Cuando Edward se encuentra junto a Bella (su gran amor) piensa que ella es el centro del universo, del suyo al menos, y cree que merece lo mejor que él pueda darle.

Así que busca varias maneras de complacerla, dándole cosas que ella a veces no quiera recibir.

El sabe que si se lo pide "Por favor" ella aceptará, pero no con el entusiasmo que busca.

Como no sabe lo que le gusta, compone algo para ella, algo de su propio ingenio, algo que no tendrá que ser recibido con un "Gracias" falso.

Cuando llega el momento, se lo interpreta.

Era una melodía muy hermosa, algo que jamás se había escuchado.

Edward le susurra al oído:

"Compuse esta melodía cuando estaba pensando. Pensando en alguien que me hacía feliz, alguien a quien amo. Esta canción es para una mujer, la única mujer que he amado en mi vida. Esta canción es para ti, mi amor"

Bella comienza a derramar unas lágrimas y él se preocupa, cree que quedó ofendida por la forma en que interpretó con su música lo que ella significa para él.

Pero, para su sorpresa, se lanza a sus brazos y le dice al oído dulcemente:

"Gracias Edward, de verdad muchas gracias. Es lo más hermoso que me hayas dado, no hubiera pedido algo mejor. De verdad gracias. Te amo."

Al fin él comprende lo que ella quiere:

No quiere joyas.

No quiere su dinero.

No quiere cosas materiales.

Lo que ella realmente quiere es a ÉL.

Solamente a él.