-Prologo-
Había ensayado todo perfectamente, para evitar crear un trabalenguas mientras intentaba decirle a Adrien lo que sentía por el. Era San Valentin así que este año iba a ser diferente al anterior. Este año ella estaba segura de que por fin podría declarar sus sentimientos al ojiverde. Aparte Tikki la había animado y ayudado a ensayar.
Había llegado a la escuela temprano, en sus manos sostenía una caja macarons de la tienda de su padre.
-Tu puedes hacerlo-saludo Alya al verla con la caja
-Estoy muy nerviosa-se sinceró la ojiazul llevando la mano desocupada al pecho-Pero este año estoy decidida.
-Tranquila, lo harás muy bien-alentó la castaña
Esperaron en la entrada hasta que llegará Adrien. No tardo mucho para que el auto donde iba el objetivo de la chica se estacionara frente a la escuela.
-Es tu oportunidad Marinette, ve, anda. Te espero aquí-dijo dándole un empujoncito, ella estaba detrás de las escaleras.
Suspiró profundamente para calmar sus nervios, caminó decidida hacía el ojiverde.
-Hola Adrien-saludo con su habitual y radiante sonrisa.
-Hola Marinette-habló el ojiverde educadamente respondiendo a la cordialidad de ella.
-Toma-le extendió sin más aquella caja, el sonrió con curiosidad.
-Muchas gracias Marinette-el por impulso puso su mano sobre la cabeza de la chica acariciando su cabello.
El corazón de latía tan rápido que casi le era incomodo respirar. Intentó calmarse antes de soltar lo que tena que decir
-No hay de que. Es por San Valentin-Adrien no se había dado cuenta a que iba todo esto-Adrien, ne..ne...necesito decirte algo- tartamudeo muy nerviosa
-Dímelo-
-Realmente... tu-suspiro para calmarse-tu... me gustas mucho-su cara estaba tan roja, estaba segura que en estos momentos se veía completamente ridícula. Pero ya lo había hecho, no había vuelta atrás.
El ojiverde parpadeo sorprendido. Se puso pensativo por unos momentos y rascó su nuca en busca de respuestas.
-Marinette, eres muy linda-intentó seguir con delicadeza- Pero la verdad es que no puedo corresponderte, lo siento mucho, A mi me gusta otra chica.
La ojiazul se mordió el labio inferior, intentando reprimir las lagrimas. Respiro hondo para cortar ese sentimiento pesado en el pecho. Y es que las ultimas palabras del rubio resonaban una y otra vez en su cabeza.
-Ya veo-dijo con desgana-esta bien-mintió, intentó articular una sonrisa, pero en esos momentos era muy difícil.
-Pero seguiremos siendo amigos ¿verdad?-
-Claro que si-
Adrien siguió su camino, sintiéndose algo culpable por lo anterior. No era la primera vez que rechazaba a alguien pero Marinette era una persona muy agradable, se sentía un poco mal por no poder corresponderle pero su corazón estaba ocupado por Ladybug.
Alya le dio un abrazo a su amiga. No se esperaba venir eso. La ojiazul aprestó sus labios para evitar hacer un puchero pero era tarde las lagrimas había comenzado a salir sin su permiso.
