Crepúsculo y todos sus personajes pertenecen a Stephanie Meyer©, solo la historia es mía ;) ©
Calificado M, ya se imaginan por qué... XD
N/A: Esta es mi nueva creación, no se de donde vino la idea XD, espero que lo disfruten tano como mi otro fic!
-De la Ciudad al Campo-
Bella es una niña de ciudad rica y malcriada que amaba la música y la abandona por la popularidad y la ambición, su madre la envía al campo con su padre para que Bella cambie su actitud materialista y aprenda a valorar las cosas más importantes de la vida. En su viaje, no sólo aprenderá lo que en verdad vale en la vida sino que encontrará un amor de verdad.
-¡Al Campo No!
(Bella POV)
¡Último día de escuela, al fin, completa libertad y no más trabajos ni exámenes! Y esta noche, sería la fiesta que daría comienzo a las vacaciones y yo, ni muerta faltaría a la misma. Cabe mencionar que soy la chica más popular de la secundaria, vivo en Manhattan con mi madre, Renée, y su nuevo esposo, Phil. Me dirigía al mejor salón de belleza para que arreglaran mi cabello, esta noche debía estar perfecta, iría del brazo de mi "novio", Jacob, el chico más cotizado de la escuela. Me mantuve en el lugar alrededor de dos horas y salí apresurada directo a mi casa en un taxi, de esos amarillos que caracterizan esta ciudad. El taxi me dejó en un lujoso edificio frente al Central Park, pagué mi viaje y corrí hasta el mismo, entré por la puerta que da vueltas y casi corrí hasta el ascensor para lograr detenerlo y una mano salió del cubículo, era un chico rubio de ojos alucinantemente azules y una sonrisa fabulosa adornó su rostro al verme, gracias al cielo, nadie más utilizaría el ascensor, excepto por los dos hombres de traje y una chica pelirroja que ya estaban dentro del mismo. En el piso veintidós, se bajó la pelirroja y el chico rubio no dejaba de lanzarme miradas rápidas y sonreía con picardía, los otros dos hombres abandonaron el ascensor dos pisos después. Llegamos al piso cuarenta, ¿el logro de este viaje en ascensor?; tenía el número telefónico del chico. ¿Qué puedo decir?, así es mi vida, siempre exitosa, siempre brillante. Mi madre estaba recostada del sofá leyendo un libro y besé su mejilla para ir corriendo a mi habitación.
-¿Por qué tan apresurada Bella?, la fiesta es en la noche...- Me dijo en un tono despreocupado.
-Ma, el tiempo es oro, ¡no puedo desperdiciarlo!- Le dije sentándome a su lado y abrazándola.
-Pero Bella, ¿por qué no descansas un rato como una chica normal?, nunca paras...-
-Ma, el asunto es, que no soy una chica normal- Sonreí de manera exagerada y mi madre me observó como si yo no tuviera remedio.
La besé de nuevo y subí las escaleras a mi habitación apresurada, si, mi departamento es dúplex, y bastante lujoso, con adornos minimalistas en tonos claros pero lujosos. Me detuve un segundo frente a la puerta de mi habitación y moví el letrero que decía: "cerrado" a "súper cerrado", escrito en una pequeña tabla color fucsia con una letra digna de la habitación de una princesa. Abrí la puerta y fui recibida gratamente por mi pequeño "Kuki", un Bichón Maltés de apenas 3 Kg blanco, de pelo corto, y realmente cuchi que Phil me regaló la navidad pasada. Lo cargué con ambas manso y le hice cariñito por un rato, me recosté en mi cama y observé mi habitación, necesitaba un poco de orden, está bien, bastante orden, mi habitación es perfecta, las paredes de color fucsia y todo a su alrededor contrasta con ellas en todos los tonos rosados que puedan existir, mi cama era matrimonial y estaba ubicada en todo el medio de la habitación pegada a una pared, el cubrecama era fucsia con líneas delgadas y gruesas de color naranja y blanco. Frente a la cama había un escritorio de madera color blanco donde descansa mi bebé: una hermosa iMac blanca donde me perdía durante horas. Encendí la misma y coloqué una corta lista de reproducción de mis canciones favoritas de Fergie, la primera canción en sonar fue Fergilicious, me acerqué a mi closet y saqué el hermoso vestido morado que usaría esta noche, lo coloqué sobre la cama y observé mis pies, mi pedicura estaba perfecta, luego mis manos, y, ¡perfectas!, busqué mi toalla blanca y entré a mi baño particular donde predominaba el color blanco con el rosa claro. Tomé un lago baño con sales aromáticas y salí del precioso jacuzzi blanco al cabo de una hora y media.
Dejé caer mi cabello sobre mis hombros, lo recogí para evitar su maltrato durante el baño, y me dispuse a maquillarme en el tocador blanco que había de un lado de la habitación, la mesa de éste estaba llena de maquillaje, cremas de todo tipo, perfumes de todas las marcas, comencé a maquillar mi rostro mientras mi perro jugaba con mis pies y yo cantaba Clumsy alegremente, mi iPhone comenzó a sonar sobre la cama y me di la vuelta para tomarlo, había un nuevo mensaje de mi "mejor amiga", Jessica, y decía: -Bella, Wow, no puedes perderte la fiesta de esta noche, ¡será genial!- Por supuesto que sería genial, yo estaría en ella. Digo mejor amiga entre comillas porque sé que solo esta conmigo por mi popularidad pero, es la única que tengo. Una vez terminado mi maquillaje, me dispuse a colocarme mi vestido, puesto se veía genial, iba ajustado a la silueta y me llegaba unos centímetros más arriba de las rodillas, era sin tirantes y hacía ver muy bien mis atributos femeninos y mis esbeltas piernas, algo pálidas, pero bellas. Busqué las sandalias negras de tacón súper fino con incrustaciones de diamantes en las tiras de al frente. Creo que es obvio que vivo llena de lujos, Phil, el esposo de mi madre, juega en las grandes ligas de beisbol y gana mucho dinero así que, no es de extrañarse. Me coloqué las joyas que adornarían mis muñecas y mi cuello, me observé durante un rato frente al espejo y me tomé algunas fotografías con mi celular. Había perdido la noción del tiempo y eran alrededor de las ocho de la noche, Jacob vendría por mí a las nueve en su flamante Mercedes Benz SLR McLaren color plata. Bajé las escaleras apresurada y Renée estaba en la cocina preparando un emparedado mientras Phil le contaba acerca de su día.
-¡Wow, esa no puede ser Bella!- Dijo en tono burlón e hice una mueca que decía idiota.
-Se ve hermosa- Replicó mi madre.
-Gracias ma, al menos alguien, tiene sentido de la belleza- Dije haciendo énfasis en el alguien. Mi pie derecho tropezó con mi perito y lo cargué para hablarle de forma cursi.
-¿El pequeño también irá?- Preguntó Phil con burla.
-No, Kuki es muy pequeño para ir a un lugar tan ruidoso, ¿no es cierto?- Le preguntaba a mi mascota, que nunca podrá contestarme con otra cosa que no sean ladridos, Phil me miró con obstinación. –Ma, ¿ya tienes mi boleto para Malibú?-
-¿Aún quieres ir?-
-¡Por supuesto!, Renée ese lugar es perfecto para mis vacaciones- Mi teléfono comenzó a sonar, Jacob me esperaba abajo.
-"Niño ego-súper-elevado" al teléfono- Dijo Phil llevando un vaso de jugo a su boca y corrí los ojos hacia el cielo.
-¿Hay modo de apagarte?- Pregunté con odiosidad.
-No que yo sepa- Contestó, gruñí y me acerqué a la puerta con rapidez y mi madre me detuvo.
-Bella espera- Acarició mi rostro y me observó con ternura, tomé sus manos y la mire de igual modo.
-Renée, estaré bien, no te preocupes por mí- Ella asintió y me dejó ir.
En cuanto salí del ascensor, todas las miradas se posaron sobre mí, incluidas las de las mujeres, esta era mi noche, como todas las noches. Me limité a sonreír para mi misma y caminé con coquetería. Salí del edificio y me subí al auto de Jacob, éste sonrió al verme, observó mis piernas y se volteó a ver el camino con un rostro orgulloso, era el único chico que podía llenarse la boca diciendo que yo era su novia. Llegamos a la casa en que se daría la fiesta y nos bajamos del auto. Jacob me abrió la puerta y todos voltearon embobados a mirarnos, Jacob sonrió y me dio un corto beso dándoles a entender que era "suya". Entramos a la casa y fuimos recibidos por Mike, el "dueño" de la misma y mejor amigo de Jacob. Logré distinguir que la canción que tenían puesta era I Got a Felling de Black Eyed Peas y no dudé ni un segundo en ponerme a brincar junto con otras chicas mientras Jacob se dedicaba a hablar estupideces con sus amigos. Estuve en otro mundo por varias horas y necesitaba descansar, caminé por casi toda la casa y me acerqué a la cocina, unas chicas que estaban en la puerta besándose, o mejor dicho, atascándose una a la otra, bloquearon mi entrada y las empujé suavemente a un lado.
-¡Con calma niñas!- Les dije con gracia.
En cuanto entré a la cocina pude sentir como mi cabeza daba vueltas de repente, ¡Jacob y Jessica se estaban, ¿besando?! Quedé boquiabierta, no podía articular palabra, en cuanto se percataron de mi presencia, se soltaron de un empujón.
-¡Bella, qué sorpresa!- Dijo Jessica algo desarreglada. –Te dije que sería una fiesta genial ¿no?- Dijo abrazando a Jacob con ironía y casi la mato.
Subí la mirada y desde afuera, por la ventana, nos observaba un montón de chicos, me di la vuelta para salir de la cocina y tropecé con Mike quien llevaba una bandeja llena de cocteles y todos cayeron sobre mi vestido y mi cabello cuando caímos al suelo, las risas de todo el mundo no tardaron en escucharse, si había un buen momento para que la tierra se abriera por la mitad y nos chupara a todos, era este. Me levanté como pude y mi pie derecho se dobló haciendo que el tacón se partiera desde la base y gruñí mientras me veían como el payaso de la fiesta. Le exigí a Jacob que al menso tuviera la "amabilidad" de llevarme a mi casa y se abrazó de Jessica, dio la vuelta y me dijo que me fuera sola. Tuve que romper mi otro tacón para caminar derecha y cuando salí de la casa escuché que gritaban: -¡Lindos zapatos Bella!- entre risas. Quería morir en este mismo instante, caminé, no sé cuantas calles, quejándome y maldiciendo a Jacob y a Jessica en mi interior. Pasaban varios taxis pero ninguno se detenía con mis señas, esta era la peor noche de mi vida, ¡qué humillación!, ¡mi mejor amiga con mi novio!, bueno no es que, me importe mucho, pero, ¡es vergonzoso, soy la chica más popular, esas cosas no me pasan a mí, jamás, en la vida un chico me ha dejado por una lame botas!, necesitaría mucha terapia después de esto.
Al fin un taxi se detuvo y me subí a el completamente desesperada, y, para completar la situación, había dejado mi pequeño bolso en el auto de Jacob, solo mi celular me acompañaba y mis papeles, lo que quiere decir que, ¡no traigo dinero, genial!, ¿ahora cómo demonios iba a pagarle al tipo del taxi?. Esperé a que se detuviera a una cuadra de mi edificio y salí corriendo del taxi a toda velocidad como si mi vida dependiera de ello, y, así era. Escuché al tipo gritar desde el auto pero no me detuve, entré al edificio y me subí en el ascensor, no me percaté de que el chico más guapo del edificio estaba en el observándome como si fuera una loca, traté de ocultar mi rostro con mi cabello y salí del ascensor para entrar apresurada al departamento, apenas cerré la puerta me apoyé en ella tratando de recuperar el aliento, Phil me observó algo anonadado y alcé un dedo para dirigirme a él.
-No, preguntes...- Le dije en un tono pausado.
Subí las escaleras y se me dobló de nuevo el pie y casi ruedo por las mismas, me detuve y me arranqué los zapatos como pude y corrí hasta mi habitación, incluso mi perro se alejó de mi en cuanto sintió el olor del coctel sobre mi, ¡demonios! Entré a mi baño y me quité toda la ropa para hundirme durante un par de horas en el jacuzzi, necesitaba salir de la ciudad pronto, ¡que digo ciudad, del país, del planeta!, después de esta noche, la secundaria entera tendría material suficiente para burlarse de mi durante el próximo año hasta la graduación. Mi única salvación era viajar a Malibú para des-estresarme y encontrar a un chico súper hermoso que llene de envidia a toda la secundaria. También necesitaré un cambio de look, quizás me tiña el cabello de rubio, no debía quedar rastro de lo sucedido. En cuanto salí del jacuzzi me coloqué mi pijama blanco con dibujos de paz y amor en tonos azules y me lancé sobre mi cama. Mi madre tocó la puerta algo preocupada.
-Bella, ¿aún vives?- Me dijo con sarcasmo.
-No, soy su gemela, ella murió trágicamente en un accidente automovilístico- Respondí de igual manera y entró a mi habitación.
-Bella, ¿qué ocurrió en esa fiesta?-
-Ma, lo único que diré es- Me senté en la cama. –Que necesito salir de el planeta pronto- Mi madre rió en voz alta mientras colocaba la sábana sobre mi.
-Bella... ¿Por qué no, haces algo diferente, por qué en vez de Malibú no vas a ese campamento de música que tanto te gustaba?-
-Mamá ese lugar es para niños, jamás volveré a caer en eso- Ella negó con la cabeza.
-Pero Bella, no tienes una vida de verdad no tienes amigos, no haces cosas que realmente te gusten...- Me decía en tono preocupado.
-Renée, ya tengo una vida y ¿sabes qué?, es perfecta, ahora ma, necesito descansar, ah sido una noche espantosa- Le dije mientras mi voz se apagaba por el cansancio. Esme besó mi frente y apagó las luces para salir de la habitación, Kuki saltaba para poder treparse a la cama y lo levanté para acostarlo a mi lado, diría que era el único que me era fiel de no ser porque corrió, sobre la misma cama, hasta su peluche favorito y me abandonó.
Dos días después...
-¡Rápido ma, necesito salir pronto de la ciudad!- Grité mientras caminaba con rapidez por el aeropuerto, Phil tropezó y casi tumba todas las maletas blancas con flores fucsias al suelo. -¡Cuidado con eso Phil, tengo una fortuna en esas maletas!- Corrió los ojos al cielo. Nos detuvimos mientras Phil entregaba las maletas, los boletos y a mi Kuki a la encargada de recibir todo eso obviamente. Renée se puso frente a mi y me observó con ternura. Me miró de arriba abajo, sabe que me visto bien, llevaba un short blanco, bastante corto, una camisa de rayas moradas, blancas y fucsia y unos tacones morados con una pequeño lazo al frente. Llevaba puestos mis lentes de sol de montura blanca, grandes, parecidos a los de Paris Hilton. Abracé a mi madre y rompí el silencio.
-Este viaje es mi último recurso para recuperar mi reputación, ¡Allá voy Malibú!- Dije en un tono de diva y reí.
-Eh, si sobre eso, Bella...- La miré curiosa. –No viajarás a Malibú-
-¿Disculpa?- Mi corazón se detuvo por un instante.
-Bella, vas a ir a Lexington con tu padre- Mi rostro mostró una mueca de asombro ligado con horror.
-¡Ma, no, no estas hablando en serio!, ¿o si?- Ella asintió. –Ma, en ese lugar, solo hay cerdos, animales, cerdos, ¿ya dije cerdos?, ¡ma no puedes hacerme esto!- Me desesperé.
-Bella, Bella, escúchame, se que querías ir a Malibú pero es por tu bien, yo solo quiero que pases tiempo con Charlie, ya ni recuerdas cuando fue la última vez que lo viste-
-Mamá se muy bien quien es mi padre y todo eso, te propongo algo...- Me escuchó con atención. –Que compre un a computadora, una cámara y que coloqué internet, ¡listo, podemos vernos!-
-Bella- Me observó con algo de desaprobación. –No es eso a lo que me refiero, ya no recuerdas nada de tu padre, ni siquiera preguntas por él-
-¡Claro que se todo de él!- Repliqué.
-¿Ah si, cuando es su cumpleaños?- Me quedé en blanco. -¿Lo ves?, no sabes nada-
-¡No es justo, eso no cuenta, no soy buena recordando fechas!-
-¿Si, cuando es el lanzamiento de la última colección de otoño-invierno de Gucci?-
-¡El quince de Noviembre de este año, a las ocho de la noche en punto, las modelos comenzarán a mostrar lo mejor de la marca!, ups...-
-Bella, por favor, hazlo por mí, ve a visitar a Charlie- Dijo sosteniendo mis hombros y eché la cabeza hacia atrás como molestia.
-Ma, ¡No es justo, la idea era ir a Malibú, playa, chicos, playa... Ma, no me hagas esto, prometo que nunca más le diré a Phil que es el peor jugador del mundo!-
-Bella, no es un castigo, lo hago por tu bien, además no está en discusión-
-¡¿Qué?!- Dije alterada.
-Ya lo escuchaste, no está en discusión- Volteé mis ojos a un lado y distinguí mi vieja guitarra negra entre el equipaje.
-¿Qué hace ese objeto ahí?- Pregunté confundida.
-Creí que te gustaría levarla, te gustaba componer canciones con Charlie-
-Ma, cuando tocaba esa cosa, no sabía que existía Beyonce, y tampoco sabía que existían los Ipods, ¿y adivina qué? ¡Descubrí que existían, no llevaré esa cosa, y no iré al campo!...-
-Bella, escucha sólo será por un par de meses, después de ello prometo que irás a Malibú, ¿esta bien?, sólo después de que visites a Charlie- Asentí con fastidio y Phil se nos acercó.
-Bueno todo está listo, ya puedes entrar para abordar el avión Bella- Me dijo sonriente.
-¿Lo disfrutas cierto?- Pregunté irónicamente.
-Vamos Bella, ¡será divertido, montarás a caballo, bañarás a los cerdos y dormirás en un granero!- Gruñí con molestia.
-Basta, basta- Dijo mi madre. –Es hora de irte Bella- Me abrazó con fuerza y contuvo las ganas de llorar. –Todo saldrá bien ya verás- Asentí, me despedí de Phil y me dispuse a subir al avión.
Estas serían las peores vacaciones de mi vida, ¿qué diablos iba a hacer yo en una granja?, ¡odio los animales del campo!, además lo único que puede verse por todos lados no es más que pasto y pasto. Mis vacaciones perfectas en Malibú, habían desaparecido y no se ni en que momento. Llegué al que sería mi asiento y me dejé caer en el con molestia, las cosas no podían ir peor, me volteé a ver el asiento de al lado, y m compañía, era el chico más nerd que había visto, me sonrió y pude ver hasta el último aparato bucal que reparaba sus dientes, genial, las cosas SÍ podían ir peor. Durante todo el viaje pensé en los mil modos que habían para regresar a casa pero no ninguno era lo suficientemente bueno. Una vez en Lexington, encontré a Charlie en cuanto salí del avión, me miró de arriba abajo, tal vez pensó que era demasiado, fashion, para estar en una granja, y no creo que tenga la razón, en todos lados, debo verme perfecta. Lo saludé con un poco de distancia y puso los ojos como platos al ver todo mi equipaje, saqué a Kuki de su jaula y lo llevé en mi brazo, bajamos al estacionamiento y Charlie le pidió a un joven que nos ayudara con el equipaje. Me detuve en seca al ver la camioneta de Charlie, ¿me subiría, en eso? ¿Una camioneta Chevrolet pick up del 53 color roja? Debe estar bromeando, aún así, me tuve que subir. Durante el camino no pronuncié palabra alguna, sentía que estaba al borde de un infarto, tal como lo predije, el camino era una larga línea gris de dos canales y a los lados; pasto muy verde, vacas, caballos, este era el fin del mundo. Suspiré y Charlie rompió el silencio.
-Así que, a ti y a Renée les va bien en la ciudad-
-Excelente- Sonreí con hipocresía.
-Bella, se que no es esto lo que querías pero, Renée solo quiere acercarnos, ¿entiendes?-
-¿No era mejor que fueras a vernos a la ciudad?-
-¿Y tener que quedarme en el mismo departamento que Phil?, no lo creo...-
-Existen hoteles...-
-Bella, tu madre solo quiere que, cambies un poco tu forma de ver la vida-
-¡Y si que cambiará, ahora todo lo veré más sucio!- Él sonrió y no volvimos a hablar durante el resto del camino.
Reconocí la casa en la que llegué a pasar un par de vacaciones cuando era niña pero aquella era azul y estaba un poco más deteriorada, ésta estaba pintada de un color amarillo muy claro y tenía ventanas nuevas y se veía más presentable. Habían algunos trabajadores en los alrededores que saludaban a mi padre con la mano y él les sonreía. Estacionó la camioneta frente a la casa y nos bajamos de ella, me volteé hacia mi lado izquierdo, dándole la espalda a la casa y observé el típico granero rojo a lo lejos, también distinguí algunos caballos limitados por una cerca blanca, Charlie le pidió a un señor de edad que le ayudara con el equipaje y yo seguí de largo hasta la casa. Charlie abrió la puerta permitiéndome pasar y observé todo con detenimiento sin soltar a mi perro. Colocaron las maletas en el suelo y levanté los lentes de sol para ponerlos sobre mi cabeza, me acerqué a una de las paredes en la que colgaban fotos de mi madre con Charlie y alcé una ceja.
-Bueno, aquí es, tal vez no recuerdes mucho, y menos ahora que está remodelada- Me dijo refiriéndose a la casa.
-Ahora, entra más luz...- Respondí observando las ventana.
-Si...- Colocó sus manos en su cintura y luego las hizo chocar en un aplauso. –En fin, tu habitación es la segunda puerta, subiendo las escaleras a la derecha, ¿no la has olvidado o sí?-
-No...- Comencé a subir las escaleras y Charlie volvió a llamarme.
-¿Y tu equipaje?-
¡Oh!, puedes subirlo ahora mismo, con mucho cuidado por...- Su rostro de confusión me hizo callar. -¿Tengo que subirlo yo?- Asintió. -¡Genial!- Tomé la maleta más grande e hice mi mayor esfuerzo por subirla, llegué al primer escalón y creí que no podría más, Charlie rió en voz alta y me ayudó a subir mis tres maletas grandes junto con las cuatro medianas y mi maletín de maquillaje.
-Bella, ¿para qué trajiste tantas cosas?-
-Pa, ¡las necesito!, no planeabas que viniera solo con un par de jeans ¿o sí?- Rió y me dejó en la habitación, la que por cierto, necesitaba algunos, o mejor dicho, muchos, retoques. Me acerqué al televisor que estaba frente a la cama y lo encendí, gracias a Dios no es en blanco y negro, comencé a pasar los canales y de los quinientos canales solo cinco se veían, y ni siquiera a la perfección, corrí hasta las escaleras y Charlie estaba leyendo un periódico en un pequeño sofá.
-¡¿No hay TV por cable?!-
-No Bella, sólo los canales básicos- Sonrío.
-¡Diablos!- Susurré y subí de nuevo a la habitación.
Esto era realmente deprimente, no hay televisión, no hay internet, y, ¡no hay señal telefónica, Dios dime que es una pesadilla! Comencé a sentir que me pesaban los ojos y me dejé rendir por un profundo sueño. Descansé en la mullida cama mientras mi perro jugaba con la alfombra de la habitación. En mi sueño, estaba sentada en la blanca arena, y dejaba que mi cuerpo se bronceara, un chico rubio de ojos verdes se acercaba a mi y me suplicaba que le diera mi número de teléfono, salió brincando en cuanto se lo di, ¡esto si era vida!, un chico moreno con un cuerpo de infarto, trajo en una bandeja un delicioso jugo de naranja y al irse me guiñaba el ojo, bebí de mi vaso y seguí deleitándome con la vista, un par de chicas pasaron por en frente de mi y me miraban con envidia, ¡claro, soy perfecta! Me recosté en la arena para dejar que toda mi parte frontal se bronceara, me relajaba escuchando el sonido del mar, me dí la vuelta para broncear mi espalda y sentí que un fuerte golpe me despertaba, ¡que sea real, que sea real, que sea REAL! Rogué en mi interior, al abrir los ojos me di cuenta de que estaba en la misma habitación, ¡rayos!, aún estaba en el lugar de castigo. Me levanté del suelo y me vi en el espejo de la pequeña cómoda, ¡aquí no caben todas mis cosas!, esto sería más difícil de lo que pensé. Arreglé mi hermoso cabello en una cola de caballo y sentí bastante frío de repente, me coloqué unos jeans de color azul oscuro y un suéter morado con unas sandalias simples sin tacón, color fucsia. Escuché voces en el piso de abajo y me dispuse a bajar, llegué a la sala y Kuki me seguía dando brincos por las escaleras, las risas se escuchaban con mas fuerza y venían de la cocina, entré a la misma y logré distinguir a unas, cinco personas desconocidas y a Charlie apoyado de la nevera quien sonrió al verme.
-¡Que tal bella durmiente!- Sonreí sin ganas. –Ven, únete, permíteme presentarte, él es Carlisle- Señaló a un hombre rubio de ojos verdes bastante simpático y alto. –Ella es su esposa Esme, ella es Alice su hija y Jasper, el novio- Charlie sonrió. –Y Edward, hermano de Alice- Este último me dirigió una mirada amistosa y me observó de pies a cabeza, yo le respondí la mirada con odiosidad, aunque tengo que admitir que, es hermoso.
No era como ningún modelo, era mejor que cualquiera de ellos, a pesar de estar sentado noté que era alto, su cabello era corto de un color cobrizo y estaba algo desarreglado, sus ojos eran de un tono verde intenso que te hacían enloquecer, y sus manos, ¡uff!, sus manos eran grandes, me gustan los hombres con las manos grandes. Carlisle me sonrió y fue el primero en hablarme.
-Es un placer conocerte Bella, Charlie nos ha hablado mucho de ti-
-¿Ah sí?, pues el no ha hablado mucho de ustedes-
-Pues llegaste directo a dormir Bella, era difícil hablarte así- Todo rieron al escuchar a Charlie.
-¿Vienes de Manhattan no?- Preguntó la chica de facciones finas, Alice.
-Si así es- Afirmé mientras me sentaba frente a Edward.
-¡Qué bien!, dicen que es bonito pero muy estresante-
-La ciudad es el mejor lugar que hay, hay tecnología y el único lugar donde hay algo verde es en el Central Park- Sonreí y Edward bufó.
-Otra razón para no abandonar Lexington- Dijo atacándome, su voz era música para los oídos de cualquiera.
-No sabes de lo que te pierdes...- Contesté.
-Amas la ciudad, y aún así, viniste aquí, al campo...- Dijo Jasper en un tono amable.
-No será por mucho tiempo- Dije observando a Charlie con detenimiento.
-¡Ya verás que seremos buenas amigas Bella, andaremos en caballo y te enseñaré a cuidar a los animales!-
-¡¿Animales?!- Me traumé. –No, no, no, el único animal al que me acerco es a Kuki, ¡nada más!, además, no pienso andar exponiéndome a ensuciarme, mi ropa es bastante delicada...- Dije en un tono de superioridad y Alice se limitó a callar.
-Genial, la hija de Charlie es una niña adinerada sin cerebro- Dijo Edward en un susurro al oído de Alice que sólo yo logré escuchar.
Me levanté de la silla y todos posaron su vista en mí.
-Yo, aún estoy cansada, voy a, dormir...- Me dirigí a mi habitación con rapidez.
¿Quién se cree que es?, adinerada sin cerebro, ¡bah!, no sabe con quien está tratando, puedo hacer cualquier cosa que me proponga. Si con su comentario me declaraba la guerra, pues guerra tendría, ningún campesino bruto podrá llenarse la boca diciéndome tonta, y le voy a demostrar de lo que soy capaz, me lancé de nuevo sobre la cama y me dormí al instante....
Continuará...
N/A: Bueno esto es lo nuevo, ¡Bella me exaspera!, pero ya aprenderá. Espero que les guste y Porfis dejen Reviews!!!!
* Este es el vestido que usó Bella en la fiesta:
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* Y estos sus zapatos:
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