Prologo: Un Extraño Llega a Equestria.
Era calurosa tarde de febrero aquí en Tucumán, yo estaba regresando del centro de hacer unas compras para alimentar más mi ocio, eso quiere decir una novela, un par de mangas y unos tres cómics para pasar el rato. Llego a mi casa e intento sacar mis llaves, para mi lastima, estas se enenredaron con los auriculares. Ni hace falta decir lo que pasó después.
Una vez adentro me dirigí a mi habitación a dejar lo que compre, en medio del camino vi a cada uno de mis hermanos haciendo algo distinto cada uno: mi hermana leyendo las novelas que le dieron en el colegio, a mis dos hermanos menores pelearse porque programa ver, obviamente gana el mayor de los dos, y para terminar a mi hermano mayor con la laptop jugando un juego de estrategia. Tras dejar las cosas en mi cama, me fui a la cocina a servirme algo de beber para refrescarme. Tras servirme el vaso vi como mi madre renegando con unos papeles que le pidieron en el trabajo. Luego de beberme lo que me había servido, lave el vaso que use y me fui de nuevo a mi habitación, y recostandome en mi cama y saque uno de los mangas, pero antes de acomodarme largue un largo suspiro.
"¡A la cucha!". Grite para luego ver como una pequeña perra salía de abajo de mi cama e irse por la puerta.
Después de eso me puse a leer el manga. Pasaron como tres horas y media antes de que apareciera mi hermano para avisar que pronto estaría la comida, al ver los mangas se acerco a ver cómo eran y después marcharse sin antes decirme que después les pase en cuanto los termine de leer. A la hora de la comida nada especial paso a excepción de que uno de mis hermanos comento algo que me dio mucha gracia al momento que estaba bebiendo jugo de naranja logrando que escupiera todo a mi pobre hermana, creo que en sus catorce años esta es la tercera vez que le escupo algo en la cara, siendo las dos veces anteriores a los ocho años la primera con gaseosa y la segunda con Te.
Tras un breve berrinche de mi hermana todos nos fuimos a dormir, excepto yo que me dedique a terminar de leer los mangas, y tras leer unos dos tomos más me fui a dormir. Para mi fortuna me sentía demasiado cansado como para forzarme a seguir despierto, aunque me sentía más cansado de lo normal aparte de que me empezó a doler el pecho. Me dedique a dormir tratando de ignorar el dolor, pero no podía y para colmo era cada vez más intenso. Algo de lo que no estaré seguro es que no sé en qué momento me dormí, solo sé que me dejo de doler el pecho en un momento al otro y ahora me encontraba en un vacío negro y que estaba recostado en el suelo mirando al "cielo", aunque no me importo mucho el hecho de estar ahí.
Me la pase un buen rato tirado hasta que una chica de cabellos verdes se me apareció enfrente, obviamente me dio un buen susto, y después me extendió su mano, parecía que quería ayudarme a levantarme del suelo, acepte su ayuda y me pare. Note después que yo tenia puesto mis zptillas, un jean azul y una camisa color gris mangas cortas. Me llamo mucho la atención el que estuviera vestido así, mire de reojo a la chica y vi claramente como era tez blanca, el pelo era verde y al parecer sus ojos eran marrón bien obscuros como los míos, ya que apenas les pude notar el color, traía puestas unos zapatos negros, al igual que el pantalón y una blusa color rojo suave. Su cabello estaba sujetado con una bincha color amarillo.
Ella me regalo una sonrisa cariñosa y se me acerco para preguntarme algo.
"¿Cómo te sientes?". Me pregunto sin dejar de brindarme aquella sonrisa.
"Bien diría. ¿Por qué no habría de estarlo?". Le contesté algo intrigado por la pregunta, ella solo cambio su sonrisa a una un poco mas picara.
"Ok". Se da la vuelta y se aleja un poco de mi, se detiene a mirar al "cielo" y después se gira bruscamente hacia mi señalándome con una de sus manos. "Te propongo algo, quiero que vengas con migo a un lugar muy agradable y divertido, en el cual podrás hacer un montón de cosas que te gustaran".
"Suena genial". Le contestaba mientras esbozaba una media sonrisa. "Pero me gustaría saber donde es". Agregue ahora cambiando mi rostro a uno un poco más serio y con algo de duda.
"¿Importa dónde?". Me respondió un poco triste.
"No tanto, es que solo es costumbre mía preguntar donde para no tener que lamentar". Le aclare mientras me rascaba la nuca a la vez que miraba a un costado.
"Es que si vienes no te arrepentirás de nada". Dijo apareciéndose delante de mi haciendo que me sobresalte un poco, la veía de una manera que la comparaba a una chica salida de algún manga o anime.
"Esta bien". Le contesté, haciendome la idea de pasarla bien.
"Entonces prepárate". Me dijo, se empezó a distanciar de mí, se paro firme en dirección mía, respiro hondo mientras cerraba los ojos y choco sus palmas, luego las apunto hacia mí para después dibujar algo en el aire. Me lo estaba a punto de tomar como si fuera parte de una broma ya que nunca en la vida había tenido un sueño como este, pero todo estaba a punto de cambiar. Observe bien como en el lugar donde había pasado sus dedos en el aire se empezaban atrasar líneas hasta que en un momento a otro se formo un extraño círculo con símbolos tanto adentro como afuera en una luz tenue color celeste. Empezó a recitar algo que apenas podía entender y en cuestión de segundos una fuerte ráfaga de aire me golpeo de lleno en todo el cuerpo, poco después sentí que era arrastrado por la misma, intente mantenerme firme al suelo para no salir despedido por los aires, pero al final fue inevitable una ráfaga mas de aire vino con mucha más fuerza que la anterior y me saco volando de ahí. Me encontraba dando vueltas y vueltas por los cielos hasta que vi un pequeño resplandor de luz que cada vez se iba agrandando hasta cubrirme entero.
PDV tercera persona
Abajo en el suelo se encontraba la chica que hace unos minutos envió a nuestro amigo a volar.
"Nos veremos pronto Daniel Miranda". Le decía mientras se daba la vuelta y comenzaba a caminar, un portal se formo en frente y al cruzarlo poco a poco todo a su alrededor empezaba a tomar otro color aparte del negro además de optar otra forma. Hasta que ya no se encontraba en aquel vacío. Ahora estaba caminando en una avenida junto a una playa a un lado y al otro había una gran cantidad de hoteles y clubes nocturnos los cuales están hasta reventar. Una gran limusina color negro se hizo presente y se detuvo cerca de ella, del vehículo bajo un tipo fornido que abrió la puerta trasera incitándola a entrar. Ella acepto la invitación y entro topándose con alguien bastante conocido para ella.
(NOTA: aquí la conversación transcurre en ingles).
"Muy buenas noches Elizabeth. ¿Como la esta pasado aquí en Miami". Le pregunto un hombre que se le notaba una muy prominente barba y vestido de traje gris.
"Bastante bien Lord Calvard, aunque hubiera preferido quedarme en Argentina que estar en Estados Unidos, por suerte me han traído a un lugar al que me agrada". Le respondió ella de manera cordial, aunque cruzando los brazos y apartando la vista a un lado.
"Es para su propio bien, se ha vuelto inseguro estos ultimos años". Le explico el viejo.
"No necesito de mucha protección. Ahora, cambiando de tema. ¿Crees que Lord Gardam me preste un avión? es qué necesito volver a la Argentina a resolver un asunto que me quedo pendiente". Le pregunto esperando una respuesta positiva.
"Puede, si le dices que es lo que dejaste sin hacer". Le respondió.
"Es algo personal, no quiero hablar de eso con él".
"Pues... si no le das razones, él no te lo prestará".
"Y si le pido ir con el nieto de Grifin o de Fred". Pregunto insistente tratando de lograr una aprobación.
"Quizás".contesto el viejo logrando que la chica se le prendieran los ojos y mostrara una gran sonrisa que expresaba toda su felicidad. "Aun así no te lo aseguro". Prosiguió, pero aun así ella se mantenía feliz.
"Muchas gracias Lord Calvard. Creo que ya es hora de irnos. ¿No le parece?". Termino diciendo la chica mirando a través de la ventana contemplando el firmamento nocturno.
"En eso tienes toda la razón". Le dijo para luego dirigirse a la cabina del chofer. "Evans, rápido, llevemos esta señorita a su casa". Le ordeno al fornido chofer.
"Enseguida mi señor".
"Elizabeth". Le llamo la atención a la aludida. "Déjame primero hablar con Lord Gardam, quizás logre convencerlo de que le preste el avión aunque vuelvo a repetircelo, no se lo puedo asegurar del todo". Le termino de decir, ella solo asintió con la cabeza mientras se dirigía de muevo a su casa.
PDV primera persona (ahora regresamos con Daniel).
Después de ser cubierto por aquella luz, se encontraba ahora mismo cayendo desde muy alto a un bosque, aun no me podía explicar el porqué todavía me había despertado sinceramente en estas situaciones me despierto, pero lamentablemente esto era distinto.
"JOOOODEEER!". Grite sabiendo que eso de nada me ayudaría en nada.
Y eso me quede yendo a lo que podría ser mi muerte, ya quiero despertar de este sueño no quiero ver mi final, mi corazón pareciera que está a punto de estallar, mi sangre corría más rápido y cargada de adrenalina, por instante sentí esa sensación que tanto me agradaba y que muy escasas veces la sentí, pero fue ahí en donde vi lo que podría ser mi salvación, por muy pocos metros a la derecha había un lago lo suficientemente ancho como para que intentara caer en el. Empezó a batir los brazos y piernas con gran fuerza sin resultados, hasta incluso di varios giros tratando de ver que salía, pero solo logre verme como un pelotudo intentando sobrevivir a una caída de la cual no sobreviviría. Lo único que alcance a hacer fue girar para poder ver por última vez el cielo el cual me recibiría cuando mi cabeza reviente contra el suelo. Pero antes de tocar suelo sentí como la misma ráfaga de aire que me había traído había detenido la caída y posándome suavemente sobre la húmeda tierra.
"Puta madre me encuentro cayendo des no se qué altura de la cual me podía haber muerto de mil maneras distintas solo para que una puta ráfaga de aire me salvara la vida". Me quejaba después de lo sucedido, mire a mi alrededor y vi que me empecé a preguntar en donde estaba, gire para todos lados intentando ver algo con cual hacer una referencia, pero no logre divisar nada. Me dirigí después al lago para lavarme la cara al arrodillarme sentí algo que me molestaba en el bolsillo izquierdo de mi pantalón, metí mi mano para ver que era y me tope con el estuche de mis lentes. hasta ese momento no lo había notado, pero ya se me hacia raro que viera todo bien, con un dedo me toque el ojo para sacarme las sospechas y note que tenia puesto los lentes de contacto me los saque y los guarde dentro del estuche, me lave la cara con el agua del lago y me coloque los otros lentes, me observe en el lago para ver cómo me veía, cuando note dos siluetas al lado mío: un ave y otra que no logre a alcanzar a ver bien ya que me di la vuelta para ver que eran en realidad. No encontré nada me mire devuelta en el lago y solo veía mi propio reflejo, en ese momento un terrible escalofrió me dio, y sin pensarlo dos veces tome una dirección cualquiera y empecé a correr como alma que lleva el diablo.
No quería mirar atrás a ver si de la nada me aparecían esas cosas y me hacían algo, un par de veces me tropecé. Y ya cuando me sentía candado me decidí por dejar de correr solo para recuperar un poco el aliento y seguir corriendo, mire para atrás a ver si no había algo y no vi nada, mire a mi alrededor y note por arriba de los arboles una especie de colina, risco o lo que fuese lo suficiente alto como para tener una buena referencia de qué dirección tomar. Después de un buen rato descansando, me estire un poco las piernas y salí a trote lento para lograr alcanzar ese lugar, una vez arriba note que estaba en lo alto de un risco y que más abajo seguía el bosque, tanto por el Este como para el Oeste veía que todavía seguía y sin interrupción la verde vegetación. Entorne mi cabeza al sur igual, lo mismo fue para el norte solo que en esa dirección logre ver una columna de humo. Una suave y delgada que me indicaba que había alguien por allí, necesitaba encontrarme con alguien para que me diga en donde estoy y a lo mejor me indique la salida del bosque. Calcule la distancia y le aproxime lo suficiente como para que pudiese llegar esa noche, pero antes tenía que bajar lo más rápido posible de ahí.
Era demasiado ancho como para intentar rodearlo, así que tome la única alternativa que, y esa era tener que baja por la parte empinada del risco. baje con sumo cuidado, varias veces pise una roca que andaba suelta pero el pavor que le tenía a las aturas me hizo que todas y cada una de esas ocasiones me lograra salvar, una vez abajo me tranquilice por lo que había pasado para después tomar la dirección de aquella columna de humo. Salí una vez más a trote lento, el viaje fue lo bastante largo como para que me cansara una vez más, y no tan solo eso también me había dado hambre, eche un vistazo rápido y note un manzano, desde abajo busque una buena manzana y usando un piedra logre bajarla de ahí, me senté junto al tronco de este y limpie la manzana con la camisa que traía puesta y empecé a comerla no me tarde bastante en terminarla me sentía satisfecho el poder comer algo. Me levante para seguir el viaje, cuando sentí que algo gruñía atrás mío, gire mi despacio la cabeza para tener una primera vista de lo que tenia detrás pero al notar algo raro me gire del todo enfrentando me a algo que nunca antes había visto en mi vida: tenía en frente como unos cinco o seis lobos, pero no eran unos cualquiera, estos eran. Poco más grandes de lo normal y lo más raro de todo era que estaba hechos de madera. ¿Cuál era la lógica de este lugar? ¿Cómo era posible esto? No dude ni un segundo y salí corriendo en la dirección que está yendo en un principio lo más rápido que me podían brindar mis piernas, pero no eran lo suficiente como para perderles de vista. Pase unos minutos para sentir que esto me habían alcanzados e intentaban morderme para poder hacer que me caiga pero por suerte los esquivaba en cuanto podía, solo una par de veces lograron sujetarse de mi camisa y hacer que me detenga por un par de segundos pero. Yo le daba pequeños tirones para que se rompiera esta y liberarme inmediatamente de esta, fue así que en una de esas que no pude lograr soltarme y me alcanzaron. uno se me abalanzo encima tirándome al suelo e intentando morderme el cuello yo solo pude golpearlo un par de veces hasta que logre apoyar una de piernas en su vientre para después lanzarlo a un costado lo más lejos posible, intente pararme pero otro hizo lo mismo, yo puse el pie y de un solo movimiento paso de largo. Esta vez sí logre pararme y note cerca rio, ni lo pensé salte directamente a su interior e hizo el amague de nadar lo que podía lejos de esas cosas. Cuando llegue a la otra orilla me di vuelta para mirar a las criaturas raras esas y las vi ahí mirando queriendo cruzar el rio, yo sin más remedio me eché a correr por las dudas.
Lo que no me di cuenta es que me había desviado ligeramente de mi camino inicial, ya era tarde para regresar y buscar el camino correcto no quiero encontrarme con esos bichos feos otra vez, ahora me encontraba trotando un poco más ligero esta vez solo descansaría aproximados un. Minuto bombas para luego salir devuelta al trote, solo me detendría a tomar más tiempo de descanso nada más y nada menos que para buscar algo que comer. El tiempo fue pasando ya era de noche, y para mi suerte puedo ver desde aquí la columna de humo, lamentablemente está muy lejos de donde me encontraba, si no fuera por culpa de esos lobos, posiblemente hace un par de horas atrás estaría allí, aligere el paso, no había nada mas en mi mente el poder llagar a un lugar seguro. Lamentablemente mi felicidad se fue esfumando cuando vi que solo se trataba de una pequeña fogata que se estaba apagando. ¿Donde carajos estoy? ¿Qué es este lugar? mi desesperación estaban creciendo de una manera colosal, no me podía hacer idea de que esto me estuviera pasando sinceramente pienso que esto en vez de ser un sueño era una pesadilla. Note que en el suelo cerca de las brasa había un puñal, no sé de donde salió y lo único que quería hacer era salir de ahí. Lo tome y me lo coloque en el cinto por las dudas, tome una decisión y me dirigí directo al norte. Inicie un trote ligero y firme con lo único en mente: salir con vida del bosque, mi corazón estaba acelerado, mis sentidos alerta a todo lo que fuera a pasar, esquivaba todo con bastante agilidad. No duro mucho mi trote puesto que sentí un crujir de ramas a un lado de donde estaba, me detuve inmediatamente y empuñe el cuchillo. Mis ojos estaban acostumbrándose a la oscuridad que tomo el bosque desde hace un par de minuto y me sorprendió lo que vi. No sabía que pensar pero se reconocer eso aunque solo fuera en un dibujo de algún libro de mitología: al frente mío estaba una autentica manticora.
Esta rugió en cuanto me detuve a verle la cara y empezó a avanzar de manera amenazadora, yo solo me puse en una posición para pode esquivarla en caso de que se abalance y me movía a un lado intentando no perderle de vista, la manticora también hizo mismo. Hasta llegar a un punto en que ambos nos detuvimos al mismo tiempo. Nos miramos por un momento más hasta que la manticora se le ocurrió atacar primero, yo la esquive rápidamente y me prepare para contraatacar antes de que intentara lanzarse sobre mimé trepe a su lomo y le clave el puñal en su hombro derecho y me agarre firmemente de su melena, esta empezó a agitarse violentamente asta tirarme al suelo desgraciadamente perdí el puñal e intente encontrarlo, pero la manticora se abalanzó sobre mí. Antes de que pudiera morderme el cuello puse mi brazo, lo cual fue una mala elección en cuanto cerro su boca sentí como me partía todos lo hueso cada segundo en que estaba aplicando presión con sus mandíbulas. en cuanto termino de cerrar la boca quiso agitar la cabeza para arrancármelo, pero antes de que lo pudiera hacer agarre una piedra cercana y le pegue en un ojo, esta del dolor soltó mi brazo y empezó a retorcerse, aproveche para levantarme y darle una patada en la cabeza lo cual la derribo y me dio oportunidad para atacarla. Tome firmemente la piedra y me tire por encima de ella y la golpee varias veces, está en uno de de los varios movimientos bruscos que dio, me pego con una de sus garras tirándome lejos, el golpe fue tal que me rompió al menos dos costillas y me saco todo el aire de los pulmones. Vi de lejos donde se encontraba el puñal y como pude me fui a donde estaba, pero la manticora no me dejo llegar, la muy hija de puta me tomo por las piernas y me las rompió de una mordida. Tome otra piedra del suelo y se la arroje a la cara esta le impacto en el mismo ojo de a un rato logrando que me soltara, me arrastre lo más rápido que pude hasta el puñal una vez que llegue sentí como algo me atravesó la espalda de un momento a otro y un ardor insoportable corrió por todo mi cuerpo. La maldita me había clavado el aguijón que tenía en la espalda, me retorcí del dolor mientras la manticora me miraba desde donde estaba. Una vez deje de moverme esta se me acerco poniéndose encima mío, yo respiraba agotado y adolorido, no podía mas, la manticora hozo el último esfuerzo para morderme el cuello, rápidamente puse el mismo brazo que use para esquivar la primera mordida y agarre el puñal que estaba cerca y le abrí el cuello derramando toda su sangre encima. Con la poca fuerza que me quedaba hice a un lado el cuerpo muerto del animal, me arrastre lo que pide hasta un árbol solo para esperar mi hora. No muy lejos note que un ave negra aterrizo y acercando, también que una figura encapuchada salía detrás de un árbol y caminaba hacia mí. ¿Será la muerte viniendo por mi? fue lo que llegue a pensar aunque fue lo más estúpido que llegue a hacer con lo último de mis fuerzas que me quedaba, cerré despacio mis ojos dejando que el cansancio me ganara. No sé lo que me habrá pasado después pues ya había llegado a mi límite de mis fuerzas.
PDV primera persona. ¿?
Me encontraba lleno a mi departamento en Hoofington, me la había pasado el día compitiendo con varios pegasos para demostrarles que era el más rápido de Equestria. Me agrado verles la cara al demostrarle mi velocidad, pero era algo que debía guardar para cuando este en mi próxima carrera, ser corredor era algo que me tenía en plena forma y estas vacaciones era para que mi padre no me encuentre ya que arme un buen escándalo en unas de mis carreras anteriores a estas. Cuando ya me disponía a entrar al edificio sentí como la voz de una yegua gritaba pidiendo auxilio. Yo por supuesto no la iba a dejar sola, así que me eleve en el cielo y la vi cerca del bosque me le acerque lo más rápido posible hasta quedar a su lado.
"Señora aquí estoy ¿Qué sucede?". Le pregunte a la yegua que estaba cubierta con una capa sin que le dejara ver su rostro.
"Estaba caminado por allí y vi a alguien muy lastimado a la salida del bosque, parece que fue atacado por una manticora y necesita ayuda inmediatamente". Me dijo con mucha desesperación apuntando a donde vio al poni. Me le acerque rápidamente para ver como se encontraba para ver si podía auxiliarlo, pero al llegar vi a un ser extraño y no a un poni.
"¿Disculpe señora?... ¿Señora?". Me di vuelta para preguntarle algo la yegua, pero al darme la vuelta no vi a nadie, me le acerque al extraño y me fije si seguía vivo, por suerte sí, pero esta respirando muy despacio, con mucho cuidado lo subí a mi lomo y salí volando lo más pronto posible y con la máxima precaución de que no se me cayera al hospital. "No te preocupes amigo, muy pronto estarás en buenos cascos, solo aguanta un poco más". le decía par luego descender en la puerta de uno de los hospitales de la ciudad, en donde al ver al ser extraño pronto me ayudaron a cargarlo a una cilla y llevarlo a urgencias, pero esto me dejo con una pregunta: ¿Quién era esa yegua?.
