Shaman King no me pertenece :(
Este cap tiene contenido sexual, no al 100 por ciento, pero lo tiene, así que no respondo xD. Disfruten.
CAPÍTULO I
...
Otra estúpida noche. Mi taxi y yo. Otra maldita noche llena de torturas en la horrible Tokio, detesto mi vida. ¿El heredero de las familias más prestigiosas de Japón manejando un taxi para sobrevivir? Si me contaran eso tampoco lo creería, pero lastimosamente es cierto. Mi nombre es Manta Oyamada y mi jornada laboral empezaba a las 20:00.
¿Qué ocurrió? Me harté de mi vida. No soportaba las reuniones ni los trajes elegantes, los acosos constantes de la prensa y mucho menos las mujeres interesadas que andaban tras de mí como perro faldero. Quise ser libre y mi padre se encargó de dejarme en la ruina antes de gritarle que me largaba de la casa para nunca más volver. Con el dinero que ahorré durante mi vida y alcancé a retirar de mis cuentas bancarias, renté un departamento de soltero en el centro, necesitaba algo barato y medianamente cómodo, no tuve más opción.
Para mi fortuna el taxi era mío, pero tuve que administrar mi tiempo. Por las noches lo manejaba, por las mañanas dormía y en las tardes trabajaba como mesero en una cafetería. Me quejaba de mi situación actual todos los días pero, prefiero esto que mi antigua vida.
Como siempre me detengo frente a la discoteca más concurrida de Tokio. Es mi mayor fuente de ingreso y no tarda mucho cuando una chica peli-rosa, alta, maquillada, bien vestida y perfumada se montaba al vehículo.
¿Sexo? Era obvio que hace bastante no tenía, mi antigua novia era la hija de un embajador, caprichosa y consentida. Cuando empezamos a salir me dejó muy en claro que nada de sexo hasta el matrimonio; accedí, estaba muy enamorado o como diría mi hermana "Estás embobado, hermanito" Nunca soporté a esa niña. Claramente esa sentencia no duró mucho, pasados 3 meses Lily ya estaba metida en mi cuarto, semidesnuda y muy decidida, lo que hicimos creo que ya lo suponen. Duramos un año y, al mes siguiente ya estaba casada —perra—. Han pasado tres años desde entonces y no he vuelto a tener novia y pagar por sexo nunca ha sido de mi interés, hasta ahora.
—Señorita —dije en un intento por llamar su atención pues estaba demasiado distraída— ¿A dónde vamos? —llevaba cerca de 10 minutos manejando en círculos. No supe el momento exacto, solo me percaté que la chica estaba besando mi cuello.
—Verás… —Era obvio que no se sabía mi nombre, tomó la tarjeta de identificación que colgaba del vidrio retrovisor y se quedó viéndola— Manta, creo que es demasiado obvia mi profesión.
Estaba nervioso y asustado, estaba necesitado de afecto y esta tipa en palabras sencillas y vulgares me estaba «ofreciendo» sus servicios, fingí hacerme el estúpido y volví a preguntar —¿A dónde vamos? —La escuché suspirar en mi oído.
—¿Te gusta hacerte el difícil? Ningún hombre me rechazaría.
—¿Está insinuando qué no soy hombre? —El comentario me ofendió bastante y al parecer ese era el objetivo de la chica pues vi cómo sonreía levemente, se acomodó en el asiento de atrás, abrió su bolso, sacó una tarjeta y me la ofreció. Supe que su nombre era Tamao y que era una dama de compañía y una de las caras, pues inclusive el precio estaba en la tarjeta.
—Si el cliente quiere sexo, no me niego —El tono de su voz había cambiado, su mirada se volvía lujuriosa y de nuevo la escuchaba respirar en mi oreja— Aquí entre los dos Manta, soy ninfómana y necesito atención con urgencia.
Frené con brusquedad —Tengo el 10% de lo que está cobrando ¿Lo toma o lo deja? —Estaba loco, claramente, además lo que estaba entre mis piernas empezaba a tener vida propia.
—No le iba a cobrar, pero cualquier dinero extra no le viene mal a nadie, cruzando la esquina hay un motel.
Puse el motor en marcha y el acelerador a fondo.
Pagué la habitación, entramos y sin esperar más me lancé sobre ella. Estaba desesperado, la desvestí en instantes y ella hizo lo mismo, pero una duda atacó mi mente —Oye… Tamao ¿Qué hacías antes de ser lo que eres ahora? —Sonó como trabalenguas.
Sacó un preservativo del bolso y lo destapó con sus dientes —Trabajaba en un banco.
Sonaba demasiado apurada —¿En qué banco?— Algo dentro de mí empezaba a sospechar de esta extraña mujer.
—Me gustabas más cuando no hacías tantas preguntas —Se abalanzó sobre mí y me puso el condón— ¿estás listo?
Mi cabeza decía no pero el resto de mi cuerpo ansiaba el contacto —¿En qué banco? —Volví a preguntar— Visité muchos por mi antiguo trabajo y no recuerdo tu cara—. Me siguió acariciando y me besó.
—Es natural, las cirugías ayudaron bastante.
Se acomodó sobre la punta de mi miembro —¿Qué cirugías? —Mi voz no era de excitación, era de miedo. Y luego gemí cuando el contacto entre nuestros órganos sexuales fue inminente.
—Las del cambio de sexo.
Uno, dos tres, diez, treinta, mil…
—¿Q-qué dijiste? —Había escuchado bien ¿cambio de sexo?
—¿Eres sordo? —Tamao seguía haciendo todo el trabajo, cabalgando sobre mi pene erecto— Me he hecho más de veinte cirugías, y ahora soy una mujer hermosa ¿no te parece? —Y atacó mis labios.
Dos mil, ocho mil, un millón…
—¿Eres hombre? —Pude pronunciar entre besos.
—En estos momentos, soy más mujer que hombre —se volteó quedando en cuatro— anda, cógeme por atrás.
Asustado cogí mis cosas, me vestí y dejé el dinero sobre la cama.
—Espero no verte nunca más Juan, Roberto o como sea que te llames.
Y corrí hasta mi taxi jurando que nunca más pagaría por sexo.
…
N/a: Gente hermosa del fanfiction, aquí está el primer capitulillo de este fic dedicado 100% al enano cabezón.
Como ya notaron, no esperen mucho IC, pero sí mucho humor (o eso espero D: )
Espero saber qué piensan de esta loca historia :D Si les gusta escríbanme y si no les gusta, también:3 Cabe aclarar que estos cortos no tienen continuidad.
Éxitos n_n
