Hola, les traigo mis ocurrencias sobre Haikyuu

Disfrútenlo.

Ya saben HQ no me pertenece en lo absoluto si no a su respectivo autor.


Capitulo 1: El nacimiento de la nueva alumna.


Tal vez era la peor idea de todas...

─ ¡No puedo hacer eso! -replico Hinata con un rubor apenas perceptible en su rostro.

─ Vamos, tienes que hacerlo por tu Senpai –Dijo Nishinoya. sonriente y confiando. Lo cierto es, que a Hinata le agradaba bastante la idea de ser alguien de ayuda para sus senpais de tercer y segundo año, sin embargo lo que el reacio líbero de Karasuno, Nishinoya Yu, le pedía al pelinaranja; era por lo mucho poco ortodoxo.

Vestirse de chica y por un par de días, fingir ser su novia...

Simplemente demasiado.

─ ¿P…pero por qué yo? ─ se quejaba el menor.

─ Es por que ...

Nishinoya se puso serio, lo tomó de los hombros y con la mirada fija le dijo:

─ Por que confió mucho en ti.

Tenía que admitir lo tan genial que era, que uno de las personas que admiraba (por que admiraba a Nishinoya por esas tan buenas recepciones en el voey, y por mucho más) le dijera esas palabras tan importantes que relucían algo tan significativo: Confianza. Tan primordial siendo aliados en un equipo dentro de la cancha.

Tanto fue así, que por ese instante olvidó lo embarazoso del favor.

─ Además eres el más bajo del resto de los muchachos –agrego el pelinegro de mechón rubio -¿Te imaginas que le pidiera el favor a cualquiera de ellos? Sería muy ridículo que mi supuesta novia fuera mucho más alta que yo. Al menos contigo la vergüenza no es tanto.

─ ¡OH vamos Hinata! Sabes que pesa más el hecho de que eres muy confiable –agregó riéndose Nishinoya al ver el aura depresiva que rodeó al decepcionado peli naranja tras sus palabras anteriores.

─ Yo sé que eres el único que me puede ayudar….

Y así Yu convenció (con su rostro benévolo y sonriente) a su amigo.


Si alguien del equipo llegara a reconocerlo, preferiría mil veces que la tierra se abriera en ese instante y tragara por completo a su persona.

Frente al espejo ya no podía distinguir al niño de cabellos revueltos que originalmente era. Ahora el reflejo, por demás engañoso, le mostraba la silueta de una chica con largos y ondulados cabello naranjas.

─ ¡M-me van a reconocer! –Lloriqueó nervioso –¡Esta peluca no engañara a nadie Noya-senpai!

─ Si sigues comportándote así, ten por seguro que lo harán–le respondieron con un gesto caprichoso –ya deja de hacer esas caras, no quiero que digan que mi novia esta fea.

Hinata temblaba de la vergüenza, pero sobre todo del miedo de que alguien pudiera darse cuenta que bajo los abundantes cabellos, el tenue rubor de color rosa y el brillo labial transparente que hacían resaltar el color albaricoque natural de sus pequeños labios, estaba Hinata Shoyo. El jugador de primer año de Karasuno.

¡Seria mucho más vergonzoso que cuando el balón impactaba directamente en su cara cada vez que intentaba recibir!

─ ¿Y cómo se supone que debe comportarse una chica?

El líbero se puso pensativo ante la desesperación del menor, y muy despreocupadamente, dijo que no tenía idea, no obstante rápidamente hurgo en el morral que traía y de ahí sacó triunfante un conjunto de uniforme femenino (de esos de los que tanto le gustaba) del instituto al que iban.

Fue todo un forcejeo hacer que Shoyo se pusiera la blusa y la falda, pues Nishinoya no iba a permitir que se retractara de ayudarlo, él tenía planes muy meticulosos cómo para que ahora todo se viniera abajo.

Bien, oficialmente el disfraz de Hinata era perfecto (en conjunto que a duras penas había dejado sus muecas de disgusto atrás) ahora lucía cómo una adorable jovencita del instituto Karasuno. Lo sorprendente de admitir, era que de verdad parecía una chica. Con esa ropa que se le ceñía a su esbelta cintura y sus delgadas piernas engañaban a cualquiera.

─ ¡Woaaaa! Shoyo, de verdad pareces una chica –dijo Nishinoya algo ruborizado para luego estallar a carcajadas –a lo mejor de verdad deberías pertenecer al club de voleibol femenil.

A pesar de que el deportista todavía se sentía cohibido, hubo algo que quiso preguntar.

─ ¿Noya –senpai? ¿Por qué quieres fingir que estas saliendo con alguien?

Nishinoya le sonrió de la manera en la que alguien guarda recelosamente un secreto…

─ Verás… he tenido que tomar esta medida para darle la lección a un cobarde. Te ves confundido… pero no te preocupes enseguida te darás cuenta.


─ ¿Han visto a Hinata?

─ ¿Qué no almuerza contigo? –preguntó Tanaka, a lo que Kageyama respondió algo malhumorado : "Pero no por eso soy su niñera"

Daichi, el capitán del equipo, le cuestiono cual era el problema entonces. Resultaba que el pelinegro estaba enojado por que no encontraba al pequeño rematador por ningún lado y ambos habían quedado de verse durante la hora libre que tenían para ensayar sus pases.

─ Me pareció verlo hoy temprano con Nishinoya – Kageyama chasqueo la lengua ante el comentario de Sugawara.

─ ¡Ese idiota irresponsable! – exclamo el Rey, y con paso presuroso se alejó pretendiéndose dar a Hinata una regañadiza acerca de lo valioso que era el tiempo (pretextos quizá para exteriorizar su malhumorada rabieta por haberlo dejado solo durante el almuerzo).

─ Pensé que Nishinoya no había asistido a clases hoy , no lo vi cuando pase por su salón.

─ Asahi, hablas cómo si no supieras lo escurridizo y vago que es ese individuo –dijo Tanaka con tono burlón.

─ Hablando de eso –interrumpio Sugawara -Nishinoya me ha mandado un mensaje, dice que si podemos quedarnos en el gimnasio luego del entrenamiento.


Al fin me he decidido a acudir, maldición…

Ya era el atardecer y Hinata corria a toda prisa hacia el gimnasio, sin importarle mucho que llevara falda y toda esta se le levantara por doquier. Necesitaba estar ahí pronto y tener la cabeza ordenada e inventarse todo un noviazgo improvisado.

Sin embargo al dar la vuelta por el edificio de los salones de primer año, alguien chocó con él tirándolo bruscamente al piso, provocando que la falda se le subiera a la mitad de su muslo y los largos y relucientes cabellos postizos se abrieran cómo abanico en el piso.

─ ¡Discúlpame! -Hinata se entremedio al reconocer esa voz ─ ¿Estás bien?

La pelinaranja entre abrió los ojos mirando al que estaba enfrente de él.

¡¿Kageyama!?


Se me ocurrieron tantas cosas que les tendré para los próximos capítulos

Si les gustó no olviden comentar ;D