death Mask, pero solo transitoriamente. Saori y el caballero del Pegaso comenzaron un romance, oculto al principio. Lo único que importaba ahora era que Seiya iba a contraer matrimonio con Miho. Según él por una promesa hecha antes de irse a pelear al santuario… porque la palabra vale mucho, porque él era un hombre de palabra. La noticia los sorprendió a todas, pero más a alguien en particular…

Flash Back

Era una noche como tantas otras en la Mansión, todos los bronce se encontraban presentes y algunos caballeros Dorados que vinieron de visita, estaban Milo, Camus, DM, Aioros y Shura. Todos riendo, Saori puso flamenco y comenzó a bailar, Shura estaba emocionado, le había recordar sus raíces, ya pronto partiría a España, su tierra.

Se encontraban presente también las novias de alguno de sus caballeros y amigas de la pelilila, habían pasado por tanto que terminaron por crear fuertes lazos de amistad, después de todo no era fácil hacer amistades que no tengan que ver con la vida que ellos llevan, las terminarían tachándolas de locas y eso no es algo bueno.

Así June estaba sentada sobre Shun, riendo y peleando con Ikki, el hermano sobreprotector de su amado Andrómeda.

Shunrei junto con Shiryu, que hacía muy poco habían contraído matrimonio en China, cumpliendo el sueño de la hermosa morena, de convertirse para siempre en la compañera del Dragón.

Se encontraba también Hyoga junto con Freya, ella solo estaba de visita de negocios, pero todos sabían que no era así, lo hizo para ver al hermoso rubio que le había quitado el aliento hacia ya mucho.

Todos reían, hablaban, brindaban. Era de esas reuniones no planeadas, y que eso las hace especiales. Seiya hace presencia en la sala.

-"Saori, tienes un momento por favor"- dijo en voz baja acercándose a la chica mientras ella baila al ritmo de la música.

- "Claro…"- Saori voltio para encontrarse con esos hermosos ojos cafés, definitivamente estaba enamorada de ese hombre. Estaba visiblemente sonrojada, ya hacía varios meses que habían empezó algo así como una relación, y pocos desde que ella le había entregado su virginidad al moreno.- "¿Que sucede Seiya?"- pregunta con su tono despreocupado, estaba segura que la tomaría por la cintura, la besaría salvajemente y le haría el amor en el primer cuarto que logren entrar, siempre era así

Pero para sorpresa de Saori, él no hacía nada se quedo estático mirándola

-"¿Sucede algo Seiya?, no me asustes,¿ estas bien? ¿Es Seika? Le paso algo?"- Saori comenzaba a desesperarse, a su mente vino Seika, la hermana del caballero del Pegaso, que por fin había encontrado. La chica se acercó a él tomando su mano. Ella se encontraba en Europa a causa de trabajo.

-"No" – articuló al fin- "Seika está bien y te envía sus cariños, dijo que compro ese vestido que habían visto por catálogo" – dijo formando una media sonrisa, Saori rió y entrelazó sus brazos en el cuello del chico.

- "Bien, entonces supongo que tendrás tiempo para mi, todos están muy ocupados ahí dentro" – decía coqueta refiriéndose a la sala donde todos se encontraban- que te parece si tu y yo nos tomamos unos momentos, te extraño…- hablaba mientras rozaba sus labios a los de él. El moreno no pudo contenerse mas, literalmente la arrastro hasta una oficina que estaba en la planta baja, comenzaron a besarse con desenfreno, acariciando todo el cuerpo de la mujer, de su mujer.

Saori le quitó la camisa y desabrochó sus pantalones. Seiya sentía como la sangre bombeaba en su entre pierna, no resistiría mas, ella lo volvía loco, de verdad loco.

Saori llevaba un vestido entallado, negro, strapless, Seiya bajó el cierre y este cayó, revelando sus bien formados senos, tan hermosos, sin esperar más comenzó a besarlos y lamerlos, ella era de él y de nadie más. La sentó en el escritorio para poder tener una mejor visión de su cuerpo.

Saori jadeaba, pasó sus manos por el cabello del moreno entrelazando sus dedos, Seiya acariciaba el muslo interno de la chica al mismo tiempo que apretaba sus senos con su boca, succionándolos, pasó un dedo sobre su intimidad, su ropa interior estaba mojada, pedía a gritos sentir su hombría dentro.

De un solo movimiento arrancó sus bragas, separó sus piernas y la embistió, entrando de una sola vez. Saori ahogó un grito. Seiya comenzaba a moverse rápido, ella mantenía su ritmo, él la tomó de sus muslos, presionando, para así hacer más profunda su penetración. La chica estaba perdida en éxtasis, sus encuentros siempre eran furtivos, no dejando de lado la ternura y el romanticismo. Pero esta vez fue diferente, pura pasión los dominaba se necesitaban. Saori repetía una y otra vez su nombre, le faltaba poco para llegar al clímax.

Él entraba y salía con una brutalidad delicada, haciendo que la chica se estremezca. Apretaba con una mano sus senos, mientras que con la otra la tomaba de la cintura, haciendo que las embestidas fueran más fuertes. Besaba la boca de la chica de manera pasional, profunda, su lengua exploraba toda su cavidad, las lenguas se entrelazaban, mordían sus labios. Ya no aguantaba más, estaba por llegar.

"No te vengas dentro Seiya, por favor…" - pudo articular Saori llegando al orgasmo ella también, tiró su cabeza hacia atrás llegando al cielo.

Seiya salió de ella esparciendo su semen en el estomago de la chica.

Ambos jadeaban, necesitaban recuperar el aire, Saori mira fijamente a su caballero más fiel a los ojos.

"Eres hermosa, te amo"- dijo él para luego besarla en los labios. Escondió su cabeza en el cuello de la pelilila, se sentía tan mal por hacerle esto, tan mal…

Era increíble que horas más tarde Seiya les comunicara a todos su compromiso con su amiga de la infancia, Saori no entendía nada, le gritó delante de todos, lo insultó, se lo merecía.

"¿Cómo puedes hacerme esto?, ¿cómo puedes hacernos esto?, acabas de acostarte conmigo Seiya, acabamos de hacer el amor y anuncias esto"- Nadie hablaba, estaban sorprendidos, no por el hecho de que ellos habían hecho el amor. Si no porque por lo que decía Saori fue hace un instante, y ahora él sin más, al parecer sin decirle nada a ella, tiraba esta noticia.

"Ni siquiera tuviste la valentía de decírmelo antes. No te llames a ti mismo hombre Seiya Kido, no lo eres".-

No aguanto las miradas sobre ella, por lo que opto por salir corriendo del lugar, June se levanto casi al mismo tiempo con Shun y fueron tras ella. Shunrei estaba paralizada, solo podía pensar en el corazón de su amiga, destrozándose.

Los demás no decían nada, hasta que al fin Hyoga se acercó al Pegaso.

"Realmente ¿estás seguro Seiya?, no seas idiota"- dijo sin siquiera mostrar una reacción facial.

Los caballeros dorados presentes no sabían qué hacer, Aioros se sintió triste por el Pegaso, después de todo aunque para el moreno era un secreto, todos sabían de su relación con la ex reencarnación de Athena.

"No la lastimes más Seiya, no se lo merece. De verdad"- las sabias palabras de Shiryu hacían eco en su mente.

Así fue como Seiya tomó sus cosas, y volvió a su antiguo apartamento. Dejando a la chica destrozada, que ni quiera salía de su habitación, no comía, muchos menos tenía contacto con otros. Sus pilares indispensables por aquellos tiempos fueron sus amigas June, Shunrei y Freya. Al igual que sus hermanos del alma.

Fin del flash back

La mansión estaba siempre llena de gente, era un lugar alegre, donde poco a poco ella fue encontrando su lugar. En teoría era la dueña, pero nunca se sintió así, nunca sintió este lugar como el de pertenencia.

Shiryu había comenzado a estudiar Filosofía, mientras que Shunrei dictaba clases a niños en la escuela y daba clases de apoyo en el orfanato. Estaba transitando su cuarto mes de embarazo, motivo principal por el cual se mudo a la mansión para que todos pudieran ayudarla, y así estar cerca de su esposo.

Shun por su parte, estudiaba producción de cine, June vivía con él en la mansión cuando iba de visita a Japón, ya habían formalizado su relación y solo restaba que Shun termine sus estudios para poder casarse.

Hyoga, vivía un poco en la mansión y otro poco en Asgard, puesto que extrañaba mucho a Freya. Ella no podía irse definitivamente a Japón, puesto que tenía responsabilidades que cumplir junto a Hilda, pero se las arreglaban bien. Hyoga viaja seguido y ella también lo hacía a Japón. Milo, Camus y DM, aun no sabían que hacer de su vida así que solo estaban ahí… Mataban su tiempo molestando a los bronces, jugando a la play, al wii. En fin, de todas formas tenían inversiones aquí y por allá, así que nunca estarían con las manos vacías.

Ikki se había ido hacia unos meses, sin rumbo fijo, sin que nadie supiera donde estaba. Ni siquiera su hermano, solo recibía alguna que otra carta de que se encontraba bien, pero de diferentes lugares, siendo imposible para Shun poder contestarle.

Él era un lobo solitario, que no podía olvidar todo el dolor de su vida. Aunque había algo, mejor dicho alguien que mantenía ocupados sus pensamientos últimamente.

"Saori… "- las palabras escapan de sus labios, no sabía porque había pensado en ella tanto. Será que en su estadía en la mansión, la conoció más… mucho más de lo que jamás se hubiese planteado.

Flash Back

Saori se encontraba destrozada por la noticia que Seiya les había comunicado a todos. Luego de eso no volvió a hablar con él. Seiya la había llamado todos los días, mas de 10 veces por día, pero ella nunca lo atendió, jamás devolvió sus llamadas, poco a poco él dejo de hacerlo. Ella ya no salía de su habitación más que para comer algo cuando Shun se lo rogaba, Shunrei usaba a su embarazo como pretexto de sensibilidad y todos se juraban no tocar el tema de Seiya, ni de una boda, nada, delante de ella.

Saori había perdido peso, estaba muy delgada, las manchas negras bajo sus ojos delataban que no tenía un buen sueño, realmente no dormía nada. Ya no hablaba, ni reía, ni hacia uso de ese humor extraño. Ya no se escuchaba flamenco en la casa, ni a ella tarareando alguna que otra canción.

Una noche Ikki regresó tarde de esas caminatas que le gustaba realizar solo por los alrededores de la Mansión. Al entrar a la sala pudo ver el reflejo de la televisión, se acercó al sofá, todo estaba a oscuras.

Para su sorpresa logró divisar a la muchacha que alguna vez fue su Diosa. Tenía su cabello atado, cayendo de costado, un short algo revelador de jean y una remara de los YANKEES que le quedaba muy holgada. Estaba tan compenetrada con lo que veía que no se percató de la presencia de Ikki.

Este aclaró su garganta, la chica lo miro exaltándose, la había asustado,…¿ porque siempre asustaba a todo el mundo?

-"Ikki… me asustaste…"- lo miraba fijo, sus ojos azules lo atravesaban, nunca se había percatado que eran muy lindos, grandes, la hacían ver interesante- "¿quieres sentarte?, tengo cerveza y palomitas," - decía mientras le hacia un gesto con su mano para que se una a ella –"solo no hables cuando empiece eh-" refiriéndose a lo que estaba viendo.

- "¿Novelas?, no gracias no me gustan esas cosas Saori-" dijo mientras se daba media vuelta.- "que descanses."

- "No estoy viendo una novela"- apenas escucho, cuando su voz fue superada con la música del programa, esa música, él la conocía, él la tarareaba siempre, pero no podía ser, no era real, ella estaba mirando FUTBOL!. Ikki se volteo sorprendido hacia el televisor, era EL partido de la temporada, el más importante, el que definía todo. Sin más se sentó junto a ella. Saori le alcanzo una cerveza sin siquiera mirarlo, él la tomó. Definitivamente esta chica no dejaba de sorprenderlo.- "Gracias…"-

- "SHHHH come"- Saori le paso las palomitas, él sonrió esto si era gracioso, muy gracioso.

Esa noche se durmieron a las 5 am, se quedaron hablando de futbol, jugadores, partidos y tácticas de juego. Cosas tan superfluas, que él jamás creyó compartir con ella.

Sus gustos eran parecidos, curiosamente pensaban lo mismo de la gente que conocían, Ikki rio, rio como hacía mucho que no lo hacía, ella también lo hizo, olvidando por un momento todo el dolor que Seiya le causó al haberla dejado.

Se percataron que era tarde, Ikki se levantó y fue directo a su habitación sin siquiera acompañarla a ella. Al cerrar la puerta de su alcoba se quito su ropa, fue al baño, decidió tomar una ducha. No podía sacar de su cabeza la risa de Saori, sus ojos, sus labios rojos, nunca antes la había notado.

Se sintió extraño, a él no le interesaba ella, ¿por qué el rato que pasaron fuera lo afectó tanto? Salió de la regadera, envolvió una toalla sobre su cintura y se costo en la cama. Miraba el techo, recordó todas las veces que había peleado a su lado. Aunque realmente no lo hizo por ella, sino por su hermano Shun, que ya estaba pronto a casarse. Tenía una vida… y él, el viejo Fénix… no tenía nada. Su hermano ya no lo necesitaba. Definitivamente era hora de partir. Luego la imagen de la pelilia se le cruzo, no supo porqué pero se dijo a si mismo..

-"Aún no es el momento de irme, aún no…-" sin decir más el sueño lo venció.

Sus encuentros se hicieron más seguidos, veían futbol, comentaban futbol, discutían acerca de futbol. Hasta que una noche, luego de un partido, ella se animo a preguntar.

"¿No hay nadie especial en tu vida Ikki?"- sin más soltó ese comentario.

Ikki ni siquiera la miró, ni se inmutó -"Claro, mi hermano"- tan seca fue su respuesta, mientras miraba la cerveza helada que tenía en su mano.

"No me refiero a eso, hay alguna persona especial, ya sabes que quieras…."- Saori no sabía por qué demonios estaba preguntando eso pero lo hizo.

"No, no la hay"- Ikki dijo serio, Saori se sintió incomoda, se iba a levantar e irse, hasta que Ikki volvió a hablar –" la hubo, antes, hace mucho tiempo, pero ella ya no está conmigo. Ella murió"- soltó sin más el Fénix, Saori no sabía que decir, no quería arruinar el momento, al fin Ikki le revelaba algo de su vida y no podía desaprovechar esto con algún comentario estúpido.

"Lo lamento, no debe de ser fácil" – ESTUPIDA, se reprochó mentalmente.

"No lo es, pero al menos sé que esta en algún lugar mejor."- El chico de cabello azul dijo para sorpresa de Saori. Hubo unos minutos de silencio, pero no incomodo, siempre había esos minutos de silencio entre ellos- "¿Cómo estas tu con todo el tema de Seiya?"-

¿Saori escuchó bien?, le estaba preguntando cómo se sentía. ¿ Por sus sentimientos?, notó la mirada de Ikki, esperando una respuesta.

-"Emm, yo… estoy, creo que eso importa, estaré bien, soy una chica fuerte"- diciendo esto último le guiño su ojo al hermoso hombre que tenía enfrente. Dios… acababa de coquetearle a Ikki, ¿qué estaba haciendo?. Era Ikki, amigo de Seiya, el eterno reprochador de todo, el señor "odio el romance te lo juro".

Ikki solo se limitó a sonreír, que sonrisa tan hermosa, solo eso pensaba Saori. De repente él se paró de su silla, se iba a su habitación seguramente. Pero algo la sorprendió a ella, él la miraba expectante, como esperando algo.

-"Vamos te acompaño a tu habitación Ori" – así la llamaba ahora, no le gustaba pero saliendo de Ikki, sonaba agradable.

El trayecto hasta su habitación se hizo eterno, ninguno de los dos hablaba. Hacía tiempo que se sentían raros con respecto al otro. Al dejarla en su habitación Ikki sintió el impulso de besarla… ahí estaba parada ella, se veía hermosa, con ese vestido verde agua tan corto, de breteles finos.

Él era un hombre que hacía mucho no tenia sexo, y esta chica estaba parada frente a él semidesnuda. Reprimió esos instintos y se despidió haciendo una mueca con el rostro. Algo lo detuvo, giró para ver a Saori tomar su brazo, ella acercó su rostro al de él.

"Gracias por el rato, la pasé genial, como siempre"- susurro para luego entrar a su habitación y cerrar su puerta.

Ikki se quedó inmóvil, algo había en esa chica que lo hacía sentir como un animal, quería derribar esa puerta besarla y hacerla suya. Esto estaba mal, debía irse….

A la mañana siguiente Ikki ya no estaba, se había marchado.

FIN DEL FLASH BACK

Ikki se detuvo frente a una gran reja…. la Mansión Kido, era hora de regresar, era hora de hacerle frente a sus sentimientos, o como sea que se llame lo que le pasa.

Continuará…

o - o -o - o

Díganme que les pareció por favor! R/R Es mi primer fic…

Dedico esta historia especialmente a mi buena amiga Mako, como es conocida por estos pagos Madamoiselle Rousseau, gracias amiga, sin ti jamás me hubiese animado. Te dedico este trabajo y todos los futuros. Eres mi inspiración y mi mas grande apoyo.

Nick Rivers.. Romancero Gitano.