Saludos a todos, y bienvenidos a este nuevo tren. Los shippeos con tramas dramáticas son parte cotidiana en los fanfics, y en esta ocasión, decidí escoger una pareja muy particular, derivada de algunas historias que pude leer antes, con dos de mis personajes favoritos y a los cuales ya quería conjugar en una historia así. Será categoría "Mature" por diversas situaciones de índole sexual (lemon), espero les guste.
Paw Patrol es propiedad de Spin Master Entertainment, adaptación e idea del fanfic, su servidor.
UN AMOR DISTINTO (Paw Patrol fanfic, lemon yaoi)
CAPITULO 1: Juegos de cachorros
La tarde caía sobre Bahia Aventura y los cachorros que conformaban el grupo de rescate conocido como "Paw Patrol", se encontraban aprovechando el tiempo libre, una merecida recompensa tras varios días de arduas labores. Skye, la cockapoo, y Chase, el pastor alemán, miraban a Zuma, el labrador chocolate, quien corría de un lado a otro jalando una cometa, y ante el asombro de sus amigos, comenzó a hacer algunas maniobras y piruetas con el juguete aéreo, dirigiéndolo con gran naturalidad y maestría. Después de manipularlo un rato, lo bajó y lo dobló perfectamente, para evitar que saliera volando, recibiendo halagos de sus amigos.
-Wooow, que buenas maniobras haces Zuma –dijo Skye, mientras se acercaba con Chase.
-Sí, has mejorado mucho con esas cometas –dijo el cachorro policía.
-Gwacias amigos -dijo el labrador agradeciendo los cumplidos-, Wyder me ha estado enseñando como manejawlas de una mejow manera, incluso me consiguió ésta cometa especial, la ven? Es más pequeña y mucho más adecuada para mi tamaño, las otras eran tan grandes que la última vez una me sacó volando, recuewdas ese día, Skye?
-Claro que lo recuerdo, estábamos en la playa y hubo un viento muy fuerte. El capitán Turbot nos avisó cuando te vio flotando por los aires, y tuve que volar para alcanzarte y rescatarte, el viento te llevó en dirección a la Isla Foca, un poco más y hubieras llegado en mar abierto, lo bueno es que no pesas tanto y así pude traerte de regreso solo con mis alas –dijo Skye.
-De no ser por Skye, habrías caído en el océano, y me hubiera quedado sin un buen competidor para el segundo lugar en el Pup Pup Boogie –dijo Chase sonriendo.
-Eso ni lo sueñes, amigo, aún sigo siendo mucho mejow que tú- dijo Zuma. Los tres cachorros rieron por dicho comentario. Continuaron conversando cuando vieron llegar a Rubble, el bulldog inglés, quien se acercaba a ellos, haciendo algunas acrobacias en su patineta.
-Rubble se desliza….. a tooooda velocidad! –exclamó el cachorro constructor mientras hacía un flip de trescientos sesenta grados perfectamente ejecutado, así como otras piruetas y acrobacias, las cuales hacía con gran control y precisión, a pesar de su musculatura y volumen. Una vez que concluyó su rutina, tomó su patineta y corrió en dirección hacia donde estaban los otros tres cachorros, quienes comenzaron a alabar sus proezas.
-Wubble, has pewfeccionado tus acwobacias, bien hecho amigo!- dijo Zuma.
-Gracias, he estado practicado mucho en mis ratos libres las últimas tres semanas, tal vez me inscriba este año en alguna competencia para cachorros en patineta, y seguro ganaré. Oigan, donde están Marshall y Rocky? No están con ustedes?
-Marshall esta allá abajo –dijo Chase, señalando con su pata a donde estaba el jardín con la figura del símbolo de los Paw Patrol que habían plantado y adornado hace unas semanas.
-Y Rocky está en su camión, dijo que iba a ver unas piezas para reparar –dijo Skye.
-Vamos, es nuestra tarde libre, el clima es perfecto y no hay emergencias que atender, díganles que vengan para ver si podemos jugar algo entre todos -dijo Rubble entusiasmado y sonriendo.
Mientras los cachorros hablaban, el dálmata bombero usaba su cañón de agua para regar las flores que habían sembrado semanas atrás al lado de su cuartel. El cachorro estaba concentrado en su tarea, procurando que las flores recibieran suficiente agua y la tierra quedara empapada sin excederse. Algo sencillo de hacer, pero que Marshall quería que fuera perfecto, pues sabia el empeño que pusieron sus amigos para que ese jardín se viera hermoso. Por su parte, Rocky venía de su camión, jalando una carretilla con varias piezas de chatarra que había separado de la basura y que usaría más tarde como material para los múltiples proyectos e inventos en los que trabajaba en el taller de Ryder. Poco a poco se acercaba a donde estaba el dálmata, cada uno metido en sus propias ocupaciones.
-Oigan amigos, vengan acá para que podamos jugar todos juntos! –gritó Zuma.
Marshall volteo al oír el llamado del labrador, sin embargo, su cañón de agua seguía encendido, y cuando dio la vuelta, no pudo notar que Rocky estaba precisamente pasando a su lado. El chorro de agua empapó completamente al cachorro mestizo, quien gritó molesto.
-MARSHAAALL! TU CAÑOOOONNNN- gritaba Rocky, protestando por el baño involuntario.
-Ups, lo siento Rocky, RUFF RUFF, CAÑÓN DE AGUA! -ladró el dálmata para apagar su cañón, y sonrió nerviosamente, mientras el cachorro reciclador se sacudía vigorosamente para secarse y después miró al cachorro bombero con ira en sus ojos.
-YA BASTA! ES LA TERCERA VEZ ESTA SEMANA, VOY A DARTE UNA LECCIÓN! –gritó Rocky, y corrió en dirección hacia el dálmata, quien al verlo enfadado, emprendió la huida.
-Y ahí vamos otra vez –dijo Chase resignado-, Rocky, ya deja a Marshall en paz!
-Vamos Rocky, es solo agua! –gritaba Skye.
-Amigo, no seas tan duro con Mawshall! -dijo Zuma, divertido por la situación.
-O al menos no lo golpees tanto –dijo Rubble, mientras los otros cachorros lo volteaba a ver con severidad, –Que dije? Tal vez solo lo golpee un poco, y con eso deje de mojarlo tanto.
Los cuatro cachorros se limitaron a ver como Rocky emprendía la persecución en busca del dálmata, y decidieron seguir con sus actividades, sabiendo que tarde o temprano regresarían.
