Disclamer: Todos los personajes de esta historia le pertenecen a J.K. Rowling.
Una Nueva Oportunidad para Amar
Capitulo 1: Felicidad
Eran tiempos difíciles para el Mundo Mágico, Voldemort había regresado con más fuerza que antes y esto era un peligro para todos, en especial para los no-mágicos que ya hacia varias semanas habían aparecido cerca de 100 muggles muertos y torturados por Mortifagos, ya que estos se sentían con más confianza de andar por las calles ya que su amo había regresado.
Todos los magos andaban tras Voldemort para asesinarlo, era un época difícil es cierto, pero no para todos, especialmente no para una chica de cabello castaño y ojos de color miel. Para ella era la época más feliz del mundo ya que se acaba de graduar de la carrera de Investigación Mágica porque quería investigar a grandes magos de épocas antiguas. Pero no solo era eso lo que la tenía tan feliz, el otro motivo era que en unos días mas se casaría con el amor de su vida, con Victor Krum, solo faltaba tan poco y tenía tantas cosas que hacer, repartir las invitaciones, medirse el vestido para ver si estaba bien, checar que en el salón estuviera todo en orden, en fin, todo lo que concierne a una boda.
Hermione ya no era la misma chica que era en Hogwarts, su cabello que antes era incontrolable ahora era más hermoso y con más color, media 1.70, tenía unas curvas bien hechas, había adelgazado un poco debido a los nervios de la boda. Pero eso no le resto nada a su fabuloso cuerpo, se veía más preciosa que antes.
- Te queda precioso el vestido Hermione.-decía una chica de cabello pelirrojo.
- Gracias Ginny, estoy tan emocionada, por fin me voy a casar con el hombre que amo y solo faltan algunos días para eso.-decía Hermione emocionada.
- Si lo se.-dijo Ginny también notablemente emocionada. Espero que pronto Harry me pida que me case con él, sabes Hermione estoy tan enamorada que si me pide que nos casemos ahora mismo lo haría.-dijo suspirando.
- De eso estoy segura.-contesto la castaña con una ligera sonrisa en sus labios.
- Bueno el vestido te queda bien, ahora solo tenemos que ver lo de las invitaciones, creo que Ron podrá entregarlas.-dijo segura la pelirroja.
En ese preciso instante iba entrando a la habitación la persona de la cual hablaban quien al ver a Hermione se quedó sorprendido, es cierto que Hermione era muy bonita pero con ese vestido se veía preciosa.
- ¡¡Wow!! - exclamo Ron.
Hermione se sonrojo ante su exclamación.
- Te ves preciosa Herm.
- Gracias Ron.-dijo todavía sonrojada.
- Precisamente de quien estábamos hablando.-dijo con sarcasmo Ginny.
- ¿Así? ¿Espero que cosas buenas?-pregunto con una sonrisa.
- Queremos saber si podrías entregar las invitaciones, lo que pasa es que Hermione y yo estamos muy ocupadas.
- Por supuesto que sí, solo tengo que ir por Luna ya que quedamos de ir a comer, pero después con mucho gusto además sirve que Luna me ayuda a entregarlas.- contesto despreocupado.
- Se ve que te esta interesando demasiado Luna, Ron.-expreso en tono de burla su hermana.
- La verdad Luna me encanta porque es inteligente, comprensiva, buena amiga y muy bonita.- dijo Ron perdido en sus pensamientos.
- ¡No lo puedo creer, estas enamorado Ronald Weasley! - exclamo la castaña.
- Eso creo.- sonrió al momento en que se rascaba la cabeza. Mmm… solo espero que ella sienta lo mismo que yo.-contesto esperanzado.
- De eso estoy segura.-dijo Hermione.
- Saben estoy pensando en pedirle que sea mi novia.
- Que bueno hermano, porque la verdad ya te hace falta una.-dijo riéndose Ginny.
- Estoy segura de que va a aceptar.-dijo la castaña dándole apoyo a su amigo.
- Eso espero.- sonrió nervioso. Emm… bueno chicas guapas ya me tengo que ir por que si no llegó tarde a mi cita con Luna.
Agarro las invitaciones y salió de la habitación notablemente emocionado.
- Que bueno que Ron sea feliz, se lo merece.-dijo Hermione.
- Si.- después volteo a ver a su amiga. ¡No puedo creer que te vayas a casar Hermione! - dijo casi gritando la pelirroja.
- Yo tampoco.-contesto también muy emocionada.
Después de este ligero arranque de felicidad las dos siguieron viendo lo que les faltaba, Hermione se quitó el vestido de novia aunque la verdad no quería hacerlo, quería traerlo para siempre.
Por otra parte Victor también se preparaba para su boda estaba muy emocionado al igual que la castaña, se fue a una tienda muggle a buscar su traje que mando hacer. Iba por la calle cuando de pronto se tropezó con un chico rubio de ojos grises.
Draco Malfoy había cambiado con la muerte de sus padres, ya que no tenía que complacer a su padre se dedicaba a complacerse a si mismo, ahora ya no despreciaba tanto a los muggles en cambio pasaba más tiempo en ese mundo que en el mágico. Draco se había puesto mucho mas guapo de lo que estaba, media 1.80, sus ojos habían adquirido un tono mucho mas grisáceo, su cuerpo tenía músculos mas bien formados debido al ejercicio que hacía aunque seguía siendo un Malfoy, es decir, engreído y orgulloso.
- Hola Malfoy.-lo saludó alegremente Víctor.
- Hola Krum.- le respondió el rubio cortésmente aunque no muy contento por que en sí Victor no le caía muy bien que digamos, creía que solo era un tonto con músculos y que era muy insoportable debido a su fama en el mundo Mágico.
- Tenía mucho que no sabia nada de ti, en el Mundo Mágico ya no eres tan comentado como antes. Dime ¿que ha pasado con tu vida?-pregunto.
- No hay mucho que contar, solo que ahora manejo los asuntos de mi padre y me dedico a otras cosas que me gustan.-dijo serio.
- Que bien.- Víctor pudo notar que no le caía muy bien al rubio así que opto por despedirse. Emm… bueno ya me tengo que ir.
- Nos vemos Krum.-contesto como si nada.
Cuando Víctor ya se iba pensó en invitar a Draco a su boda pero no lo hizo ya que sabía como se habían llevado Hermione y él en Hogwarts, así que decidió mejor irse a ver lo de su traje. Llegó a la tienda, lo recogió, lo revisó y se fue rumbo a la casa de su prometida.
Después de su encuentro con Víctor, Draco se fue al mundo mágico a arreglar unos asuntos de sus padres que habían quedado pendientes y que había estado aplazando por razones que no quería recordar. Cuando llego allá se dedico a resolverlos, iba pasando por una tienda cuando vio en el Profeta la noticia de que Víctor Krum y Hermione Granger se iban a casar, no se sorprendió del todo ya que sabía que ellos eran novios antes de salir de Hogwarts.
- Vaya Granger y Krum no pierden el tiempo.-exclamó.
- ¿Perdón señor?-dijo el encargado de la tienda.
- No nada.-dijo agitando una mano.
Paso unas cuantas horas paseando por el mundo mágico, después se fue a descansar.
Hermione estaba en su casa cuando se oyó que tocaron la puerta, era su prometido.
- Hola mi amor.-dijo con una sonrisa.
- Hola Víctor.-contesto ella dándole un beso.
- ¿Cómo ha estado tu día?-pregunto dulcemente abrazándola.
- Muy agitado.-dijo Hermione abrazándolo también. Con esto de la boda he estado muy ocupada, pero ya esta casi todo listo.- suspiro de alivio.
- Me alegro que todo este listo.-dijo besándola en los labios.
- Si yo también, sabes que te amo ¿verdad? - le pregunto.
- Si lo se, yo también te amo y te amare por siempre no importa lo que pase.-dijo con cariño.
- Estoy tan feliz por nuestra boda que nada opacaría la felicidad que tengo en este momento.-dijo emocionada.
- Si para mi tampoco.- sonrió. Sabes hoy fui por mi traje a la tienda y a quien no sabes a quien me encontré.
- ¿A quién?-preguntó intrigada Hermione.
- A Draco Malfoy.-dijo víctor.
- Ahh, a ese.-una mueca de desagrado se dibujo en su rostro.
- Si yo se que no te agrada para nada y… - no termino por que fue interrumpido por la castaña.
- ¿Lo invitaste a la boda?-pregunto.
- No, claro que no, yo sabía que no te caía bien así que no lo invite.
- Hiciste bien víctor, la verdad no quiere tener personas desagradables en mi boda.
- Yo se que no te cae bien, pero se ve que ha cambiado desde la muerte de sus padres.-dijo tratando de defenderlo.
- No lo defiendas Víctor, las personas como el no cambian.-dijo algo molesta.
- Olvídalo, no te enojes conmigo ¿verdad que no lo estas? - dijo con cara de perrito regañado.
- Cuando te pones así, no te puedo negar nada.-contesto con cariño la castaña.
- Mejor dame un beso ¿si?-dijo víctor.
Se besaron, después Hermione le dijo que si quedaba a cenar, este acepto, cenaron y se pusieron a ver la televisión en el sillón y allí se quedaron abrazados por unas horas hasta que él se tuvo que ir.
Pasaron los días, llegando por fin el que Hermione estaba esperando con ansias. Ya estaba todo preparado, la castaña lucia ese día tan especial un vestido blanco largo con un velo del mismo color que rodeaba su cabeza, tenía algunos encajes en la parte del abdomen, llevaba el cabello suelto completamente liso y aparte de todo eso tenía una felicidad en su rostro que nada ni nadie podía opacar.
- Te ves bellísima Hermione.-expreso su amigo Harry.
- Estoy de acuerdo contigo Harry.-lo apoyo Ron.
- Gracias chicos.-dijo abrazándolos.
- De nada.- respondieron los dos al mismo tiempo.
- Si Hermione te ves preciosa.-dijo su amiga Ginny.
- Gracias Ginny.- Hermione sonrió.
- Bueno ya nos tenemos que ir.- los apuro Ginny.
- Esta bien.-asintió la castaña.
Sus dos amigos salieron de la habitación ya que tenían que ir a ocupar su lugar, en cambio Ginny se fue enfrente de Hermione por que era la dama de Honor. Empezó la música a sonar mientras la castaña se deslizaba por la Iglesia al lado de su padre quien la llevaba del brazo para entregarla, volteo al frente y vio a su prometido que la esperaba en el altar, se veía más guapo que antes con su traje de color azul marino, quien la esperaba al lado de su madre y del sacerdote. Mientras Hermione iba caminando por el pasillo volteo a ver a los lados y vio a sus amigos sentados en primera fila. Estaba tan emocionada y llena de felicidad que estaba segura que nada podría salir mal.
La ceremonia empezó, Hermione llegó al altar después los dos se hincaron y pusieron atención a lo que decía el sacerdote aunque de vez en cuando se volteaban a mirar sonriéndose de los felices que estaban. Poco tiempo después llegó el momento crucial donde el sacerdote le dijo:
- Aceptas a Hermione Granger como tu esposa para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe.-dijo el sacerdote.
- Si acepto.-contestó la Víctor feliz.
Después dirigió su vista a la castaña.
- Aceptas a Víctor Krum como tu esposo para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe.-volvió a decir el sacerdote.
- Si acep…
Se oyó un ruido tremendo detrás de ellos provocando que la oración no finalizase.
Hermione, Víctor y todos los invitados incluyendo a sus amigos voltearon a ver que o quien era ese ruido que se había oído. Al percatarse de donde provenía se quedaron como estatuas.
- No puede ser.-fueron las únicas palabras que pudo pronunciar la castaña.
Continuara…………………………………………………………………………
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Nos vemos Pronto!!!!
