Los personajes no me pertenecen, solo los uso para esparcimiento y diversión, son propiedad intelectual de su creadora. Steven Volkov y algunos guardias por el contrario si es mi creación.


Se que he creado muchos fic de Bastardos Sin Gloria, pero este es el ultimo. En este Fic entraran en acción los últimos en el pasado de algo que se me fue de las manos y en verdad disfruto hacer. Sera la ultima pues tratare de que todos los cavos sueltos de los Spinoff se cierren en una sola obra de algunos capítulos (llevo 3 hasta el momento). En el siguiente Capitulo verán lo que paso tras la caída de Tokio Cristal tras el ataque de y en el siguiente la esperada llegada de los Hermanos Kou. Espero que lo disfruten y dejen sus comentarios para ver que les pareció. Con ustedes…

LA CAÍDA TRAS LA CAÍDA

CAPITULO 1

Era una mañana hermosa, como siempre en esa hermosa utopía destinada a ser, con los primeros rayos de sol una comitiva esperaba a la Neo Reina Serenity. Esta comitiva estaba encabezada por el mismísimo Rey Endimion junto con sus guerreras Mars, Venus y Mercury. Al bajar del transporte la soberana noto que la actitud de su amiga pelinegra y de su esposo eran algo distintas a la solían que tenían. En particular la regente de Marte que ni siquiera podía mirarla a los ojos. Aun así mantuvo su habitual sonrisa y los acompaño hasta Palacio. En un estricto dialogo protocolar se pusieron al día con algunos asuntos menores mientras que las para sorpresa de todos Urano y Neptun tomaron caminos separados. Durante el día todos trataban de evitar conversaciones si no era estrictamente necesario. Solo Ami y Mina que acababan de regresar de algunos asuntos en sus empresas estaban como todos los días.

Esa semana transcurrió casi sin inconvenientes pero este extraño comportamiento del Rey para su Reina hizo que sus guerreras y prácticamente todos descuidaran a la pequeña heredera, la cual solo recurría a la única que le daba consejo y el cariño que tanto necesitaba. Para sumar inconvenientes Michiru se presento con la Reina en una entrevista privada y luego de esta desapareció sin decir nada a nadie, lo que ocasiono que Haruka hiciera lo propio para seguirla.

Con la partida de Haruka, Lita regreso desesperada, pues su novio y secretamente esposo había desaparecido. Aun con la orden directa del Rey y poniendo a disposición el Servicio Secreto, que entro en acción conjunta con varias agencias de inteligencia, nada pudieron hacer. Parecía que simplemente Steven Volkov había desaparecido de la Tierra.

Una tarde de verano con algunas nubes en el horizonte, las guerreras estaban en sus respectivas funciones mientras que la joven Saturn viajaba a realizar un entrenamiento especial al otro lado de la galaxia. Fue cuando el Rey se acerco a su esposa en el patio Privado de la Reina.

- Serenity… - Comienza sentándose a su lado.

- Endimión. – Saluda la Reina. – ¿Que te trae a mi jardín?

- Tenemos que hablar. – Responde con seriedad.

- ¿Qué sucede? ¿Paso algo malo? – Cuestiona preocupada.

- No, nada paso, solo… que… – Respira profundo y continua. – ¿Serena eres feliz?

- ¿Que si soy feliz? – Pero más que la pregunta fue que la llamara Serena lo que le llamo al atención. – ¿Qué pregunta es esa?

- No sé cómo decirlo, pero yo… no…

- ¡Mama, papa! ¿Qué hacen aquí? ¡Vamos a jugar! – Dice la pequeña que estaba corriendo hacia ellos.

- Lo siento mi Pequeña Dama, pero tengo que hablar con tu madre. – Responde el soberano con seriedad.

- Pero...

- Hija ya escuchaste a tu padre. En otro momento jugaremos.

- Siempre dicen lo mismo. ¡No me quieren! – Finaliza la Pequeña Dama que sale corriendo hacia el palacio llorando.

- ¿Que tenias que decirme Darién? – Cuestiona una molesta Serenity.

- En otro momento, voy a ver a Rini.

- Siempre es en otro momento. Solo dime que es lo que quieres. – Dice poniéndose de pie molesta.

- Serena yo…

- Solo dilo, has actuado extraño desde que viajaste a esa conferencia de la ONU el mes pasado y peor desde que regrese de Kioto. ¡Solo dime lo que sucede!

- Yo quiero el…

Un temblor sobresalto a todos en el palacio. Los soberanos de Tokio Cristal se miraron y supieron al instante lo que era. Ambos corrieron hacia el interior, más precisamente a la recamara especial en la que solo la Reina podía entrar. Al llegar encontró la puerta abierta y su rostro palideció. Seguidamente una explosión en las afueras sacudió a todos.

- ¡Nos están atacando! – Dice Mars entrando casi dirigiéndose a Endimion. – Tiene que ponerte a salvo mi Reina. – Agrega mirando a la soberana.

- ¡Busquen a Rini! – Ordena la Rubia. – ¡Búsquenla y pónganla a salvo! ¡Ahora!

Sin esperar respuesta salió en la búsqueda mientras que Jupiter, Venus y Mercury salían a las puertas de palacio a enfrentar lo que sea que estuviera atacando el lugar. Cuando la soberana salió encontró a sus guerreras tiradas en el piso ante un extraño grupo de atacantes.

- Creo que debería rendirse ante nuestras fuerzas Neo Reina Serenity. – Exclama un enigmático peliplata con la media luna negra en su frente. – No tiene oportunidad contra nuestras fuerzas.

- ¡Depongan su actitud y váyanse en paz! – Responde sin bajar su mirada ante el arrogante hombre.

- Creo que no lo entiende. Sus guerreras cayeron y Tokio Cristal es nuestro.

- ¡Jamás!

Un resplandor emano de la Neo Reina Serenity sin dejar de ver a ver a sus ojos. El Príncipe Diamante Black quedo sorprendido ante la fuerza de la mujer, mientras que dicho resplandor creaba un fuerte campo de energía en todo el palacio. Sin poder hacer nada Mars miraba desde el patio como su amiga usaba su poder, pues el Cristal de Plata estaba perdido. Mientras las fuerzas enemigas retrocedían sin poder hacer nada Sailor Mars arrastro el cuerpo inconsciente de Jupiter, mientras que Endimion hacia lo propio con Mercury y Venus. Minutos después Serenity entro casi agotada y se apoyo contra una columna.

- ¿Dime que encontraste a Rini? – Pregunta suplicante.

- No mi reina, no la halle… Lo siento.

- ¿Quiénes eran? – Pregunta Endimión.

- Herederos de la Luna Negra. Tokio Cristal cayó y no sé cuanto pueda aguantar sin el Cristal de Plata. Voy a necesitar su ayuda. – Pide mirando a Mars y las Sailors que aun estaban inconscientes.

- Sabe que mi poder le pertenece mi Reina. – Responde con una reverencia.

- Pero no lo tienes… – Responde con tranquilidad ante una pálida pelinegra. – No importa, ponte a resguardo mientras contengo al enemigo.

La Neo Reina fue a una habitación donde a través de su poder el Palacio brillo con intensidad, mientras lo que parecía una pared de Cristal envolvió su cuerpo. Nuevamente Mars y Endimión trasladaron a las Sailor's a una habitación contigua dejándolas acostadas, aun inconscientes sus cristales brillaron y dieron su poder a la Soberana.

- Debo hacerlo. – Dice Mars acostándose en una de las mesadas.

- ¿Como que no tienes poder? – Cuestiona Endimión.

- No lo sé, hace una semana que no lo tengo, este no es mi uniforme, es un simple disfraz. No he podido transformarme. – Responde nerviosa. – No sé lo que me pasa.

- Tranquila amor. – Dice Endimión. – Esto se solucionara.

- Esto es por nuestra traición… Esto es mi culpa. – Responde con los ojos llorosos. – ¡Nunca debimos!

- Nunca debí haberte dejado.

Le da un beso en la boca y sale hacia el salón de armas del palacio. Cuando llega un dolor en su corazón hace que caiga de rodillas. Con esfuerzo llego hasta el panel donde una gatita gris se acerco.

- Mi Rey. – Comienza la gatita gris con miedo. – ¿Que sucede?

- Estamos bajo ataque… – Responde con dolor. – Y no sé lo que me pasa…

- Creo que debería descansar. – Sugiere con falsa tranquilidad.

- Primero preparare las defensas manualmente y luego mandare un mensaje para pedir ayuda…

- ¿Mensaje? ¿A quién Mi Rey?

- A mi mismo…

Mientras que el Endimión terminaba de reforzar las defensas manualmente Rei lloraba impotente ante el riesgo de las personas que amaba sin poder hacer algo. Aun con un perfecto disfraz tomo su pluma de transformación entre sus manos llevándosela a su pecho y son suplicante tono comienza.

- ¡Por favor Cristal de Marte! ¡Dale tu poder a la Neo Reina! ¡No permitas que por mi traición el Reino caiga! ¡Dejare a Endimión si me ayudas, dejare esta tonta idea de ser feliz con el hombre que amo con tal de ayudar a mi Reina! ¡Por favor Marte dame tu poder !

Su signo planetario resplandeció debajo de su falsa tiara y este poder ayudo al escudo de la Reina, pero inevitablemente al igual que sus compañeras quedo inconsciente para no despertar hasta que el poder del Gran Sabio cayó tiempo después. Aun así el espíritu del Rey jamás se aparto de su inconsciente cuerpo, aun después de volver, y de esta forma etérea Endimión supo el porqué de su falta de poder.

Luego de la gran batalla de Sailor Moon contra el Gran Sabio, el regreso de Rini y la lamentable pérdida de Sailor Plut, una agradecida Neo reina Serenity se encontraba frete a su yo más joven. En ese breve encuentro entre las jóvenes y las maduras guerreras hubo grandes cruces de miradas, pensamientos pocos podían comprender.

- ¿Porque me mandó ese extraño mensaje? – Cuestiona Tuxido Mask a su yo mayor.

- No estás preparado para saber. Solo te diré que tuve mis razones y para remediar errores.

- ¿Qué tipo de errores?

- No te puedo hablar del futuro, de nuestro futuro. Es mejor que sigas como hasta ahora y pienses en tu hija.

- Así lo haré Rey Endimión. – Responde Tuxido Mask.

Días después las Sailor´s restantes se reunieron con las Inners en el salón de a los fines de tratar de solucionar los problemas de seguridad que claramente señalo la regente de Urano. Entre varias discusiones, la más enérgica era Urano, todas seguían discutiendo lo sucedido. A pesar de ello las mas calladas eran Mars, Jupiter y Neptun, las cuales solo asistían, pues sus pensamientos estaban en otras cosas en esos momentos. En el momento que Urano cuestionaba a la regente de Marte con respecto a que no haya visto nada en el fuego sagrado un agente del Servicio Secreto se presento interrumpiendo el dialogo.

- Con el permiso guerreras. – Comienza el hombre. – Pero el Rey me mando a buscar a Lady Júpiter.

- ¿Encontraron a Steven? – Pregunta poniéndose de pie como un resorte.

- Así es mi lady. – Responde con una sonrisa.

Júpiter camino rápidamente hacia la puerta ignorando los reproches de Urano y antes de que digan nada Mars se disculpo diciendo que la acompañaría.

- ¿Cómo pueden dejar la reunión así como así? – Dice con ira Urano golpeando con su puño la meza.

- Yo también me retiro. – Dice Michiru. – No me siento bien.

- ¿Que te sucede? – Cuestiona alivianando su tono.

- Nada que te incumba. – Finaliza cortante.

Urano se queda apretando el puño mirando hacia abajo. Momento aprovechado por Venus y Mercury para salir antes de que explotara.

- Ahora si lo vi todo. – Dice Venus consternada.

- ¿Que viste? – Cuestiona Mercury resisando su computadora personal.

- Están separadas. No te das cuenta. – Responde Venus mostrando lo obvio.

- No me gusta meterme en la vida de los demás. Con permiso.

- ¿Y a esta que le pico ahora… – Se pregunta la rubia mirando a su amiga caminar en sentido opuesto.

Lita llego al Hospital General de Tokio lo más rápido que pudo junto con Rei. Al entrar a la habitación, que estaba custodiada por dos Guardias Reales, lo vio. Rápidamente sus ojos se llenaron de lagrimas al verlo acostado con muchas vendas y un claro rostro de dolor a pesar de estar sedado. Al tocar su mano la sintió fría, pero el rápidamente la apretó al sentirla cerca. No estaba consciente, pero su calidez era inconfundible. Rei miraba esta escena y se sintió triste, un sentimiento que le llamo la atención. Pero también se sintió sofocada y algo mareada. Fue al baño que estaba en el piso y casi no llega al inodoro para dejar su desayuno en el. A regañadientes aprovecho que estaba en el Hospital y fue a la guardia de este. Tras un rápido análisis le extrajeron una muestra de sangre y minutos después el resultado la dejo más pálida de lo que ya era. Salió corriendo, llorando hacia su templo donde la falta de respuesta del Fuego Sagrado le mostró que era verdad. Ella esperaba el hijo de Endimión. Entendió porque no podía transformarse y también que el fuego la ignore, pues recordaba que cuando Serena quedo embarazada de Rini ella no tenía poderes hasta después de su nacimiento. Miles de cosas rondaron su mente, desde la posibilidad de interrumpir su embarazo hasta dejar todo y refugiarse en el lugar más recóndito de la Tierra para que no la encontraran. Luego de meditar las cosas decidió que era hora de hablar las cosas y enfrentarse a su Reina, su amiga, pues a estas alturas ella no tenía la fuerza para poder seguir llamándola así. Sabía que lo entendería, y hasta se mostraría feliz por ella, pero no podía creer lo que había hecho. Había traicionado todo por lo que lucho, todo lo que dejo por su amor prohibido con el mismísimo Rey de Tokio Cristal. La solución era simple. Su deber era primero.

Ese mismo día la Neo Reina Serenity despedía a su hija en la Puerta del Tiempo, pues entendía que era hora de que entrenara con su yo más joven para ser una verdadera guerrera. Tras dejar una carta a si misma abrazo a su hija y se despidió junto a su esposo. Una vez que la puerta se cerró ella giro hacia Endimión y le dijo.

- ¿Que era lo que tenias que decirme? – Lo frontal de la pregunta dejo frio al Rey.

- No es el lugar Serenity.

- Ya dilo de una vez. Deja de evadir las cosas.

- Serena… – Da un gran suspiro. – Quiero el divorcio. – Respondió mirándola a los ojos con firmeza.

- ¿Que acabas de decir? ¿Qué tu quieres el divorcio? – Cuestiona aun incrédula.

- Si. Lo siento, pero amo a otra persona… Sé que tendría que haberlo hecho hace años, pero las cosas se dieron de esta forma. – Responde con tranquilidad y aun sin dejar de mirarla a los ojos.

- Eso explica porque no tenemos intimidad hace años…

- No es eso. Lamento decirlo de esta manera, pero en realidad amo a otra persona. Entiende que te ame en el pasado, pero no pude controlar lo que me paso.

- ¡Pudiste hacerlo hace tiempo, no tenias derecho… ¡No lo tenias! – Dice levantando la vos.

- Serena, lo siento, pero luego de la fiesta tomare mis cosas y regresare a mi antigua vida.

- Déjame sola… vete a… tu departamento, no quiero verte por ahora… vete con ella si lo prefieres.

Dicho esto ella se dio la vuelta y dejo atrás a su esposo echa mil demonios, y aun así con la sensación de haberse sacado un gran peso de encima. Era una mezcla extraña de emociones, aunque el sentirse traicionada y frustrada dominaba a todas. Al llegar a su cuarto encontró a Sailor Mars, la cual al verla se puso de rodillas en señal de respeto. La Neo Reina entro sin decir nada, pero unos segundos después la llamo.

- Pasa… y cierra la puerta por favor. – Dijo tratando de calmarse. – ¿En qué puedo ayudarte Rei?

- Mi Reina… yo… – Su vos se quebró y comenzó a llorar sin poder evitarlo.

- ¿Que sucede? – Pregunta preocupada tomando su hombro, pero ella se quita el brazo de encima.

- Mi reina… no merezco su compasión… no merezco siquiera ser su guerrera ni mucho menos la amiga que dije ser en el pasado.

- Toma asiento Rei y dime que sucede, me preocupas. – Dice sorprendida por esa declaración. – Tu eres mi mejor amiga. ¿Dime qué pasa?

- Me tengo que ir, lo siento… ni siquiera tengo mis poderes y es porque te traicione y no tengo perdón de lo que hice… yo…

- Tú perdiste tu poder… – Serenity piensa unos segundos. – Acaso tu estas… – Ante esa pregunta la pelinegra asiste.

- No pensé que podría pasar… pero estoy esperando un hijo.

- ¡Pero eso es genial Rei! ¡Me alegro mucho! – Dice la reina con sincera alegría. – ¡Es lo único bueno que ha tenido mi día! ¡Vamos a tener que festejarlo! – Enfatiza tomando las manos de su amiga, pero esta las quita y la mira a los ojos con vergüenza.

- No merezco ni tu amistad ni tu alegría, no merezco nada. Soy una traidora y merezco el peor de los castigos mi reina.

- Pero un hijo es una bendición, y sabes bien que lo malcriaremos como lo hicieron con mi hija. – Responde tratando de animar a su amiga.

- Mi reina, yo dejare mi puesto a su lado mientras este embarazo dure y luego encontraremos a un reemplazo para mí.

- ¿Que sucede? ¿Quién es el padre? – Cuestiona sospechando con temor la respuesta.

- No viene al caso… – Responde quitando la mirada.

- Si, si lo es. – Dice poniéndose de pie. – Extrañamente hoy Endimión me pidió el divorcio… acaso…

La respuesta vino sola pues la regente del fuego se quebró en llanto, abatida y aun peor avergonzada se tapo el rostro. La Neo Reina la miro con una mezcla de sentimientos, por un lado quería golpearla, no podía negarlo, pero por otro lado una serie de recuerdos llegaron de improvisto y una respuesta llego a sus labios.

- Yo… lo entiendo Rei… nunca terminaste con él como fue debido… al recuperar nuestros recuerdos simplemente regresamos y dejamos de lado tus sentimientos, nunca debimos…

- No lo hagas Serena, no uses tu increíble bondad para justificar mi traición, no lo merezco, no merezco siquiera estar en tu presencia… no merezco misericordia… he traicionado mis votos, he traicionado a mi reina y lo peor de todo traicione tu amistad…

- Tranquila Rei… – Dice dolida por su amiga abrazándola mientras ella se quebraba en sus brazos. – Nunca podemos dominar nuestro corazón… lo sé porque a pesar de elegir este destino el mío estaba en las estrellas… ya no llores… esto se solucionara.

Rei descargo su frustración y esa sensación de culpa que la estaba matando desde que viajo a Nueva York, desde que consumo su amor, desde que fragmento y traiciono todo lo que creía.

- Cuando sea madre… – Dice separándose de la Reina. – Puedo pedirte que borres mi memoria.

- ¿Pero qué dices? Vive tu verdadero amor, no podría hacer algo así.

- Hice una promesa durante el ataque, cuando mi poder había desaparecido sin saber por qué. Prometí dejar todo atrás con tal de poder ayudar al reino sin importar mi destino.

- No. No lo harás, disfruta ser madre, es una de las mejores experiencias que existen, no pierdas eso.

- No podría…

- Lo harás… ahora haz lo que quieras… eres una persona libre, viaja, quédate en tu hogar. No te sientas presionada por tus deberes.

- Lo siento… en verdad lo siento…

- Tranquila amiga… quiero verte sonreír.

Al escuchar eso Rei lloro nuevamente y así en silencio se quedaron hasta el anochecer. Sin tener éxito con el amino de su amiga la Neo Reina mando a que la llevaran a su templo donde no fue vista por mucho tiempo.


¿Que tal hasta ahora? Espero sus comentarios y desde ya muchísimas gracias a todos los que les ha gustado y me han dado el apoyo de seguir! También para ti lector anónimo que estas desde las sombras del ciber espacio leyendo! ¡Nuevamente Gracias a todos!

¡Nos leemos!