Este fic participa en el minirreto de marzo para El Torneo de los Tres Magos del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Personaje: Victoire Weasley
Arma: Espada de Gryffindor
Lugar: Azkaban
La celda
Hace frío en esa maloliente celda de Azkaban. Llevas días encerrada por traidora a la sangre. No importa cuánto te torturen, no revelarás el paradero de nadie. Y mucho menos de él.
Sientes escalofríos cada vez que una de esas criaturas desalmadas se acerca. Recuerdas las palabras del tío Harry para estos casos y cierras los ojos.
Respiras profundamente, concentrándote. Y le ves. Ves su cabello azulado revolviéndose con el viento. Ves su mirada tímida apartándose rápidamente de la tuya, sonrojado. Ves su sonrisa dulce, con ese pequeño hoyuelo en la comisura de los labios. Casi puedes palparle, sentir el calor de sus abrazos. Sonríes. Sientes tanta paz que cualquiera diría que estás en aquel lúgubre lugar.
Intentas abrir los ojos, pero no puedes. Algo te lo impide. Te angustias y te preguntas qué está pasando. No entiendes nada. El corazón te late cada vez más rápido. Luchas con todas tus fuerzas por liberarte hasta que lo consigues y sales corriendo de allí, asustada. Recorres los pasillos de la prisión sin pensar más que en encontrar la salida.
Escuchas los pasos de alguien y te escondes en el primer lugar que encuentras. Hay alguien inerte en el suelo. Te acercas lentamente para comprobar que esté bien, pero es demasiado tarde; lleva clavado en el pecho la espada de Gryffindor.
Pero, ¿cómo es posible? No puede ser.
Miras a tu alrededor y te percatas de que es tu propia celda.
Efectivamente, Victoire. Jamás has salido de ella. Y jamás lo harás.
NDA: He tenido que recortar muchísimo porque me salía casi 300 palabras, pero bueno, creo que más o menos me ha quedado coherente. Tenía pensado otra cosa distinta, hasta que se me ocurrió esto y creo que es mucho mejor.
Supuestamente Victoire es asesinada, pero el cómo, quién y eso, es una incógnita como una casa porque así me ha dado la real gana. Y el cómo puñetas apareció la espada ahí, también. XD
En fin, no me enrollo más. Creo, solamente creo, que cumple con los requisitos que pedía el minirreto, y era que hubiera un asesinato. Y haberlo, haylo. A las pruebas me remito.
No hay más nada que añadir, señoría.
Un saludo muy grande y hasta la próxima (si la hay, que vaya usted a saber),
Miss Lefroy Fraser
