Prologo: Morte
Caminó, guiado por una fuerza invisible, casi inconsciente.
Un frio le recorría la columna vertebral, le temblaban las piernas, se sentía débil.
Cada paso que daba lo acercaba mas a una realidad que no quería creer, que se negaba a aceptar, pero lo abofeteando en el rostro.
Miró el cuerpo inerte, el rostro de la chica estaba inexpresivo, su cabellera rosada tenía un tinte rojizo, y sus hermosos ojos jade se mantenían cerrados.
Se agachó, quedando de rodillas en el suelo, dudó con las manos en el aire, el miedo lo tenía paralizado.
Tocó el blanquecino rostro, deteniéndose en sus labios sin color, deslizando su mano por el rostro manchado, en una sueva caricia.
Llegó a su destino final, el cuello, frio y carente de pulso.
La lluvia empezó a caer sobre ellos, disimulando las lágrimas que salían de las orbes negras y empapaban el siempre impasible rostro del moreno, el cielo parecía compartir su…dolor.
X-x-X
Se sintió tiritar, estaba totalmente empapado.
Le dolía mucho la cabeza, todo por culpa de ese baka de Sasuke, estaban peleando enserio, como aquella vez en la azotea, terminaron usando sus técnicas heredadas por sus maestros y luego….
Abrió abruptamente los ojos, como lo suponía llovía a cantaros, la incertidumbre lo consumía, le pareció recordar una mata de pelo rosado interponerse entre su rasengan y el chidori de su amigo.
Echó una ojeada rápida al lugar, el bosque lucía destrozado, con el aspecto del escenario de una reciente batalla, de la pelea entre dos grandes amigos y a la vez terribles rivales.
Fijó su vista en el morocho que estaba arrodillado en el lodoso suelo, parecía llorar en silencio ¿el gran Sasuke Uchiha llorando? Eso era inimaginable, y ahora lo estaba viendo.
Miró mas allá de su mejor amigo, enfocando a la pelirrosa que yacía en un charco de color rojo vino.
Se acercó lentamente, sintiendo las frías gotas chocar en su nuca, una extraña sensación le revolvió el estomago.
Su amigo-rival le dedicó una mirada indescriptible, parecía desecho, ya no salían lágrimas de sus ojos, pero sus facciones estaban deformadas en una mueca de dolor.
— ¡Sakura-chan! —gritó el rubio colocándose al nivel de la pelirrosa— Baka no te quedes ahí ayúdame a llevar a Sakura-chan a un lugar seco, luego continuaremos la pelea…
—Naruto…—le llamó el morocho en un susurro, el rubio pasó totalmente de él, trataba de levantar a la kunoichi del lodoso suelo—Esta muerta, Naruto—las palabras salieron ahogadas de la garganta del shinobi.
— No digas idioteces, Sasuke…— le contestó un enfadado rubio, como se atrevía siquiera a insinuar que Sakura estaba…—Sakura-chan despierta—musitó en un grito desesperado, las lágrimas empaparon sus orbes azules y una terrible rabia inundó su cuerpo.
X-x-X
Veía como su amigo lloraba sobre el cuerpo de la pelirrosa, como gritaba desesperado y le decía al cielo lo injusto que era todo eso, como maldecía, como sufría.
Y él no podía hacer mas que quedarse parado, mirando todo como si fuese ajeno al dolor, con su mascara de inexpresividad, porque el era Sasuke Uchiha, el gran shinobi que había renunciado a sentir cualquier cosa que no fuera odio.
Odio.
El sentimiento que lo había motivado toda su vida. La fuerza que lo movió a dejar la villa, a abandonar la posibilidad de una vida normal, a irse con Orochimaru, a matar a su hermano…la maldita fuerza que lo había llevado a regresar a Konoha para cumplir una venganza mas, acabar con todos los culpables de la masacre de su clan.
Todo el odio y la rabia que lo había invadido en cada ocasión, fue disminuyendo con cada paso que daba para cumplir con su dichosa venganza.
Podía sentirse bien al acabar con el odio que lo embargaba en cada ocasión, al terminar su nueva venganza, al aniquilar el causante del odio que surgía en sus entrañas esta vez.
Al estrangularse con sus propias manos.
x-X-x
Cinco hombres con mascaras aparecieron entre los arboles, miraron asombrados al Uchiha y después con pena al rubio que acariciaba los cabellos de la pelirrosa.
—Uzumaki-san—murmuró el líder del escuadrón, el rubio le dedicó una miraba ausente—Debemos proceder—ahora miraba al morocho.
—Háganlo…Sasuke-kun no se resistirá ¿verdad Sasuke? —musitó el rubio mirando con rabia al moreno, con una rabia que también sentía por si mismo. Sasuke sacó su katana y ante la vista asombrada de los shinobis la tiró al suelo, inmediatamente lo inmovilizaron.
—Sasuke Uchiha esta bajo arresto—murmuró uno de los ANBU, el moreno permaneció inmutable.
Cuando lo esposaron.
Cuando lo llevaron de regreso a la villa
Cuando lo encarcelaron
Y cuando le dieron sentencia de muerte…
