Los personajes son propiedad de Masami Kurumada yo solo los pido prestados para traerles esta historia. Algunos son de invención propia para dar un cambio a la trama.
GRACIAS POR LEER:
Prefacio.
Al bajar del tren, sintieron que estaban soñando. Después de años sin ver el exterior, todo les parecía nuevo, pero también extrañamente familiar. Como quien vive en un deja vú.
Shun sintió como el brazo de Natsuki perdía fuerza y la sostuvo más contra sí. No podía dejarla morir, jamás se lo perdonaría.
Trató de ubicarse y se sorprendió de encontrarse tan cerca de su antiguo hogar. Recordó los momentos vividos en el orfanato y sintió nuevamente una gran nostalgia y necesidad de llegar.
Corrió nuevamente y los muchachos le siguieron. Izaro corrió cerca de Shun, a pesar de que aún le costaba seguirle el paso. No despegaba la mirada del rostro cada vez más pálido de Natsuki. La luna estaba en plenilunio e iluminada todo con su luz platinada.
Pasaron entre calles y callejones, guiados por el peli verde. A esas alturas era lo único que podían hacer, porque ninguno tenía más a donde ir… y si lo tenían, ya no lo recordaban.
Se detuvo el inicio de las escaleras y observó la puerta de madera sintiendo su corazón encogerse. Le parecía que habían pasado siglos desde la última vez que había visto el tallado de aquella puerta. Los años podían ser un suspiro para algunas personas. O, como para ellos, toda la eternidad.
Subió las escaleras sintiendo sus piernas temblar de cansancio y dolor. Los brazos de Natsuki se deslizaron poco a poco hasta que ella cayó inconsciente. Yuu la sostuvo y Shun golpeó con fuerza y desesperación, temiendo que la vida de su amiga se extinguiera de un momento a otro.
Escuchó voces provenientes del interior. Voces que se le hicieron desconocidas, pero a la vez, muy familiares.
La puerta se abrió de golpe y se asomó molesto un chico. Los ojos verdes de Shun se toparon con unos azules marinos que conocía perfectamente. El muchacho de cabello igual a sus ojos dejó caer la mandíbula y respiró como pez fuera del agua al reconocer al peli verde.
Shun luchó por hacer que su garganta reaccionara y con un susurro ahogado dijo:
— Hermano…
Hola! aqui les traigo el prefacio de mi nueva historia, espero que les guste y tambien poder leer sus opiniones.
Sayonara
