Hola a mis queridos lectores. Soy supermei y soy nueva como escritora en fanfiction. Si ven un error o tienen un inconveniente o duda, por favor notificármelo.

Kingdom Hearts no me pertenece, le pertenece a Tetsuya Nomura


Capítulo 1. La invitación.

Viernes 12 p.m.

En una academia ubicada en Trverse Tonw, en la segunda planta al final del pasillo aula 28, específicamente en la clase de física, se encuentran dos de nuestros queridos protagonistas.

El primer joven llamado Roxas, lo podemos definir como un chico de dieciséis años de edad, cursante del 4to año de la academia Kingdom Hearts. De una estatura promedio, rubio, de tez blanca, ojos color azul como el mar, inteligente, reservado, temperamental y de carácter fuerte. Roxas tiene tres mejores amigos. Sora, que es su compañero de clase desde los 10 años. Xion, también compañera de clase. Y por supuesto su mejor amigo Axel quien ya no ve con tanta frecuencia debido a la universidad. Para Roxas las demás personas son solo sus amigos, excepto uno… cuyo nombre es Riku, su némesis.

Por otro lado, el joven Sora también de dieciséis años, es unos centímetros más bajo que Roxas. Sora tiene cabello marrón, ojos azules y piel bronceada. Él es conocido por ser una persona optimista, valiente, alegre, amable, inocente e impulsiva. Tiene la ventaja de hacer amigos en todos lados, pero siempre va a tener como mejores amigos en esa lista a Riku y Roxas.

—¡Oye Sora! ¿Sora? Sooraaa…

—¿Qué? —El joven de cabello marrón y de ojos color azul cielo, mira a su compañero, que se ubica en el pupitre de al lado—. ¿Sucede algo Roxas?

—¿Tienes planes para mañana? —le pregunta en susurro.

—¿Planes para mañana? —Se rasca la cabeza pensativo—. No que yo sepa.

—Ventus tiene una idea. Como nuestros padres no están sería genial que hoy y mañana te quedaras en nuestra casa para hacer algo.

En el fondo de su conversación se puede oír los ejercicios para la siguiente clase, cosa que el rubio ignora completamente esperando respuesta del otro.

—¿Pero mañana no es San Valentín? —Al preguntarle sube un poco la voz sin darse cuenta, ganándose miradas de sus compañeros acusándolos por no dejarlos oír. —Perdón—. Al ver tanta atención en él tan de repente, se disculpa y continúa su plática con Roxas pero esta vez de una manera de que solo oigan ellos dos.

—Sí, eso lo sé. Pero vamos Sora. Tú ni siquiera tienes una novia como para tener ocupado el día. —Al ver que su amigo le echa en cara su soltería, frunce el ceño molesto por el comentario. Cuando iba a reclamar tal acusación es interrumpido—. Mira Sora, no me mires así, si es por ser soltero no soy el indicado para decírtelo. Bueno, a lo que iba. El detalle es que quiero que Ven la pase bien. Por si tu mente despistada no se ha dado cuenta. Ventus anda un poco deprimido.

—¿Deprimido? Pero si lo vimos la clase anterior y estaba como siempre. —Se acerca más hacia el asiento de su compañero y habla más bajo que antes, como si lo que está a punto de decir es el secreto más grande de todos—. ¿Le ha pasado algo a Ventus?

El rubio rodó los ojos. Sabe que esperándose de su mejor amigo esa sería su pregunta. Lleva tanto tiempo con Sora que lo conoce como la palma de su mano. Han compartido juntos tantas cosas que Roxas es sobreprotector con el menor, llevándolo nada más a los celos, principalmente con Riku. La mayoría de la atención de Sora se centra en el peliplata, algo que le molesta completamente.

Con un suspiro de resignación decide contarle sobre su gemelo.

—Sora, ¿no recuerdas que Ven y su novia terminaron? —Al ver como la cara de su compañero le invade la sorpresa, decide proseguir antes de que el otro lo interrumpa con preguntas absurdas—. Terminaron el martes y por eso anda deprimido, esa es la razón por la cual Ven quiere hacer algo mañana. Supongo que lo hace para olvidar su ruptura. —El moreno lo mira atónito. Le iba a decir algo cuando nuevamente es interrumpido—. Sora, antes de que me preguntes el motivo de su ruptura déjame decirte que ni siquiera yo lo sé.

El rubio centra su atención en el pizarrón para copiar los ejercicios, mientras que el otro busca con la mirada al otro gemelo, al no encontrarlo recuerda que Ventus no ve esa clase con ellos por ser un cerebrito.

Lo cierto es que Roxas es el más inteligente entre los tres, debido a sus buenas notas decidieron ofrecerle subirlo de grado, la cual rechazó porque lo separarían de su hermano y de Sora. Aunque, no rechazó por completo la oferta. Las clases de matemáticas y química las ve con Riku. A diferencia de Roxas, Ventus por sus buenas notas en esa materia cursa solamente la clase de física con el peliplata.

No obstante, las calificaciones de Sora no se pueden comparar a la de los gemelos, principalmente por ser muy flojo y dejar siempre todo a última hora. Por muchas veces que sus amigos le digan de hacer las cosas con tiempo él constantemente esquiva sus deberes con la excusa de ser muy fáciles. Si bien, el día anterior de la entrega se arrepiente de haber utilizado su mayoría de tiempo en videojuego en vez de estudiar.

El castaño al dificultarle la física y matemática decidió pedirle ayuda a sus mejores amigos. Roxas le da tutoría de física y Riku le enseña matemáticas. Los dos son muy buenos explicando, pero le gusta más las tutorías con el peliplata por su gran paciencia, ya que el rubio la pierde muy fácil, y él siendo tan Sora la paciencia es primordial.

Ring ring…

—Muy bien alumnos, ya se acabó la clase. Recuerden que dentro de dos semanas es el examen, recuerden estudiar la unidad IV y V. Traigan sus ejercicios realizados para la siguiente clase. ¡Qué tengan un feliz fin de semana!

Sin más que decir, el profesor recoge todas sus pertenencias para salir del aula. El ruido y los murmullos dan por finalizada la clase y el comienzo de la hora del almuerzo. Los alumnos después de recoger sus cuadernos se retiran directo al comedor.

—¿Vienes mañana o no? —El rubio se cuelga el bolso en el hombro y espera que el otro termine de guardar sus útiles.

—¡Claro! Todo sea por Ventus —Con una gran sonrisa y determinación agrega—. Nuestra misión es hacer feliz a Ven. —seguido de eso se pone su bolso en el hombro, agarra por la muñeca a Roxas y arrastra a su mejor amigo al comedor.

No era normal ver a Ventus tan deprimido y callado, siendo él una persona muy alegre y casi hiperactiva como Sora.

Riku le molesta verle en ese estado tan deprimente. Él trata al rubio como un amigo, sus conversaciones no son muy largas y es el gemelo de la persona que más odia, pero eso no quiere decir que no esté preocupado por la salud del menor. Sabe que el ojiazul no presta atención a la clase aunque lo quiera aparentar. Solo le ha dirigido una sola palabra en el día, un simple "buenos días" carentes de emoción, allí fue cuando comenzó a sospechar que algo malo sucede.

Después del sonido de la campana Riku se acerca al gemelo para comprobar sus sospechas. Al estar a su lado observa que la página del cuaderno yace en blanco excepto por la fecha.

—Ventus. —El rubio al escuchar su nombre cae en cuenta que la clase ha culminado y voltea para ver la mano de Riku sobre su hombro—. ¿Podemos hablar?

—Creo que estoy un poco en las nubes —dice con un tono sin gracia—. Hablar… Creo que necesito hablar con alguien. —Lo mira a los ojos indicando que ese es el momento.

Mientras el rubio guarda sus cosas en su mochila, el peliplata toma asiento a su lado esperando que Ven esté listo para conversar.

—Supongo que soy pésimo ocultando mi mal estado… —Al ver que el otro afirma con la cabeza prosigue—. Uf agradezco que te preocupes por mi Riku. —Toma una pausa—. Yo… Mei y yo… Terminamos.

—Ahora entiendo porque estas así. —Guarda silencio para que el otro continúe.

—No le he dicho a Roxas que fui yo quien terminó con ella. Me siento mal porque realmente me gusta pero no la amo, no siento que es alguien con la que quiero tener algo serio. Me siento culpable de no poder amarla como ella a mí.

Riku sin tener ningún tipo de experiencia romántica y consolando a personas que no fueran Sora, decide solo ser todo oídos, es lo máximo que puede hacer por Ven.

—Soy un cobarde Riku. Le terminé cuatro días antes de San Valentín, no podía esperar a que llegara ese día, siento que si lo hacía me sentiría peor de lo que me siento ahora.

—No sé cómo puedo ayudarte, pero no te voy a reclamar por lo que hiciste porque siendo sincero yo hubiera hecho lo mismo. —Ve que sus ojos están a punto de botar lágrimas—. Puedo imaginar lo mal que te sientes en estos momentos… Después de desahogarte por completo es cuando deberías disfrutar tu tiempo con tus amigos para sanar esa herida. No hagas como yo al quedarte solo, es más frío y doloroso.

Derrumbado por esas palabras llora en el regazo de Riku por un buen tiempo. El mayor le da palmadas en la espalda hasta que cese su llanto.

—Lo siento Riku, ensucié tu uniforme. —Con la mano derecha muy despacio se quita las lágrimas de la cara.

—No importa. —Lo ayuda a levantarse y dice para animarlo—. Deberíamos ir a comer, seguro Sora nos debe de estar esperando.

—También Roxas. —Esto provoca una mueca en el otro. Recordando lo mal que se lleva con su gemelo cambia de tema—. Gracias por todo. —Con sus ojos rojos y una sonrisa sincera en los labios camina al comedor junto con Riku.

—Sora poniéndote las manos como si fueran binoculares no van a hacer ningún tipo de diferencia. —Roxas se sienta en una mesa de cuatro puestos esperando que Sora termine con la búsqueda de Ventus.

—¡Sí funciona! Solo que están muy escondidos. —El castaño sigue su exhaustiva búsqueda del gemelo perdido—. ¿Roxas puedes traerme comida? Estoy un poco ocupado ahora.

—Bien, pero luego no te quejes que puse muchos vegetales en tu plato. —dicho eso el menor pone cara de asco—. Necesito que te sientes y esperes aquí. —Sin previo aviso obliga a Sora a sentarse en el puesto de su lado—. Cuida mi asiento ¡Y no te muevas! —demanda al irse.

—¿Dónde estás Ven…? Sal de donde te escondas. —La cabeza de Sora parece un ventilador móvil, primero lentamente gira la cabeza a la derecha y luego a la izquierda, escaneando todo el comedor.

—Hola Sora. —Al estar tan concentrado se asusta con la mano que se posa en su hombro.

—¡Ah! —Chilla dando un brinco—. Riku, pero que susto me diste. —Posa su mano sobre su pecho mientras se tranquiliza.

—¿Qué estás haciendo Sora? ¿Dónde se encuentra mi hermano? —Más atrás de Riku se puede observar una cabellera rubia idéntica a la de Roxas.

—Verás estoy buscando a Riku y a Ventus. Le voy a decir que me agrada la idea de quedarme en su casa y Roxas me busca mi comida. —De la forma más rápida posible responde las dos preguntas sin caer en cuenta que su búsqueda ha terminado.

—Eh… Sora ya estamos aquí —responde Riku tomando asiento a su lado y seguidamente el rubio frente al peliplata.

—¡Oh Dios, que idiota soy! —se reprocha un poco molesto por lo despistado que es.

—No te insultes Sora, no me gusta cuando haces eso —dice Riku sobándole la cabeza al menor, el cual solo respondió con un sonrojo por su vergüenza.

—¡Sora te dije que cuidaras mi puesto! —Un Roxas molesto hace presencia con dos bandejas de comida—. Toma tu comida. —Pone una bandeja de comida frente al castaño.

—Te dije que no le pusieras vegetales. —Hace un puchero.

—Te equivocas. Nunca lo dijiste y debí ponerte más por no hacerme caso. —Roxas mira amenazadoramente a Riku, la persona que por obvias razones le quitó el asiento.

—No eres la madre de Sora para decirle que comer. Además, esta silla ahora es mía- Riku no se iba a dejar tratar mal por el Rubio.

Dichas esas palabras el ambiente se torna tenso, dos miradas asesinas chocan entre sí, mientras que Sora mira con tristeza su plato por la cantidad exagerada de vegetales. Por último, Ven decide ir en busca de la comida de él y del peliplata para escapar de una posible masacre.

Riku quita la mirada cayendo en cuenta en algo que dijo el castaño hace un momento.

—Oye, Sora ¿Cómo es que te vas a quedar en casa de Ventus?

Sí de Ventus, Riku nunca va a aceptar que en ese mismo lugar vive Roxas.

—Hoy y mañana me voy a quedar en casa de Roxas. —Sora sonríe emocionado—. Tenemos un plan maestro para esos días. ¿Verdad Rox?

Roxas emboza una sonrisa por ver la cara de disgusto de Riku. No hay mayor felicidad que tener al menor solo para él y que su némesis no pueda estar presente, todo eso en dos días completos.

—Es verdad —con un tono de burla prosigue—. Sora se quedará en mi casa hoy y mañana. Para mí no es una lástima que no estés invitado y nunca lo estarás —culmina con una risa malvada.

Riku desea lanzarse encima del rubio pero la llegada del gemelo con la comida lo detuvo, ahora procede no solo a matar con la mirada, se imagina torturando lenta y dolorosamente al otro.

—Rox no seas malo, deja a un lado tu odio. —Ven sabe que a su gemelo le costará que lo perdone por lo que va a hacer—. A lo que se refiere mi hermano es que vamos a hacer una reunión en mi casa hoy y mañana, sin importar lo que diga mi hermano me gustaría que tú también vinieras, mientras más personas mejor.

—¡¿QUÉ?! ¡¿Me estás jodiendo?! Ventus por favor dime que me estás jodiendo. — Roxas está atónito ante lo dicho.

—No Rox, no te estoy jodiendo, eso sería muy extraño. Ahora deja de gritar —responde tranquilamente esperando ese tipo de reacción de su copia.

—No voy a permitir que este entre a mi casa. —Señala a Riku.

—Yo tengo nombre animal. También es la casa de Ventus y él fue quien me invitó. —Riku responde divertido por la reacción del rubio menor—. Acepto tu propuesta, tengo que pasar por mi casa por algo de ropa.

—Roxas, Riku tiene razón. También es mi casa.

Sora durante ese tiempo sin que nadie lo notara cambiaba sus verduras por las papas fritas de Roxas.

—Solo quiero decir algo. Se supone que hacemos esto para hacer feliz a Ven. —El castaño comenta algo que Roxas no puede negar.

Roxas inmediatamente se calló tomando en cuenta las palabras de Sora. Entre su molestia con Riku y la felicidad de su hermano, obviamente su gemelo está por encima de todo, así que le tocará aguantarse al platino.

—Está bien, solo por Ven dejaré que se quede —acepta renuente.

—¿Te he dicho que eres el mejor hermano del mundo? —dice Ven abrazándolo—. Por cierto, se me olvidó decirte que Axel también vendrá.

—Buaff. —El rubio escupe su bebida—. ¿Axel vendrá? —Su amargura cambia drásticamente al saber que después de mucho tiempo volverá a ver a su mejor amigo.

—Sí así es. Más tarde nos encontraremos por la cafetería que hay cerca de nuestra casa, Axel empezó hace una semana a trabajar allí.

—Volveré a ver a Axel. Mejor nos apuramos y comemos —Sora se lleva un gran bocado de las papas robadas.

Los demás también deciden empezar a comer. Roxas detiene su acto al percatarse del cambio de su porción.

—¡Sora te robaste mis papas!