Naruto & friends by Kishimoto.
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Dormir bajo techo
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-Se hace tarde. Será mejor acampar –dice dejando a Kakashi contra un árbol.
-Podemos seguir, estoy bien.
Sakura le mira levantando una ceja.
-Será mejor acampar –insiste- parece que va a llover. Y será una noche fría.
Kakashi mira a su alrededor.
-Conozco un lugar cerca. Será agradable dormir bajo techo.
-¿Dónde es?
-Una aldea costera, a poco más de un kilometro de aquí.
Ella le mira de arriba abajo evaluando su estado.
-Está bien –acepta volviendo a pasar el brazo de Kakashi sobre su hombro.
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Llegan a una pequeña aldea donde sólo hay unas pocas casas a orillas del mar. Una playa de apenas tres metros de tierra separa la inmensidad del mar de la fila de casas, a los lados una montañas protegen la intimidad de la aldea, resultando en un pequeño rincón poco conocido.
Kakashi llama a una puerta y una mujer bastante mayor abre.
-¿Quién llama a estas horas?
-Buenas noches obachan. Siento molestarla a estas horas.
-¿Eres tú, Sakumo?
-No obachan, soy Kakashi.
-¿Kakashi-kun? Dios mío, Kakashi-kun. ¡Cuánto tiempo! Mírate, eres enorme.
Kakashi afirma con la cabeza.
-Obachan necesitaría la llave de la casa.
-Claro, claro, pequeño. Entrad. Será un momento. ¿Habéis cenado algo?
Sakura desde detrás mira sonriendo. ¿Pequeño?
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-¿De quién es está casa, sensei? –pregunta mientras Kakashi abre la puerta de una pequeña casita.
Kakashi suspira
-Mía, supongo.
-¿Suya? ¿Cómo que suya?
-Era de mis padres.
-¿Este paraíso es suyo? –Sakura se gira para ver la luna reflejada en el mar.
Kakashi ríe.
-Sí, supongo que podría decirse así.
Sakura se queda embelesada mirando el paisaje.
-¿Hace cuánto que no viene? La mujer dijo que…
-Desde pequeño –la corta.
-¿Por qué tanto tiempo?
-Mi padre… -se detiene un segundo, pensando qué decir- simplemente dejamos de venir.
-¿Y nunca vino usted solo?
-No.
-¿Por qué ahora? Hemos pasado cerca de este lugar en muchas misión.
-Bueno, pensé que estaría bien dormir bajo techo.
-Mmm.
Notaba que él no quería hablar del tema. Y no quería presionarlo. Desde que habían entrado él había cambiado su ánimo. Ya no parecía cansado, parecía triste.
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-¿Quiere acompañarme? –pregunta dejando una toalla sobre el pequeño muro que separaba la playa del patio de la casa.
Kakashi niega con la cabeza.
-Hace frío. ¿Estás segura de querer bañarte?
-Puedo quitarle el vendaje. Se da un baño y vuelvo a ponerlo. Le vendrá bien -responde ignorándole.
-No es necesario. Gracias Sakura.
Sakura se encoje de hombros y sale corriendo hacía el agua.
Kakashi se queda mirando la silueta entrando al agua, sólo iluminada por la luz de la luna.
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Después de un largo baño Sakura sale del agua y vuelve al patio de la casa.
-Es un lugar maravilloso.
Él no dice nada. Sólo se queda mirando a Sakura pasarse la toalla por el pelo.
-Kakashi sensei… -duda si continuar.
-¿Hum?
-¿Por qué dejaron de venir? –no quiere ser una entrometida, pero siente la necesidad de preguntarlo.
Kakashi levanta la mirada al cielo y ella, pensando que no contestaría, sigue secándose el pelo.
-Mi madre estaba embarazada.
Sakura se queda congelada. Nunca había oído a Kakashi hablar de su madre.
-No recuerdo de cuanto estaba, pero ya se le notaba. Yo tenía tres años. Mi madre se había empeñado en pasar unos días aquí.
Sin decir nada Sakura se acerca hasta él y se sienta a su lado. Kakashi sigue mirando el cielo.
-Mi padre no había querido venir. El tiempo prometía tormenta. Pero mi madre adoraba las tormentas. Decía que la lluvia permitía a la tierra mostrar sus mejores olores.
Sakura recordó que, para ella, Kakashi olía a tierra mojada.
-Así que a pesar de todo, vinimos, por ella. –Kakashi guarda silencio unos segundos. Y Sakura se gira para verle-. Los dos primeros días todo fue como siempre. A pesar del frio y la lluvia mi madre no podía evitar bañarse. Justo como tú –dice sin bajar la mirada. Sakura clava su mirada en su perfil iluminado por la luna-. Pero luego el tiempo empeoró. La luz se fue y mi padre tuvo que salir a buscar algunas cosas. Mi madre y yo nos quedamos aquí, viendo como la tormenta golpeaba el mar, esperando a mi padre.
Kakashi se revuelve en su asiento y cierra los ojos un momento.
-Un perro que jugaba persiguiendo una bolsa cayó al mar. Y mi madre se tiró a salvarle.
Sakura nota un nudo en su garganta. Kakashi parece haber terminado de hablar.
-Sensei…
-Yo no pude hacer nada. Y cuando mi padre llegó, ella ya… ya no respiraba.
Sakura ve una lágrima resbalar por la mejilla de Kakashi hasta desaparecer en el borde de su máscara.
-Está empezando a llover.
Sakura mira al cielo. No estaba lloviendo.
-¿Por qué hemos venido aquí? -pregunta Kakashi más para si mismo que para ella.
Vuelve a mirar al cielo.
-Pensé que te gustaría el lugar.
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