Curso
Se bajó del avión sintiéndose algo incómoda, en cierta manera había quedado como una acosadora y eso le llevaba rondando la cabeza desde el momento en que le mintió a Tsubasa de manera descarada con eso de que ella iba a Londres "de vez en cuando" ¿Qué era de vez en cuando para empezar? Se supone que trabajaba para las naciones unidas, aunque su futuro con aquella organización seguía siendo incierto…
—María, ¿estás bien? —Tsubasa le devolvió a la realidad mientras que le miraba con cierto gesto de preocupación.
—Eh… sí. Solo estoy algo ansiosa, ya sabes por relanzar nuestras carreras y nuestro próximo nuevo dueto.
—A-Ah… ya veo—Por alguna manera Maria notó a la sakimori en un estado similar al suyo, se preguntaba qué cosas estaba pensando y como se relacionaban con ella, esperaba cosas buenas.
El silencio se hizo presente de nuevo.
—E-Estuve hablando con Ogawa-san hace rato—Sí, y la mujer de ojos cían fue bastante consciente de ello—Dijo que grabaríamos PV oficiales para nuestras canciones en dueto alternado con los conciertos.
— ¿Aún existen esas grabaciones? —Preguntó con incredulidad, la chica de cabellos azulados asintió— ¿Aun con los Noise que invoqué y el ataque de Phara?
—Sí lo sé, yo dije lo mismo.
—Cada vez admiro más a Ogawa-san.
—Lo mismo digo.
Silencio, responde con sinceridad ¿te enamoraste de alguna de ellas que no las quieres dejar?
Tanto Maria como Tsubasa tenían un problema, y este era que después de afrontar sus sentimientos, no sabían –no tenían la menor idea– de cómo lidiar con ellos. ¿Qué seguía ahora? ¿Una confesión? ¿Un noviazgo? ¿Justo ahora?
—Tsubasa…—La mencionada casi sintió que su corazón saltó una vez que Maria llamó su nombre— ¿Te parece si damos una vuelta por Londres antes de comenzar a trabajar? Nunca hemos tenido tiempo de disfrutar la ciudad si lo recapacitas.
La Kazanari se lo pensó por un momento, y después de analizar un poco sus sobresaltadas emociones estuvo de acuerdo con ello.
—Claro, cuando quieras, pero primero debemos ir al hotel—Sonrio mandando un lindo sonrojo a las mejillas de la mayor, fue entonces cuando Ogawa hizo acto de aparición con un taxi a la entrada del aeropuerto.
Tal vez no era el momento para que afrontaran sus sentimientos, además no había presión, ¿qué podría salir mal?
Sí, ya se que es poco, por alguna razón las introducciones siempre me quedan más cortas de lo que deberían. El siguiente será un poco más largo, pero no tanto, no esperen un mega capítulo de 4k. Estará enfocado en la celebridad del día de mañana: San Valentín así que esrpérenlo.
Nos vemos mañana con el capítulo dos de Curso, sólo recuerden que aunque no sigan la siguiente fórmula yo seguiré publicando porque esto es un reto de 30 días seguidos.
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