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Una nueva historia. Sucede que estaba viendo los nuevos capítulo de NPOF y que les puedo decir, me enamore mucho más de Ryoga así que aquí me tienen. Espero me apoyen en esta historia. Solo me queda decirles que Sakuno aquí es más madura puesto que ya tiene edad así que la veran diferente, espero les guste su faceta. Sera un triángulo amoroso entre los hermanos y la pequeña Sakuno.

Gracias por leer.

Espero les guste.


Disclaimer:

The Prince Of Tennis.


Resumen:

- Yo... te amo - aquella confesión la sorprendio por completo pero sabía que no lo amaba, ya no... - Entiendo lo que sucede - murmuro con un hilo de voz, él era quien la estaba dejando, no ella... seguía sin comprender aquella competencia entre esos dos pero entonces todo parecía encajar; el premio era ella... lágrimas salían de sus ojos mientras miraba aquella escena... - Ella siempre te amo a ti - contesto mientras giraba el cuerpo luchando por no llorar... maldecía el día en que hubieran accedido ir a esa fiesta familiar... todo sucede por algo y ahora lo sabía... estaba feliz de su elección


Celocidades Echizen

Preludio

Rodo sobre la cama intentando por todos los medios despertar aunque eso era imposible, habían dormido hasta el amanecer porque el señor era insaciable, un sonrojo leve cubrio sus mejillas al darse cuenta de que las caderas le dolían demasiado - Vuelve a la cama - su mano se poso en su muñeca para jalarla de vuelta a la superficie blanda pero no tenía ninguna intención de hacerlo, lo único que quería hacer en esos momentos era levantarse o al menos hacer el intento puesto que tenía que preparar el desayuno para los dos.

- No, ya es tarde, levantate tu también - lo reprendio escuchando su risa, aquella que solo destilaba un poco de burla pero sabía que tenía su faceta seria, esa que tanto provocaba cosquillas en el estómago - No quiero, no quiero... ¡Sakuno vuelve a la cama! - le pidio este o más bien le grito porque parecía que estaba a punto de comenzar a llorar si no cumplía lo que le estaba pidiendo, una venita crecio en su ojo derecho al darse cuenta de que no la iba a soltar así que sin dudarlo lo golpeo con la almohada en el rostro causandole un gemido de dolor.

- ¡Te dije que te levantes Echizen Ryoga! - le grito provocando que este saltara de la cama cayendo al suelo mientras la miraba con miedo, una suave risa salio de sus labios al ver la faceta infantil de su prometido - No tenías que gritar - contesto este en un puchero, suspiro para enredar una sábana alrededor de su cuerpo, paso por todo el estropicio que habían causado hasta sentarse a horcajadas sobre el cuerpo de su prometido que le sonrió con ternura, beso sus labios castamente disfrutando de las sensaciones que solo él causaba en su cuerpo.

- ¿Otra ronda? - lo que recibio fue un golpe en la cabeza de su parte, lo escucho lloriquear como un pequeño niño mientras ella caminaba hacía la ducha, le gustaba la relación que había formado con este, de algo no se arrepentía y era que había escogido al hermano mayor, su amor por el pequeño Echizen había terminado gracias al de ojos marrones... amaba a Ryoga mucho más de lo que alguna vez había amado a Ryoma.


Paso la toalla por su cabello mojado mientras terminaba de acomodarse los pantalones, agradecía el bendito día en que hubiera intentando volver a casa pero su miedo había ganado terreno así que salio corriendo de ahí y entonces termino chocando con Sakuno, con una niña obviamente mucho menor que él pero que al instante le había llamado la atención, claro que después de un tiempo comprendio porque esta no quería aceptar sus alagos y esas cosas, estaba enamorada de su hermano menor pero ahora era todo lo contrario porque su amor solo le pertenecía a él.

Salio de la habitación escuchando el habitual tarareo de su prometida, la entrenadora Riuzaky daba miedo, demasiado de hecho pero al final había accedido a la relación que tenían, fue la primera vez en que vio a una Sakuno que defendía lo que realmente quería que en esa situación había sido él, desde ese entonces se aseguro de que esta nunca bajara la cabeza, la había hecho fuerte por su bien y esta se lo agradecía siempre aunque aún mostraba esa faceta de niña tímida pero solo en otras situaciones un poco más... - ¡Ryoga! - se apresuro a ir a la cocina al escuchar su grito.

La encontro peleando de nuevo con la cafetera, le sonrió con ternura para abrazarla por la espalda colocando su mentón en el hueco de su cuello causandole estremecimientos, esos de los que siempre estaba orgulloso la verdad - Así no... es así - le enseño como usarla de nueva cuenta cuando el sonido del teléfono se hizo presente, no iba a contestar, solo escucho el sonido mientras él disfrutaba demasiado de la cálidez que desprendía su hermosa niña, le encantaba llamarla así y a Sakuno le encantaba mucho más porque siempre se sonrojaba y se portaba tímida en esos momentos.

- Si no estas en casa, entonces ¿dónde estás Ryoga?, da lo mismo, tú madre esta preparando las fiestas familiares de siempre así que más te vale asistir en esta ocasión o habrán problemas, las fiestas son dentro de dos meses pero te quiere aquí mañana o habrán muchos problemas Ryoga, presentate - se quedo levemente congelado al escuchar el sonido de colgado, ¿fiestas familiares?, ¿dos meses antes de las mismas?, el pánico se apodero de él así que solo sintio un abrazo de la cobriza que se giro para comenzar a acariciar sus mejillas con suavidad intentando darle algún consuelo.

- Hey mírame, esta bien, no tenemos que ir sino quieres - y es que ahí estaba el problema, Sakuno quería volver a Japón, deseaba que todo el mundo estuviera enterado de que estaban comprometidos pero tenía miedo, demasiado miedo, había sido cruel al llevarsela a Alemania para empezar de cero como decía pero era tiempo de volver quisiera o no, la tomo de las mejillas para besarla más que nunca necesitaba con desesperación sentirse amada por esta.


Miro de nueva cuenta la dirección de su hermano, Alemania, gruño molesto mientras comenzaba a subir las escaleras puesto que quería terminar con el asunto cuanto antes, su padre había insistido en que fuera por este personalmente y lo obligara a ir con ellos porque su madre estaba insoportable, entendía que quisieran verlo pero dos meses antes era demasiado para él, no quería soportarlo, en lo absoluto, se acomodo el estuche de su raqueta para seguir con su camino, lo único que necesitaba era un buen partido de tenis ese día caluroso y nada más.

Se detuvo en la puerta y toco mientras miraba la hora en su reloj, necesitaba golpear algo cuanto antes y lo mejor era una pelota, se escuchaba ruido dentro así que suponía que estaba pero no quería abrirle, era un cobarde por naturaleza su hermano y eso solo lograba sacarlo más de quicio, volvio a tocar pero este no parecía muy dispuesto a abrirle - ¡Abre! - le grito a su medio hermano mientras intentaba calmarse pero lo único que quería era regresar a Japón y tener un buen encuentro con sus amigos en las canchas de tenis, no era mucho pedir.

Finalmente la puerta se abrio pero, ese no era Ryoga, era una chica pero, eso no era lo peor - ¿Riuzaky? - bien sabría que cualquier otra persona no se hubiera dado cuenta de que esta era porque había cambiado pero bueno, había estado demasiado tiempo al pendiente de esta así que la conocía demasiado bien - Sakuno, vuelve a la cama y terminemos lo que empezamos - y su hermano aparecio con la camisa desabrochada y con el cabello revuelto, reparo en la vestimenta de la cobriza, cabello alborotado, un short y una camisa de su hermano a medio poner.

¿Estaba pasando realmente lo qué pasaba? - ¡Oh chibisuke! - grito este animado al tiempo que Sakuno solo se hacía a un lado para dejarlo pasar o al menos eso pensaba porque camino hasta donde su hermano que la abrazo por la espalda y esta sonrió enamorada - Pasa Ryoma-kun - le sonrió esta con una hermosa sonrisa y él solo estaba intentando procesar lo que estaba sucediendo ahí... ¿ellos eran pareja?, ¿se conocían?, ¿desde cuándo?, ¿por qué no lo sabía? y aún más importante... ¿por qué se sentía celoso?.


N/A

Espero les haya gustado.

Gracias por leer.