Tsukishima y Yamaguchi estaban en el típico transcurso de camino a sus casas después del entrenamiento. Aunque había algo inusual que uno de ellos. El rubio notó que el menor estaba incómodo, hablaba menos de lo habitual, jugaba nervioso con sus manos y evitaba a toda costa el contacto visual. Parecía que quería decir algo. Estaban a punto de llegar al desvió que los separaba, sería mejor que se apresurara si tenía algo que decir.

— ¿T-tsukki?... —El momento había llegado. Yamaguchi dejó de caminar, esperando que el otro lo imitara, el rubio también se detuvo, no contestó, pero fijó su vista en él. — T-tengo algo q-que decirte... —Tenía la cabeza gacha y con una mano masajeaba levemente su cuello, parecía realmente nervioso. La duda de Tsukishima aumentaba ¿Qué podía ser para que su amigo estuviera tan nervioso? ¿Acaso se le declararía o algo así? ... ¿Su amigo... Se le declararía… —B-bueno, espero que esto no afecte nuestra amistad... —Yamaguchi se empezó a sonrojar. Bien, si eso pasaba, tenía que pensar en algo que responder ¿Rechazarlo? No, no podía, ni siquiera quería pensar en la cara de decepción de Yamaguchi. Bueno, no tenía ninguna molestia en aceptar sus sentimientos, además siempre pensó en su amigo como alguien extremadamente tierno y adorable, pero claro, nunca lo dijo en voz alta.— Ah, y-yo... Soy... Soy gay, Tsukki... —Soltó finalmente el pecoso, cerrando los ojos fuertemente, como si lo fueran a golpear.

Oh, se tenía que empezar con eso. — Bueno... No es la gran cosa, prefieres que te la metan en vez de meterla. Está bien. — Sólo alzó los hombros, diciendo con neutralidad y sin descaro.

Yamaguchi abrió los ojos con sorpresa, mirando al rubio con una gran sonrisa y suspirando aliviado. Parecía realmente feliz de que no lo odiara. — Me alegro que no te moleste, Tsukki.

¿Eso era todo? ¿No iba a decirle que estaba enamorado de él? Yamaguchi ya no estaba nervioso, parecía estar más tranquilo. Ahora el que estaba incómodo era Tsukishima. — ¿Te gusta alguien? — Se atrevió a preguntar fijando su vista en el castaño. Volvieron a retomar el paso, cuando el de lentes preguntó eso, pudo notar como el pecoso se volvía a sonrojarse y balbucear. Entonces si había alguien que le gustaba.

— ¡Ah! ¡Ya llegamos al desvió! ¡Hasta mañana, Tsukki! — Estaban a dos casas de llegar al desvió, pero Yamaguchi apresuró el paso con una sonrisa nerviosa.

Tsukishima lo detuvo antes de que se fuera, quería saber quién era, saber si era él. — ¿Te gusta alguien? — Volvió a repetir mirando fijamente al menor. Yamaguchi desvió la mirada y asintió a la pregunta. — ¿Quién? — No era propio de él hacer tal cuestionamiento, pero se sentía inquieto ante la posible respuesta.

— No es necesario que lo sepas, Tsukki... Además no creo que eso suceda... — Susurró lo último, con algo de tristeza en la voz.

— Como sabes eso. — Trató de animarlo, de alguna manera. — Dime quién es. — Aunque sentía curiosidad, su tono de voz era el mismo de siempre.

Yamaguchi volvió a dar un largo suspiro, agachó un poco la cabeza y jugó nuevamente con sus manos. — Es... Kuroo... — Se llevó ambas manos a la cara ocultando su notable sonrojo, parecía muy avergonzado por decirlo en voz alta.

Aunque el menor susurró eso, pudo escucharlo fuerte y claro. Se quedó algo ido ¿Kuroo? Tenía que ser una broma. No podía ser él. — Oh, ya llegamos al desvió. Adiós, Yamaguchi. — Ahora Tsukishima apresuró el paso para marcharse.

— N-no vemos, Tsukki. — Cuando Tsukishima entró a su casa, se fue directo a su habitación, acostándose en su cama sin quitarse el uniforme. No podía creer lo que Yamaguchi había dicho ¿Kuroo? De todas las personas posible ¿Kuroo? ¿Qué tenía Kuroo que no tuviera él? No, él era mejor que Kuroo. Era más alto, más inteligente, incluso se atrevía a decir que era más atractivo y conocía de casi toda la vida a Yamaguchi. Tendría más sentido que fuera él ¿Por qué no era él?

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Se encontraban de nuevo en el entrenamiento, nada fuera de lo usual. Bueno, tal vez sólo por una cosa... Tsukishima parecía realmente ¿Molesto? ¿Triste? ¿Angustiado? Nadie podía descifrar qué le sucedía al rubio. Y nadie se atrevería a preguntar qué sucede. — ¿Pasa algo, Tsukki? —Excepto Yamaguchi que parecía preocupado, los demás miembros los miraban de reojo a lo lejos.

— No, nada...

La práctica ya había terminado y se disponían a recoger los balones, juntar la red, etc. Takeda y Ukai se habían ido antes por cuestiones "personales" dejando a los del equipo recoger todo.

— ¡Atención! — Habló Daichi, haciendo señas para que todos se reunieron dónde estaba él. — Antes de que se vayan, me gustaría informarles que el profesor arregló otro entrenamiento con Nekoma, sólo con Nekoma el fin de semana. —Los cuchicheos no se hicieron esperar. Tsukishima no podía creer lo que escuchó, volteó con su amigo de pecas, el cual parecía muy entusiasmado. Sería el peor fin de semana.


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Haikyuu y todos sus personajes le pertenecen a Haruichi Furudate.

¡Aguante el KuroYama! Con un Tsukki celoso(?) Esto será KuroYamaTsukki(?) Creo que así se escribe :'v Sé que es muy corto, pero meh. Debería estar escribiendo la continuación de los otros en vez de escribir nuevos, jé.

Nope, el título de este fic no está mal escrito. Sí es "Miserabilia".

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