El tiempo que he pasado contigo, si lo cálculo, se resume a unos cuantos días. Eres un ciclo al cual no me acostumbro: desapareces, regresas con alguna clase de problema y te conviertes en anonimato.
En todos esos momentos te he recibido con el título de viejo amigo, y estoy muy agradecido con la casualidad que me permitió conocerte
Sin embargo, Erik, tengo la intención de reducir las distancias y aumentar nuestros momentos. Ya no quiero esperar al protagonismo del caos para disfrutar de tu compañía. Puedo parecerlo mas no soy conformista, suelo cumplir con lo que me propongo y más cuando se trata de ti. Me lo tomaré con humor y le pondré una sonrisa al futuro. Estableceré las reglas desde ahora: juro que no volveré a entrar a tu mente para expresar mis sentimientos, levanto la mano para hacer más real mi juramento. Así que no cortaré la conexión hasta que me respondas.
"Charles, ¿qué siento ahora?"
Erik, por favor.
"Dime, Charles, ¿qué siento ahora?"
Trato de comprender, pero aún no me respondes a lo que te he dicho. Ya sé lo que planeas, Erik; me harás darle vueltas al asunto y me crearás más dudas. Si ese es tu plan, no me queda más que obedecerte. Es gracioso, me siento igual, creo que no me estoy concentrando. Permíteme unos segundos.
"Charles..."
Tienes razón, todo es muy confuso. En primera instancia, no comprendo muy bien lo que piensas. Tu mente está muy revuelta y lanzas imágenes al azar de... ¿nosotros? Disculpa, creo que indago demasiado.
"Está bien, continúa."
Erik, por favor. Todo esto me causa gracia, y Hank no deja de verme con extrañeza. Me retiraré a otro sitio más cómodo para que podamos charlar.
"Desde que te conozco hablas demasiado y lo importante lo dices de último."
¿Acaso estás volteando la plática? Tú nunca me quieres responder a lo que te pregunto. Es como sí solo buscaras ir a la contraria de todos mis argumentos.
"Vivo a la contraria de ti, por eso me voy cuando quieres que me quede."
En ese caso, desaparece para siempre.
