El Vendedor de Ilusiones – Jim Mizuhara

Capítulo 1

Personajes: Kai, Rei, Yuriy

Contenido: Yaoi, lemon, AU

Disclaimer: Ya saben.

Observaciones Generales: Hola, estimados lectores y lectoras! Yo y mis ideas no-tan-convencionales de nuevo... esta cosa se me ocurrió hace algún tiempo, lo descontinué y ahora surgió la inspiración de forma masiva, de modo que advierto que en este primer capi hay lemon (Sí! Lemon, como no podría ser) de modo que si no gusta, no leas. Espero que se diviertan leyéndolo.


Corretearon intensamente por todo el escenario, levantando papeles y algunos cables que estaban por el suelo. En medio del griterío se hacía presente la voz del director, quien ordenaba a todos los funcionarios que mantuvieran el silencio, apenas logrando que su voz se mezclara con las otras, al tiempo que un ayudante suyo le acercó un rimero de papeles; echó una mirada en el texto, verificando que se habían cometido varios errores en el diálogo y la caracterización de los personajes, y ordenó estentóreamente que se pusieran todos en sus respectivos lugares para recomenzar la filmación.

El inmenso estudio cubierto, especialmente construido para la ocasión, pertenecía a uno de los tantos desparramados en un terreno de varias hectáreas de extensión, propiedad de la compañía cinematográfica Hiwatari Co. recientemente formada, contando con un respaldo de varios millones de dólares y que se proyectaba en el campo fílmico como una nueva propuesta en el negocio del entretenimiento. La formación de esta compañía era el resultado de la aglutinación de varias otras pequeñas y antiguas, las cuales no podían competir con las gigantes actualmente en el mercado, y mediante una conveniente inyección de capital todos los inmuebles existentes fueron remozados y nuevos complejos fueron construidos, las instalaciones eléctricas fueron sustituídas y los aparatos electrónicos fueron adquiridos absolutamente nuevos. Muchos de los funcionarios de las empresas anteriores siguieron trabajando en la nueva formada, y más otros fueron contratados para llevar adelante el gran proyecto.

El regente de todo este multimillonario montaje era Kai Hiwatari, heredero y accionista mayoritario de un buen puñado de bancos esparcidos por el mundo, quien para salir un poco de la monotonía diaria de acrescentar decenas de millones a su cuenta a cada tres minutos, pensó que sería una buena idea adquirir una industria cinematográfica. Primeramente cogitó construir uno, comenzando de la nada, pero después alguien lo aconsejó que lo mejor era adquirir las pequeñas empresas que iban declarándose en bancarrota a medida que progresaban las mayores, juntarlos todos y formar una empresa propia e independiente.

Como Kai solamente entendía los informes trimestrales de los intereses que producían sus acciones y nada de películas, puso al frente del gigante que estaba creando a su más fiel amigo, Rei Kon, como director ejecutivo del mismo. El chino era dotado de la suficiente inteligencia para llevar adelante todo aquella compleja organización de personas, además que poseía el tino para saber cuáles serían éxitos inmediatos o fracasos rotundos, y hasta aquel momento no hubieron que lamentar pérdidas. Las dos primeras producciones que lanzaron fueron muy aclamados, redituando ganancias que a los pocos meses cubrió todos los gastos relativos al filmaje, e incluso hubo un excedente de algunos millares que el bicolor insistió que fueran a la cuenta personal de Rei.

Tanto Kai como Rei eran estrictamente profesionales dentro de la empresa, donde se veían docenas de veces al día, intercambiando pocas palabras incluso, sin embargo cuando se retiraban en sus respectivas residencias eran mucho, mucho más que amigos… resumiendo en pocas palabras, dormían en el mismo lecho. Siendo ambos personas tan encumbradas era obvio que las agencias de noticias y reporteros de revistas corrieran atrás de todo lo que pudiera estar relacionado con la vida particular de ellos, pero hasta el momento nadie había descubierto ese secreto tan bien guardado; la clave era que Kai vivía en una inmensa y fastuosa mansión, de dos pisos y rodeado por altísimas murallas, con un pequeño portón de metal y otro mayor, que daba acceso al garaje. Rei vivía en una casa bastante parecida a la de Kai, incluso en la altura de las murallas, pero que quedaba en el lado opuesto de la cuadra, y el patio de Rei daba con el de Kai. Por lo tanto, diariamente ambos iban a sus respectivas casas, Kai ingresando en su automóvil en su garaje y Rei haciendo lo mismo al otro lado de la calle, y después cerraban los portones. El chino no se molestaba de entrar siquiera en la casa que le pertenecía, puesto que ni siquiera estaba mobiliada, iba caminando por un estrecho pasillo y, mediante un portón construído en la muralla que dividía el patio de Kai y Rei éste se pasaba a la casa del ruso, que era un hermoso lugar donde ambos habitaban más felices que nunca. A la mañana siguiente Rei atravesaba de nuevo el portón para coger su automóvil y salir por el portón de la calle de arriba, mientras Kai iba por la calle de abajo, en una impresionante combinación que evitaba descubrir la relación que llevaban. Y para completar, el bicolor era célebre precisamente por su ausencia, raramente conseguían hallarlo pues él no se exponía con frecuencia.

Ese día, se cometieron muchos errores de filmación, el director de la más nueva película se deshacía en excusas incoherentes ante el bicolor, quien no quería saber más nada de una nueva aprobación para aumentar el presupuesto del trabajo, sobrepasando en mucho las expectativas. Intentando aplacar los ánimos de Kai, éste le había presentado diversos papeles donde estaban los gastos que serían necesarios hacer para seguir adelante, pero el ruso quedó iracundo porque él sabía precisamente el monto que había liberado y no supieron utilizarlo con inteligencia. Con tajante voz ordenó una pausa en las filmaciones y todos los funcionarios se retiraron silenciosamente, dejando casi vacío el estudio donde estaban, temerosos todos de perder su trabajo al término de aquella pausa. Por su parte Kai se dirigió a su oficina, tomando el ascensor y presionando el séptimo piso, luego caminó por unos pasillos mal iluminados y abrió una pesada puerta de madera oscura, dentro de la cual emanaba una luz amarillenta y el aire acondicionado funcionaba haciendo un mínimo ruido, había allí dos mesas de escritorio, y uno de ellos lo ocupaba Rei. El chino levantó la mirada, curioso al ver a Kai entrando como un huracán y dando un portazo con fuerza suficiente para estremecer las persianas, y luego arrojar unas hojas sobre la mesa para después restregarse exhaustamente los ojos. El rostro de Rei se iluminó com uma sonrisa, y se levantó de su lugar para acercarse al bicolor, poniéndole una mano sobre el hombro. Por su parte Kai apretó con fuerza los puños y golpeó uno de ellos con fuerza sobre la mesa.

- .¡Esos incompetentes quieren cinco millones más!. – exclamó, furioso - .¡La incompetencia de ellos no tiene límites!. ¡Debería echar a todas esas ratas antes de las cinco de la tarde, eso es lo que haré!.

- Oh, Kai, no te precipites tanto así… - dijo la reconfortante voz de Rei, mientras lo sacudía suavemente – talvez haya habido un contratiempo, necesitaron comprar más recursos, algo por el estilo…

- Lástima que ellos tengan que seguir con las filmaciones… .¡Porque si no yo personalmente les apretaría del cuello a cada uno de ellos!.

- Necesitas relajarte más, Kai, estás muy tenso… - dijo Rei, pasando sus manos de los hombros del bicolor hacia su tórax.

- .¡Cómo no voy a estarlo!. ¡Estoy harto de tanto aplazo!.

- .¿Sabes?. Estuve pensando en algo interesante para nosotros dos… - mencionó Rei con una voz más melosa, bajando ahora sus manos hacia el abdomen de Kai.

- .¡Rei!. ¿No entiendes la gravedad de todo esto?. ¡Y además sabes que aquí nosotros no podemos hacer nada de…!.

- Ya cállate de una vez, Kai – interrumpió el ojidorado, haciendo sentar a Kai en su sillón – además, siempre me pareció excitante la idea que hiciéramos algo aquí en la oficina, y hoy está espléndido para eso… - indicó Rei, sentándose en el regazo del bicolor y desabotonándole la camisa, con una gran sonrisa estampada en el rostro.

- E-Espera, Rei… no es correcto, piensa que puede venir alguien… - dijo Kai bajando el tono de su voz.

- No va a venir nadie, acabo de decir a todos que están libres por una hora, por estos momentos estarán todos en la cafetería – explicó el ojidorado, quien después de abrir todos los botones de la camisa del ruso se entretuvo en pasar sus manos por su tórax – hmmm, Kai… vamos, relájate, ponte lánguido como la noche pasada…

El bicolor accedió a la petición de Rei, entrecerrando los ojos al sentir la lengua y los labios del chino pasando por su cuello, abrazándolo por el torso, disfrutando de su inesperada actividad. Rei se encargó de besarlo por todo su cuello, bajando a sus hombros previamente despojados de la camisa que prontamente cayó al suelo, prosiguiendo en lengüetazos que recorrían todo su pecho, dejando un rastro de pequeñas marcas rojizas resultantes del roce de los colmillos del chino, quien ávidamente acariciaba todo su abdomen hasta llegar a su ombligo, arrancando algunos suspiros mal disimulados por parte de Kai. Después subió de nuevo, abrazándose al tibio cuerpo del ruso hasta llegar a su boca, besándolo y mordisqueándolo ardientemente hasta que perdiera el aliento, en un juego de caricias incesante que hacían explorándose con las manos, Kai lo abrazó con más fuerza.

- Pídele un deseo a tu gatito, Kai… - susurró Rei sensualmente al oído del ruso, la cabeza reposaba sobre su hombro y lo abrazaba con la izquierda, mientras con la mano derecha abría despacio su bragueta y le aflojaba el cinto.

- Rei, no hagas eso… hmmm… de acuerdo… - murmuró entrecortadamente Kai, apretaba los labios sintiendo los gráciles dedos del chino recorriendo su entumecido miembro por encima de sus bóxers.

Rei asintió sonriente ante el murmurante pedido del ruso, y libidinosamente le despojó del cinto y le abrió los botones del pantalón, dejando a la vista su nada inadvertible órgano, el cual tomó cerrando uno por uno los dedos, contemplando fijamente las extrañas expresiones de Hiwatari, en una anticipación a lo que habría de sentir; con la lengua el ojidorado trazó todo un "camino" desde el cuello del ruso pasando por todo su tórax y abdomen, realizando una serie de círculos entre sus muslos y piernas, impacientando más a Kai.

El ruso apenas pudo contener un grito de evidente timbre placentero cuando el chino se metió aquello en la boca, en unos movimientos tan endiabladamente demorados que Kai a veces golpeaba los apoyos del sillón, en vez de expresar todo lo que sentía en un volumen mayor. Rei no se demoró tanto como el otro se suponía, pero hizo cuestión de avanzar con cierta lentitud, complaciéndose en todos los estremecimientos que el ruso presentaba, mientras iba ensalivando pacientemente su miembro, lamiéndolo sensualmente para deleite de Kai. Minutos después Rei procedió a succionarlo levemente, mientras guturales jadeos emergían de la garganta del bicolor quien sujetaba y acariciaba los azabaches cabellos del chino. Apretaba los labios a consecuencia de las más atroces ansias que sentía ante tal contacto suave, que lo cosquilleaba sin hacerlo llegar a ninguna parte pero que constituía para él una fuente de placentero relajamiento que, si pudiera, proseguiría en esto indefinidamente caso su cuerpo no le reclamara sensaciones más fuertes, cosa que se manifestaba en los movimientos casi involuntarios que toda su complexión realizaba, en un rítmico movimiento de caderas como intentando acercarse más al chino que lo complacía.

Muy pronto Rei se percató de los reales anhelos de su bicolor, intensificando sus lengüetazos y succiones, mientras por el rabillo del ojo podía ver a Kai abriendo la boca en un intento desesperado por dar libre paso a sus gemidos, pero que se contenía y se deshacía en profundos suspiros y entrecortados jadeos, inhalando profundamente a todo lo que podía su tórax, mientras el chino proseguía con su faena, en un incansable movimiento que enloquecía a Kai. Toda su extensión era pródigamente acariciada con su lengua tibia y húmeda, en resbalosos y voluptuosos lengüetazos, llegando incluso a mordisquearlo de forma a aumentar las sensaciones que literalmente recorrían como una especie de electricidad todo su cuerpo. El ojicarmín se sentía como en las nubes, pero al mismo tiempo era como si lo azotaran con regularidad, y en cada azote hallara un grado sin medida de placer, nublándole los pensamientos y sacándolo de la realidad a veces; todo su ser, con toda su concentración y mente y nervios se volcaban exclusivamente en aquello que iba sintiendo, en una desesperante ansiedad que iba creciendo y no cesaba de aumentar.

Como era de esperarse, la vertiginosa e irrefrenable sensación que antecede al clímax se hizo presente, de una forma rápida y fugaz, incontenible pero a la vez desesperante para que se consumara. En medio a toda la desorientación, Kai pensó que ya estaría bueno que Rei se detuviera, después de todo fue un excitante e interesante juego el que sostuvieron, pero… .¿El chino no estaba pensando llegar hasta el final, verdad?. Sin embargo el ruso no conseguía emitir palabras conexas, apenas murmuraciones ahogadas en medio de sus gemidos, y sus extremidades no le respondían, tanto cuando había momentos de completo relajamiento o momentos en los que tensaba por completo los músculos. El ojidorado percibió que la intención de Kai era detenerse antes de suceder lo inevitable, pero sus planes estaban muy distantes de hacerle caso. Intensificó sus movimientos, ahora auxiliado por sus dedos, con los cuales exploraba sus piernas e incluso los testículos, en un masajeo que inmovilizaba al bicolor en su asiento, quien apenas echaba la cabeza hacia atrás y cerraba con fuerza los puños.

Con todas las ansias que le fue posible Kai se descargó en la boca de Rei, quien sorprendido con el repentino movimiento que hizo el bicolor avanzando hacia el oriental provocó que momentáneamente se ahogara, con rapidez retomó sus movimientos, permitiendo a Kai aliviarse de tamaña presión para luego entrar en un periodo de profunda relajación, momentos en los cuales todas sus fuerzas lo abandonaron, apenas atinando a sonreír al contemplar a Rei limpiándolo atenciosamente de todos los resíduos que pudiera haber, para luego clavar sus doradas orbes en los ojos de Kai y pasarse voluptuosamente la lengua por los labios. El bicolor, luego de observar esta escena, levantó ligeramente la cabeza y logró mirar el reloj en la pared, el cual marcaba que la pausa había terminado.

Reuniendo todas las energías que le sobraban, Kai se apresuró a vestirse de nuevo, metiéndose descuidadamente los bordes de la camisa dentro de los pantalones, ajustándose luego el cinto y volviendo a ponerse su corbata, despidiéndose de Rei con una sonrisa y un breve beso en las mejillas para correr de nuevo afuera, donde en el piso bajo le estaba esperando el director, quien supuestamente debería darle nuevos argumentos para concederle más dinero en la producción.

Obviamente el director percibió que Kai no estaba muy normal, pues presentaba un ligero jadeo persistente aparte de tener las mejillas notablemente alteradas. El buen hombre arqueó las cejas nada más, no iba a meterse en asuntos que concernían a su jefe… y los aires de beligerancia volvieron a hacer parte de la personalidad de Kai a partir de aquel momento, quien a pesar de todo hacía un esfuerzo por enajenarse del "entretenimiento"que tuvo. Exclamó, negó, hizo movimientos frenéticos con la cabeza, gritó y maldijo, el director no consiguió obtener el dinero. Pero eso no le impidió acercarse a Kai y, luego de mirar hacia los lados, murmurar en voz baja:

- Señor, si no se importa…

- .¡Pero qué parte de la negativa no has entendido, diablos!. – exclamó el bicolor, furioso.

- Señor, no es eso, es que… lleva la bragueta de los pantalones abiertos…


No soporté la idea y comencé esto de forma algo humorística, jejeje! No creerá su director en las actividades de alto nível en el que se entretienen esos dos xD... ni modo, no creen que Kai cuenta con unas regalías muy exclusivas? xD... bueno, la próxima sabremos qué papel tiene Yuriy en todo esto, ya que aún no le di su participación. Dejen sus opiniones y hasta la próxima!