Misunderstanding: Malentendido.

Capitulo 1.

Septiembre de 2028

Mi vida siempre se ha encontrado llena de malentendidos, fuera por X o por Y, pero siempre pasaba algo que lograba que hubiera un malentendido.

Digo no me puedo quejar por lo que me ha tocado en esta vida, porque la verdad me han tocado cosas muy buenas, a mis 23 años tengo un niño hermoso, una linda familia, lo tengo todo para poder ser feliz. Pero a pesar de eso a veces me siento vacía.

Louis es el niño más lindo de este mundo, tranquilo, bien educado, claro lo eduque yo; nació un 23 de mayo de 2026 y ha sido quien de hecho me devolvió la vida.

Se preguntarán cómo fue que a mi Rose Weasley terminó tan deprimida cómo para que un pequeño niño me devolviera la vida. Todo de hecho se reduce a un nombre y un apellido, Scorpius Malfoy.

Han pasado tres años desde la última vez que Scorpius y yo salimos juntos. De hecho creía que sería definitivo cuando comenzamos a salir, pero de verdad que me pude equivocar bastante.

Era el otoño del 2024 cuando llego esa lechuza.

Rose hace siglos que no te veo.

¿Quieres salir?

Espero tu respuesta.

Scorpius.

Dude en si contestar o no, pero pudo más mi curiosidad de saber que quería Scorpius y no vacilé ni un segundo.

De acuerdo, te veo donde siempre.

Rose.

Fue el mejor año de mi vida, era por así decirlo la novia oficial, porque finalmente el no salía con nadie más, aunque el jamás me había pedido ser su novia, yo creo que simplemente lo asumí, nos mudamos juntos, íbamos a reuniones familiares, de verdad yo creía ser ya su novia.

……….

Otoño 2025

Estaba próximo mi cumpleaños y ya llevaba ya dos semanas despertándome todas las mañanas sintiéndome de la patada, todos lo días amanecía con nauseas, no deseaba comer absolutamente nada y terminé yendo con el doctor.

Yo no sabía si era por estrés que me sentía así, si tenía alguna baja en el azúcar, o sí ya tenía presión arterial alta a mis 20 años. Pero me lleve una gran sorpresa al salir del doctor.

Embarazada.

Esa fue su respuesta.

Capitulo 2.

Embarazada.

Noviembre 28 2025.

Apenas tenía 20 años, no podría estar embarazada, digo estoy a nada de terminar la carrera, pero aún así, en mis planes aún no está el tener un niño.

Regrese a la casa que Scorpius y yo compartíamos. El aún no llegaba, comencé a cocinar, no ponía atención en nada, en absolutamente nada. Mi mente estaba tan absorta en pensar en un bebé que incluso no oí cuando Scorpius regreso.

"Mmmm, Huele bien." Dijo rodeándome por la espalda.

Toda la presión que sentía instantáneamente desapareció, me derretía en su contacto. Comenzó a besar mi cuello y me perdí completamente. Solo pasaba por mi cabeza el hecho de que era por eso que estaba embarazada. Y a pesar de eso no pude evitar girarme y besarlo, y seguir besándolo, todo estaba bien, que más daba si lo hacíamos una o mil veces más mientras él estuviera ahí, todo iba a estar bien.

O eso creía yo. Dejo caer la bomba justo el día de mi cumpleaños.

Scorpius había organizado una gran reunión con familiares y amigos y a mitad de la velada dio la noticia.

Todo mundo creía que finalmente me propondría matrimonio, incluso ilusamente yo también lo pensaba ilusamente pero no fue así.

"Me dieron la oportunidad de hacer la especialidad en Suiza durante un año y empiezo la siguiente semana"

No supe que sucedió después.

Desperté y a mi lado se encontraba Ariadne, la hermanita de Scorpius, que en esa entonces no pasaba de 17 años.

"Ya despertó" dijo.

"¿Qué sucedió?" pregunte intentándome levantar, pero una mano me retuvo pegada en contra de la cama.

"Todo está bien querida." Era mamá. "Te desmayaste. Pero ya estás bien."

Una semana más tarde me encontraba en el aeropuerto despidiendo a Scorpius quien únicamente me beso en la frente cómo despedida.

En ese momento me di cuenta de que ya no sabía que hacer, mi apoyo mental se acaba de subir a un vuelo del que no regresaría en un año. Tenía 20 años, aún no acababa la carrera y estaba embarazada.

Me desplome no podía más y simplemente comencé a llorar.

Todo lo que no había llorado la semana que le siguió a mi cumpleaños lo lloré en ese momento, el hecho de no saber siquiera cuales eran sus planes, que no me incluían por cierto, el estar embarazada. No podía con todo eso y simplemente me desmorone.

Ariadne fue la que se acerco a e intento consolarme.

"Rose, todo va a estar bien, y lo sabes, es solamente un año."

Yo no podía dejar de llorar. "Pero en un año pueden pasar muchas cosas."