Disclaimer: No soy Jotaká, no soy Warner. Inherentemente Harry Potter no me pertenece. Lástima.
Este fic participa en el Reto Inaugural: "Hablando de Quidditch." del foro El armario de escobas.
Roger mira desde la otra punta de la mesa a la campeona de Beauxbatons, jamás había visto a una chica igual. Era rubia, con definidos risos que centelleaban a cada movimiento que daba, ojos azules, que se moría por ver de cerca, y labios rosados y delgados, sus facciones eran delgadas y femeninas, su sonrisa hechizante, ¿qué tenía aquella chica que lo volvía loco?
Roger era una persona crítica, centrada y objetiva, siempre había sido así (¡Era un Ravenclaw, por Merlín!), pero ahora su juicio se había marchado de vacaciones y lo único en lo que podía pensar era en ella.
La hechizante chica se levanta, caminando con un contoneo de caderas sutil, y se dirige a la mesa de los leones, cuando el pelinegro ve cómo los chicos la miran siente unos inexplicables celos crecer en su interior, ¿cómo se atrevían a mirarla así? –a pesar que él la miraba del mismo modo–, ¡era una dama!, ¡era sutil!, ¡era efímera! No merecía que la vieran con sus sucios ojos mundanos. Roger, comenzando a ver borroso, observa como la chica se acerca a un renacuajo de cuarto, un Weasley seguro, y le pide una sopa, el pelinegro no se pierde la sonrisa estúpida del renacuajo cuando la chica le sonríe.
Roger aprieta los puños y tensa la mandíbula.
Y lo decide.
Él no dejaría que más nadie se le quedase mirando de esa forma a la hechizante chica.
Él la volvería su chica, sería suya.
Y, como siempre, Roger conseguiría lo que quería. Estaba seguro.
¡Hola, hola!
N° de palabras: 256
Cuando me sortearon a Roger pensé y pensé y pensé... y me metí en le Harry Wiki y esto salió XD
Espero sea, al menos, entretenido, no he quedado conforme, pero falta de tiempo fics desastrosos.
Amaly B.
