Historia:

En la mansión Hyuga se podía apreciar una pequeña niña, que corría por los pasillos de esa gran mansión, tenia una hermosa sonrisa en su rostro y su cabello negro se movía al compás de sus pasos, dando de un momento a otro destellos rojos, haciendo ver su cabello único.

Parecía tener solo tres o cuatro años, y hablaba como tal- cuano papi se entele aola si me va a quelel- dijo la pelinegra para después entrar en un gran comedor

Pov Hiashi:

Me levante de buen humor dado que mi hija Hinata al fin cumplía los tres años y es que es una fecha tan crucial, el nombrarla como la heredera oficial del clan. Cada ves que la veo puedo ver en ella a mi querida Minai, mi hermosa esposa, que murió trágicamente por un monstruo.

Entre en el cuarto de Hinata para darle los buenos días y felicitarla por su cumpleaños.

-Buenos días mi princesita ¿Cómo amaneciste hoy mi vida?.

-mu ben papi y mi degalo- me dijo ella mientras terminaba de tallarse los ojos.

Sonriendo contestó -no se te olvido verdad felicidades mi princesa, has cumplido tres años, es una gran responsabilidad- le dije yo mientras la levantaba y salíamos de la habitación-vamos a desayunar y después te doy tu regalo.

- SI PAPI- grito Hinata muy emocionada.

- traigan el desayuno YA.

Solté a Hinata y yo procedí sentarme en mi puesto como jefe del clan Hyuga, al observar el resto del comedor pude ver al rato del clan ya sentados, con gran paciencia esperaban que anunciara a Hinata como la Heredera del clan.

-papi que dica eta la comida- dijo ella terminando de comer un poco de la comida, se veía tan adorable pero no se lo dije por que podía quedar mal con los demás.

Hiashi- que bueno que te gus- no pude terminar.

Por la puerta acababa de entrar mi propio infierno, la furia me invadió y sin poder evitarlo empecé a gritar.

- ¿QUE DEMONIOS HACES AFUERA DE TU CUARTO? TIENES PROHIBIDO SALIR DE AHÍ.

Detrás de Sakura entro Mei, su cuidadora

-¿Cómo es posible que la hayas dejado salir, otra ves?.

Hastiado de la situación empecé a frotarme las sienes, presentía un gran dolor de cabeza, había arruinado el cumpleaños de mi pequeña. Me senté en mi lugar, del cual me había parado al ver a Sakura y espere la respuesta de Mei.

-Yo, lo siento señor, solo fui un momento al baño y cuando volví había desaparecido- frunció el ceño levemente- no volverá a ocurrí señor.

-Eso espero.

-pedo papi yo te quedia dec.

Sakura no pudo terminar de hablar ya que fue interrumpida por los miembros mas jóvenes del clan.

-LAGATE QUE NO VES QUE PAPI NO TE QUELE- dijo Hinata riéndose y señalándome.

-ni si quiera tu padre te quiere- dijo Reun el hijo de un primo del bouke de siete años, quien se burlo se ella.

-que tonta estas, no te das cuenta que nadie te quiere- añadió el hijo de mi hermano gemelo Hizashi de cuatro años, y así siguieron todos los niños riéndose de ella y diciéndole comentarios igual o peores.

Frunciendo el ceño, Mei tomo a Sakura y se la llevo, la niña estaba llorando en los brazos de ella pero me no podía importarme menos.

Fin Pov Hiashi

Pov Mei:

Con la ira embargando mi cuerpo me lleve a Sakura lejos de todos ellos, el escucharla sollozar en mis brazos me partía el alma. Los niños habían sido tan crueles con ella, esa inocente pequeña que solo tenia amor para dar.

Pero la culpa de esto la tenia Hiashi, aun no podía quien era más cruel si el por permitirlo o los niños por las cosas que decían, que podían saber los niños si solo seguían el ejemplo de sus padres. Suspirando pensé en Hinata, quien cada día aumentaba la maldad con que se refería a Sakura.

Entre al cuarto de Sakura entristecida, ya que no podía explicarle por que la trataban así, todo por una estúpida prohibición, observe el cuarto, sin poder obviar las similitudes que tenía con una prisión, no tenia ventanas, y la puerta de acero sólo podía ser abierta por fuera. Estaba provista de un tatami, increíblemente viejo y una manta, nada más y nada menos, uno pensaría que al ser la hija del jefe del clan tendría una vida mas lujosa.

-Sakura no estés triste, no me gusta que llores.

Acariciando su largo cabello negro con tonos rojos y note que sus ojos jade se habían puesto rojos de tanto llorar

-¿Poque snif mi pa snif pi no me quele?- me pregunto

Al escucharla se me partió el alma, era tan pequeña y no podía entender el trató que su padre le daba. Yo solo la abrace hasta que se quedó dormida y la tape para después irme, algunas cosas tenían que ser hechas.

Fin Pov Mei.

Al poco rato el frío despertó a Sakura, ella se levanto de la cama y camino hacia el baño, en el espejo que ahí había se reflejaron sus grandes ojos jades, fuera de oyó un ruido sobresaltando a Sakura, nada sorprendente había pasado afuera solo un gato, pero en el baño se podía ver a una niña pelinegra con unos ojos blancos y el Byakugan activado donde antes estaba Sakura.

-yo quedia papi que viedas mis ojos son iguales que los de el- se soltó llorando Sakura.

Con el Byakugan pudo ver como todos los sirvientes estaban muy ajetreados, yendo de un lado a otro, arreglando todo para el cumpleaños de Hinata.

~Dos años después~

En la mansión Hyuga, justo antes del amanecer, podía verse una quietud por todo el lugar, pero esa quietud se veía interrumpida por una niña de tan solo 5 años pelinegra que entrenaba muy duramente con su Byakugan, un ojo experto podría haber notado que el nivel de los jutsus que la niña hacia estaban en un nivel demasiado alto para su edad.

Un par de horas después, Sakura exhausta descansaba en su tatami, con el Byakugan desactivado y un brazo en sus ojos ignoraba lo que pasaba a su alrededor. Sin que se diera cuenta dos figuras entraron a su cuarto con un balde de agua fría, el cual fue derramado encima de Sakura.

Sobresaltada se levanto justo para ver a Hinata y Neji riéndose a carcajadas de ella.

-Feliz cumpleaños mugrosa

Exclamó Neji para después salir del cuarto con una maliciosa sonrisa.

-¿No lo entiendo, que te hice yo pada que me odies tanto?.

Sakura pregunto con lágrimas de impotencia en sus ojos. Hinata la observo por un momento y la respuesta que le dio heló a Sakura.

-Naciste- después de eso salió del cuarto, cerro la puerta y le puso seguro para que Sakura no pudiera salir.

-Feliz cumpleaños Hinata.

Al decir eso las lágrimas que había estado conteniendo bajaron por sus mejillas, odiando la vida que llevaba recordó que las bromas habían empezado hacia 6 meses, sólo por el hecho de no tener el Byakugan. Pero eran solo eso bromas, pesadas y humillantes pero solo bromas, al fin y al cabo. Lo que le hacia su padre, golpearla brutalmente y castigarla sin comer, era mil veces peor.

Pero lo que mas le dolía era la ausencia de Mei, quien hacía 7 meses que había desaparecido, un día se levanto y ella ya no estaba.

Harta de su situación y sin poder esperar un día mas, Sakura empaco todos los pergaminos que había robado del almacén de su padre, pergaminos que contenían información muy valiosa acerca del Byakugan y los jutsus que se podían lograr con el, cuando termino de empacar dio un ultimo vistazo y sin titubear abrió la puerta con un sencillo jutsu y huyo de su casa, su peor pesadilla.

~En las afueras de Konoha~

Con la sensación de libertad fluyendo por sus venas, Sakura voló por el bosque, corría velozmente pero a veces se detenía maravillada a observar algo, en sus 5 años de vida esta era la primera ves que salía de su casa, sin descansar en ningún momento por miedo a que alguien la alcanzara, huyo por horas, hasta que el cansancio pudo con ella, agotada se dejo caer a orillas de un árbol y de quedó dormida.

Poco después una extraña sensación la hizo despertarse.

Asustada se dio cuenta que ya no estaba en el suelo si no que estaba en brazos de alguien, quien estaba saltando de árbol en árbol.

-Así que la bella durmiendo decidió despertar- exclamó el hombre que la traía en brazos.

Al voltear a verlo Sakura pudo apreciar que el hombre era bastante alto, era castaño, ojinegro y la mitad de su cara estaba vendada, la maldad en sus ojos la asusto tantos que trato de soltarse sin éxito, aun estaba increíblemente cansada.

-Mira zeobor la asustaste-dijo el otro hombre, de cabello corto rubio y ojos verdes, parecía normal, solo que tenía una banda en la frente y el rostro lleno de cicatrices.

-Es una miedosita- le respondió zeobor.

-¿Qui…quienes s…son ustedes? Y ¿Q…que quie…ren de mi?- tartamudeo Sakura.

Con una ceja alzada el rubio le contestó.

-A ti no te incumbe eso

-¡ESPERAME SEYUKE! Mierda el estúpido no me espero.

Después de eso apuro el paso, para alcanzar a Seyuke.

Sakura estaba tan asustada que lo único que hizo fue empezar a llorar, en hombre enfadado la golpeó en la nuca dejándola inconsciente, avanzo un poco y se encontró con Seyuke.

-¿Realmente no es nadie, no es así? Ninguna alarma sono- declaro.

Zeobor, Seyuke solo asintió y con un gesto de la cabeza hacia Zeobor partio.

Zeobor molesto dejo caer a Sakura y siguió a su compañero.

"En la mansión Hyuga"

Al día siguiente en el comedor podía verse a Hiashi y Hinata tomando el te muy amenamente. La tranquilidad fue interrumpida por una sirvienta, quién entro corriendo al comedor y se fue directo al Hiashi.

-Señor, es mi deber informarle que Sakura esta desaparecida; nos dimos cuenta hasta esta mañana. La han buscado por todas partes y no pudo ser encontrada.

Hiashi con gran indiferencia ordenó:

-Que preparen todo para el funeral de Sakura.

-Pero señor -trato de interrumpir la criada.

-AHORA.

Asintiendo la sirvienta salió corriendo para preparar todo, no sin antes ver la sonrisa que puso Hinata. Una sonrisa con tanta maldad que le puso los pelos de punta.

Dos días después de hizo el funeral de Sakura Hyuga, sin cuerpo presente, quien murió en circunstancias que nadie conoce, nadie pudo dejar de notar que algunos niños del clan estaban sonrientes y la gran indiferencia que mostraban en general todos en el clan. Incluso uno que otro pudo oír "Se lo merecía la bastarda", al poco tiempo todos olvidaron a la verdadera heredera del souke.