El Evangelio de Castiel

(Escrito por Federico H. Bravo)

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Navidad. Una fecha muy particular.

Me hallaba sentado en un banco de plaza, las manos en los bolsillos de mi traje contemplando cómo la gente iba y venia, haciendo las compras de ultima hora, los niños corriendo contentos y con una sonrisa en la boca, los adornos en los escaparates de las tiendas y el gran árbol, un inmenso pino colocado en el centro de la plaza. Todo, coronado con un frío penetrante que calaba los huesos y que iba acompañado por un poco de nieve que caía desde lo alto.

Sí. Una postal navideña de tiempos modernos.

Hubo un tiempo en que Navidad significaba otra cosa. Ellos, los humanos, lo han olvidado. Para ellos Navidad es hoy sinónimo de compras al por mayor, de regalos y fiestas ruidosas. Pero no siempre fue así… existió otra época, hace dos mil años, en los cuales Navidad significó otras cosas para mucha gente. Entre ellas, el momento en que la Tierra recibió el más maravilloso regalo de todos: la presencia de Dios.

Me llamo Castiel, soy un ángel. Tengo una historia que contarles. En sí, no es una historia nueva. Seguramente la conocen. Sale en la Biblia. Pero creo que lo que encontraran de novedoso e interesante es mí enfoque personal. Hasta el momento, han sido hombres quienes contaron esa historia… ahora es mi turno.

Pasen y vean. Ésta es la historia de cuando Dios bajó a la Tierra y se encarnó en forma humana…