Su promesa
Capítulo único.
Era de noche, la brisa rozaba sus mejillas frías y coloridas y hacía que cada hebra de su cabello se moviera al compás de esta.
Suspiró tranquilamente, quitó las manos del barandal de en dónde se sostenía y regresó lentamente a la habitación. Hacía apenas unos minutos que arribó a la ciudad de Los Angeles, había sido un vuelo muy agotador desde Los Alpes, así que inmediatamente que se alojó en aquel hotel se dio un baño y se relajó.
Se sumió en su silencio y entonces comenzó a recordar…
-Tú eres perfecta, toda tú eres digna de ser mía – la miró con recelo y acarició suavemente su cabello
Jill perdida en aquel transe no podía responderle a Albert, simplemente se dejó manipular siendo impotente, pero sinceramente ya se había acostumbrado a su presencia, a verle día tras día, aunque le ordenara hacer cosas horribles, ella lo hacía sin titubear y lo odiaba, lo odiaba más que a cualquier otro ser, pero… se había acostumbrado a él
-Como es que tuvimos que caer en esta… situación – se acercó a ella tanto que sus bocas quedaron separadas unos milímetros – jamás permitiré que escapes de mí – fue cortó pero intenso, un beso que jamás se esperaría, pero no era lo que él quería, él deseaba que ella le respondiera que le siguiera el juego pero era un maniquí, un títere sin sentimientos
Se sacudió la cabeza a ambos lados y se dejó caer en su cómoda cama, es cierto que pasó momentos horribles en aquel lugar… y entonces recordó sus palabras
"jamás permitiré que escapes de mí"
-Me pregunto… si cumplirás tu promesa… Albert.
