Londres a Medianoche.
Recogí mi cabello para no tener que lidiar con el mas tarde. El frió golpea la piel de mis brazos y me hace estremecer, maldigo en silencio no haber llevado un abrigo. Me encontraba fuera de la casa de unos amigos de mi hermana, todas las luces estaban encendidas y la música acababa con el silencio de la ciudad. Estaba arreglando un mechón que había quedado suelto cuando sentí una mano tirando de mi brazo con fuerza.
—¡Vamos! Hay mucha gente que te quiere ver —dice mi hermana gritando.
—Miren a quien tenemos aquí —dice una chica de ojos azules en cuanto entro a la casa—. La pequeña princesa Clayworth.
—Hola, Mérida —dice burlándose un chico—. ¿Donde has dejado el arco?
—¡Eh, chicos, no la molesten! —les dice mi hermano y me arrastra de la cintura hasta la cocina de la casa.
—Mi cabello no es tan naranja, ¿o si? —le pregunto a mi hermano.
—Para nada, Weasley —dice riendo.
—¡Oye! —le respondo. El solo sonríe y sus ojos azules brillan como un caleidoscopio.
Nicholas Clayworth (19 años), Nick, para sus amigos. El es mi hermano, aunque no nos parecemos en nada, el es alto y yo soy mas del tipo bajita, o al menos eso dicen todos. Nick tiene un cabello perfecto, rubio y desaliñado; y el mío: demasiado rojo para ser considerado pelirrojo, y muy claro para no serlo, ademas de que nunca se acomoda, tiende a esponjarse y siempre falla al intentar formar unos rizos. Nick tenia los ojos azules, aunque era difícil decirlo porque parecían cambiar de color; y yo por otro lado, soy una mutación de heterocromia. Nick era el chico que todos querían cerca, el simpático, el mas guapo, el mas caballeroso, el que todas las chicas e incluso algunos chicos quisieran llevarse a casa y no solo una noche; yo era la chica de la que todos se burlaban, la que no podía conseguir conservar amistad alguna, la chica a la que las demás personas usaban para llegar hasta alguno de sus hermanos. Si, no nos parecíamos en nada.
—¡Eh, chicos! ¿Donde se habían metido? —grita mi hermana desde el otro extremo de la habitación.
—Creo que seria mas adecuado que nosotros te preguntáramos eso, Kat —dice mi hermano.
—Bueno, solo he ido a saludar —responde mi hermana sonriendo.
Katherine Clayworth (18 años), Kat, Katty, chica maravilla. Kat es mi hermana y al igual que Nick, no comparto ningún "gen maravilloso" con ella. Kat es delgada, tiene piernas muy largas y un trasero bien formado, largo cabello rubio, ojos azules, los de ella mas fríos que los de Nick. Kat era una reina de concurso de belleza, ademas de ser simpática, comunicativa, extrovertida, y bastante informada.
—Vamos, Mel, diviertete un poco, te lo mereces —dice mi hermana tirando de la liga de mi cabello y dejando que este caiga sobre mis hombros—. Así te ves menos... antisocial.
Si, esa soy yo. Melody Alexis Clayworth, Mel, Melly, Alex, Lexi, mas conocida como la chica fantasma, la hermana de Kat, la hermanita de Nick, la chica Weasley, Merida, "oh, mira ahí va Ariel", "no me había fijado que estabas aquí", "¿Tu cabello es natural?". Alexis la chica pelirroja, la de piel pálida y ojos imposibles, la chica rara, la que no le habla a nadie, la gorda anorexica, la bulimica asquerosa, la bruja. Esa soy yo, y no hay nada parecido a una melodía en mi, solo soy la chica que esta ahí por si alguien tropieza con su cadáver.
—¿Puedo regresar a casa? —les pregunto—. Venga, no conozco a nadie aquí.
—¡Claro que si! Mira aquí esta... —dice mi hermana y voltea a su alrededor—. ¡William!
Kat corre por un chico castaño y lo trae hacia nosotros arrastrando.
—Aquí esta Will, a el lo conoces desde hace tiempo —dice Kat.
—¿Que tal, Lexi? —dice Will sonriendo confundido.
—Vale, los dejaremos solos —dice Kat y se lleva a Nick detrás de ella.
—Hola, Will —digo con una sonrisa—. No tienes que hacer esto, ¿Sabes?
—Sabes que me gusta estar contigo —dice Will suelta una risa nerviosa—. ¿Te parece si salimos?
Nos sentamos fuera de la casa, en el jardín. Platicamos por un largo rato y después Will cambio la platica drásticamente.
—Alexis —dice de repente muy serio.
—¿Si...? —pregunto nerviosa.
—Yo... Es decir, tu... —empieza a decir y se sonroja—. Tu eres muy linda.
Me quedo callada sin saber que decir.
William Hampton, familiar directo de la realeza. Edad: 17 años. Cabello: castaño claro, ondulado. Ojos: color tormenta. Lo mas accesible parecido a un príncipe, aunque después de conocerle a el no quedan ganas de cambiarlo por ningún otro chico.
—Me gustas tu —dice de repente sacándome de mis pensamientos.
—Will... ¿qué...?—logro balbucear.
—Me gustas, Alexis —dice mas tranquilo—. Siempre me has gustado, pero no sabia como decirtelo.
—¿Por qué yo? —le pregunto agachando la mirada.
—Porque eres hermosa —dice solamente y me da un beso en los labios.
