CAP 1 – LAZOS
Debían de ser cera de las 6 de la tarde, dos niños jugaban.
Eran un niño de unos 11 años, y una niña de unos 9. Estaban en un parque, era verano y como siempre, estaban en el columpio que construyo el señor Weasley para ellos.
Solían estar juntos siempre, pues tras la muerte de su único pariente en vida que le quedaba, su abuela, él se había quedado en la madriguera, con los abuelos de aquella niña, y como solía venir ella y sus padres a comer allá, pronto establecieron una buena amistad.
De pronto el niño dejo de jugar y se sentó. La niña al no entender porque se havia detenido fue hacía él.
- Ted, ¿que te ocurre? – Dijo ella sentándose a su lado-.
Él la miró, e intento sonreír sin éxito.
- Sabes una cosa, Vie? - Dijo Ted, y la miró a los ojos-.
Ella negó con la cabeza.
- Este año empiezo Hogwarts – continuo – A partir del mes que viene no vamos a poder estar aquí como siempre.
Victoire sonrió.
- Pero harás nuevos amigos, ya veras – dijo ella alegremente-.
-Pero… no se, es como si me diera miedo ir allá… y ver a un montón de gente que no conozco y… Si, se que acabare haciendo amigos, pero me gustaría que tu también estuvieras allá, así no me sentiría tan solo al menos…
-Dentro de poco ingreso yo también… así que no te preocupes – dijo – Yo también te añoraré todo este tiempo que estés fuera.
- Pues te escribiré – Dijo él, ahora sonriendo – Eres como mi hermana pequeña, ¿Sabes, Vie?
Ella también sonrió y dijo:
- Para mi también eres como mi hermano mayor, Ted.
Anden 9/3/4, han pasado 6 años y una semana desde aquel día en el parque, donde los dos niños jugaban tranquilamente.
Ahora ya no es tan sencillo todo. El tiempo los ha cambiado, y aunque siempre mantuvieron ese tipo de relación que tenían, nunca fueron hermanos.
Y como todo el mundo sabe, tratar de ignorar lo evidente es malo…
Pero por entonces ambos creían que era lo correcto, y seguir actuando como hasta ahora.
-¡Ted!- gritó una mujer pelirroja - ¡Tu corbata!
- Gracias Molly… No se que haría sin ti – Dijo Ted -.
- Exagerado – rió tímidamente la Señora Weasley, a aquél que havia sido casi como otro hijo más para ella- ¡Hum! Mira, acaba de llegar Bill y Fleur con los niños.
"Vie" pensó Ted y fue a encontrarla entre la multitud de gente, no sin antes, despedirse del matrimonio Weasley.
- ¡Vamos, Dominique! Tu también Louis, ¡daros prisa! Como siempre, llegamos tarde- Dijo Bill – ¡Ah!, ¡Hola Ted!
Ted sonrió y saludo a la familia
-¡Teeed! – Grito Louis – Me tienes que enseñar eso del pelo.
- Lo siento, Louis, pero solo lo podemos hacer los Metamorfagos – Dijo pasándole la mano por el cabello platino del niño.
El niño suspiro resignado, y fue con su hermana Dominique a despedirse de sus padres.
- Hola Ted – Dijo una voz detrás de él -.
Se giró y allí la vio, se había cortado el pelo y estaba guapísima…
-¡Menudo corte de pelo!, Que cambió… - Dijo sorprendido- Te queda muy bien, pareces más mayor y todo.
Vie frunció el ceño.
- Vaya, así que ahora soy vieja, ¿eh? – Dijo bromeando -.
Los dos rieron, y entraron a buscar un compartimiento en el tren.
Una vez ya dentro del tren los dos comenzaron a hablar mientras esperaban a sus compañeros.
Este año seria para Ted el último curso en Hogwarts, en cambio para Victoire seria el quinto curso.
El se daba cuenta, que cada vez que la miraba sentía algo, no havia tenido hermanos nunca, pero estaba seguro que ese sentimiento sobrepasaba la barrera entre hermanos,
Sin embargo, el hecho de que este sentimiento existiese no quería que ella lo supiese, ¿Qué pensaría de él?
-… pues entonces cogí mi chaqueta y mi bolso y le dije "¿Crees que me importas mucho?" y me largue, dejándole allá con una cara a cuadros – dijo Victoire riéndose-.
Ted sonrió
- ¡Que cruel, Vie! Pobre chica… si en realidad dices que tampoco te interesaba ese chico.
- Cierto, pero si se supone que era mi amiga… hem… – dijo ella y se mordió tímidamente el labio – en realidad es que no me caía muy bien la chica, y quise quitarme-la de encima.
Ted negó con la cabeza.
- ¿Qué? – Dijo Victoire poniendo cara de angelito – Tú habrías hecho igual… ¡era demasiado pesada! Además, si ese chico me hubiera importado de verdad ¿que?
- Si, supongo que no se la puede considerar muy buena amiga… - dijo él encogiéndose de hombros.
De pronto se abrió la puerta.
- Huy… espero que no habléis de mi - dijo la chica que acababa de entrar-.
Victoire se abalanzo sobre ella y la abrazo fuertemente.
-¡Taylor! – Dijo Victoire- .
Taylor miró a Ted con una media sonrisa y puso los ojos en blanco.
- Yo también te quiero Vie… pero también quiero vivir y llegar a Hogwarts, ¿Sabes? – Dijo Taylor con voz ronca por estar casi ahogada.
Victoire dejó de abrazar a su amiga dejando un ligero "¡Ups!".
Entonces se volvió ha abrir la puerta y entraron un chico y una chica.
- Bueno, unos que llegan tarde – Dijo Ted mientras le estrechaba la mano al chico-.
- A mi no me mires – dijo- Fue ella.
Ella lo miro y sonrió.
- Encima culpa mía – Dijo ella y les dijo a las otras dos chicas – Nunca confiéis en ellos, ya veis que luego os traicionan.
Victoire y Taylor se miraron y rieron ante tal extraña situación.
Ellos eran Jake y Chloe, habían ido siempre con Ted. Jake era de Ravenclaw pero Chloe era de Gryffindor, igual que los otros.
De alguna forma así habían coincidido hasta al final hacerse inseparables. Y ciertamente, unos más que otros, ya que Jake y Chloe salían ya desde hacia poco tiempo.
- En fin supongo que será mejor no preguntar como os entretuvisteis- dijo Taylor-.
- Si, supongo que recogiendo avellanas de los árboles no – dijo Ted-.
Entonces los tres rieron, incluso Chloe parecía medio sonreír, pero más bien estaba colorada.
- Si, claro… Lo que ocurre que cierta señorita, a última hora aun estaba equipando su baúl, cosa que tendría que estar hecho desde al menos un par de horas antes de salir hacia la estación.
Chloe volteó los ojos.
- Pero llegamos, ¿No? – dijo ella -.
Ante este comentario Jake la miro a los ojos severamente.
A veces parecía que sin él nunca haría nada, pues ella siempre llegaba tarde a los sitios y era la típica que se olvidaba de hacer lo más importante y él la ayudaba hasta acabarlo.
Muchos no entendían nunca como podía tener él tanta paciencia con ella.
Y entonces, mientras el tren se dirigía rápidamente hacía el castillo, ellos continuaron charlando de sus vacaciones.
