Antes de servir al Señor tenebroso, Severus Snape sin saberlo ya se había convertido en padre. Doce años después descubre que tiene una hija y ahora será su responsabilidad cuidar de ella
¿Cómo será la vida de nuestro Profesor de Pociones Favorito? y peor aun ¿Como cambiará la vida de Marie ahora que tiene que vivir con el hombre que es su padre?
La historia comienza un año antes del ingreso de Harry y amigos a Hogwarts.
Todos los personajes son propiedad de JK Rowiling, excepto Marie y alguno que otro más son de mi imaginación.
Escuché la voz de mi padre al otro lado de la puerta, y dudé que fuera él, pero el acento y su voz fuerte me indicaron que así era... recordé cuando lo conocí y las circunstancias en que esto ocurrió.
De pequeña solo conocí a mi madre y muy poca familia, tíos y personas mayores, con el tiempo, nos quedamos solas. El mundo solo éramos ella y yo y no hacía falta nadie más, ella me enseñó el respeto y la tolerancia los demás, a afrontar los problemas y sobrellevar la vida por dura que esta fuera, a distinguir entre el bien y el mal y aceptar a quienes son diferentes a nosotros, pues nosotros también somos diferentes para algunos, a tolerar y respetar las mismas diferencias, pero también a tener un punto de vista objetivo, imparcial y defender mis ideales, a tener confianza en mí, seguir mis planes y avanzar siempre; confiaba en mi ciegamente y estaba segura que podría llegar hasta donde yo quisiera siempre que tuviera la voluntad de hacerlo.
Solo ella y yo en este mundo tan grande, realmente no necesitaba de mucho mientras ella estuviera a mi lado, una pequeña casa, y una habitación que compartíamos las dos. La educación que recibí fue la básica en casa, con mis tíos abuelos antes de que murieran, pero sobre todo mi madre, al finalizar el día, revisaba mi avance y me enseñaba lo que sabía del mundo mágico, al cumplir los once años su situación le permitió enviarme a un academia de magia regular, donde era feliz y aprendía rápidamente, el nivel que tenía en las materias era bueno aunque no excelente como ella tal vez lo esperaba, me dediqué un poco mas hasta que las notas eran las mejores, y ella estaba orgullosa, yo era feliz viendo lo contenta que estaba con su hija y su desempeño en la escuela.
Era feliz, pero no todo puede ser perfecto, por algún motivo que ignoraré siempre las personas de gran corazón suelen enfermar del mismo, y más cuando uno no es acaudalado, esto nos lleva a un final inesperado, si fui muy feliz al lado de mi madre hasta ese día en que la salud la abandonaba y le anunciaba el final, yo no tenía miedo de la vida, tenía miedo de que se alejara de mi, de no poder disfrutar cada día de su compañía, de dejar un hueco en mi alma que por más que quisiera no podría llenar de ninguna forma posible; Fue cuando me habló de él, noto que yo tenía miedo y me llamó.
- Marie, hija escúchame bien, no estarás sola, lo poco que me queda lo he dispuesto para tu traslado a Hogwarts.
- Madre, no quiero ir a ese lugar, quiero estar contigo siempre.
- No será posible, ya no me queda mucho tiempo y no quisiera que quedaras en un orfanato o Dios sabe dónde. Iras a Hogwarts, aprenderás, continuaras tus estudios en el mejor Colegio de Magia.
- Madre, no quiero, no acepto, no me dejaras, tu estarás conmigo te pondrás bien.
- Sabes que no será así, aquí en este mundo donde he sido tan feliz contigo me queda poco ya he cumplido lo mas que pude, y no quiero que te quedes sola, podrás estudiar allí ahora que yo ya no esté contigo.
- y... si así fuese, no podría ir a ese lugar, el nivel es superior y es un Colegio que no podría ni soñar en asistir a él.
- No necesitas soñarlo, mi tiempo se acaba y no dejare que quedes desprotegida, y además allí cuidaran de ti, tendrás amigos, los mejores profesores y... Ahí está tu padre.
Mama dejó varias cartas, una para el Director de Hogwarts, Albus Dumbledore, una para la directora de mi escuela, algunas para mi padre Severus Snape, y varias más para mí. Si, ese era su nombre Severus, yo no sabía qué clase de persona era, me dijo que era un hombre tímido, pero al parecer cambió de carácter, así que ni ella misma lo conocía ya, solo lo que mencionaron en el Profeta, diario que guardó e incluyo en una de mis cartas. Severus Snape era ahora un profesor famoso y de renombre, no dudó de él cuando se entero que era un prestigiado maestro de pociones en Hogwarts, nunca supe cual fue su reacción con la noticia de que ahora tenía una hija y había llegado la hora de tomar a la fuerza su responsabilidad.
Cuando murió mi madre la directora del Instituto contactó a mi padre, pase los primeros días de luto sola, un par de días después me llamaron, mi padre estaba en la escuela y al parecer venia por mí, me senté en un salón contiguo a la dirección y me pidieron que esperara a que me llamaran, después de algunos minutos escuchaba la voz fuerte y el acento de un hombre del otro lado de la puerta, una voz que jamás había escuchado, no entendía nada de lo que decían, estuvo cerca de veinte minutos con la directora y después ya no escuche nada, ella salió y me comunicó que en un par de días mi padre mandaría a alguien de confianza por mí.
Entonces no quería conocerme, no sé lo que le ocurrió, la Directora no supo explicarme porque no me llevaba con él, recordé lo que me decía mi madre.
- Cada uno de nosotros siempre tiene algo de confianza en sí mismo, a veces un poco más o un poco menos, dependiendo de nuestras acciones afrontaremos la vida y si estamos preparamos no será tan difícil.
Yo pensé que él no estaría preparado en ese momento o que sería una sorpresa saber que ahora tenía una hija. Después de todo hasta esa semana el no sabía nada de mi ni yo de él, tal vez tenía una familia o no quería una hija en su vida.
Mi madre me explicó lo que ocurrió con ellos, no fue una historia de amor de noviazgos y compromisos, eran amigos y en ocasiones coincidían en el parque o la biblioteca pública, lo que ocurrió, solo fue en una ocasión se encontraron, ambos estaban tristes, necesitaban de alguien más y solo sucedió, cuando ella se enteró del embarazo no quiso buscarlo, además, el amaba a otra mujer, decía ella, había cometido un error y estaba perturbado, su vida estaba desordenada y las decisiones que quería tomar le indicaron que no sería una buena idea el darle una noticia como esa, fue mejor así, el tomo un camino oscuro y no quería una vida como esa o exponer a su hija a la maldad. Por eso decidió estar sola, solo hasta los últimos días de su vida fue que le comunicó de mi existencia.
Mil Gracias por leer.
