Hola chics ya tenia iniciadas muchas historias de Inazuma Eleven peroooo no las había podido publicar porque eh tenido una serie de restricciones de la PC ademas de que de salud y ánimos, pues no eh estado muy bien...¬¬UU seeh como me pasa usualmente, en fin, aquí les traigo una nueva historia...que a lo mucho se llevara dos o tres capítulos y tengo algunas mas solo que aun no las siento 'listas' para ser publicadas jeje espero que este pequeño fanfic les guste.

Titulo: Inicio de todo.

Autora: Shadow princess/Kitsune.

Fandom: Inazuma Eleven.

Parejas: GouenjixFubuki y algo de EndouxKazemaru.

Géneros: Romance, shonen ai.

Advertencia: FANFIC CON CONTENIDO HOMOSEXUAL, o sea que si eres homofobico o muy joven y sin conocimiento de lo que hablo es mejor que cierres esta ventana o pinches la flechita de "Atrás". No quiero reclamos después. Mala ortografía y gramática, disculpen ustedes.

Capitulo: 1/?

Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece, es completa propiedad de Level-5, lo único que me pertenece es esta historia y no gano nada escribiéndola o publicándola mas que mi propia satisfacción.


No tenia muy claro como había empezado todo pero si recordaba cuando comenzó, fue después de su salida del equipo, obligada por los 'aliens', durante ese tiempo de retiro no se perdió ninguno de los partidos que Raimon había tenido, con cada uno de los equipos de los extraterrestres, y ahí fue cuando lo vio.

Le pareció un chico extraño, cada vez que cambiaba de defensa a delantero parecía que su personalidad también cambiaba dramáticamente y con el paso del tiempo, para su enorme sorpresa, vio como su juego se desgastaba al tiempo que su mente comenzaba a quebrarse, no tuvo que ser un genio para darse cuenta de cual era la situación pero lo que le intrigaba era saber el porque el chico de la bufanda termino adoptando una doble personalidad. Era algo curioso, era un misterio para el y mientras mas estudiaba los partidos que tenia su ex-equipo, mas interés tenia por el chico de cabellos grisáceos.

Cuando por fin pudo volver al equipo de Raimon, después de saber que su adorada hermana Yuuka se encontraba bien, apenas llego en el momento justo, en el momento en que termino por ser mas que útil para sus amigos, logrando vencer a Desarm y ganar el partido contra, el nuevo Epsilon.

Luego de su regreso, se preocupo al ver a Fubuki tan lejos del equipo y del balón, parecía tener miedo de jugar y no podía culpar al chico, luego de todo por lo que había pasado, dividido entre el dilema de ser un excelente defensa o tomar la personalidad de su hermano Atsuya y volverse el delantero que todos querían y esperaban.

Aun recordaba la primera conversación que tuvieron, algo absurdo sobre si le tenia miedo al balón pero gracias al cielo, el ojigris entendió el punto al que quería llegar, necesitaba animarlo, sacarle de aquella confusión que era tan palpable en su mirada. No tenia ni idea de porque estaba tan interesado en el, y eso le desesperaba un poco, si, lo admitía ahora que podía ver al chico de la bufanda junto a el, cerca y todos los días, se daba cuenta que era muy atractivo: Piel blanca como la nieve, suave, sin imperfecciones, cuerpo atlético y esbelto, cabello sedoso y brillante, unos labios carnosos, apetecibles y dos orbes grises completamente expresivas.

Sin darse cuenta sus pensamientos comenzaron a girar, todos y cada uno de ellos, alrededor del peli-plateado, sabia que no podía hacer mucho por el pero no quería dejar de estar al tanto de su condición y ardía en enfado, cuando comenzó a hacerse buen amigo de Aphrodi, sobre todo sucedía ese mal humor, cuando sabia que iba a visitar a su amigo, Someoka.

El momento justo, la primera vez que jugaron juntos en el campo aun estaba fresco en su mente, se había alegrado tanto, verle esforzarse e intentarlo fue el mejor regalo que podría haber recibido, su corazón latía con fuerza al verle jugar a su lado, una sensación de calidez invadió su pecho y eso le dejo un sentimiento agradable.

El primer acercamiento después de aquel partido, fue algo casual, lo encontró solo, después del entrenamiento, parado en medio del campo, su mirada estaba algo ausente mientras observaba el balón de soccer entre sus manos.

-Fubuki...-susurro, llamando su atención y haciendo que volteara a verle, una sonrisa encantadora se dibujara en los labios del chico de cabellos grises , haciendo que un nudo se formara en el estomago del chico de cabellos parados.

El no. 10 se acerco aun mas, y sin ser muy consiente de lo que hacia coloco una de sus manos sobre la de Shirou, aquella que se encontraba sobre el balón, atreviéndose a acariciar esa pálida y suave piel que se encontraba ligeramente fría al tacto. Las mejillas de Fubuki se tiñeron de un color rosados y cuando el chico de ojos oscuros se dio cuenta de lo que hizo, rápidamente aparto su mano y le dio la espalda.

-...Te invito a comer al Rairaiken, así podrá relajarte un poco -murmuro algo avergonzado por su comportamiento, escucho la risita del chico de ojos plateados.

-Claro, gracias, Gouenji-kun -susurro con un tono amable. A partir de ese momento varias veces fueron a comer juntos, entrenaban solos de vez en cuando, y poco a poco fueron conociéndose mejor. Había descubierto cosas del delantero de hielo, cosas que le intrigaban, agradecía la confianza de Fubuki porque sabia que su pasado era algo doloroso de recordar pero era cierto que la mayor parte del tiempo apenas si cruzaban palabras, Shuuya era bastante parco y seco a la hora de hablar y el otro chico respetaba eso, ambos se sumían en un silencio cómodo.

En esas semanas fue cuando cayo en cuenta: Estaba enamorado, profundamente y sin razón de su amigo, compañero Fubuki Shirou. El problema era que no sabia si el chico de la bufanda le correspondería pero siempre tenia en mente que el que no arriesgaba, no ganaba y el necesitaba ganar, ganarse al adorable chico de cabellos plata.

No tenia mucho idea de como iba a 'declararse', el casi siempre era inexpresivo y le costaba imaginarse en como trataría, al usualmente amable, Fubuki. Esos pensamientos invadían su mente en cada momento, incluso en los entrenamientos, tanto se concentraba en eso, que al momento de hacer el 'Tornado de Fuego', durante la practica, el balón ni siquiera alcanzo a rozar el poste superior de la portería.

Frunció el ceño, apretando el puño derecho de su mano, estaba molesto tenia que despejar su mente- Gouenji-kun, ¿estas bien? -pregunto Fubuki, acercándose hasta el chico de ojos oscuros, parecía sinceramente preocupado por el.

Volteo el rostro, desviando sus ojos, de la cara del peli-gris- Si, no es nada...-murmuro, alejándose de él, yendo a las vestidores en ese momento en que terminaba la practica. Muchas veces escucho hablar sobre las hormonas y los estragos que estas causaban en el cuerpo de un adolescente pero nunca le había dado importancia y hasta ese momento se creía inmune, sin embargo en cuanto acepto que estaba enamorado del 'Asesino de osos', también le llego el momento de aceptar el despertar de su cuerpo, que le trajo muchas situaciones vergonzosas. Seguro no era normal tener sueños húmedos con tu amigo y compañero de equipo todas las noches, y para colmo existía el pequeño detalle que era de tu mismo sexo, y el problema no era tener esas ideas, sueños y fantasías con Shirou, no, el verdadero problema era que sabia que no podía llevarlas a cabo en la vida real, eso era desesperante para un chico con las hormonas tan alborotadas.

Mientras luchaban contra el Instituto Alien, decidió dejar a un lado sus sentimientos y esperar a momentos mas tranquilos para poder hablar con el chico de cabellos grises. Debía concentrar su atención, energía y pensamientos en derrotar a los 'extraterrestres'. Para lograr conquistar al chico de ojos grisáceos tendría que esperar mucho tiempo, tuvo que ser muy paciente.

En ese lapso tuvo una discusión con Fubuki, le había encontrado entrenando en aquella cancha vaciá y de repente comenzó a llover, ademas de escucharse algunos relámpagos, que quebraron la frágil estabilidad emocional de su compañero, escucho su historia y sus razones para quedarse estancado, el solo hecho de escucharle decir que quería ser 'perfecto' le irrito, para el y para todos los demás chicos, Fubuki era perfecto tal cual era pero parecía no darse cuenta de eso. Recordaba haberle dejado solo a pesar de que había gritado que 'No quería quedarse solo', fue difícil dejarlo atrás pero tenia que hacerlo, debía entenderlo por si mismo aunque tuvo que ser rudo con él a pesar de cuanto le dolía. Esa conversación fue importante para ellos y también para el equipo completo de Raimon que aun tenia que derrotar a los "Extraterrestres" e iban a necesitar a Shirou.

Y cuando por fin todo el viaje, entrenamiento y luchas terminaron, incluyendo la locura de Kazemaru y sus demás amigos manipulados por el meteorito, se entero que Fubuki se marcharía, tenia que regresar a Hokkaido porque quería volver a jugar con su equipo.

El día que los chicos partían de Inazuma Town, el delantero de fuego tomo una decisión, alcanzo al ojigris antes de que subiera a la caravana relámpago para regresar a su hogar, le tomo con firmeza de la muñeca, jalándolo hacia su cuerpo, le tomo por la nuca con algo de brusquedad e inclino su rostro juntando sus labios en un beso lento y profundo, cerro sus ojos disfrutando de la calidez y la sensación de los labios de Fubuki, aquello era mejor que en sus sueños, recorrió el labio inferior con su lengua antes de deslizar el musculo en el interior de su cavidad, probando su sabor, todo eso sucedía bajo la atenta mirada de sorpresa del delantero de hielo que tenia el rostro completamente rojo y no podía corresponder por lo inesperado de la situación, simplemente sentía el palpitar con fuerza de sus corazones, el cálido aliento de Gouenji sobre su rostro y en su boca que confundía sus sentidos.

La falta de oxigeno hizo que el chico mas alto tuviera que separarse, ambos tenían la respiración acelerada y sus miradas no se cruzaban en ningún momento, se alejo del cuerpo de Fubuki para que siguiera su camino, no pensaba detenerlo, no era nadie para hacerlo aunque no quería que se fuera.

-Lo siento, Fubuki, ojala tengas un buen viaje -murmuro con las mejillas teñidas de rosa, como rara vez sucedía, con la mirada fija en un punto en el suelo. No era una declaración, simplemente había sido una acción desesperada por demostrar su cariño al saber que el objeto de su afecto iba a irse y probablemente no le vería en muchísimo tiempo.

-Gouenji...-el sonido del autobús acelerando, llamo la atención de los dos chicos y les hizo saber que no tenia mas tiempo- Nos vamos a volver a ver y...-sonríe algo avergonzado el de cabellos grises- Entonces, vas a tener que explicarme que significo esto -susurro, llevando sus dedos hasta sus propios labios, rozándolos, aun estaban húmedos y calientes.

El de ojos oscuros simplemente afirmo con un movimiento de cabeza, en silencio, no tenia idea de como Fubuki podía estar tan seguro de algo, se había vuelto mas optimista desde que había arreglado el problema de su personalidad. Levanto la vista para verle abordar la caravana, tenia un dolor muy curioso en el pecho pero no lo expresaba en su rostro, mantenía su usual gesto de seriedad

Quedo solo en aquel lugar, viendo como se alejaba, cada vez mas y mas, el autobús. En verdad creía que no lo vería de nuevo, al menos no en mucho tiempo, era su sentido fatalista y dramático hablando por el pero quería creer en la promesa de Fubuki, no quedaba mas que tener fe en esas palabras.

Los primeros días después de aquella despedida, simplemente no podía sacarlo de su mente, rememoraba el beso a cada momento, las sensaciones que le produjo y no se diga los mil y un sueños romántico-eroticos que tuvo cada noche. Unas semanas después de la partida de Fubuki, vino el sentimiento de ansiedad, decepción y tristeza, lo manejaba de la mejor manera posible pero sentía que si no volvía a ver pronto a Shirou terminaría enloqueciendo. Necesitaba su tranquila presencia para calmar su espíritu, le necesitaba como si fuera el aire alrededor y muy a su pesar tenia que reconocer que se había hecho importante en su vida y que había cometido un enorme error al dejarle ir.

-Gouenji, te noto algo diferente, amigo...¿Sucede algo malo? -pregunto el capitán de Raimon, como siempre, tan perceptivo aunque aparentara ser un chico inocente e ingenuo. Sonrió de medio lado de forma casi imperceptible para el castaño.

-Promete que si te cuento lo que me pasa, no se lo dirás a nadie mas, Endou -murmuro el chico de los cabellos parados, mirando con seriedad a su compañero que solo sonrió de forma comprensiva y asintió en silencio antes de sentarse a su lado, ambos se encontraban en las bancas del campo de entrenamiento.

-Estoy enamorado de Fubuki...y creo que no soporto el saber que esta lejos -comento en voz baja después de varios tartamudeos e intentos por articular la oración, avergonzándose de sentirse de ese modo, el no era así, nunca antes se había enamorado pero no quería ser un chico cursi y sentimental que sufría por la perdida de su primer amor. Seguramente Endou se reiría en su cara al verlo así de débil. A pesar de eso, el portero no se burlo, ni siquiera sonrió, al contrario escucho pacientemente toda la historia de principio a fin, un largo silencio se formo entre ambos cuando termino de relatar todo lo que tenia que decir, el cielo se teñía de colores naranjas, apenas comenzaba a atardecer.

-Yo...-comenzó a hablar el castaño de ojos café- Creo que si Fubuki te prometió que volvería, eso va a pasar, si en verdad lo quieres, tienes que confiar en el y esperar -el peli-crema volteo a verle como si hubiera dicho una verdad universal- Si son el uno para el otro, las cosas van a darse de una manera o de otra, no te agobies tanto, Gouenji -se levanto de su asiento y le dio un amistoso abrazo que el goleador acepto de buena manera, el sonido de un carraspeo llamo su atención, frente a ellos se encontraba Kazemaru, que veía la escena con cara de pocos amigos, aparto a Endou que no parecía entender la situación en la que se habían metido.

-Lo siento, no quería interrumpirlos -murmuro el peliazul, bajando la mirada- Ahora entiendo...-se dio la media vuelta y huyo rápidamente del lugar, dejando a Mamoru con un enorme signo de interrogación en la cara.

-Creo que malinterpreto las cosas -comento el chico de cabellos crema, el capitán del equipo frunció el ceño, poniendo un gesto de seriedad.

-Tengo que irme, pero piensa bien las cosas, Gouenji -el no.1 de Raimon tomo su mochila y se despidió con un gesto de su mano antes de salir, casi disparado, a buscar al chico de cabello largo y azul, Shuuya esperaba que en verdad pudieran arreglar las cosas, sabia que ambos intentaban ser mas que amigos aunque Kazemaru siempre era muy inseguro y celoso, estando a la defensiva la mayor parte del tiempo.

Ahora tenia un problema mas, se había convertido en la manzana de la discordia dentro de la cabeza del medio campista mas rápido del equipo, otro problema mas por la cual preocuparse pero lo que no sabia era que estaba a punto de recibir una gran sorpresa, no sabia que las palabras del peli-plateado se harían realidad, cuando menos se lo esperaba, se volverían a ver, y de sus acciones, decisiones y palabras dependería el que por fin pudieran estar juntos o que se separaran de nuevo.


Notas: Bueno, primero que nada, creo que Gouenji me a quedado algo -bastante- OOC y es que no puedo imaginármelo enamorado, y también esta el hecho de que no es de mis favoritos por lo que no le eh prestado tanta atención a su gama de emociones. Una disculpa si en ese aspecto les desilusiono.

Por otra parte, ya han visto los promocionales de la nueva temporada de Inazuma Eleven...Inazuma Eleven GO! Bueno se los recomiendo, si bien extrañare a mis niños, se ve que esta nueva temporada también sera muy buena.

Gracias por leer y espero traer el nuevo capitulo, muy pronto nwn.

¡Bye!