Disclaimer: La serie de Karneval y sus personajes NO me pertenecen son de su creador Touya Mikanagi.

Pareja: Gareki x Nai, entre otras

Setting: AU

Rating: T, en realidad creo que es M


Bésame un secreto
Capítulo 1

Summary: Ser un educador le ha enseñado conocer a cada uno de sus alumnos, pero una extraña experiencia le hace pensar que estaba totalmente equivocado, porque no todas las apariencias son lo que parecen algunas te pueden engañar lo suficiente como para atraparte sin darte cuenta.


El bullicio de los estudiantes eran para volverlo loco, le fastidiaba todo ese escándalo que no lo dejaban ni siquiera pensar, porque para mal debía soportarlo en sus horas de descanso, de ser así en su clase ya les habría aventado lo primero que tuviera a la mano en sus abultadas cabezas repletas de ineptitud.

De ser posible le gustaría poderles poner una mordaza a cada una de esas molestias así de una vez se quedan callados, pero eso sería maltrato y era una lástima que la ley no lo apoyara.

Cerró los ojos mientras sus cejas se juntaban ante la eminente euforia que sentía, y de paso la impotencia de no poder hacer nada ante la situación; que no daría por ir y golpearlos a todos en la cabeza y mandarlos a volar, pero claro eso no era una de las opciones aceptables en el colegio. Era un maestro y debía actuar como tal.

Maldijo el día en el cual decidió tomar esa clase de profesión, pensaba que enseñar sería algo satisfactorio por querer inculcarle a jóvenes mentes el maravilloso mundo del conocimiento, vaya que equivocado estaba.

Al final término en una secundaria pública donde jamás pensó tener que soportar a ese montón de jóvenes que solo tienen aire en la cabeza, al menos ninguno se toma el estudio enserio.

Únicamente son un tremendo fastidio el tener que enseñar a esa mezcla de adolecentes molestos y sumamente ruidosos, pero bueno a esa edad no hay mucho de qué decir, son adolecentes después de todo. Pero vaya que eran un dolor de muelas.

Hola Gareki-kun, ¿Por qué esa cara? —Llego a sus oídos la fastidiosa voz de su compañero de trabajo, que tomaba asiento a su lado — Sonríe, los estudiantes te están viendo — Le toco la cara, moviendo sus labios haciéndole la mueca de sonrisa, pero siendo en vano.

Una de las cejas del moreno se movió temblorosa, llena de rabia. Quito de un golpe las manos del rubio que invadían su rostro y cerca de eso su espacio personal.

Tks. No me toques, idiota —Refunfuño.

No seas tan malo conmigo, Gareki-kun — El hombre alto mostro aflicción en su expresión — ¿Así tratas a tu compañero de años?

Si claro estaba que el imbécil tenía razón, eran compañeros de trabajo y en un pasado habían estudiado juntos pero de bien era sabido de Yogi era una peste, tan molesto con esa actitud tan infantil que le hiere los huesos, si sus alumnos son una cosa insoportable el rubio los sobrepasaba por mucho, de ser posible podría partirle la cara en cualquier momento en una simple conversación, si al menos esta fuera madura la situación no lo requeriría, pero es algo imposible de pasar.

El hombre a su lado aunque no quiere admitirlo sabe trabajar, es querido por la mayoría de los estudiantes, solo porque, él sabe tratarlos y es un buen profesor, aunque a su perspectiva solo es alguien que es sencillamente manipulable, por eso toda esa pelota de jóvenes lo hacen como quieren porque saben que Yogi es un profesor muy suave, pero a de admitir que cuando el hombre se enfurece si es de dar miedo, hasta dicen que pueden ver un demonio salir de su interior, pero claro eran muy escasa las veces debe ser algo extremadamente serio para tornarse de ese estado ya que siempre suele ser alguien calmado y patéticamente amable.

En cambio Gareki es la otra cara de la moneda, no muchos le hablan y cuando lo hacen se arrepienten de hacerlo ya que sencillamente es algo brusco, frió y cortante, hasta el punto de decir que los quiere asesinar con solo su mirada, incluso lo han tomado como el profesor más difícil de tratar en todo el campus que trasmite miedo con solo verse por los pasillos. No muchos soportan su clase porque con el más mínimo ruido el moreno se altera les grita, a veces incluyendo insultos y golpes.

Sin embargo en el mismo razonamiento del azabache el debe ser una autoridad respetable, aunque eso soporte a muchas cosas que sobrellevar no piensa dejarse arrastrar por un adolescente.

El timbre del comienzo de clases sonó por todo el campus, suspiro en un aire de cansancio ante a lo que debía acontecer mientras tomaba sus cosas que necesitaría para impartir su clase, solo esperaba no tener que soportar esos molestos móviles, odia cuando un ringtone le interrumpe en medio de su explicación o cuando sus alumnos están más entretenidos mensajeandose entre ellos que ponerle atención a su materia, si están estudiando eso es lo que deberían estar haciendo.

Un golpe en su espalda le hizo voltear hacia Yogi quien le había golpeado, y luego este mismo tomó sus cosas y le sonría con una simple expresión.

No te molestes con los estudiantes Gareki-kun — Abrió la puerta la oficina de maestros dispuesto a cumplir con su trabajo — Debes aprender a tratarlos.

Se manoseo el cabello acomodándose algunos ridículos prendedores que sujetaban unos de sus rubios cabellos que le cubrían parte de sus ojos, impidiéndole mirar. Sonrió de nuevo despidiéndose de su amigo conforme se acercaba hasta la puerta no sin antes recordarle que debía ser un buen maestro antes de salir.

El moreno gruño por lo bajo como si no le importara lo que ese hombre le dijera, y de verdad no le importaba, no estaba allí para hacer amistades, solo debía cumplir con su deber: Enseñar.

Al salir los pasillos estos estaban vacíos, debía darse prisa pronto sino se haría un alboroto en su salón de clases si su tardía se vuelve muy pronunciada, de ser así los chicos se tornan incluso más fastidiosos de lo habitual.

Sus pasos se volvieron un tanto ligeros ante el área que le permitía una fácil movilidad, sin embargo sin siquiera habérselo esperado de la nada un fuerte empujón provoco que los libros que llevaba en sus manos se cayeran de inminente en el suelo. Dio un bufido de molestia ante el inesperado accidente.

Y-Yo… Lo lamento — Se escucho el timbre de una temblorosa voz, una que era nueva para sus oídos.

Se volteo para presenciar al dueño de ella, lo que noto fue a un joven de cabellos cortos de tono níveo que le miro con una expresión de angustia en su mirada, sus rojizos ojos incluso también eran como si se estuvieran disculpando, aquello fue simplemente la rápida respuesta de quien era el culpable que le había empujado.

El joven de poca estatura comenzó a recoger los libros que estaban esparcidos por el suelo, que habían terminado allí por su culpa; se los entrego a su dueño mientras nuevamente se volvía a disculpar con este, se notaba como un leve sonrojo se asomaba en las mejillas del pequeño chico ante la vergüenza que cargaba.

Fue un accidente, estaba en la entrada del colegio cuando escucho que debía apresurarse, que muy pronto el descaso iba a terminar y a como se lo habían dicho tan rápido como se movieron sus pies se fue corriendo hasta el salón que le habían dicho que debía asistir.

De la carrera hasta se le había olvidado el número de la clase, era nuevo en ese sitio, no conocía nada, además también que era la primera vez en estar en un lugar con tantas personas alrededor, el miedo comenzó a corroer su cuerpo, el tumulto de estudiantes que impedían su paso le hacía que su campo de visión se redujera no pudiendo encontrar exactamente un lugar donde ubicarse.

Alzo la mirada al oír como el timbre que anunciaba el inicio de las clases sonar, dándose cuenta que los bulliciosos chicos habían disminuido, pensó en pedir ayuda para poder tener alguna idea de dónde ir, sin embargo ninguno le hacía caso, o era por el motivo de que su tono de voz era muy quedito, siendo porque no es bueno hablando con las personas, muchos menos con los desconocidos.

Sin tener idea de dónde ir volteo a varios lados del pasillo buscando alguna salida, un pasillo vacio fue lo que presencio más adelante, se tranquilizo al ver que nadie circulaba por el mismo, comenzó a correr de nuevo y sin percatarse muy bien del camino cuando ya había chocado con alguien.

¿Eres nuevo? — Pregunto el moreno, cortante ignorando la disculpa viendo al albino directamente.

Espero la respuesta que evidentemente era muy clara, aunque simplemente quería confirmarla pero lo único que recibió fue como el cuerpo del menor se estremecía nervioso. Se puso una mano detrás de la cabeza al tiempo que daba un corto suspiro.

Mas sin embargo se llevo la impresión de como el chico se lamentaba ante lo que había hecho mientras retrocedía volviéndose a disculpar -de nuevo- y luego salir corriendo nuevamente, a lo que el maestro se molesto ante ello ¿Tan aterrador era? Se cuestiono mientras veía el pasillo por donde el estudiante había huido y prosiguió a seguir con su camino.

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Sin poder detenerse sus pies continuaban en movimiento avanzando por esos interminables pasillos, a lo que su joven cuerpo no aguanto, necesitaba tomar un respiro, se detuvo poniendo sus manos sobre sus rodillas mientras tomaba todo el aire que sus pulmones pudieran inhalar con un intento de poder reponerse más rápidamente.

¿Estás bien?

Llego a sus oídos la pregunta, elevo su cabeza algo confuso viendo frente suyo a un alto hombre, vestido con una bata blanca, de ojos de aspecto entristecido y cabellos cortos tono rubio que le extendía la mano mirándolo con cierto aire de preocupación en su rostro.

Casi mudo por el tener la garganta seca por el ejercicio movió la cabeza paulatinamente de arriba hacia abajo, en una respuesta afirmativa. Yogi sonrió notando que no había nada de qué preocuparse y le ayudo al chico a reincorporarse.

El mayor rápidamente al ver la apariencia del chico, la imagen de este era muy adorable, incluso le daban ganas de abrazarlo, esos enormes ojos y pequeño cuerpo, no podía evitar sonreírle. Pero de la nada hizo recordar algo muy importante que hasta ese momento había recordado.

De la nada se volteo comenzando a retomar sus pasos, el joven le miro dudoso viendo como partía.

Sígueme — Le menciono con una sonrisa al notar como el menor se mantenía en el mismo lugar.

De inmediato sintió los pasos de este que le seguía desde atrás. Ahora que lo recordaba le habían dicho que un nuevo estudiante llegaba al colegio pero no recordaba cuando ni que día llegaba, hasta desconocía el nombre del joven pero ya le había llegado la noticia a su mente y estaba convincente de que alguien tendría a una nueva vida que enseñar y seguro estaría gustoso de saberlo.

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Cuando cruzo la puerta del salón lo primero que capto tan pronto como ingreso fue a los jóvenes que estaban haciendo alboroto que luego tomaron asiento en su correspondiente lugar al ver a Gareki entrar. Apenas entro al salón las miradas de los estudiantes se concentraban en su maestro.

Tomó unos cuantos plumones de su escritorio luego de pedir a sus alumnos que sacaran sus cuadernos al igual que sus libros para empezar a impartir la clase, pasaron unos cuantos minutos de empezar y ya los chicos estaban riéndose desde la parte trasera del aula, frunció el ceño molesto a ser interrumpido, aunque de algún modo ya se lo esperaba.

Con el libro que tenia para la explicación lo arrojo hacia el castaño que se ubicaba en la esquina mas escondida del salón.

¡Pon atención mocoso!, ¡No explico dos veces! — Aclaro encolerizado, mientras mostraba esa expresión de que no estaba hablando de broma.

El estudiante se cayó casi palideciéndose ante la actitud de su sensei, se sobo la cabeza a lo que tomaba su bolígrafo para tomar notas, no quería volver a enfrentarse a la bestia de Gareki.

No creo que eso sea parte de la educación, Gareki-kun.

Apenas escucho decir aquello casi parte en dos la pluma que tenia en sus manos al apretarla con suma fuerza por la rabia. Miro casi automático como Yogi se encontraba en el umbral con esa maldita sonrisa que lo caracterizaba.

No me mires tan feo, me estas asustando — Menciono poniendo cara de terror al tiempo que se temblaba levemente, conocía el temperamento de su compañero.

Entonces no vengas de metiche cuando estoy dando mi clase. Lárgate — Con su mismo gesto amenazo al profesor para que se largase.

Yogi sabía perfectamente que odiaba cuando llegaba a molestar en el momento que estaba en medio de su lección, le desconcentra y no le permite aprovechar el tiempo como se debe, así que se lo tiene prohibido, si ocupaba algo que mandara a otro profesor o que sencillamente esperara al sonar el timbre, no era tan difícil.

¡Espera! Vengo a algo importante — Sacudió las manos impidiendo que Gareki lo sacara a patadas, como en una ocasión lo hizo por no haberle hecho caso.

Qué sea rápido — Se cruzo de brazos, esperando por lo importante que le debía decirle.

Se me olvido decirte algo esta mañana Gareki-kun — Se movió unos cuantos centímetros dándole vista al joven que se encontraba tras suyo — Tienes un nuevo alumno.

Sonrió algo nervioso al ver como el moreno le miraba con deseos de matarlo, tomaba al chico de los hombros y ponerlo delante de él mientras retrocedía unos pasos.

Es trasferido de otro colegio, espero que estés feliz por la noticia — Soltó al chico y salió huyendo, sin motivo alguno. Pensó que tal vez Gareki reaccionaria con golpearlo como en otras circunstancias.

El maestro simplemente suspiro mientras pasaba una mano por su cara ante la ineptitud del rubio. Dejo toda acción y miro directamente al chico, ante eso como si fuese un golpe lo reconoció de inmediato.

Ya te había visto antes, ¿Cómo te llamas? — Le preguntó.

N-Nai… Muhinyi — Su nuevo alumno desvió la mirada al decir su nombre mientras apoyaba sus manos contra su pecho.

Cerró los ojos dándose la vuelta devolviéndose a su escritorio no sin antes decirle al joven albino que pasara al salón a presentarse. Por lo pasado hace poco no era de esperarse que los alumnos notaran como Gareki traía consigo a un nuevo joven de cabello albino que estaba junto a él.

Comenzaron a murmurar entre ellos, provocando que Nai simplemente se sintiera incomodo, haciéndose el solo una bolita.

Cuando tenía puestas sus cosas sobre el escritorio saco de allí una carpeta donde contenía la lista de sus estudiantes, con la mirada fue bajando la vista tratando de encontrar el nombre del nuevo chico, después de un momento de leer tapo las hojas y dejo el documento sobre el mueble.

¡Cállense! — Llamo la atención golpeando la pizarra al comenzar a escuchar murmureos en el lugar, al rato el silencio gobernó el lugar, ganando con eso la atención de sus alumnos.

Les quiero presentar a su nuevo compañero —Señalo con la mano al chico a su lado, mismo que hace rato era el centro de conversación de algunos de los jóvenes.

Nai dio un paso adelante, sin querer mirar al frente dijo su nombre y luego se quedo callado desviando la mirada sin saber qué hacer.

Hace poco fue trasferido de otra secundaria, así que llévense bien con él —Después de esa breve explicación mando al chico a tomar asiento.

Nai notaba como algunas miradas se centraban hacia su persona, se sentía extraño, como si lo acuchillaran con solo verlo, junto las manos poniéndolas sobre su pecho, nuevamente el miedo comenzaba hacer de las suyas. No paso mucho cuando la clase había iniciado.

A pesar de todo la lección fue normal, demasiado, de no ser porque todos estaban distraídos con su nuevo compañero todo había salido a pedir de boca, una clase tranquila.

Un aire de tranquilidad lo invadió al notar como ese chico era distinto al resto de sus estudiantes, desde que había comenzado hasta finalizar se había mantenido callado, no parecía ser una molestia como todos o al menos esa es la expectativa que espera.


Bueno este es mi segundo fanfic de Karneval, pero a pesar del primero este es exclusivamente de GareNai y conforme vaya avanzando se pueden revelar otras parejas. Espero les guste este primer capítulo.

Es un milagro que incluyera a Yogi, la verdad ese personaje no me agrada pero es necesario en el fic, lo utilizare mucho a lo que se refiere a la historia junto con otros que luego saldrán x3

Debo decir que este Fanfic por el momento no esta beteado, mi beta esta muy ocupada -y ella se disculpa por ello- así que cualquier error que hayan encontrado lo lamento mucho fue que se pasaron desapercibidos y no me doy cuenta.

Doy como advertencia que sera una historia muy... pervertida y bizarra, seh creo que esas palabras le encajan, aunque eso lo catalogaran ustedes mismos cuando lo lean x3

Espero ver reviews para saber si les gusta y si continuo con la idea.