Hola! Volví con una historia nueva a la que no sabía como nombrar, pero entonces decidí que se llamaría "Nombrarte" jajaja después, más adelante entenderán el por qué. Constara de una serie de capítulos cortos para que se haga fácil leerlos y dejen mucho bonitos reviews:) jajajaja Acá les presento a mis personajes.

Caminan por el escenario tres chicas, sentados en las butacas están los "Merodeadores" se escuchan silbidos y Liliane es la primera en habalr:

- Callate James! ya dije que no me gusta que hagas eso!

-Ok me callo.

- ohh el pequeño jemsie se calla porque la pelirroja se lo pide- Sirius hace caras burlonas.

- Callate Canuto que debe empezar la historia! ya súbete al escenario de una vez!- Lunático se exaspera, que amigos más pesados le fueron a tocar al pobre, un par de cachetadas a Cornamenta y Canuto y logra que se suben y empiecen con la historia.

- Bueno gente somos: Liliane Evans la pelirroja sexy enfurecida.-presenta sirius.

- Vicky la tanita y Amy la bonita- Sirius hace ojitos a Amy remus le tira con uno de sus libros jaja.

- y por último- interrumpe James porque sirius se queda peleando con lunático.

- Los más lindos, los más inteligentes y populares. Los más encantadores: Nosotros "Los MERODEADORES" un fantástico invento de nuestra querida J.K Rowling Blackgirlmarauder más conocida como Annie! es solo una chica aburrida con poca imaginación que ha decidido usarnos a su antojo para haceros reír a ustedes y rogarrlessssssss por un REVIEW! jajajaja

James dejá el show luego de haberme escrachado por mi desisión si! porque yo soy la que manda aquí! jajaja

Que lo disfruten...


-Capítulo uno-

"Desenfreno"

¡Bonito día el mío!- murmuraba Lily Evans mientras avanzaba por el pasillo que iba hacia la torre Gryffindor.

¿Otra vez quejándote¿Qué te está pasando Lils?- Una chica de largo cabello castaño le seguía el paso a la pelirroja que, una vez más, se encontraba furiosa. Sus ojos verdes brillaban con recelo a la luz de la antorcha que le iluminaba la cara. Eran las doce de la noche, debían marcharse a dormir.

No lo se… creo que comienzo a volverme loca Amy.- De la nada apareció frente al retrato Victoria Strandatti, una amiga de las chicas que las sorprendió diciendo:

¿Comienzas¡Pero si ya lo estas! Reconócelo Lily te gusta Potter.- El cuadro se abrió con la contraseña gritada por Lily dándole el paso. Se escucharon pasos rápidos y un portazo. Liliane Evans no era una chica muy tranquila que digamos, y bastaba con mencionarle al merodeador James Potter para sacarla de sus cabales.

¿Cómo haces para ser tan bruta Vicky? – Amy y Vicky ambas morenas y bellas subieron con calma las escaleras riéndose de sus ocurrencias. No es que fuesen malas amigas, es que sabían que cuando la pelirroja se enojaba, era caso perdido.

Entraron al cuarto procurando no reírse y se metieron en la cama. Recién era su segunda semana de clases y ya debían hacer un montón de tareas. Los merodeadores habían inaugurado su séptimo año con una broma a Malfoy que había disgustado mucho a Lily. Acaban de entrar al colegio y Gryffindor ya hacía perdido cincuenta puntos. Lo peor fue cuando James le dijo a Lily:

¿Qué te enfurece tanto Evans? Con un par de preguntitas de los profesores recupero y duplico ese puntaje, no eres la única inteligente, recuerda yo también soy premio anual.

Habían estado haciendo la ronda de vigilancia y con esas palabras Cornamenta había logrado herir muy hondo a la pelirroja. Pero esto era una pelea de hacía años y James ya estaba cansado de las humillaciones de Liliane, él la quería, pero ella no quería creerle y cada vez que él le pedía una cita ella lo rechazaba de tal manera que lo hacía ponerse rojo de la vergüenza. Es cierto que James era mujeriego y algo narcisista pero no era malo, era tan solo el típico chico de diecisiete años, que se sabe lindo popular e inteligente.

Pero eso no es algo malo ¿o si?- James se dio vuelta para mirar a su amigo Canuto.

¿Canuto? Me estás escuchando?- preguntó indignado el moreno.

¿Eh? Si si… ya te dije que debes hacer.

Déjala ir, si es para ti volverá- repitió un cansado Cornamenta.

Debo admitir que está vez tiene razón, y deja de lastimarla con palabras feas ¿quieres?- Remus Lupin si que sabía lo que decía. Él conocía muy bien a Lily y sabía porque razón siempre reaccionaba mal con James, solo que esperaba que el merodeador lo descubriera solo.

¿Nunca vas a decirme que es lo que le pasa conmigo no?- James no espero la respuesta, sabía cual era.

De todos modos sería mejor dormir, al día siguiente debería cumplir castigo con McGonagall debido a un pequeño incidente con Snape, y Colagusano ya roncaba como cerdo, así que no quedaba mucha opción.

Se dio vuelta hacia un lado y hacia el otro, estaba enojada, todo, absolutamente todo, le molestaba. Desde el rayo de luna que ingresaba furtivo por la ventana, hasta el respirar pacífico de sus dos amigas. Cómo le gustaría a ella poder dormir así. Pero había algo que la exasperaba hasta el cansancio. No sabía si practicar boxeo con su almohada o ahogar la bronca gritando o…

Comer.- Los ojitos le brillaron, había encontrado la solución. Nada como un buen pedazo de tarta de frutillas para calmarse.

Bajo las escaleras sigilosamente, lo único que faltaba era encontrarse a Potter para rematarla.

Las cocinas estan cerradas por orden de Dumbledor Evans.- ¡Listo! Esa sí que sería la gota que rebalsara el vaso de Liliane.

No iba…-

Sí ibas a ir a las cocinas.- James no la dejó terminar de hablar, cosa que empeoraba la situación.

¿Puedes dejar de meterte en lo que no te importa Potter? Sabes… tú no eres perfecto, no lo sabes todo en la vida, ohhh pero claro el señorito jugador de quiditch cree que puede…

Lily basta ya.

No James déjame terminar porque tú siempre estás atormentándome con tus discursos de egocentrismo y perfección y…

¡Para ya!- James estaba arto.

… y siempre me haces sentir como una tonta, porque así es como me tomas ¡Como una reverenda imbécil! Y…- Cornamenta no la dejó seguir subió a su habitación y se acostó aunque no pudo pegar un ojo en toda la noche.

La pelirroja se arrepintió toda la noche de lo que había hecho, sabía que no había sido lo correcto. James Potter nunca se rinde¿quería decir eso entonces que lo había lastimado? Liliane Evans tampoco pudo dormir aquella noche pero ni siquiera se quedó en la habitación. Huyó a la sala de menesteres y encerrada allí pasó por muchas emociones de la furia al llanto del llanto a la falta de aire y de allí al suelo. Calló rendida; por último la resignación. Algo estaba sucediendo con ella y no podía saber qué. Canalizaría todo eso en lo que ella más amaba en ese mundo, bailar.


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