En medio de la multitud, un chico corría como si se le fuese el alma en ello, Eren se había preparado exhaustivamente para la entrevista, conseguir trabajos redituables en la ciudad era de lo más complicado, una oportunidad única en su tipo, por eso el chico se mentalizó y trató de dar respuesta a mil y un posibles preguntas que le realizarían, sin embargo, la alarma del reloj no le hizo justicia, estaba a un paso de no llegar, pero el chico era tenaz, algo tan característico de él como el color canela de su piel.

Dobló la calle viendo a lo lejos aquel lugar donde ocurriría uno de los eventos más importantes y representativos de su vida, su sueño hecho realidad, siempre quiso trabajar del lado de la equidad, la conservación y la paz entre todos los individuos, mantener un orden, tener la ley y el poder para representarla, ser policía era su mayor llamado.

El chico de tan solo 24 años corrió más y más deprisa como si aquello fuese a mejorar su horrible desventaja, hasta que al final se le hizo, entro jadeante casi azotando la puerta y se encontró con una enorme fila de personas interesadas por el mismo trabajo, la hilera era tan larga como su decepción.-Jamás lo conseguiré.- Expresó tristemente. Pasó a sentarse, un rayo de esperanza debía existir, con eso en mente decidió quedarse y esperar, y aunque la paciencia no es uno de sus mejores atributos, para él, el empleo lo valía.

Al cabo de dos horas en las que vio gente entrar y salir con rapidez, notó que entraban de una forma y se retiraban con una actitud completamente distinta, tal vez si no fuera tan despreocupado, el miedo ya se hubiera instalado en su pecho, las personas salían casi huyendo despavoridas, como si el mismo Demonio hubiese hecho su aparición asustándolos.

Al llegar su turno, el joven ingenuamente entro con toda la seguridad que pudiese caber en el mundo, abrió la puerta con nerviosismo y lo primero que vio fue un pulcro cuarto, una mesa con toque pintoresco y tras de ella un hermoso hombre de mirada penetrante; al acercarse un poco, el chico quedó atrapado en un trance, aquel ser no sólo era bello, su apariencia fina pero varonil eran de otro mundo, el joven estaba casi seguro de que cualquiera quedaría atontado ante la presencia de tan inusual sujeto.- Siéntate.-

-No sólo su físico, también su voz…- Expresó a medias. Estaba tan sorprendido por la sensualidad de su dicción que no podía oír ni una sola palabra que el hombre decía.

-¡¿Me estás escuchando?!- El chico brincó en su asiento, la belleza encarnada había pronunciado una voz grave que lo sacó de todo su aturdimiento.

-No, lo siento…-

-Bastardo, tienes agallas.- El castaño agachó la cabeza, hoy definitivamente no era su día.

La entrevista resultó ser de lo más sencilla, y aunque el hombre usaba palabras altisonantes y su tono para hablar fuese rudo, el chico no se dejó intimidar, por el contrario, se sintió cada vez más seducido por ella, se sintió hundirse en el movimiento de sus labios, en ver su lengua chocando contra sus dientes; se había enamorado, no tardó ni un segundo en comprenderlo, él sabía que era homosexual, siempre fue consciente de ello y no le importaba que ese sexy ser fuese hetero, con poder admirar su porte y ahogarse en la fresca fragancia de su piel le bastaba, una razón más para adquirir ese puesto.

El muchacho salió de ahí con semblante triunfante, estaba más que seguro de que había ganado, si tenía suerte recibiría respuesta en torno a 7 días, él despreocupado caminó rumbo a su casa y se echó a dormir, y como fue, al cabo de ese plazo fue llamado y contratado.

Orgulloso, habló a su madre contándole su éxito, bueno, exceptuando por la vista del precioso paisaje que recibiría ahora. Celebró con sus amigos su logro y así fue como el primer día de trabajo llegó, y ahí estaba, aquello que no podía faltar, el amor de su vida.

Lo observó por largos segundos, aquel hombre que le había robado el corazón lucía muy sexy en uniforme. Se acercó apaciblemente esperando el primer mandato.

El mayor al percatarse se giró en torno a él y con su mirada fría le señaló la pila de papeles sobre el escritorio. – Hoy aprenderás a responder informes.- El chico no se veía para nada convencido, pero no tuvo de otra más que aceptar, era su trabajo soñado, no tiraría la toalla solo por eso.

El chico se sentó y ojeó varias hojas que estaban desordenadas, cuando de repente, el mayor se paró tras de él y apoyando sus manos sobre la mesa, cerró todo contacto.

Al sentir su pecho sobre su espalda, Eren tragó grueso, no esperaba esa inusual cercanía, sudó nervioso mientras sus pulmones se llenaban de la esencia de su nuevo jefe. -¿Tienes idea de cómo se hace?-

-¿E-Eh?-

-Contesta.-

-En r-realidad…- Levi suspiró cansado, le quitó los papeles de la mano y comenzó a explicarle paso por paso lo que debía hacer, el castaño con dificultad hizo todo lo posible por poner atención.

-¿Entendiste?-

-S-Si.-

-Bien, a trabajar.- El mayor se separó con el pretexto de que iría a hacer un rondín, el castaño se sintió triste, después de pasar por esa exquisita situación, el día siguió transcurriendo de lo más normal, hasta que entre regaños y distracciones, la hora del almuerzo llegó. -Señor ¿puedo hacerle una pregunta?-

-Adelante.- El joven se quedó pensativo, analizando lo que iba a decir a continuación.- ¿Por qué usted se encargó de la entrevista?-

-…Si vas a trabajar con alguien que no conoces, es mejor escogerlo, qué tal si es un patán de mierda desagradable y termino corriéndolo en menos de un día…-

-Ah-h…no sabía que como policía podía hacer eso.-

-En mi caso sí, soy representante de esta zona y el Jefe me conoce lo suficiente como para saber que lo mejor es hacer caso de lo que yo digo.-

-¿Quién es el jefe?-

-Un malnacido llamado Erwin.-

-Oh, ya veo…-

-¿No preguntarás más? Te veo bastante curioso.-

-N-No, es solo que, es mi primer día y quería saber más sobre mi trabajo.-

-Tómalo con calma, aún te queda mucho por aprender.-

-Lo sé.-

A lo largo de la semana, Eren comprendió muchas cosas, su jefe no sólo era sensual y se caía de bueno, también era un demonio gruñón y eso a él, lo ponía bastante.


-¿Lo harás o no?-

-…-

-Oh, ahora no sólo sufres amnesia también eres sordo.- Había sido descubierto dentro de su ensoñación, por lo tanto, no tuvo de otra más que inventar que había recordado algo para marcharse y escapar, ya eran dos veces que el mayor lo atrapaba siendo observado como si fuera un chocolate y él un pobre vagabundo hambriento, tal vez la tercera ocasión ya no se salvaba, y eso creyó, pero quién iba a pensar que dentro de muy rápido, todo cambiaría. Hace tres meses que Eren trabajaba en la caseta y pronto correrá el mayor peligro y su hermoso jefe tendrá mucho que ver.


¡Hola! ¡Aquí Redvi con una nueva historia! Verán, esta historia será corta (esta vez no es mentira). Ya que la tengo planeada de principio a fin...Espero que le den una oportunidad, esta fue una pequeña introducción.

Aprovechando el espacio, pensé en preguntarles si les gustaría que continuara o actualizara alguna de mis otras historias o si les gustaria que escribiera un tipo de nuevo trama en especial.

Bueno, con esto me despido, nos vemos en la siguiente actu, bye~