Sinopsis:
Uraraka Ochako estaba cansada de todo, siempre perdonar las infidelidades de Bakugou que cometia una y otra vez, ser la burla de las amantes de su prometido, tener miradas de lastima de todos sus amigos y conocidos, ser una héroe no muy conocida, incluso había héroes que se burlaban de ella al conocer lo que le hacia su prometido a a ella, siempre estar deprimida mientras se preguntaba el porque de todo.
No, ya no más, ella no volvería a caer a las llamas de un infierno que ella misma había creado.
El nunca le perteneció y así sería siempre, ella ya no podia mas con ello.
Uraraka ya no quiere arder, quiere que ahora el arda por sus errores.
Capitulo uno:
Sacó su ropa del closet y la metió en la maleta negra que estaba abierta sobre la cama.
Trató de acomodarla lo mejor posible para que entrará más.
Estaba cansada de todo.
Había sido muy tolerante con todo lo que él había hecho.
Pero ya no, ya no más.
Él la había engañado tantas veces que había perdido la cuenta. Lo había perdonado una y otra vez por ello, y había perdido lo perdido anteriormente.
Su vista se empezaba a nublar por las lágrimas que se acumulaban en sus ojos, impidiendo que pudiera ver claramente lo que hacía, se sentía como las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, su respiración se volvía errática y el nudo de la garganta que ya tenía estaba casi asfixiando como el dolor que se sentía en su pecho.
Se sintió tan cansada de todo, no quería saber de esta manera pero ...
Tocó su vientre aún plano y lo acarició con suavidad.
¿Quién por él, qué quería que crezca o que crezca en un lugar tan ... privado?
Suspiró, soltando un pequeño sollozo, con sus manos tratadas para secar las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas.
Dolía tanto todo esto, ¿Cómo podría convertirse algo tan hermoso y maravilloso en algo tan ... Deprimente y destructivo?
No, estaba equivocada. Siempre había sido así, solo que ella no tenía ninguna cuenta antes.
Tomó el cierre y lo jaló rápidamente para cerrar la maleta, tomó un bolso de viaje y con algunas cosas que fueron importantes, abrió los cajones de su tocador, las fotos de sus amigos, las joyas que le regalaron sus padres, que eran de chapa de oro y entre otros objetos valiosos que guardo para ella.
Dejó algunos cajones vacíos; otros llenos, no quería tocar nada que le haya registrado o le haya regalado Bakugou.
No me gusta nada de él excepto a su bebé.
En el último cajón a una caja de cartón, decorada de un color rosa pastel y algunas pegatinas. La sacó de este y recordó que era, era la caja que ella había llenado especialmente para las cartas que él le había enviado.
Abrió la caja y aprecio como las cartas se encontraban perfectamente acomodadas, el olor a papel viejo inundó sus fosas nasales y también los nostálgicos recuerdos.
Recordó la primera vez que él le había hablado de manera algo peculiar, fue por medio de una carta.
Sólo tenía escrito un simple: Hey.
Ella desconcertada, le contesto un ¿Hola? y así comenzaron a hablarse por medio de cartas, no se hablaban en absoluto sin ellas. Era cierto que existe el WhatsApp pero por alguna razón para ambos era especial hacerlo de aquella manera.
De la misma manera, él le pidió una cita quien ella gritó un ¡SI! Como respuesta, ganándose el regaño de su profesor Aisawa y gruñido de Bakugou.
Tomó una carta y la abrió, sonrió de una forma que parecía más una mueca que una sonrisa, gimoteo y sintió como las lágrimas se deslizaban en su rostro y algunas se caían en la hoja que tenía escrito:
¿Te quieres casar conmigo?
El día que Bakugou le pidió que se casará con él se encontraba demasiado nervioso, sudaba mucho y gruñía de manera seguida. Uraraka no entendía el porqué, sólo iban de paseo al parque y ella no llevaba nada en especial, sólo un lindo vestido floreado con unas sandalias blancas y su cabello semirecogido.
Entonces, Bakugou se detuvo y ella también lo había hecho, volteó hacia ella nervioso y le entregó un sobre de color rojo.
¿Una carta? Se preguntó extrañada tomando el sobre, miró a Bakugou y el sólo desvío su mirada.
Abrió el sobre y sacó la hoja blanca perfectamente doblada.
La abrió y la leyó, una y otra vez lo que decía en la carta sin poderselo creer.
-¡Sí!-gritó emocionada Uraraka con lágrimas en sus ojos- ¡Si quiero casarme contigo!
Saltó a sus brazos y rió emocionada. El murmuró unas cuántas maldiciones y lo que vergonzoso que era que la gente los mirase sonriendo como unos putos imbéciles.
Pero no importaba lo que dijera en ese momento el o lo mucho que maldijera, estaba terriblemente feliz por su propuesta de matrimonio.
Vaya ironía, en el que ahora simplemente quisiera huir lo más lejos de él.
Recordó las miles de veces que Deku y Tsuyu le decían que se alejara de él, sólo le hacía daño porque él la había engañado varias veces detrás de su espalda e incluso delante de sus propios ojos.
Pero él siempre le pedía perdón de una manera donde ella no podía negársele y perdonarlo por ello.
Que estúpida.
Arrugo la carta y la metió a la caja.
No, no podía seguir así torturándose con los recuerdos del pasado, ahora eran solo recuerdos que ella quería desechar de su mente para poder seguir adelante.
Dejó la caja a un lado y cerró la maleta. No se molestó en cerrar los cajones ni en recoger el tiradero que había hecho en... esa habitación.
Tomó sus maletas y las bajo lentamente por las escaleras. Las colocó en la entrada, ya estaba a lista para irse, estaba lista para abandonar todo lo que había hecho para poderse ir a otro continente lejos de todos, lejos de él.
Cuando caminaba por las calles como civil, escuchaba a mujeres murmurar cosas de ella y del como Bakugou la había engañado con una mujer una semana antes o el día anterior. Ella las ignoraba, tragándose su orgullo junto con su dignidad, la cuál se iba por un tubo cuando lo hacía .
Algunas veces cuando iba a salvar a algunos civiles, una heroína o incluso héroe se burlaban de ella porque sabían lo que hacía su prometido o a veces la miraban con lástima.
Le asqueaba y odiaba porque la miraran, hablarán o pensaran de ella por lo que hacía su prometido.
¿Cómo pudo soportar tanto tiempo todo eso?
Subió por la caja, la tomó y bajo con ella. La colocó en la isla, tomó con su anillo de compromiso y lentamente lo deslizó de su dedo hasta quitarlo de él, sintiendo un vacío en él, lo tomó con su mano derecha y cerró su puño en él, sintiendo un dolor en su pecho que la dejaba sin respirar, las lágrimas se deslizaron en sus mejillas y de su boca sollozos, acerco su mano a la caja llena de cartas y soltó el anillo ahí, viéndolo caer sobre las cartas que se había enviado o había recibido por Bakugou.
Lo miró y lo aprecio, era un anillo de oro blanco, con una perla en medio unos pequeños zafiros a su alrededor, era hermoso.
Se preguntó en ese momento ¿Por qué hacia todo esto? ¿Era correcto huir de esta manera? ¿Dejarlo de esta manera? ¿Dejar a su bebé sin un padre?
Un recuerdo fugaz pasó en su cabeza.
El día que ella se enteró que estaba embarazada fue hace casi ya dos semanas, ella estaba terriblemente feliz, tendría un bebé con el hombre que amaba, a pesar de las "dificultades" que ellos había pasado que en realidad ignoraba, pensaba siempre que era una etapa que tenían que cruzar para poder estar juntos y felices.
Pobre ingenua, no sabía que pasaría ese mismo día.
Pensó en mil maneras del cómo decirle a Bakugou que estaba embarazada, ideó miles de maneras para hacerlo.
Todo eso se fue al carajo cuando escucho el timbre.
Al abrir la puerta se encontró con una mujer de cabello pelirrojo oscuro, ojos verdes y... con un vientre algo abultado.
Ella quedó helada, deseando y rezando internamente que no fuera lo que estaba pensando.
Pero todas sus esperanzas se fueron directo a la mierda cuando ella le dijo fríamente.
-Estoy embarazada de Bakugou Katsuki y quiero que tomé la responsabilidad.
Ella se quedó helada, sintió como la sangre se bajaba de su rostro y una fuerte presión en su pecho.
No... No podía ser cierto...
-No...-susurró horrorizada- ¡Mientes! ¡¿Cómo te atreves a venir a MI CASA y decir tal barbaridad?!
La mujer suspiró y en su bolsa que tenía colgada en su hombro derecho saco un sobre y se lo entregó.
Prueba de ADN.
-Toma-dijo sin interés- no hace mucho me hice esta prueba para que el me creyera y tomará responsabilidad de "esto".
Ella abrió el sobre y sacó la hoja, leyó y releyó el contenido de esta.
Positivo.
Bakugou Katsuki es el papá de ese bebé que llevaba aquella mujer.
Uraraka sintió como todo daba vueltas y volvió a sentir aquellas náuseas que le daban cuando apenas sabía controlar su Quirk. Todo su alrededor comenzó a flotar al igual que ella.
No... No... No... ¡NO!
-Vendré en unas semanas para buscarlo de nuevo-tomo el sobre de las temblorosas manos de Uraraka- de verdad... lo siento...
Y sin decir más, se fue, dejando a una Uraraka rota y destruida.
Bakugou había engañado de nuevo cuando él le había jurado que sería la última... y vaya... Ahora iba a tener un bebé con otra.
Desactivó inconscientemente su Quirk de golpe y cayó de rodillas, escucho como algunas cosas se cayeron y se rompieron, así como su corazón y sus ilusiones de un futuro con Bakugou.
Ese día Bakugou llegó temprano y la regaño porque algunas cosas de la casa estaban rotas, que ella no se había tomado la molestia para limpiar aquello.
Ella lo ignoró así como los días siguientes. Y él nunca le pregunto qué le pasaba ni se preocupó por la actitud que había tomado.
Durante ese transcurso de tiempo se la paso lamentando por lo estúpida que había sido y pensando en que hacer ahora.
Definitivamente no le diría que esperaban un hijo pero...
¿Qué haría para que él no la descubriese?
Hace casi dos días había tomado la decisión de irse, irse lejos de él. Espero la menor oportunidad de que él se fuese para poder huir de él.
Le había comentado a Bakugou la noche anterior que saldría a una misión a Niigata, no tardaría mucho en regresar, el sólo gruño y se fue a la habitación a dormir.
Pero sabía que jamás volvería.
Hoy era el día que ella se alejaría de todos, se alejaría de las burlas de las amantes de su exprometido, tener miradas de lastima de todos sus amigos y conocidos, ser una héroe no muy conocida, incluso de los héroes que se burlaban de ella al conocer lo que le hacia su prometido a ella y el siempre estar deprimida mientras se preguntaba el porqué de todo.
No, ya no. Estaba harta de todo.
Tomó el paquete de fósforos de la isla y la metió dentro de la caja, la agarró y se dirigió a la entrada. Al llegar a la entrada, se colgó su bolsa de viaje en su hombro derecho y con la mano libre abrió la puerta, tomó su otra maleta y salió de la casa.
Avanzó hasta la orilla de la banqueta. Soltó su maleta y caminó hacia la entrada de la casa, cerró la puerta sin molestarse en ponerle seguro porque había dejado sus llaves adentró.
Sacó el paquete de fósforos de la caja y tiró la caja al suelo, la abrió y sacó un fosforo, lo pasó rápidamente por la parte rasposa, prendiéndolo, miró el fosforo unos segundos antes de soltarlo en la caja.
Observó como poco a poco incrementaba la flama del fósforo, consumiendose las cartas poco a poco, soltó el paquete de fósforos en la caja y observó como la llama se a viva más por ello.
Se secó las lágrimas de su rostro y se alejó de ahí.
Tomó su maleta y caminó por la calle, al ver un taxi hizo la parada y el vehículo freno frente a ella.
El taxista se bajó y tomó las maletas de ella para poderlas meter en la cajuela. Ella no dijo nada, sólo se adentró en el taxi esperando que entrará el taxista.
El taxista rápidamente entró y miró a la castaña desde el retrovisor.
-¿A dónde se dirige señorita?-pregunto amablemente el taxista.
-Al aeropuerto, por favor.
El taxista no dijo nada más y se dirigió allí.
Ella iba a lejarse de su hogar, no, ella se alejaría de todos incluso de sus amigos y de su familia pero eso no importaba ahora, ella tenía que ser fuerte, por ella y su bebé.
Muy a dentro de ella quería que Bakugou ardiera como lo había hecho mucho tiempo ella misma y ahora la caja con todos los recuerdos que tenía de él.
Ella quería que ardiera y sintiera dolor por todo lo que le había hecho.
El mundo no tiene opinión ni derecho en las decisiones que estaba tomando ahora mismo, le valía un carajo ahora mismo.
Ya no importaba nada.
Ya no le importaba.
Ya no.
...
...
...
...
...
Habrá un punto de vista de Bakugou después de la huida de Uraraka, ¿Cuándo?
Cuando tenga tiempo.
La canción que me inspiro para escribir este fanfic de llama Burn de Hamilton, sería grandioso que la descarga para poderla escuchar mientras leen este fanfic y ya está en la traducción de está misma.
¿Revisión? ¿Un favorito o algún comentario?
¿Se esperaban un fanfic así?
¡Saludos!
Chicos, solo es la actualización de falta de ortografías sin embargo en serio ahorita estoy casi terminado, ahora revisado y corregido gracias a mi Beta Reader (te amo3). ¡Saludos y hasta la próxima!
