Capítulo 1
La Corporación Kaiba era la empresa más rica del mundo, se dedicaba a la fabricación de juegos, su dueño era Gozaburo Kaiba, el cual no tenía hijos, así que adoptó a dos, Seto y Mokuba. Ambos eran hermanos pero sus padres murieron tiempo atrás así que terminaron en un orfanato hasta que Gozaburo los adoptó. Seto Kaiba estaba en entrenamiento para convertirse en el dueño oficial de la empresa pero aún le faltaba actitud y sobre todo respeto por los demás, porque no sentía afecto por nadie.
Kaiba se levantó molesto, como la mayor parte del tiempo lo estaba, se vistió, ordenó de mal humor que lo llevaran a la compañía con su padre. Al llegar, pasaba por todos los pasillos tratando mal a todos los empleados y estaba muy enojado.
-¿Qué haces, Seto?-preguntó Gozaburo cuando vio a su hijo llegar demasiado molesto.
-¿Es cierto que me comprometiste con una mujer que ni conozco?-puso sus manos en el escritorio de su padre.
-Seto, no me hables así.
-Responde.
Gozaburo lo miró severamente y Kaiba supo que no lograría sacarle la información si no le hablaba con respeto.
-Por favor-dijo bajando la mirada molesto y su tono de voz.
-Es cierto, te comprometí con la joven Vivian Wong, es de una familia rica.
-¿Por qué lo hiciste?
-Ahora que te convertirás en el nuevo dueño oficial de la compañía necesitas tener una mujer a tu lado así que busqué una chica a tu nivel.
-Ya te dije que no quiero casarme ¿Por qué me molestas con eso aún?
-¿Es por esa chica?
Kaiba no supo qué responder y se quedó callado unos minutos.
-Lo sabía, aún estas herido por esa mujer.
-Claro que no, pero no pienso casarme con nadie, al menos por ahora.
-De todos modos la boda no será tan pronto, así que tendrás tiempo de conocerla bien, ya hablé con sus padres sobre el asunto.
-Pero padre…
-Está decidido.
Kaiba lo miró y salió molesto, no podía poner resistencia cuando se trataba de obedecer las órdenes de su padre adoptivo. Lo respetaba mucho y había sido un buen padre para él y su hermano Mokuba pero eso no quería decir que estuviera de acuerdo en casarlo con alguien que no conocía cuando ya había dejado claro que no quería saber nada de novias desde lo sucedido con su anterior pareja.
Kaiba llegó a su oficina y unos minutos después Mokuba apareció allí.
-Hermano ¿es cierto eso? ¿Te vas a casar?
-Parece que sí.
-Pero tú dijiste que no querías saber nada de mujeres desde…
-No lo repitas.
-Lo siento.
-Mi padrastro cree que debo de casarme cuando me convierta en jefe oficial de la compañía.
-Pero si tú no quieres no deben de obligarte.
-Lo sé, Mokuba, pero si él lo dice no puedo hacer nada para seguirle la contraria.
-¿Quieres que hablé con él del asunto?
-No, gracias. Esto lo tengo que arreglar con él personalmente.
Mokuba también era obediente cuando se trataba de seguir las órdenes de Gozaburo pero no apoyaba que se obligara a algo a su hermano mayor, sobre todo cuando el matrimonio estaba de por medio, si bien Mokuba no comprendía todo lo relacionado a la pareja entendía que era algo que se debía realizar con amor y responsabilidad.
Kaiba estuvo todo el día en la oficina molesto, pero no le quedó de otra más que esperar a la típica cena familiar para discutir el asunto con su padre.
-¿Se puede saber el motivo por el que haces esto?
-Es importante que tengas una esposa si vas a dirigir la compañía.
-Tú no tienes.
-La tuve.
-No veo el motivo para que hagas esto.
-Quiero que hagas tu vida y que te olvides de todo lo relacionado a esa chica.
-Ya te dije que está en el olvido.
-Lo dudo mucho.
Kaiba supo que su padre no cambiaría de opinión, se levantó y se fue, Mokuba se acercó a su padre.
-Papá, ¿lo haces para que la olvide?
Gozaburo se puso serio y reflexionando.
-Mokuba, Seto aún sufre por esa chica y mientras no esté con otra mujer no conseguirá olvidarla.
-Pero Seto está haciendo su mejor esfuerzo por olvidarla.
-Lo sé, pero no es suficiente, he visto cómo sufre aún por ella.
Kaiba entró a su habitación y rompió algunas cosas encolerizado, después se acostó en su cama y miró el techo por largo rato. No dejaba de pensar en todo lo sucedido. Es cierto, no podía olvidarla, ya habían pasado 3 años desde eso y no desaparecía de su memoria.
Una semana después, se organizó la reunión donde Kaiba conocería a su prometida, Vivian Wong.
-Hola Kaiba.
-Hola Vivian.
-Ya veo, así que tú serás mi esposo.
-Y tú mi esposa.
-Al menos eres un hombre muy guapo así que no me quejo.
Kaiba no respondió, no era una chica bonita y no le agradaba. La reunión continúo pero Kaiba no estaba contento con esa chica y ella le coqueteaba cuando nadie se daba cuenta, Kaiba se levantó y se fue a su habitación y la chica lo miró fijamente, era el chico perfecto para ella.
Al día siguiente, Vivian visitó a Kaiba en su oficina.
-Hola Kaiba.
-¿Qué quieres? No recibo visitas de nadie.
-Vaya, que grosero, por eso estas tan solo.
-Disfruto mi soledad.
-Vamos Kaiba, no seas así. ¿Acaso no ves lo hermosa que soy?
Se acercó a Kaiba y se bajó ligeramente la blusa dejando destapado su hombro.
-Eres demasiado sucia.
Vivian enfureció y le dio una cachetada enojada.
-¿Cómo puedes decir una cosa así?
Salió enfurecida y Kaiba sólo sintió lástima por ella y por él mismo ya que tendría que casarse con ella.
Se asomó por el ventanal de su oficina y se quedó pensando en todo lo que se avecinaba, comenzaba a sentir que no pertenecía a ese lugar, aún extrañaba a esa mujer y sufría en silencio por ella.
Continuara...
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