Cuidando a Yukiko:
Capitulo: "Locas"
No entiendo por que tengo que ir al trabajo con mis padres. Sera aburrido, además me dijeron que el proximo año recien podre hacer la prueba para entrar a la academia de shinigamis. Si me preguntan esto es una perdida de tiempo, ¡podría estar leyendo en casa!
-¿En verdad tengo que ir papi?- Dije mientras tiraba con suavidad el haori de mi papá para llamar su atención.
-Si Yukiko, solo tienes que ir, ademas podras jugar con tus primos- Me contesto mi papá y yo, insatisfecha, hice un mohin.
-Vamos, quizas hagas amigos- Me animo mi mamá.
-No quiero amigos, ¡quiero ir a casa!- respondí haciendo berrinche.
El primero de otoño era el día de traer a sus hijos al trabajo. Instituido por el Capitan Yamamoco, ups, Yamamoto. Bueno, ahora estamos llendo al sereitei. El tipo grandote abrió la puerta para que pasaramos, parece un monito como esos que me compro la tia Ran-chan cuando se escapo al mundo humano, digo, cuando fue a una mision importante al mundo humano, si, eso.
-Buenos días- Nos saludan respetuosamente como dice papi.
-Hola- Contesto yo y de la nada, un monton de adolecentes loca se me vienen encima.-¡Mami!- grite y por instinto me escondi detrás de mi mamá.
-¡Que tierna, es timida!, ¡Que linda, sus ojos son hermosos, y su pelo es tan brillante!, ¡digna de ser hija de un capitan y una teniente!- Decian ellas.
-¡No soy timida, ustedes estan locas, dementes, tenienen que llevarlas a un loquero, digo, manicomio, o como se diga!- Digo mientras me libero de esas mujeres.
-Yukiko Hitsugaya- Me grito mi mamá.
Olvide que no debó decir todo lo que pienso por que muchas personas se enfadan y eso. Pero no lo puedo evitar, se me venian encima y querian pellizcar mis mejillas y duele mucho. La ultima vez los tube rojitos hasta el medio día. Mi mamá dice que me les diga que me duele algo para que me dejen en paz. Pero es mucho más rapido mandarlas a volar. Y mi papi esta de acuerdo con eso.
No pensaba disculparme con esas locas apreta mejillitas, ellas eran las que me habían lastimado, que se disculparan en un millon de años les pediria perdon, las maniacas son ellas no yo. Mi mamá me mira con sus ojos de "te metiste en un lio, pide perdon pero ya". Me cruzo de brazos y mi papá esboza una sonrisa. Él siempre dice que me parezco mucho a mamá cuando me enfado mucho.
-Lo lamento, no esta acostumbrada a tener a mucha gente alrededor- Se disculpo mi papi.
-Yo no me voy a disculpar, ustedes son las que se me vienes arriba- Mi mami me miro feo otra vez, mejor me callo.- Okis, per~dón- Me disculpe mirando hacía otro lado.
-Bueno, los niños son así.
-Y ustedes son tontas- Murmure y nadie me escucho.
Una vez que mi madre se desiso de las loquitas seguimos caminando, pero cuando las perdimos de vista mi mamita me hizo upa y me sento en su cinturita. Luego, acomodo con suavidad mi flequillo negro para verme bien mis, según ella, bonitos ojitos y después de ello, vino el sermon que yo ya esperaba.
-Yukiko, sabes perfectamente que cuando alguien haga algo que no te gusta debes decirselo bien y con respeto. Además de que no puedes ir insultando a todo el que te diga que eres tierna- Mamá parecía molesta, y yo, le envie unos ojitos de bebe culpable, aunque eso era lo ultimo que tenía, culpavilidad.
-Mami, perdon, no lo vuelvo a hacer, ¿me perdonas?- La carita de perrito de aparador no funciona con ella, o no siempre.
-No me pongas carita de yo no fui, y si, te perdono pero si lo vuelves a hacer...te quito tu Chappy color lila- Mis ojos debieron mostrar mi terror.
-¡El lila no, por favor no, el azul si quieres pero el lila no!- Suplique y mi padre parecía estar por sonreir, pero no, no llego la sonrisita.
Mi mamá se puso inflexible, si volvía a contestar mal, mi Chappy favorito se iria para siempre. Y no bromeo, mi mami puede ser cruel si quiere. Una vez me dijo que si volvía a tirar de la cola al gato tonto de la tia Yuzu me quitaria mi libro de chappy para colorear, y si, cumplio su amenaza. Pero luego vino super-pa y me devolvio mi cuadernito sin que mami se enterara.
Mire a mi papá y mi adorada mamita lazo un suspiro, allí estaba mi señal. Extendí mis brazos hacía papá y el me tomo entre los suyos y luego me sento en sus hombros, me encantaba que me cargara. Empeze a jugar con el pelo blanquito de papi, siempre huele rico. Por alguna extraña razón, de vez en cuando a la noche siento ruidos raros y a la mañana la piel de papi tiene el perfume de mamá. Yo creo que es por que duermen juntos, y los ruidos creo que son del perrito que tio Ichigo me ragalo hace mucho.
-¿Ya habra llegado Ichigo?- Pregunto mi mamá mientras acomodaba su pelo negro detrás de su oreja.
-Lo dudo Karin, teniendo a esos dos...- Contesto mi papá.
-Y luego te preguntas por que Rukia vive renegando.
Reí, estaban hablando de mis primitos, los gemelos Takeshi y Kaito. Son muy molestos, una vez destruyeron el cuarto escuadron porque no querian ser vacunados. En cambio yo solo cerre los ojitos y me la pusieron, No dolio tanto, esos dos son unos exagerados, y pobre de Mikami, ella es quien tiene que hacer de niñera.
A lo lejos divise a mi tía Hinamori, quien traía de la mano a Mio, una pequeña que había encontrado en el Rukongai y a quien adopto, ella era muy amable. Aunque a simple vista se notaba que no era hija de verdad de mi tia Hinamori. Porque era rubita y de ojos miel. Pero en forma de ser eran las dos timidas.
Con suavidad jale del cuello del traje de papa y él me bajo una vez que miro a la tia Hinamori. Apenas mis piesitos tocaron el suelo comenze a correr hacía mitía y Mio. Saludé a mi amiga con un abrazote que creo que casi la dejo sin respiración y luego salude a la tia Hina, ella es muy buenita conmigo y no me tira de mis cachetes. Yo no tengo la culpa que sean rosaditos.
-Buenos días Shiro-chan, Karin- Saludo alegremente a mis papas la tia Hinamori.
-Hola, ¿Esperas a alguien?- Pregunto mi mamá.
-Si, Kuchiki-san dijo que la esperara.
Sin darle mucha importancia a lo que decia mi tia comenze a jugar com mi amiga favorita, Mio. Ella siempre estaba comigo y muchas veses cuando papa y mama se tenían que ir por culpa del capitan barbudo me dejan en casa de ella. Mio-chan es muy timida y solo juega comigo y con Shia, la hija de la capitana Yachiru, aunque no tengo idea de quien es el papi de ella. Pero no importa, Shia es algo molesta, bueno, muy pero muy molesta, pero aún asi la quiero, por que nose.
-Nosotros debemos irnos- Escuche decir a mi mami y junto con Mio protestamos.
-Alla hay dulces...- Soborno mi papá mientras me ponía en sus hombros otra vez.
-¿Qué hacemos aquí? ¡ustedes tienen que trabajar y yo que empacharme!- Dije y mi tia se rio.
Mientras caminabamos hacía la oficia de mis papas mucha gente se reunio a vernos, según mama era porque querían conocerme. Ni que fuera una super estrellas. Pero aún asi, detestaba con el alma que me llamaran "Yuki", me llamo Yu~ki~ko no estan dificil de aprendercelo. Pero ¿Yuki?, no me gustaba, mi nombre era más bonito. No se porque la tian Matsumto me dice que yo herede mi odio a los apodos de mi papá.
Todos mis pensamientos bonitos se desvanecieron cuando vi el cartelito que decía "10° escuadron". Sabía que debía bajarme y con eso, debía afrontarme a los estupidos subordinados de papa y mama. Y tal y como había predicho apenas y toque el suelo de madera las locas adolecentes se me tiraron encima y comenzaron a jugar con mi pelo y mis cachetitos.
-Hazlo por tu Chappy lila edicion especial- era lo que me repetia en la mente para no comenzar a insultar a aquellas locas.
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Fin del capitulo
Bien, aquí comenzando la historia que les prometi, perdon por estar tanto tiempo inactiva, culpen a mis padres. Ellos me llevaron a un lugar donde el internet es caro y donde no puedo escribir tranquila. Bueno, espero les guste la historia y espero sus comentarios. Los quiero mucho.
Sofys